El fondo del mar guarda los sueños que son de todos
Jesús Prieto de Pedro
El Estado español recuperó, tras una dura batalla legal, el tesoro del galeón español "Nuestra Señora de las Mercedes", que naufragó como consecuencia de un cañonazo de un navío de la Armada británica en octubre de 1804, en la costa de Algarve, Portugal (naufragio que desencadenaría un año más tarde la batalla de Trafalgar), y que fue descubierto por el barco cazatesoros norteamericano "Odyssey", y llevado a los Estados Unidos. El pasado 2 de diciembre, el tesoro, compuesto por más de 500.000 monedas (principalmente de plata) de la época de los Borbones (finales de siglo XVIII y principios del XIX y acuñadas en los virreinatos americanos), fue depositado en el ARQUA de Cartagena. El tesoro de “La Mercedes” incluye gemelos, hebillas y otros objetos.
Doblones o excelentes de oro de ocho escudos
(Los 8 escudos o Peluconas o macuquinas fueron la moneda por excelencia en España hace 200 años y reconocida a nivel mundial. Es lo que se llama una onza española, de peso 27 gramos -de pureza, alrededor de 90%-. con efigie de Carlos IV.
Monedas o reales de plata de a ocho. En el siglo XVIII se convirtió en la primera divisa de uso universal -se aceptaba y se reacuñaba en China, Arabia, Ceilán, Zanzibar... -y fue la primera de curso legal en Estados Unidos.
El ingente tesoro incluye un total de 574.553 monedas, de las cuales 212
son de oro, 309.184 de plata y 265.157 de metal plata. Pertenecen al sistema
monetario español de la época de los Borbones (Carlos III y Carlos IV), emitidas
entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Fueron acuñadas en los
virreinatos americanos, en las Reales Casas de Moneda de Lima, Potosí, Popayán y
Santiago de Chile, pero las más abundantes son las de Carlos IV, acuñadas en
1803 en la ceca de Lima. Una vez realizado su traslado a Cartagena, en los
próximos 18 meses se procederá a su restauración, según informa el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte. Actualmente aún se está realizando un diseño
museográfico para la exposición temporal itinerante que girará, a partir del
segundo semestre de 2013, por aquellas instituciones culturales que la
soliciten.
Caso Odyssey "¿hemos de considerar ese depósito un bien público o, por el contrario, un botín privado de los depredadores llamados cazatesoros?"
El fondo del mar guarda, sin duda, uno de los depósitos más puros de los sueños y de la memoria de la humanidad. En él duermen los vestigios de los anhelos, venturas y desventuras del hombre de descubrir nuevos mundos y culturas, de epopeyas, de búsqueda de tierras ignotas, de llevar a las personas, sus cosas y sus bienes más íntimos a otros lugares a los que nunca llegaron, de conflictos bélicos movidos por la ambición de nuevos dominios y hegemonías…, que tejían las relaciones políticas, culturales y comerciales. En definitiva, con el tiempo el mar ha ido absorbiendo grandes trozos de la vida humana que explican mucho de quienes somos y dónde nos encontramos hoy. La pregunta es, planteémoslo ya, si hemos de considerar ese depósito un bien público o, por el contrario, un botín privado de los depredadores llamados cazatesoros. Esa es la tesitura a la que se enfrentaba la disputa, entre España y la empresa Odyssey, sobre los restos de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida por una agresión bélica inesperada el 5 de octubre de 1804 frente a las costas de Huelva y que se llevó al fondo del mar 250 personas y un rico cargamento entre el que había varios cientos de miles de monedas. Hecho triste del que, con pluma maestra, nos dejaron testimonio Pérez Galdós en su novela Trafalgar, así como Alcalá Galiano en sus memorias.
Durante mucho tiempo esos sueños permanecieron en paz en los limos de los fondos marinos, pues la capacidad del hombre de saber donde estaban los objetos arqueológicos marítimos y de aprehenderlos era ínfima. Pero los recientes desarrollos tecnológicos han quebrado este estado de paz, porque los actuales sistemas de detección hacen cada vez más transparente el fondo del mar y, además, se ha disparado la capacidad de los artefactos e ingenios para extraer los restos sumergidos.
Los bienes arqueológicos terrestres se vienen beneficiando, hace ya tiempo, de un sistema de protección jurídica extraordinariamente eficaz, que es el de, como hacen las leyes de la mayor parte de los países, considerarlos bienes de dominio público. Es, sin duda, la medida jurídica disponible más enérgica para proteger un bien público, pues descansa en dos reglas o principios contundentes. Primero, supone que son bienes, como decía el derecho romano, extra commercium, es decir, que no son susceptibles de comercio ni de apropiación privada. En segundo lugar, ser bienes de dominio público conlleva que quedan afectos a un destino público, que no es otro que el de ser conocidos, gozados y disfrutados por todos.

El Derecho internacional reconoce la solemnidad de su tumba, y el interés soberano de España por preservarla.

Fragata Nuestra Señora de las Mercedes

Pero es, además, desde 2005 –cuando se adopta la decisión de iniciar las reclamaciones- hasta hoy, una muestra inigualable de un ejercicio coral sobre cómo se ha de llevar adelante una política de Estado, con la suma de todos, en los asuntos importantes. Y es un canto a las potencialidades de la lex artis de los profesionales, arqueólogos, conservadores, archiveros, historiadores e investigadores, juristas, jueces y fuerzas de seguridad, gestores públicos, profesionales de la información… que, en una armonía poco frecuente en este tiempo del especialismo ciego y autosuficiente que criticaba Ortega, han aportado ilusionada y generosamente al común sus modestas perspectivas y contribuciones en pro de una polifonía profesional que ha hecho posible la canción que ahora celebramos: el fondo del mar guarda nuestros sueños, cuidemos nuestros sueños porque son de todos.
Jesús Prieto de Pedro es Director General de Bellas Artes,
Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/02/26/actualidad/1330272551_262494.html
VER+:
TRAS EL TESORO DE ODYSSEY
http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20130224/tras-tesoro-odyssey-4777.html
VER+:
TRAS EL TESORO DE ODYSSEY
http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20130224/tras-tesoro-odyssey-4777.html
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