EL Rincón de Yanka

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sábado, 31 de mayo de 2008

ERES MI RESPIRAR



tu
Eres mi respirar - Ingrid Rosario cd traido por
www.Links-Cristianos.info


Eres
Mi Respirar -

viernes, 30 de mayo de 2008

EL SILENCIO FORMA PARTE DE LA MÚSICA

"En la mejor música,
el silencio que hay entre las notas
es tan importante como las notas mismas".
STING
.
.
Se necesita apreciar el silencio, para ser capaz de vivir la soledad, la que todos tenemos en los más profundo de nuestro ser, que necesitamos explorar y disfrutar porque es el único lugar donde de verdad se queda la esencia misma de la persona, donde se puede encontrar a su Creador. Ésta es la disciplina que se debe aprender y aplicar, y llenar el vacío con la abundancia de la presencia de Dios y de los encuentros con los demás.

La soledad que se sufre, irremediablemente, como misionero, no es una soledad insoportable, sino la certeza de la presencia -tal vez no sentida, pero cierta- de Dios, en medio del dolor y del sufrimiento de la soledad. No hay compañero único, ni hay cercanía de familiares queridos... Muchas veces el misionero está solo, muy solo, pero su soledad no es un vacío sino una plenitud, porque las experiencias de un Dios presente son abundantes.
Lleno con estas presencias podemos compartir con los demás, podemos inspirarlos, podemos llevarlos a Dios.


María Van Doren




Músico no es aquel que toca un instrumento. Músico es aquel que a través de un instrumento toca el alma y el corazón de la gente (y eso sólo lo puede hacer El Mismo Dios; el músico es otro instrumento). 


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Cuando me dejo mecer en la
armonía de mi yo profundo,
escucho siempre
la voz del Amado,
la música que enciende todas
las músicas de la vida.
Nadie va solo en
la vida si acierta
a escuchar
su música interior.
Es el abismo de
mi ser invocando
a tu Abismo.
Ambos discurren ya enlazados,
cantando la misma canción.

Antonio López Baeza



jueves, 29 de mayo de 2008

SI CRISTO, MAÑANA, LLAMASE A TU PUERTA...



Si Cristo, mañana, llamase a tu puerta,

¿lo reconocerías?

Será, como entonces, un hombre pobre,

ciertamente un hombre solo.

Será, sin duda, un obrero,

quizá un parado,

o, incluso, si la huelga es justa, un huelguista.

O tal vez irá ofreciendo pólizas de seguros o aspiradoras...

Subirá escaleras y más escaleras,

se detendrá sin fin piso tras piso,

con una sonrisa maravillosa

en su rostro triste...

Pero tu puerta es tan sombría...

Además, nadie descubre la sonrisa de las personas

que no quiere recibir.

“No me interesa”, dirás

antes de escucharle.

O bien la criada repetirá como una lección:

“La señora tiene sus pobres”,

y de golpe cerrará la puerta

ante el semblante del Pobre,

que es el Salvador.

Será, quizá, un prófugo,

uno de los quince millones de prófugos

con pasaporte de la ONU;

uno de esos que a nadie interesan

y que van errantes,

errantes por este desierto del mundo;

uno de esos que deben morir,

“porque, a fin de cuentas, no se sabe de dónde vienen

las personas de tal calaña...

”O quizá también, en América,

un negro,

un triste negro,

cansado de mendigar un hueco

en los hoteles de Nueva York,

como entonces, en Belén,

la Virgen Nuestra Señora....

Si Cristo, mañana, llamase a tu puerta,

¿lo reconocerías?

Tendrá un aire abatido,

extenuado,

agobiado como está

porque debe tomar

sobre sí todos los dolores de la tierra...

Y, si le preguntan:

“¿Qué sabes hacer?”,

Él no puede decir: “Todo”.

“¿De dónde vienes?”,

no puede responder: “De todas partes”.

“¿Qué pretendes ganar?”,

no puede responder: “A ti”.

Entonces se alejará,

más extenuado, más agobiado,

con la Paz en sus manos desnudas...

.
R
aoul Follerau