el venezolano castrochavista marxista,
Superior General de la Compañía de Jesús
El marxista revolucionario:
los que lo conocieron desvelan
quién es el nuevo Superior General Jesuita👿👥💥💀
“Fue promotor activo y defensor de los golpes de Estado de 1992. Sin perder su independencia, estuvo vinculado con diversos grupos de la ultraizquierda. Hacía trabajo de base en los barrios, escribía panfletos y se opuso intensamente a la reforma económica que impulsó el presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez”.
En primer lugar, ha hecho del marxismo los lentes a través de lo que ve todo, incluyendo el Magisterio católico (que él llama simplemente “fe cristiana”). Él, junto con muchos otros jesuitas en Venezuela, ha trabajado durante décadas con el fin de construir “Comunidades Cristianas de Base” (“comunidades eclesiales de base”) se comprometió a construir sociedades socialistas en América Latina y Venezuela. Comunidades que viven el marxismo y el cristianismo no como los filósofos, pensadores, teólogos de Europa. (Aquí él parece olvidarse de China, por cierto), pero a su manera. (…) Este hombre que ha trabajado toda su vida muy duro para reinterpretar el cristianismo desde un punto de vista marxista, que ha hecho no sólo el trabajo “teórico”, sino el directo trabajo Revolucionario, es el que los jesuitas ahora han elegido como su General.
El padre Arturo Sosa ha vivido su vida en conformidad con estas bases “teóricas”. En la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), los estudiantes nunca pudieron verlo usando signos de su sacerdocio. Dio charlas lado a lado con José Ignacio González Faus con el fin de erradicar el culto a Dios de los estudiantes (gastar dinero en el culto a Dios sería un error: la mejor tradición “cristiana” desde Juan Crisóstomo sólo cuidaba de los pobres). Su trabajo como editor de la revista SIC y como Director del Centro Gumilla sirvió bien para destruir la fe de muchos jóvenes, incluyendo un muy buen amigo mío.
Después de esto, siguió el camino convencional de la teología marxista de la liberación: rechaza la trascendencia del Reino de Cristo, propone una salvación política, adopta el materialismo e incluso el ateísmo, y asume que el cristianismo debe liberar al pueblo políticamente como lo hizo Moisés con Israel. (VER REVISTA SIC).
El padre Sosa ha vivido su vida en conformidad con estas bases “teóricas”. En la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), los estudiantes nunca pudieron verlo usando signos de su sacerdocio. Dio charlas lado a lado con González Fausz con el fin de erradicar el culto a Dios de los estudiantes (gastar dinero en el culto a Dios sería un error: la mejor tradición “cristiana” desde Juan Crisóstomo sólo cuidaba de los pobres). Su trabajo como editor de la revista SIC y como Director del Centro Gumilla sirvió bien para destruir la fe de muchos jóvenes, incluyendo un muy buen amigo mío. (El lector puede ver sus papeles aquí).
En 1989 hubo un gran levantamiento popular en Caracas debido a la obra de un ministro liberal de economía. Se conoció después que Fidel Castro estaba detrás de esto. Las “comunidades de base” de los jesuitas trabajaron muy activamente y la radio a cargo de la cual estaban en su mayoría los jesuitas, “Fe y Alegría”, jugó un papel subversivo activo. Por lo tanto, se convirtieron en co-responsables de la muerte de 2,000 personas.
Más tarde, los jesuitas trabajaron activamente en la llegada de la revolución chavista. Había jesuitas que se oponían a Chávez, eso es cierto. Algunos muy fuertemente. Ahora, en abril de 2002, cuando Chávez estuvo fuera de la oficina durante un par de días, la gente escuchó al Padre Sosa proclamar que las Comunidades de Base “cristianas” defenderían la Revolución a muerte, que la “derecha” [?] vería la fortaleza de la Revolución …
Este hombre que ha trabajado muy duro toda su vida para re-interpretar el cristianismo desde un punto de vista marxista, que ha hecho no sólo trabajo “teórico”, sino trabajo Revolucionario directo, es el que los jesuitas ahora han elegido como su General. Tal vez el momento revolucionario en crecimiento en Colombia, comprobado por la población en sí en el referéndum que votó en contra de las demandas marxistas que se habrían insertado en su propia Constitución – y por la cual su presidente ganó, como era de esperar, el Premio Nobel de la Paz), lo exige. Pero uno aún queda desconcertado: ¿qué es lo que el revolucionario busca, todavía? En Venezuela han destruido sistemáticamente la infraestructura productiva, la agricultura, la industria, la administración pública, los tribunales, los hospitales, las escuelas, incluso la industria de la energía que soporta al país; han matado a miles de personas, tienen al país al borde de la hambruna desastrosa nunca antes vista en tal escala en las Américas. ¿Qué es lo que buscan? Probablemente la única explicación es la completa destrucción del mundo de Dios con el fin de construir “un mundo nuevo” en la historia. Que Dios nos proteja del bajo mundo revolucionario. Que Dios convierta los corazones y abra los ojos de su pueblo. Y, sobre todo, que Cristo proteja a su Iglesia.
En Venezuela han destruido sistemáticamente la infraestructura productiva, la agricultura, la industria, la administración pública, los tribunales, los hospitales, las escuelas, incluso la industria de la energía que soporta al país; han matado a miles de personas, tienen al país al borde de la hambruna desastrosa nunca antes vista en tal escala en las Américas. ¿Qué es lo que buscan? Probablemente la única explicación es la completa destrucción del mundo de Dios con el fin de construir “un mundo nuevo” en la historia. Que Dios nos proteja del bajo mundo revolucionario. Que Dios convierta los corazones y abra los ojos de su pueblo. Y, sobre todo, que Cristo proteja a su Iglesia.
La filosofía masónica es precursora de la Revolución Francesa e influye mas tarde en la filosofía comunista. La ideología marxista y sus derivados: “socialismo”, “comunismo”.Los comunistas están excomulgados.Decreto de excomunión del Comunismo en 1949 bajo el pontificado de Pio XII, aún hoy vigente, en cuyo punto cuatro dice textualmente:“Los fieles que profesan la doctrina comunista y principalmente los que la defienden y propagan, ¿incurren ipso facto en la excomunión reservada especialmente a la Sede Apostólica, como apóstatas de la fe católica?Contestación de la Congregación del Santo Oficio: Si”.Congregación para la Doctrina de la Fe•Prohibición formal de cooperar con partidos comunistas. Excomunión latae sententiaea (Denzinger-Hünermann 3865. Decreto del Santo Oficio, 28 de junio (1 de julio) de 1949). Papa Pío XI
Desde el Catholic Herald criticó a Sosa por ser uno de los 1.000 firmantes de una carta de 1989 dando la bienvenida al presidente cubano Fidel Castro a Venezuela, habiendo reprimido la Iglesia católica en Cuba durante el tiempo de su poder. Uno de los biógrafos del papa Francisco, George Neumayr describió a Sosa como un "marxista", "un comunista venezolano, y un modernista".
En febrero de 2017, en respuesta al argumento del Cardenal Müller de que permititr la recepción de la comunión eucarística por parte de recasados, contradice las palabras de Jesús en la Biblia, al ser el matrimonio indisoluble, y la insistencia de Müller en que esas palabras son inmutables, Sosa argumentó por una reflexión en lo que "Jesús realmente dijo", y describió el Evangelio como "relativo", "escrito por seres humanos" y "aceptado por (...) seres humanos". Sosa también argumentó que la doctrina de la Iglesia está en "continuo desarrollo", y "nunca en blanco y negro". Los comentarios de Sosa levantaron críticas. El sacerdote inglés y editor consultor del Catholic Herald Alexander Lucie-Smith no estuvo de acuerdo con Sosa, argumentando que las enseñanzas de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio han sido históricamente consistentes, y que no había ningún precedente establecido en la Biblia para interpretar estas palabras de otra manera. El teólogo Chad Pecknold criticó las opiniones de Sosa como "reflejo [es] un profundo escepticismo sobre la Sagrada Escritura", y respondió que aunque se permiten una variedad de interpretaciones, deben "encajar con la doctrina establecida de la Iglesia y no contradicen el depósito de la fe". Contradiciendo la afirmación de Sosa de que sus puntos de vista eran "no relativistas". Son muchos los comentarios sobre estas afirmaciones. Pecknold caracterizó los comentarios de Sosa como "relativista historicista". Vittorio Messori acusó a Sosa de "'licuar' 'el Evangelio mismo" al sugerir que el Evangelio debería adaptarse de acuerdo con los tiempos sobre la base de que las palabras de Jesús no se registraron literalmente o "en cinta".
En junio de 2017, en una entrevista para El Mundo, Sosa dijo: “Hemos formado figuras simbólicas como el diablo para expresar el mal. El condicionamiento social también puede representar esta figura, ya que hay personas que actúan [de una manera malvada] porque están en un entorno en el que es difícil actuar en sentido contrario”. Esto fue criticado por contradecir el Catecismo de la Iglesia Católica que enseña que el Diablo es una criatura real. Un portavoz de Sosa posteriormente argumentó que Sosa no estaba negando enseñanza de la Iglesia al afirmar que "decir que el diablo simboliza el mal no es negar la existencia del diablo".
En octubre de 2018, en una entrevista con EWTN, Sosa argumentó que "el Papa no es el jefe de la Iglesia, es el Obispo de Roma". Pecknold se opuso a esto, argumentando que sería un error creer que el Papa era "simplemente" el primero entre iguales "e insistió en que el Papa tiene" autoridad suprema" sobre todos los obispos y fieles.
Si son jesuitas son COMUNISTAS (Pero burguesitos)
Un colegio de jesuitas en Caracas, Venezuela, totalmente transformado
en un museo donde se le rinde culto a la cubanización de Venezuela
Les traemos el artículo del Profesor Damián Galerón sobre el camino hacia el abismo de los Jesuitas. En él, el profesor desgrana como Bergoglio es un hombre de ideas muy fijas, que fue formado “teológicamente” en el socialismo popular a través de la influencia marxista marcada por la llamada “teología de la Liberación”. Dicha teología, posteriormente se dividió en cuatro tendencias diferentes, una de las cuales, la llamada teología del “pueblo”, fue en la que se formó el actual «Francisco», y en esto, tuvo una influencia decisiva el padre Scannone, también jesuita. Imperdible
Para comprender un poco la grave deriva doctrinal que es observable entre los jesuitas, es necesario encontrar el momento en que la compañía de Jesús inició su camino hacia el abismo. Añadiendo a esto que, los jesuitas del presente no tienen nada que ver con san Ignacio de Loyola.
Tampoco debemos ignorar que fueron notoriamente infiltrados por la masonería durante el siglo XX y, en especial en fechas previas y posteriores al Concilio Vaticano II.
¿En qué momento se inicia este camino de los jesuitas hacia el abismo? Para comprenderlo tenemos que situarnos en el año 1972, y más exactamente en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial, a unos 60 km de la capital de España. Pues bien, en esa localidad, en 1972, los jesuitas celebraron un “Simposio Fe cristiana y cambio social el América Latina”. Se reunieron entonces no pocos de los teólogos de la teología de la liberación. Fue precisamente en ese simposio cuando los jesuitas se inclinaron por la tesis del ideólogo marxista y dominico peruano, padre Gustavo Gutiérrez, fundador de la Teología de la Liberación.
Es a partir de ese momento cuando los jesuitas se decidieron por seguir la línea del socialismo marxista. Y desde ese momento, nada ni nadie ha conseguido enderezar la compañía de Jesús, de manera que se implicaron en la rápida expansión del marxismo por toda Sudamérica y por toda la Iglesia. Partiendo de esa reunión en El Escorial en 1972, los jesuitas se entregaron en cuerpo y alma a esa tarea. En un par de décadas, inclinaron la Iglesia, a través de los teólogos, hacia posiciones doctrinales donde la influencia del socialismo marxista era indiscutible.
No debe sorprendernos por lo tanto que sean los jesuitas quienes en estos momentos controlan toda la Iglesia y, tampoco debe sorprendernos que el actual «papa» sea precisamente un jesuita. Esta elección de Francisco confirma por sí misma que, la deriva teológica-doctrinal hacia el socialismo popular que se ha infiltrado profundamente dentro de la Iglesia a través de los jesuitas, tuvo sus raíces en ese famoso encuentro en El Escorial, provincia de Madrid en el año 1972.
Se inició en ese momento la “deformación teológico-doctrinal” que han recibido durante décadas, quienes, al mismo tiempo, a través de las universidades católicas y centros de enseñanza, consiguieron que el socialismo ideológico se infiltrara en el actual pensamiento de la Iglesia. Esto fue llevado a cabo por parte de los más conocidos teólogos jesuitas, ateos en su mayor parte.
Pues bien, Bergoglio es el resultado de esta deriva doctrinal y teológica y, quien piense que volverá a la ortodoxia doctrinal de la Iglesia Católica, defendida por siglos y siglos de tradición apostólica, está muy equivocado. Bergoglio es un hombre de ideas muy fijas. Fue formado “teológicamente” en el socialismo popular a través de la influencia marxista marcada por la llamada “teología de la Liberación”. Dicha teología, posteriormente se dividió en cuatro tendencias diferentes, una de las cuales, la llamada teología del “pueblo”, fue en la que se formó el actual «Papa», y en esto, tuvo una influencia decisiva el padre Scannone, también jesuita.
No son pocos los que quieren ignorar que fue a partir de finales del Concilio Vaticano II cuando la Iglesia fue profundamente infiltrada por la masonería. Fueron precisamente los jesuitas quienes llevaron a cabo esta labor de demolición doctrinal y, que actualmente, continúan en esa demolición de la Iglesia.
Todo el desastre teológico, doctrinal y Magisterial que ha llegado sobre la Iglesia católica, tiene sus orígenes en este desgraciado evento del Concilio Vaticano II.
Desconocer que también fueron ellos quienes expandieron la “teología de la liberación” por Sudamérica y por la mayor parte de la Iglesia, es ignorar igualmente los hechos que hicieron variar el destino histórico de la Iglesia.
"Estas raíces ideológicas, no surgieron por casualidad entre los jesuitas, sino que procedían a su vez, de la deriva doctrinal de teólogos muy conocidos como Karl Rahner, quien llevó la teología hacia el relativismo moral con las consecuencias que tuvo; por otro lado por pensadores como Theilard de Chardin quien planteaba la teoría del evolucionismo; sin olvidar a otro muy conocido como Von Baltasar, quien fue derivando su teología hacia posiciones donde planteaba que, en función del amor de Dios, era probable que el infierno estuviera vacío, o también otros teólogos jesuitas como Murray, muy favorables a la línea actual que defiende Francisco sobre el ecumenismo, donde todas las religiones son verdaderas.
No debe sorprendernos por lo tanto que, ante todo este movimiento ideológico y doctrinal que dirigieron los jesuitas hace décadas, sean precisamente ellos quienes controlan la Iglesia en estos momentos de la historia. Y tampoco debe sorprendernos que el actual responsable de la iglesia, Francisco, sea precisamente jesuita. Esta elección de Francisco como responsable de la Iglesia, confirma por sí misma que, la deriva teológica y doctrinal hacia el socialismo popular que se fue infiltrando dentro de la Iglesia a través de los jesuitas, tenía sus orígenes en la deriva doctrinal de la influencia de muchos de sus teólogos. Por lo tanto, la teología de la liberación, no solo tenía sus raíces en esa infiltración del marxismo a través de la nueva generación de teólogos, si no que, a su vez, esta nueva generación de teólogos, eran ateos o agnóstico en su mayor parte.
A partir de ese momento se inició una clara deformación teológica y doctrinal en el ámbito intelectual, consiguiendo que, el marxismo se infiltrara en la iglesia a través de las cátedras en las universidades católicas y en los centros de enseñanza. Esta labor fue llevada a cabo por parte de conocidos teólogos jesuitas, como he citado antes, quienes, todos ellos muy próximos al relativismo moral consumaron esa deriva doctrinal y social que estamos viviendo en estos momentos.
Esto quiere decir que, la actual situación de la iglesia, es el resultado de la deriva doctrinal y teológica de los jesuitas. Por lo tanto, llevado todo esto a los resultados actuales que conocemos, no fue ninguna sorpresa la elección como Papa del jesuita Francisco para quienes ya conocíamos esta deriva doctrinal de la Compañía de Jesús. Dicho de otra forma y para que nos entendamos mejor, Francisco es el resultado de toda esta deriva doctrinal de la Compañía de Jesús, habiendo convertido el relativismo moral, en la nueva teología de la Iglesia católica, donde ya no existen verdades que defender.
Un breve análisis de esta situación nos lleva a percibir que, Francisco es un hombre de ideas muy fijas, formado “teológicamente” en el socialismo popular a través de la influencia marxista marcada por la llamada “teología de la Liberación”. Ahora bien, dicha teología, al menos en el caso de la iglesia argentina, se fue dividiendo en cuatro ramificaciones sociales, una de las cuales, es conocida como la “teología del pueblo”, la cual, es la línea social en la que se formó el actual Francisco. Conviene matizar sin embargo que, en esta formación hacia el socialismo por parte de Francisco, tuvo una influencia decisiva el padre Juan Carlos Scannone, también jesuita y argentino.
¿A qué viene todo esto?, pues se debe a las numerosas preguntas que me llegan y me preguntan sobre la reciente elección, por parte de Francisco, del nuevo arzobispo de Buenos Aires, un tal monseñor Jorge García Cuerva. Lo mismo que he afirmado antes de que, quienes conocíamos la deriva doctrinal de los jesuitas no nos sorprendimos de la elección como Papa de Jorge Mario Bergoglio, tampoco esta vez, nos ha sorprendido la elección de ese obispo argentino, cuya tendencia doctrinal y teológica, sigue exactamente la misma línea de quien, desde Roma, lo ha elegido como arzobispo de Buenos Aires.
Para ser malo, se requiere ser muy inteligente y por esta misma razón, nunca eligen a quienes pueden hacerles sombra". Damián Galerón.
No se trata sólo del padre Antonio Spadaro, director de La Civiltá Cattólica, que dice que los mandamientos que están en la Biblia no son una exigencia de Jesús, sino sólo un ideal.
O del padre James Martin que aboga por el reconocimiento de la conducta no heterosexual dentro de la Iglesia y cambiar el catecismo de la Iglesia Católica.
O del General de la Compañía, Auturo Sosa Abascal, que no cree en la existencia del demonio y duda de lo que dijo Jesús en la Biblia, porque dice que en aquella época no había grabadoras.
Sino que eso está refrendado por cantidad de jesuitas que, por ejemplo, se volvieron teóricos y apoyo de la teología de la liberación, como Jon Sobrino y Juan Luis Segundo.
Y otros que formaron parte de las guerrillas en latinoamérica y en el País Vasco.
O que están a favor del aborto, cuyos coletazos se advierten en un informe que muestra, que el 80% de los congresistas norteamericanos educados en universidades jesuitas, votaron a favor legislaciones que favorecen el aborto.
Quizá por ser una orden de grandes intelectuales se han abierto demasiado al mundo y a doctrinas heterodoxas.
Pero lo cierto es que el modernismo, la teología de la liberación y las malas tendencias postconciliares han colonizado la Compañía.
Pero la realidad es que ha tenido connotadas figuras heterodoxas, comenzando por el jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin, quien en la década de 1950 propuso un «meta-cristianismo», centrado en la noción de Cristo como el «Punto Omega» de la evolución cósmica.
Y el alemán Karl Rahner, inspirador y maestro de todos los teólogos de orientación modernista.
Quien hablando en un lenguaje ambiguo, que se ha hecho tradición entre los jesuitas heterodoxos, propuso una teología pastoral con la duda como guía.
Y luego el influyente Cardenal Carlo María Martini, promovió la crítica como método y la duda como virtud.
Y apalancó el empoderamiento de los no heterosexuales.
Que fue seguido por muchos otros como el padre James Martin, quien sostiene que la Iglesia ha entendido mal el plan de Dios para la sexualidad humana durante toda su historia.
Se puede citar entre muchos otros al colombiano Alfonso Llano Escobar, que dijo en el 2012 que María y José tuvieron varios hijos, y que es hora de dejar el cuento de que son primos hermanos de Jesús.
Tanto ha sido el escándalo de la heterodoxia, en que ha entrado la Compañía, que el ex jesuita Malachi Martin y el renombrado historiador Ricardo de la Cierva han escrito sendos libros sobre la deriva jesuita.
Arturo Sosa Abascal | Transformar (DESTRUIR) el mundo juntos (DIVIDIDOS)
REGIMIENTO MILITAR DE ROMA: LA COMPAÑÍA DE JESÚS O JESUITAS.
La compañía de Jesús o jesuitas son la mayor agencia de inteligencia de este mundo
y el ejército de la Nobleza Negra sirviendo a las órdenes de su general superior o Papa Negro.
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