EL Rincón de Yanka: LIBRO Y PELÍCULA "PLAN DIABÓLICO (SECONDS)": VENDER EL ALMA PARA CAMBIAR DE "VIDA" O DE MUERTE

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miércoles, 11 de agosto de 2021

LIBRO Y PELÍCULA "PLAN DIABÓLICO (SECONDS)": VENDER EL ALMA PARA CAMBIAR DE "VIDA" O DE MUERTE


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John Frankenheimer se vale de una novela de David Ely adaptada para la ocasión por Lewis John Carlino.
"Plan diabólico" se adelantó a su tiempo en muchas cosas. Su concepción de la intriga y del terror, como elementos de aquí y de ahora, nada tenían que ver con aquel cine genérico que entonces se hacia. En su obra el mal se representa de forma cotidiana al amparo de una sociedad enferma. Posteriores títulos irán incidiendo en este tipo de terror como "Esclavos del hampa" de Lowell Rich (con elementos muy afines al filme de Frankenheimer) o, ¿por qué no?, sobre todo el celebre "La semilla del diablo" de Polanski.

¿Qué cuenta la película? Simplemente la desilusión de la sociedad del progreso. Nada (o casi) de lo hecho ha merecido la pena. El protagonista se pregunta ahora (ya en la última etapa de su vida, a punto de jubilarse) sobre lo que ha supuesto el (falso) mundo de felicidad y opulencia en el que vive. Su marcha en el tren al trabajo, sostenida la escena sobre el personaje en primer plano, muestra como en segundo plano desfilan edificios y más edificios siempre idénticos: un reflejo de toda su insatisfacción. Un mundo en plena decadencia física y moral. Todo se cae. Su mujer ha perdido su belleza, el mundo, a su alrededor, carece de sentido. ¿Qué pasaría si se pudiera conseguir una segunda oportunidad? ¿Qué pasaría si la vida pudiera volver a repetirse? Una extraña asociación crea una segunda vida (una vez “reconstruida” la persona), que trate de enmendar los errores de la primera.
Es como una especie de variación de “Fausto”. Pero, aquí, detrás de la nueva existencia no hay nada, ni siquiera le espera una amante Margarita. La vida de opulencia, de fiestas, de “amores” nuevos no tiene demasiado sentido. Es tan inútil o más que la primera. Nuestro personaje transformado en el apolíneo Rock Hudson empieza a preguntarse si su nueva personalidad (la segunda oportunidad) ha merecido la pena. ¿No hubiera sido preferible aprovechar la primera? ¿No sería mejor adaptarse y tratar de enmendar –en lo posible-. sus errores? ¿Qué tiene en el nuevo futuro? Nada. Es un falso renacimiento. Ni su casa –la nueva- es suya. Todo es programado por la empresa que cuida (y se aprovecha) de su vida. Hasta los nuevos vecinos no son más que gentes que quieren vivir una segunda oportunidad. Su juventud –y por tanto su personalidad- es tan falsa como la suya.

El amor que surge con su nueva vecina es igualmente falso. No es (como se asegura en el libro “La generación de la televisión” de Aguilera) otra “transformada”, pero si una empleada de la “organización” para cumplir con la programación del protagonista. Todo es falso. Nada hay de verdad en el mundo en que se le ha prometido la excelencia de la vida. Más falso, incluso, que en el mundo que vivía en el ayer.
Cuando se estrenó el filme en España (por cuestiones de censura) se cortó o aligeró la secuencia de la fiesta-orgía de las uvas. Un momento importante en el caminar del protagonista hacia su conocimiento personal en el hoy.
Triste –y demoledora- película sobre la modernidad, sobre la mentira de una sociedad dormida en una absurda esperanza de volver a vivir, o de recuperar el tiempo perdido. Un filme que expone la decadencia de unos valores, de una sociedad, que vende su alma al diablo. La imposibilidad de una vuelta atrás, de querer hacer posible lo que nunca fue y lo que nunca será. La insatisfacción generalizada de las personas. La manipulación de unos seres obligados (organizaciones siniestras, masónicas, por entidades, asociaciones, gobiernos, medios de comunicación) a actuar de acuerdo a unas determinadas normas de conducta. El camino de la vida a la muerte. El querer regir a todo y todos. De todo eso, y mucho más, habla este original y raro filme. 

Momentos excelentes (la visita de Hudson a su mujer con ese plano –que ella no acaba de contextualizar- en el que se nos muestra su gesto “antiguo” y cotidiano por el que entrecruza sus dedos dado por un inserto; la mirada de las fotos que le devuelven su vieja vida....), que alcanzan su mayor expresión en esa especie de sala de espera (¡que bien construido el instante en que Hudson encuentra a su “viejo” amigo en el momento de que aquel va –sin saberlo- a la muerte) hacia... el más allá. Seres silenciosos, inútiles que quieren (¿sabemos realmente lo que queremos?) volver nuevamente a ser lo que fueron. Las segundas oportunidades no les pertenecen, no son suyas. Esperan, sin saber qué, ya que en realidad están muertos... para el mundo. ¿Cómo volver a ser nuevamente lo que fueron? Una inexistencia sin existencia. Triste realidad de unos muertos vivientes.
El terrible final abre nuevas expectativas. Los únicos que han salido beneficiados son las grandes (y engañosas) empresas dominadas por gentes afables, comunicadores natos, que fuerzan sus beneficios en aras de extrañas componendas. De ahí a presentar la salvaguarda de los seres por el Estado redentor, sólo hay un paso. Él, aquí y allá, cuidará de nosotros y después, cuando ya no “les bailamos el agua”, nos “arrojará” a los leones.


▶️ Este video de 3 minutos es MUY CLAVE 👿  
SI YO FUERA EL DIABLO, MI PRIMERA VÍCTIMA SERÍAN LOS NIÑOS