"TODOS LOS HOMBRES DEL REY"
“Después de un gran golpe o crisis, después del primer susto y luego de que los nervios han dejado de gritar y temblar, te instalas en la nueva condición de las cosas y sientes que todas las posibilidades de cambio se han agotado. Te ajustas y estás seguro de que el nuevo equilibrio es para la eternidad. . . Pero si algo es seguro es que ninguna historia termina nunca, porque la historia que creemos que terminó es solo un capítulo de una historia que no terminará, y no es el juego lo que terminó, es solo una historia. entrada, y ese juego tiene mucho más de nueve entradas. Cuando el juego se detenga, se llamará a causa de la oscuridad. Pero es un día largo. La falta de sentido de la historia es la condenación del mundo moderno".
Mientras que esa esperanza tenga una flor enverdecida.
La Divina Comedia, Purgatorio, III
(Experimentamos incredulidad ante la primera transgresión de una costumbre, pero horror ante la violación de un principio. En consecuencia, lo que de virtud y honor hubiera conocido en el pasado, era un accidente de costumbre y no fruto de la voluntad. ¿O es que la virtud puede ser fruto de la voluntad humana? El pensamiento es orgullo).
Ningún hombre es una isla
John Donne
Ningún hombre, en sí mismo, es una isla.
Cada hombre es un trozo del continente,
una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra,
toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio,
o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla;
la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad;
por eso, nunca preguntes
por quién doblan las campanas;
doblan por ti.
"Todos los hombres del rey", la obra cumbre de Robert Penn Warren, está inspirada en una figura histórica: Huey Long, el que fuera autócrata gobernador de Louisiana.
"Todos Los Hombres Del Rey” un estudio agudo, agridulce, de la personalidad de un gobernador sureño surgido de la nada llamado Willie Stark, espejo de Huey P. Long, político que llegó a ser gobernador del Estado de Louisiana.
Ofrece en sus páginas esta novela ambientada en los años 30 una intensa y evocativa narración de tipo conversacional, subjetiva, con ingente imaginería y estructura temporal de flasbhacks abordando asuntos universales como el poder, el idealismo, el materialismo o la corrupción en la esfera pública.
El punto de vista del libro viene dado desde la perspectiva en primera persona de Jack Burden, mano derecha de Willie Stark que Robert Penn Warren convierte en el auténtico protagonista de esta novela, instituyendo desde este personaje y su interacción con Stark un relato de autoconocimiento, de maduración, de dependencia, de búsqueda, de respuestas…
La literatura de Warren es una continua reflexión sobre el sentido trágico de la vida, sin mucha esperanza, por cierto, en el ser humano.
En 1949, Robert Rossen estrena su segunda película, "El político", basada en la novela "All The King’s Men" de Robert Penn Warren, que en 1946 había obtenido el premio Pulitzer y un merecido éxito con su relato sobre la falta de escrúpulos y la perversión moral del protagonista, Willie Stark, en su conquista del poder y de la elitista clase que decide sobre el destino de la sociedad.
La novela pone en evidencia el papel de la prensa y su responsabilidad en la manipulación demagógica de las masas por parte de aquellos que satisfacen su ambición personal de poder sin tener en cuenta la validez ética de los medios con que pretenden alcanzar sus fines. Parece ser que el retrato de este político corrompido y corruptor se inspira en Huey Long, gobernador de Lousiana desde 1928 a 1933, orador populista y demagogo, que ejerció su mandato de forma totalitaria y tiránica mediante sobornos, chantajes y todo tipo de corruptelas.
La adaptación cinematográfica de Rossen expresa sin ambages ni disimulos el sórdido estado de la política americana y sus violentos e inmorales métodos. Nada queda oculto bajo la alfombra, ni existe ambigüedad alguna en el demoledor mensaje que el filme traslada al espectador sobre la política y la perversión de sus ideales.
Es posible que esta descarada y descarnada claridad narrativa, responsable de que el meollo del relato se muestre de forma transparente y sin equívoco alguno, sea la responsable de los problemas que el director tuvo con el Comité de Actividades Anticomunista durante los macarthistas años 50.
La ley Taft-Harley, que a finales de los 40 estableció el juramento anticomunista de los sindicatos, convirtió a éstos en comisarios políticos que delataban a los miembros considerados rebeldes por el gobierno. Rossen no sobrevivió a los interrogatorios del Comité y, tras su delación y el consiguiente rechazo de la profesión cinematográfica y cultural, hubo de exiliarse en Europa donde su presencia pasó bastante desapercibida. Tras filmes como Alejandro el Grande, resurgió en los años 60 con películas de mayor enjundia (El buscavidas, Lilith) cerrando así el círculo de su filmografía, iniciado con Cuerpo y alma, su primer filme de género pugilístico en el que Rossen proyectó su pasado como boxeador.
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