Reflexiones desde la fachosfera.
No. Nosotros somos quien somos, no damos cuerda al recuerdo porque nada tenemos que olvidar ni que hacernos perdonar. Cuando te pregunten ¿qué y quiénes somos?, responde con la modestia que sólo habita en el orgullo antiguo: Somos bárbaros, sencillos/ Somos a muerte lo ibero que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero. Reirán condescendientes y te preguntarán, como se le pregunta a un niño, como se le pregunta a un loco, ¿qué pretendéis?, ¿qué queréis, donde vais? Responde con las banderas que izas y las palabras que las custodian: Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño. España mía, combate. Con amor te deletreo. Y después, sigue a pie por las viejas calzadas, sólo ellas conducen a los escoriales y a los alcázares del futuro.
INTRODUCCIÓN
No te dejes arrastrar por el viento que hincha las velas de otras naves. No son las tuyas. No te alistes en sus tripulaciones, su singladura tampoco es la tuya. Amárrate a tus mástiles. Que no te deslumbren los espejismos que bailan en la luz y en el vacío. Que no te engañen las sólidas palabras sobre lenguas de arcilla. No pierdas el paso en caminos que no son los tuyos. No hagas de zapador de los que solo te necesitan, pero no te quieren. No te mires en sus espejos. No te acomodes en el ninguneo de las trastiendas que te ofrecen. No enmudezcas en sus sordinas. Que no te perturben sus miradas ni te duela su desdén. Que sus palabras no te hieran y que sus halagos no te enaltezcan. Vive con ellos, pero sin ellos. Manténlos en el cercado de tu desconfianza para que tus perros pastores les ladren como a extraños. No creas sus veredictos, no asumas como un dogma el pragmatismo de sus ecuaciones ni sus elementales sofismas ni sus premisas ni sus conclusiones.
Que no te narcotice su dialéctica ni la fanfarria de sus victorias. No te duermas en sus coplas ni te acunes con sus nanas. No sigas a sus flautistas. No te enredes en su estrategia.
Que no te acorralen sus ultimátums. No eches los naipes en sus encrucijadas. No aceptes el órdago de su éxito, no te rindas a su simpleza. Ellos no eran cuando la filosofía que hoy esconden ayer los engendró. Sus valores y sus eternos principios sólo salpicaron sus camisas, que hoy mudan buscando el apresto de lo nuevo en la vieja naftalina de otro aliño indumentario. Nuestros himnos sólo son viejas canciones para ellos, que hoy no quieren escuchar porque no quieren recordar la impostura de lo que fueron en la cálida rentabilidad de lo que hoy son. No. “Nosotros somos quien somos”, no “damos cuerda al recuerdo” porque nada tenemos que olvidar ni que hacernos perdonar. Cuando te pregunten ¿qué y quiénes somos?, responde con la modestia que sólo habita en el orgullo antiguo:
“Somos bárbaros, sencillos
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro,
entero y verdadero”.
Reirán condescendientes y te preguntarán, como se le pregunta a un niño, como se le pregunta a un loco, ¿qué pretendéis, qué queréis, donde vais? Responde con las banderas que izas y las palabras que las custodian:
“Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño. España mía, combate. Con amor te deletreo.” Y después, sigue a pie por las viejas calzadas, sólo ellas conducen a los escoriales y a los alcázares del futuro.
PEDRO SÁNCHEZ Y LOS SOCIALISTAS EN GENERAL
Comunistas y socialistas, la escoria política
El PSOE y los comunistas son la escoria de la política y su memoria, el recuerdo de toda infamia. Son la geometría básica del terror, el catón del robo y el código del expolio. El socialismo y el comunismo no son sólo una ideología, son una cloaca de avaricia materialista y de fatuidad intelectual, cuya avidez y cobardía conocen bien los pueblos que los padecen, pues cuando llegan al poder su incapacidad adopta siempre la forma de la fatalidad, de la catástrofe. He ahí lo que socialistas y comunistas están haciendo en España a lomos del Coronavirus, y lo que ya tienen urdido para ejecutar en la posguerra de la pandemia.
Los socialistas y los comunistas son las más inútiles y despreciables criaturas políticas, pues prefieren invertir sus energías en juzgar y condenar, por supuesto, a todo el que no es como ellos o, como mínimo, un dócil vasallo o colaboracionista de sus detritus ideológicos, que en adquirir conocimientos, pues juzgar es fácil mientras que conocer es difícil. Y son despreciables porque sus juicios revelan una visión de sí mismos que, en su ignorancia y su soberbia, desean sin desmayo imponer al mundo, a la Humanidad. Pero ojo, mucho ojo porque son hábiles, muy hábiles. Son fríos y, por tanto, capaces de fingir calidez social de un modo plausible. Son ambiciosos y emplean su poder exclusivamente para conseguir sus fines, y siempre encuentran en los demás los defectos y culpas incapaces de reconocer en sí mismos. Así, sus asaltos violentos al poder son actos revolucionarios demandados y protagonizados por las masas oprimidas; cuando esos asaltos los lidera lo que ellos llaman derecha, siempre son golpes de estado fascistas contra el pueblo. Cuando asesinan a opositores políticos y desafectos sociales, es justicia popular, y cuando las víctimas responden en la misma medida y en legítima defensa, entonces es pistolerismo fascista.
En la hora tardía de las responsabilidades, sus crímenes y genocidios son errores revolucionarios mientras que los de la derecha son siempre crímenes de Lesa Humanidad. Y ahora, hoy, como siempre, la culpa de su catastrófica gestión de la pandemia la tiene la derecha por no sumarse incondicionalmente, sin rechistar y aplaudiendo a las decisiones y medidas desastrosas con las que socialistas y comunistas están engordando la lista del carnicero, llenando unos tanatorios vacíos de lágrimas, colmando los telediarios de sensiblería almibarada, de recetitas para no engordar y de tablas de gimnasia. Uno no se engaña acerca de las consecuencias de sus actos, se engaña acerca de lo fácil que puede ser vivir con ellas. Los socialistas y los comunistas son consumados especialistas en la implementación de esa convivencia porque conocen y manipulan impecablemente nuestra primordial debilidad: los hemos aceptado como una realidad inevitable. ¿Cuánto hace que vivimos en esta mentira? ¿De dónde extrae la mentira la energía que la hace más fuerte que la verdad? Mientras no respondamos, individual y colectivamente, a esas dos preguntas, jamás los expulsaremos de la ecuación del Poder.
REFLEXIONES DESDE LA FACHOSFERA
Si usted tiene este libro de Javier García Isac entre sus manos, que sepa que está a punto de entrar en la Fachosfera. La "fachosfera" genera adicción y una vez que uno entra en ella, es difícil salir. Uno empieza a reflexionar y hacerse preguntas que no tienen fácil respuesta. Javier García Isac es una pluma ágil, didáctica, con un lenguaje directo, poco florido, por el momento rudo, pero contundente y eficaz, que llega al lector de forma rotunda. Este libro es un recopilatorio de sus mejores editoriales y artículos, con sus reflexiones y su pensamiento político a través de sus escritos. Con un prólogo póstumo del que fuera ministro de Franco José Utrera Molina, que resume en sí mismo el estilo literario de Javier García Isac y con epilogo del gran historiador Fernando Paz, con el que comparte no solo amistad, sino también micrófono en Informa Radio, concretamente en el programa matutino "En la boca del lobo" y cámara en el canal de youtube "El bunker Bar". Un libro fundamental en el que a través de los artículos seleccionados, se repasan los últimos años de la actualidad política española. Un libro que como suele decir el propio Javier García Isac, que no dejará a nadie indiferente.
La izquierda puede estar tranquila
Existen medios de comunicación que se han propuesto cambiar el pensamiento español. Medios a los que Pedro Sánchez ha decidido denominar "la fachosfera". ¿Por qué alguno de ellos ha desaparecido? ¿Por qué "la fachosfera" se pelea tanto entre sí? ¿Por qué no consiguen influir en la sociedad española? Un análisis interno de todo lo relacionado con los medios disidentes y acusados de ser de extrema derecha. Anécdotas, nombres propios, culpables, líos de faldas, corruptelas, entrevistas con protagonistas... El libro para entender los fracasos mediáticos de esta época.
PRÓLOGO DE ALFONSO ROJO
Josué Cárdenas.
Una forma apasionada de vivir Tengo ya 72 años y no imagino una actividad profesional más apasionante, apasionada, divertida y cautivadora que lo que he ejercido ininterrumpidamente desde hace medio siglo. No repetiré aquí la cuchufleta, de los tiempos en que no había Internet ni teléfonos móviles y bregábamos con máquinas de escribir y linotipias, según la cual ser periodista es siempre mejor que trabajar, pero sigo convencido de que esto, antes que un oficio, es una manera de vivir. Y si quieres hacerlo intensamente, como lo hace Josué Cárdenas, es imprescindible estar dispuesto a complicarte la existencia, poner a prueba tu inteligencia y tu coraje, aceptar los envites del destino y renunciar a confundirte con el paisaje o a escabullirte por la puerta trasera. La clave, lo que distingue a los buenos de los otros, es saber comunicar. Y para lograrlo, además de escoger los temas, seleccionar las fuentes, analizar, corregir, filtrar y contar bien una historia, es imprescindible la pasión. Josué la tiene. La libertad de Prensa nunca se había visto tan amenazada en España como ahora. Como miembro de una generación privilegiada, que vivió la etapa más dorada del Periodismo español, duele asistir al espectáculo de confusión, miseria, autocensura, papanatismo y retroceso en que hemos entrado empujados por la blandura de muchos y la perversión censora del socialista Pedro Sánchez y sus compinches.
Son tiempos duros, en los que prosperan los adocenados, los que aceptan sumisos funcionar amarrados al pesebre oficial, olvidando que nuestra misión, nuestra razón de ser, además de controlar a los que mandan, consiste en llevar algo de alivio al débil y cierta intranquilidad al poderoso. De entre los periodistas que han luchado conmigo desde el nacimiento de Periodista Digital, es Josué Cárdenas uno de lo que lo tiene más claro. Es una frivolidad hablar, confundiendo despectivamente ‘profesión’ y ‘soporte’, de periodismo digital y periodistas digitales. Hay Periodismo y Periodistas. Y sólo hay un Periodismo, con mayúscula, y, por lo tanto, Periodistas, también con mayúscula. Lo demás es basura y masaje.
Pase lo que pase, por mucho que evolucionen la Tecnología y la Política, mande quien mande, para que haya Libertad y Periodismo, siempre harán falta unos tipos un poco más aventados que el resto, con una pizca de sensibilidad, con cierto afán de aventura, algo de sentido común, cierta vanidad, poco miedo, bastante talento y una abrasadora curiosidad por lo que sucede al resto de seres humanos, que vayan a los sitios, miren, pregunten, indaguen y cuenten. Esos tipos son los periodistas como Josué Cárdenas.
INTRODUCCIÓN
El presidente del Gobierno desde el primero de junio de 2018, ha sido un objetivo a batir por parte de ciertos medios de comunicación. Motivación lícita y sobre todo moral, dado que Sánchez supone una amenaza real para la Unidad de España y para el orden natural de las cosas. Estos medios (detrás sus empresarios y empleados) han tenido durante los años de Gobierno socialista una meta y una empresa entre ceja y ceja, derrocar al "Sanchismo". Unos lo han hecho con mayor destreza que otros, pero a pesar de las múltiples discrepancias y desavenencias que han existido entre ellos, el objetivo común ha sido para estas "burbujas", derrocar a Sánchez de la Moncloa. Por tanto, no busquen objetividad, no la hay. La objetividad en el periodismo español es como mi bisabuela, murió hace muchos años. Tampoco se nos ha llamado a defender la bandera de la objetividad equidistante y centrista siempre tendente a dejarse llevar por los vientos regios de la ideología imperante.
Lo que les puedo decir, es que en estos medios surgidos a partir de la deriva que iba cogiendo Pedro Sánchez, ha habido de todo, como en botica. Personas honestas, leales y con firmeza en los principios (los menos sin duda) y otros (los muchos) mentirosos, engañadores, perversos, macabros, mafiosos, incluso me atrevería a decir que sicarios de la información. Ellos han utilizado el noble mérito de rebelarse contra el poder, como excusa para intentar montar sus empresas y forrarse. Siempre me lo dice mi actual y admirado jefe, Alfonso Rojo: el periodismo debe servir para traer alivio al débil e intranquilidad al poderoso. El poderoso en este caso es Sánchez, por tanto, todos nuestros esfuerzos y ánimos han ido encaminados en las ruedas de prensa, a que los socialistas, podemitas, sediciosos y golpistas se pusieran muy nerviosos.
Misión del libro
La misión de este libro es explicar a la sociedad española cuál ha sido la verdadera oposición mediática a Sánchez. Cómo se ha construido, cómo han sobrevivido algunos y otros han fenecido empresarialmente. Quién ha sido quién en todo esto. Cómo ha sido posible que después de mucho esfuerzo por vencer a Sánchez en el relato, el figura como le llama mi querido Eurico Campano, ha conseguido después de cuatro años, sacar más escaños, más votos y más prestigio entre la gente. Cuál es el mérito de estar en la trinchera informativa y cuáles han sido los garrafales errores para no conseguir, salvo contadas excepciones, el éxito soñado. Somos cuatro y el del tambor, los que abiertamente hemos decidido tomarnos esto de la comunicación, como una especie de cruzada por el Bien, la Justicia y la Patria. Este libro le va a ayudar a comprender el fenómeno de los medios anti Sánchez.
Entender sus historias y conocerlas en base al testimonio de un testigo, que ha vivido su experiencia laboral en la mayoría de los medios que van a ser analizados. Toda una escuela vital que me ha venido la mar de bien para comprender a la derecha, sus usos y costumbres. Algún cotilleo estará presente, porque si son tan cotillas como yo, lo van a disfrutar. No sé quién estará gobernando cuando lean este libro. Quizás Sánchez haya sido desterrado, pero pase lo que pase, odies a estos medios de los que voy a hablar, porque te parezcan desinformación, o los ames porque te parece que son los únicos que le echan narices, este libro le ayudará a comprender mucho sobre el periodismo español y recogerá mis principales vivencias y lo que han supuesto para un joven periodista como yo. Trabajar en el meollo de lo que Rufián catalogó como burbujas mediáticas de la ultra derecha.
Búsqueda de la desaparición
Existe un plan supra nacional para acabar con medios de comunicación incómodos para el poder. En 2024 se pone en marcha, una regulación europea con el fin de perseguir lo que la Unión Europea determine como desinformación. Una amenaza directa a la libertad de prensa y de expresión. Un atentado contra la prensa libre y un alivio para los que quieren seguir viviendo de lo que cae del poder político. Esos entes internacionales buscan desarraigar de la población europea, cualquier atisbo de expresión discordante.
El año 2030 se acerca y su agenda tiene muy claro lo que pretende y persigue. No me voy a detener a explicar la amenaza que supone para diferentes sectores económicos esta agenda, para la agricultura, ganadería, industria... pero sí para el periodismo. La agenda 2030 cuya apariencia es bondadosa, pretende un objetivo superior a los 17 aparentes, el consenso mundial. Todo el mundo debe estar de acuerdo, conforme y elaborar un discurso unánime que no permita discrepancias.
Un objetivo devastador para el periodismo. Por ello, perseguirán a los medios de trinchera. Los convencionales vivirán la mar de bien, recibiendo la subvención que toque y bailando al son de la música que sintonicen desde alguna organización. Pero los medios que han surgido para combatir los fines de esa agenda, que son los fines anti Sánchez, las vamos a pasar canutas. Se perseguirán nuestras publicaciones, nuestras opiniones y nuestra información. Se pondrán límites a nuestras publicaciones, se intentará que no tengamos liquidez económica y como fin último se procederá al cierre o al despido de los que molesten al discurso impuesto.
Si desde el enfoque periodístico, se duda y se plantean reportajes o entrevistas para dar otros puntos de vista sobre el cambio climático, el feminismo, la inmigración o la información médica, se procederá a duras sanciones y a la búsqueda del fin del medio. Ya ha llevado Yolanda Díaz en su último programa electoral, el mismo objetivo que la Unión Europea, perseguir lo que ellos consideren desinformación y proceder al cierre de los medios que crean que no cumplen con los preceptos que ellos mismos determinen. 1984 en estado puro.
No tendrás nada y serás feliz. Tampoco información veraz. Los perseguidores de una supuesta desinformación serán los que desinformen. El ruido formará parte de todo el entramado mediático convencional y la información fiable brillará por su ausencia. Por eso, este libro servirá para analizar a esos medios que, en muy poco tiempo, si no han desaparecido ya, formarán parte de una lista negra de medios prohibidos para el sistema. Pero ya les digo no todo es culpa de quienes buscan la desaparición de estas "burbujas", sino también de los propios protagonistas de este libro, quienes pudiendo haber hecho bien las cosas, en muchos casos han elegido opciones que parecen ser aconsejadas por nuestros peores enemigos.
Reflexiones desde
la Fachoesfera
Este libro lleva a cabo un análisis holístico sobre la situación en la que se encuentra España, poniendo énfasis en aquellos dogmas de fe que nos han inoculado a través de la política y todos sus tentáculos: medios de comunicación, adoctrinamiento académico desde edades muy tempranas, control de redes sociales así como otros muchos mecanismos de control y manipulación masiva...EL libro pretende introducir una mirada crítica, basada en datos, en estudios y en el sentido común, que es el mayor de los sentidos.
INTRODUCCIÓN
He decidido comenzar este ensayo como consecuencia de haber tomado conciencia desde hace un tiempo atrás de estar siendo considerado y etiquetado como FACHA por el sistema y aquellos conciudadanos que lo apoyan. Parece ser que para el sistema, el gobierno actual y los ciudadanos que lo sustentan, vivo en lo que se ha consensuado en llamar 'la Fachoesfera'.
Yo creía vivir en un pais democrático llamado España. Con un pasado histórico y una riqueza cultural y etnográfica magnas. Pero resulta que según ellos esto que comento es una ensoñación. Vivo en la 'Fachoesfera', la cual estoy todavía tratando de entender y contextualizar, puesto que es difícil de comprender.
Así es como me ve el sistema y creo que es interesante que pueda dar rni versión de los hechos ya que se me acusa (lo mismo que a millones de españoles) de algo que, sí no viniese de quienes vienen, dado su pobre bagaje intelectual, sería de una extrema gravedad.
Por lo tanto, lo que trato con este libro es poner encima de la mesa los debates, con el mayor rigor y criterio que Dios me ha dado, para tratar, no sólo de explicar mi posición concreta, sino con el fin de que determinados debates que parecen cerrados y que son asumidos como nuevos paradigmas, de los que no se puede ni disentir ni poner en juego otras posiciones más relativistas discordantes con los mismos, sean rebatidos con los datos y los estudios que sustentan esa visión no oficialista, para que podamos ver las cosas de una manera mas ajustada a las ciencias que nos aportan información, que enriquecerán el debate, siempre y cuando no cometamos el error de anteponer el dogma ideológico a la realidad medible de las mismas.
Vivo en la España contemporánea y tengo 47 años. Es decir, nací en 1976. Viví la época de la tan mencionada transición. Me criaron en el seno de una familia trabajadora de clase media (antes de extinguirse) donde solo mi padre trabajaba y con su sueldo medio mantenía una familia de cinco hijos, pagando su casa en 12 años y por supuesto, con su coche.
Mi padre fue militar de carrera del Ejercito del Aire. Y como consecuencia de lo que es llevar una vida «militar», recorrí junto con el resto de mi familia buena parte de España, a través de sus destinos durante mi infancia y mi adolescencia. Gracias a ello pude conocer diferentes ciudades y provincias de nuestro país, con sus peculiaridades, la forma de ser de sus habitantes, su gastronomía, sus lenguas e impregnarme de la riqueza cultural de un país tan diverso y maravilloso como el nuestro.
Estudié, me hice universitario, me saqué varias carreras y comencé a trabajar. Conocí a mi mujer, me casé, tuve hijos con ella y hasta hoy. Así, por reducirlo a la mínima expresión.
Quiero decir con esto, que soy una persona normal, un ciudadano cualquiera, que trata de abordar un análisis de nuestra sociedad globalizada, a través no solo de mí mirada y mi experiencia vital sino también a través de artículos, estudios, datos oficiales, ensayos y todo tipo de información externa contrastados, que enriquezca los debates que voy a poner sobre la mesa.
Digo esto porque desde hace años percibo que el uso de etiquetas de una manera despectiva, acrítica y generalizada complica el que se pueda hablar de ciertos temas sin ser etiquetado ipso facto.
Es lo que muchos personajes públicos han coincidido en llamar la 'autocensura' . Muchos ciudadanos no se atreven o no quieren expresar su opinión sobre muchos temas por el miedo a ser etiquetados, por el miedo a que pueda tener consecuencias en sus trabajos o incluso en las consecuencias que puedan conllevar a sus hijos estudiantes en sus centros educativos.
Si esto lo ampliarnos a sectores como el periodismo, la investigación universitaria, la literatura o incluso la comedia, podemos imaginarnos la de vueltas que estos profesionales deben darle a sus cabezas, sopesar pros y contras de tratar en su ámbito profesional ciertos aspectos controvertidos o que pueden generar polémica. Y más hoy en día con las redes sociales.
Esto es una clara involución. Algunos piensan que la autocensura es la peor de las censuras. Yo no lo sé, pero desde luego que no es agradable que si te sales mínimamente del discurso oficialista del sistema de lo 'políticamente correcto' te llamen de todo menos bonito.
Entonces, como digo, estos últimos años he ido descubriendo que, debido a la polarización a la que estarnos instalados, el sistema imperante en la actualidad me encasilla como facha (la «Fachoesfera que ha bautizado termino lógicamente nuestro presidente), debido a que no siempre veo bien las políticas, los postulados que se nos tratan de inculcar sobre diversos aspectos o la legitimación y generalización de diversas ideologías socio políticas que han impregnado toda nuestra sociedad.
Por este motivo soy 'facha' para el sistema y vivo en la 'Fachoesfera', que es un lugar donde están aquellos ciudadanos de extrema derecha, negacionistas del cambio climático antropogénico, misóginos, racistas... lo peor de la sociedad progresista que ellos proclaman.
Jamás lo sospeche. Es mas, como ya dijo Churchill «Quien no es de izquierdas de joven no tiene corazón. Quien no es de derechas de adulto no tiene cerebro». Considero que tuve y tengo ambos.
En ese sentido, yo siempre me sentí muy identificado con la política. Desde muy joven despertó curiosidad en mí sobre ella y siempre he tratado de informarme y formarme al respecto.
He sido asiduo lector de periódicos de diversos espectros ideológicos en cuanto a su línea editorial, precisamente para ver cómo cada cual cuenta una misma noticia y tratar de tener toda la información y criterio para analiticamente yo formar el mío definitivo.
Sigo defendiendo a día de hoy algunos postulados de la «izquierda clásica socialdemócrata», pero no me gusta como norma general encasillar con esos términos, porque esa dicotomía ha evolucionado y ya no representa la realidad del S XXI.
Nunca he estado afiliado a ningún partido y con los conocimientos que me ha dado la vida misma, puedo asegurar que nunca lo haré en el futuro.
Nunca he sido simpatizante de ninguno de ellos a lo largo de los años aunque sí me he sentido más cercano a alguno en función del contexto político del momento. Tengo una opinión altamente negativa sobre los mismos en cuanto a las organizaciones en si, sus estructuras. su funcionamiento interno, sus vías de financiación, etc. Mi voto, prácticamente siempre, ha sido nulo. Porque no me creo sus proclamas. Porque veo cómo actúan diferente si la corrupción es endógena o exógena. Porque veo como dentro de los mismos se castiga a los que se salen de la linea oficialista y, por lo tanto, no me representan como organizaciones sociales democráticas, diversas, abiertas a la discrepancia y honorables con los temas de corrupción.
Pero ya digo, para mí darme cuenta de que soy y he sido facha todos estos años está siendo un shock personal importante.
Me cuesta conciliar el sueño por las noches y hasta me siento culpable de que me guste el jamón, el gazpacho, el salmorejo u otros alimentos patrios. Quizás en ellos hay alguna sustancia que te va contaminando hasta que llega un día que ¡ZAS!... ya eres facha y formas parte de la 'Fachoesfera'.
Por ello lo primero que hice fue acudir al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. «Facha» tiene lógicamente varias acepciones. Pero la que se ajusta al contexto en la que se me aplica dice lo siguiente:
l. Adj.despect Coloq. Fascista. Apl. A pers.,u. t. c. s. Sin.:
Fascista, ultraderechista, ultra, facho.
2. Adj. despect. Coloq. De ideología politica reaccionaria. Apl. A pers., u. t. c. s.
Sin.:
He decidido comenzar este ensayo como consecuencia de haber tomado conciencia desde hace un tiempo atrás de estar siendo considerado y etiquetado como FACHA por el sistema y aquellos conciudadanos que lo apoyan. Parece ser que para el sistema, el gobierno actual y los ciudadanos que lo sustentan, vivo en lo que se ha consensuado en llamar 'la Fachoesfera'.
Yo creía vivir en un pais democrático llamado España. Con un pasado histórico y una riqueza cultural y etnográfica magnas. Pero resulta que según ellos esto que comento es una ensoñación. Vivo en la 'Fachoesfera', la cual estoy todavía tratando de entender y contextualizar, puesto que es difícil de comprender.
Así es como me ve el sistema y creo que es interesante que pueda dar rni versión de los hechos ya que se me acusa (lo mismo que a millones de españoles) de algo que, sí no viniese de quienes vienen, dado su pobre bagaje intelectual, sería de una extrema gravedad.
Por lo tanto, lo que trato con este libro es poner encima de la mesa los debates, con el mayor rigor y criterio que Dios me ha dado, para tratar, no sólo de explicar mi posición concreta, sino con el fin de que determinados debates que parecen cerrados y que son asumidos como nuevos paradigmas, de los que no se puede ni disentir ni poner en juego otras posiciones más relativistas discordantes con los mismos, sean rebatidos con los datos y los estudios que sustentan esa visión no oficialista, para que podamos ver las cosas de una manera mas ajustada a las ciencias que nos aportan información, que enriquecerán el debate, siempre y cuando no cometamos el error de anteponer el dogma ideológico a la realidad medible de las mismas.
Vivo en la España contemporánea y tengo 47 años. Es decir, nací en 1976. Viví la época de la tan mencionada transición. Me criaron en el seno de una familia trabajadora de clase media (antes de extinguirse) donde solo mi padre trabajaba y con su sueldo medio mantenía una familia de cinco hijos, pagando su casa en 12 años y por supuesto, con su coche.
Mi padre fue militar de carrera del Ejercito del Aire. Y como consecuencia de lo que es llevar una vida «militar», recorrí junto con el resto de mi familia buena parte de España, a través de sus destinos durante mi infancia y mi adolescencia. Gracias a ello pude conocer diferentes ciudades y provincias de nuestro país, con sus peculiaridades, la forma de ser de sus habitantes, su gastronomía, sus lenguas e impregnarme de la riqueza cultural de un país tan diverso y maravilloso como el nuestro.
Estudié, me hice universitario, me saqué varias carreras y comencé a trabajar. Conocí a mi mujer, me casé, tuve hijos con ella y hasta hoy. Así, por reducirlo a la mínima expresión.
Quiero decir con esto, que soy una persona normal, un ciudadano cualquiera, que trata de abordar un análisis de nuestra sociedad globalizada, a través no solo de mí mirada y mi experiencia vital sino también a través de artículos, estudios, datos oficiales, ensayos y todo tipo de información externa contrastados, que enriquezca los debates que voy a poner sobre la mesa.
Digo esto porque desde hace años percibo que el uso de etiquetas de una manera despectiva, acrítica y generalizada complica el que se pueda hablar de ciertos temas sin ser etiquetado ipso facto.
Es lo que muchos personajes públicos han coincidido en llamar la 'autocensura' . Muchos ciudadanos no se atreven o no quieren expresar su opinión sobre muchos temas por el miedo a ser etiquetados, por el miedo a que pueda tener consecuencias en sus trabajos o incluso en las consecuencias que puedan conllevar a sus hijos estudiantes en sus centros educativos.
Si esto lo ampliarnos a sectores como el periodismo, la investigación universitaria, la literatura o incluso la comedia, podemos imaginarnos la de vueltas que estos profesionales deben darle a sus cabezas, sopesar pros y contras de tratar en su ámbito profesional ciertos aspectos controvertidos o que pueden generar polémica. Y más hoy en día con las redes sociales.
Esto es una clara involución. Algunos piensan que la autocensura es la peor de las censuras. Yo no lo sé, pero desde luego que no es agradable que si te sales mínimamente del discurso oficialista del sistema de lo 'políticamente correcto' te llamen de todo menos bonito.
Entonces, como digo, estos últimos años he ido descubriendo que, debido a la polarización a la que estarnos instalados, el sistema imperante en la actualidad me encasilla como facha (la «Fachoesfera que ha bautizado termino lógicamente nuestro presidente), debido a que no siempre veo bien las políticas, los postulados que se nos tratan de inculcar sobre diversos aspectos o la legitimación y generalización de diversas ideologías socio políticas que han impregnado toda nuestra sociedad.
Por este motivo soy 'facha' para el sistema y vivo en la 'Fachoesfera', que es un lugar donde están aquellos ciudadanos de extrema derecha, negacionistas del cambio climático antropogénico, misóginos, racistas... lo peor de la sociedad progresista que ellos proclaman.
Jamás lo sospeche. Es mas, como ya dijo Churchill «Quien no es de izquierdas de joven no tiene corazón. Quien no es de derechas de adulto no tiene cerebro». Considero que tuve y tengo ambos.
En ese sentido, yo siempre me sentí muy identificado con la política. Desde muy joven despertó curiosidad en mí sobre ella y siempre he tratado de informarme y formarme al respecto.
He sido asiduo lector de periódicos de diversos espectros ideológicos en cuanto a su línea editorial, precisamente para ver cómo cada cual cuenta una misma noticia y tratar de tener toda la información y criterio para analiticamente yo formar el mío definitivo.
Sigo defendiendo a día de hoy algunos postulados de la «izquierda clásica socialdemócrata», pero no me gusta como norma general encasillar con esos términos, porque esa dicotomía ha evolucionado y ya no representa la realidad del S XXI.
Nunca he estado afiliado a ningún partido y con los conocimientos que me ha dado la vida misma, puedo asegurar que nunca lo haré en el futuro.
Nunca he sido simpatizante de ninguno de ellos a lo largo de los años aunque sí me he sentido más cercano a alguno en función del contexto político del momento. Tengo una opinión altamente negativa sobre los mismos en cuanto a las organizaciones en si, sus estructuras. su funcionamiento interno, sus vías de financiación, etc. Mi voto, prácticamente siempre, ha sido nulo. Porque no me creo sus proclamas. Porque veo cómo actúan diferente si la corrupción es endógena o exógena. Porque veo como dentro de los mismos se castiga a los que se salen de la linea oficialista y, por lo tanto, no me representan como organizaciones sociales democráticas, diversas, abiertas a la discrepancia y honorables con los temas de corrupción.
Pero ya digo, para mí darme cuenta de que soy y he sido facha todos estos años está siendo un shock personal importante.
Me cuesta conciliar el sueño por las noches y hasta me siento culpable de que me guste el jamón, el gazpacho, el salmorejo u otros alimentos patrios. Quizás en ellos hay alguna sustancia que te va contaminando hasta que llega un día que ¡ZAS!... ya eres facha y formas parte de la 'Fachoesfera'.
Por ello lo primero que hice fue acudir al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. «Facha» tiene lógicamente varias acepciones. Pero la que se ajusta al contexto en la que se me aplica dice lo siguiente:
l. Adj.despect Coloq. Fascista. Apl. A pers.,u. t. c. s. Sin.:
Fascista, ultraderechista, ultra, facho.
2. Adj. despect. Coloq. De ideología politica reaccionaria. Apl. A pers., u. t. c. s.
Sin.:
Fascista, ultraderechista, ultra, facho.
Sinónimos o afines de facha3 Fascista, ultraderechista, ultra, facho.
Sinónimos o afines de facha3 Fascista, ultraderechista, ultra, facho.
Claro, estas acepciones no encajan conmigo. No soy fascista. No soy ultraderechista. No soy tampoco racista (de hecho mi mujer es ecuatoriana), ni homófobo. Siempre he pensado que lo que cada uno haga con sus genitales y orificios corporales es un asunto privado que en nada influye en mi percepción y valoración particular de cualquier persona.
Ademas, los conceptos izquierda y derecha para mi son cada vez mas anacrónicos. Creo que encajaban perfectamente en la problemática del mundo durante el siglo XX, con el surgimiento de movimientos reaccionarios y totalitarios tales como el nazismo, el fascismo italiano o el comunismo de la antigua URSS, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del norte, etc.
Todos ellos regímenes deplorables que impusieron sus ideas con el uso de la fuerza bruta militar y en el camino se llevaron la vida de millones de personas.
Lo sorprendente de la sociedad en la que yo vivo es que algunos regímenes y las ideologías que las impregnaban están en gran medida normalizadas mientras que otras, igualmente nocivas, no.
En mi opinión deberían estar prohibidas todas. ¿Qué quiero decir? Yo creo que en un país democrático, sensato, maduro, con un nivel de cultura básico, no deberían estar permitidos los partidos políticos, sindicatos o asociaciones nazis, fascistas, totalitarias, así como tampoco aquellas de extrema izquierda marxistas, neomarxistas ni comunistas.
En cambio, aquí en España, ¡se les deja presentarse a las elecciones!
Parece ser que no soy el único facha, la UE también lo es puesto que en su Resolución 1481/2006 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, emitida el 25 de enero de 2006 condena los crímenes del Nazismo y del Comunismo.
La resolución señala que el Consejo "condena enérgicamente los crímenes de los regímenes comunistas totalitarios" equiparando el comunismo y los estados comunistas con el fascismo y el nacionalsocialismo por sus similitudes en los crímenes contra la humanidad, la ideología de odio y la tiranía de sus gobiernos.
El texto condena "las violaciones masivas de los derechos humanos cometidas por los regímenes comunistas totalitarios y expresa su simpatía, comprensión y reconocimiento a las victimas de estos crímenes". También dice que estas violaciones "incluyen los asesinatos individuales y colectivos y ejecuciones, la muerte en campos de concentración, hambre, deportaciones, torturas, trabajos forzados y otras formas de terror físico masivo".
La resolución pone de manifiesto que los regímenes comunistas que hubo en Europa "estuvieron marcados, sin excepción, por violaciones masivas de los derechos humanos", que "incluyeron asesinatos y ejecuciones". También señala que esos crímenes "se justificaron en nombre de la teoría de la lucha de clases y del principio de la dictadura del proletariado", lo que "hacia legitima la «eliminación» de las categorías de personas consideradas perjudiciales para la construcción de una nueva sociedad, y por tanto enemigas de los regímenes comunistas totalitarios".
El proyecto fue una recomendación del relator Göran Lindblad, quien justificó su iniciativa porque "el gran publico es poco consciente de estos crímenes" por la falta de una investigación exhaustiva recordando que se cifran en al menos 85 millones de personas las víctimas del comunismo en China y la Unión Soviética.
El borrador fue aceptado completamente por la gran mayoría de la Comisión de Asuntos Políticos de la Asamblea y luego aprobado por la Asamblea por mayoría. Lindbladia convirtiéndose en la Resolución 1481. Sin embargo, no recibió la mayoría necesaria de dos tercios de los votos emitidos en la Asamblea Parlamentaria para publicar una recomendación a los gobiernos de los Estados miembros del Consejo de Europa.
El que se opuso firmemente a la resolución 1481, por boca de su presidente el español Lluís Maria de Puig, que pidió la devolución del informe a la Comisión de Asuntos Políticos, debido a la "falta de análisis" y a que puede dar lugar a "interpretaciones incorrectas y nefastas" -fue el diputado ruso Konstantín Kosachov, quien apoyando a este grupo quiso subrayar las "diferencias que no vale la pena explicar aquí" entre los crímenes del comunismo y los del nazismo-, pero su propuesta fue rechazada por 81 votos en contra y 70 a favor.
La resolución fue apoyada por los grupos, Populares Europeos, Demócratas Europeos (Conservadores), Liberales, y algunos socialdemócratas especialmente de países como Hungría, la República Checa o los países bálticos; varios de sus parlamentarios aseguraron "no conocer ningún país donde el Partido Comunista haya conquistado el poder y haya seguido siendo democrático" e incluso el diputado ruso Vladimir Zhirinovski aseguró que "los crímenes comunistas fueron más horrorosos que los de los nazis".
La aprobación de la Resolución 1481 motivó para que en 2008 se diese la Audiencia Pública Europea sobre Crímenes Cometidos por Regímenes Totalitarios y se elaborase la Declaración de Praga sobre Conciencia Europea y Comunismo que propuso la declaración del 23 de agosto como Día Europeo de Conmemoración de las Victimas del Estalinismo y el Nazismo.
Lo mismo ocurre con los partidos separatistas. Tengo entendido que en Alemania, Italia, Portugal y otras democracias consolidadas están ilegalizados. Aquí no sólo no lo están sino que cuentan con un apoyo y prebendas del sistema que los ha convertido en necesarios para poder confirmar gobiernos en los cuales ellos no quieren estar porque su objetivo último no escondido es romper la unidad territorial indisoluble de la Constitución que les ampara.
Concretamente el comunismo y el separatismo supremacista en España están absolutamente normalizados. Da igual el hecho de ser herencia ideológica de un régimen que acabó con, según algunas cifras, más de 100 millones de personas. O que sean herencia en el segundo caso de una supuesta identidad racial (véanse los postulados y afirmaciones de Sabino Arana y otros tantos políticos catalanes).
Y aquí muchos partidos del espectro de la izquierda, sindicatos estudiantiles, etc se autoproclaman marxistas-leninistas y uno se queda con una cara de incredulidad y no queda otra que llevarse las manos a la cabeza dado el blanqueamiento al que asistimos.
¿Te imaginas que un partido del espectro centro-derecha con representación parlamentaria se auto proclamara nacionalsocialista o fascista? No tiene ni pies ni cabeza.
Si esto ocurriese, la maquinaria mediática lo convertiría en un escándalo descomunal. La fiscalía entraría de oficio para denunciar por delito de odio y se montaría un circo en el que se exigirían dimisiones desde los otros partidos etcétera.
Pero al revés no ocurre absolutamente nada. Cuando esto sucede y se normaliza, estarnos ante un ejemplo más de Borreguismo Ilustrado.
Yo le digo mucho a mi hijo que vivimos en una sociedad donde la gente, mayoritariamente, no tiene ni idea de política, de economía, de demografía, de historia... a un nivel de cultura popular que antes, varias generaciones atrás sí se tenía.
La sociedad de hoy está formada por gente que vive en la mayor de las inculturas. Únicamente preocupados por sus móviles, sus redes sociales, la telebasura del régimen partitocrático, sin ningún tipo de compromiso político. Y los que sí lo tienen, mayoritariamente, son como digo asociaciones estudiantiles o grupúsculos de un espectro antisistema o marxista-leninista, con un sentimiento generalmente anti español y un lavado de cerebro pero bien centrifugado.
Y esto no es casual. Es la consecuencia planificada de un deterioro estructural del modelo educativo de nuestro país.
Con el tema de las autonomías históricas y demás nacionalismos regjonalistas se ha ido cediendo las competencias de educación a las comunidades autónomas, aquello del café para todos, y algunas de éstas han creado contenido ad-hoc a medida de sus intereses y pretensiones políticas en sus materiales didácticos, como reconocen las asociaciones de editores de libros de texto académicos, que denuncian como les obligan a tergiversar cuando no directamente inventar hechos históricos totalmente verificados como falsos, para que den soporte a sus pretensiones ideológicas.
Tras dos generaciones de aplicación, han acabado por ser predominantes y han calado en los cerebros de millones de estudiantes.
Y todo ello apoyado también por el entramado mediático nacional. Siempre ha habido interferencias claras en la televisión pública en función de quién gobernase. Lo recuerdo desde mi adolescencia. Pero eran más sutiles, más escondidas, menos descaradas.
Hoy en día es algo aberrante. Y no solo la televisión pública sino todas las empresas audiovisuales mediáticas privadas. Hay una mafia mediática sostenida por las subvenciones y pagos de publicidad institucional del gobierno, a cambio de manipulación informativa y asegurar una línea editorial amable con el pagador.
Roza el terrorismo informativo. Ya hablaremos de casos y casos que se dan a diario y son prueba flagrante de lo que estoy diciendo.
El conjunto de las consecuencias de esta deriva, de esta involución cultural, de principios, valores, compromiso y muchísimos aspectos más que analizaré más adelante es lo que yo denomino «Borreguismo Ilustrado» Contemporáneo.
Y remarco «Ilustrado» por dos motivos;
uno, porque estarnos en teoría ante la generación de jóvenes más preparada de nuestra historia. Al menos en cuanto a títulos universitarios o académicos.
Y dos, porque como en la época de la ilustración, cuenta con el apoyo de las instituciones, administraciones, medios de comunicación, y sobre todo las grandes tecnológicas que moderan el contenido de las redes sociales, que sería el equivalente a la imprenta de aquella época. Y el que discrepe mínimamente será señalado y estigmatizado socialmente.
Hasta los valores que nos enseñaron nuestros padres desde pequeños en cuanto a ser educados, dar los buenos días, el acercar la taza del café en una cafetería a la barra, el dar las gracias, el mostrar una sonrisa, el ofrecer el paso a tu acompañante (sea hombre o mujer) cuando entras en alguna estancia, el ceder el asiento en el transporte público a una persona mayor, mujer embarazada, etc... no sé, todo este tipo de cosas que nos han enseñado desde pequeños, hoy en día se están perdiendo salvo excepciones.
Mi propio hijo me dice que este tipo de actos, para mí de pura educación y caballerosidad, son cosas «viejunas». Lo moderno es ir a tu puta bola, no decir ni hola cuando entras en un sitio y vivir como una prolongación del móvil donde se encuentran secuestrados todos tus sentidos.
No quiero decir con ello que la tecnología sea mala o no sea beneficiosa. Todo lo contrario. Soy un gran partidario del buen uso y de las ventajas que nos aporta la tecnología, la inteligencia artificial y todo lo que nos depara el futuro respecto a novedades que siquiera podemos imaginar. Soy un apasionado de las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías y por poner un ejemplo, espero con curiosidad la llegada de la computación cuántica. Lamentablemente nuestros gobernantes no lo deben ser tanto vista nuestra posición global mundial en los ránkings de estos aspectos.
Sin duda estamos viviendo una nueva revolución, en este caso tecnológica, que va a traer consigo, como las revoluciones anteriores, profundos cambios en la organización del trabajo y por lo tanto de la misma sociedad. Conviene recordar que las diversas revoluciones industriales anteriores vinieron precedidas de graves crisis en la reorganización a los nuevos cambios y es esperable que en esta ocasión ocurra lo mismo. De hecho ya está sucediendo. Y lo veremos en profundidad mas adelante.
A través de las nuevas plataformas tecnológicas, ya hoy en día se están creando comunidades alternativas de información a través de diferentes aplicaciones en las que se dan versiones divergentes de la oficial y a las cuales cada vez más gente se está uniendo dado que el pueblo se da cuenta que el entramado mediático está muy encorsetado y controlado por aquellos que ponen el dinero para su supervivencia.
También es verdad que estas herramientas son el caldo de cultivo perfecto para las «fake News». Uno entra en Instagram o TikTok y se tira un rato viendo vídeos y ves a tanta gente con titulo oficial de lo que sea; médicos, ingenieros, abogados etcétera, que te hablan de temas y te aportan una información que muchas veces dista mucho de la realidad. Por eso hay que aprender a encontrar fuentes fiables.
Páginas encargadas de verificar qué es cierto y que no, tales como «Newtral» o «Maldita», son poco más o menos que asociaciones políticas que están controladas por el partido de turno y untadas con dinero público, por lo que su credibilidad es muy relativa.
Pero al final, como ocurre en cualquier ámbito de la vida, hay gente profesional que se ganan la confianza de las masas que los siguen y que si publican alguna noticia o información uno puede confiar en ella ya que no se trata de ideología sino del dato bruto.
Luego lo que cada uno haga al pasarlo a neto es problema suyo y dependerá de las neuronas que tenga y como las ponga en funcionamiento.
En este apartado me gustaría agradecer el trabajo absolutamente admirable e impagable que hacen determinados analistas políticos libres que están haciéndole un gran favor a este país, en uno de los momentos más convulsos de los últimos tiempos.
Están prestando un servicio honorable y honesto para con nuestros conciudadanos a través de sus informaciones, sus puntos de vista y opiniones, que lamentablemente no los encontraríamos en ningún medio oficial. Un grupo cada vez más numeroso, que ofrecen una información veraz pero desde un punto de vista alternativo. A ellos mi reconocimiento. Entre todos uno se da cuenta que hay esperanza.
Problema Demográfico
Otro tema actual es el problema demográfico en España y la aparentemente planificada solución política al mismo, a través de la inmigración descontrolada.
Para mi, como antropólogo que soy, la familia es el centro de la vida personal y de cualquier sociedad. Todos tenemos una familia de orientación, que es la que nos toca sin opción y se encarga de nuestra crianza. Y una familia de procreación, que es la que nosotros formamos voluntariamente.
Pues bien, como digo, para mi la base de cualquier sociedad y por lo tanto de cualquier ser humano es la familia.
Y vivimos en una época en la que las dificultades económicas que padecemos todos, unido a una excesiva individualización o cuasi adoctrinamiento institucional en el que se nos trata de normalizar la existencia de no sé cuántas decenas de géneros, la autopercepción subjetiva del mismo normalizada hasta en ámbito legal y un sin fin de políticas de lo que hoy se ha denominado «feminismo del siglo XXI», que en mi opinión están generando un efecto demoledor para con la familia, contribuyen inexorablemente a la reducción de la tasa de natalidad, una tasa de reemplazo negativa y la paulatina desaparición de la familia tradicional.
Principalmente porque estas corrientes de pensamiento en el proceso de crianza por parte de una mujer como un vestigio del heteropatriarcado opresor. Aquello del «violador eras tú» y ese tipo de sandeces mentales.
El caso es que lo critican con una vehemencia que no alcanzo a entender. La mujer, al igual que el hombre, libremente debería elegir si quiere criar a un hijo o si por el contrario quiere no tener descendencia y nadie debería entrar en ese ámbito privado tan humano y mucho menos politizar e ideologizar algo que se adscribe al ámbito privado. Hasta en eso nos quieren controlar.
Yo hablo en muchas ocasiones con personas y comentarnos cómo hace un par de generaciones las familias eran más numerosas. En muchas ocasiones el salario de un solo progenitor bastaba para poder mantener familias de tres, cuatro o cinco miembros (como la mía).
Hoy en día estarnos abocados a la necesidad imperiosa de que las dos personas que conforman la unidad familiar trabajen para poder subsistir. Y a duras penas se pueden plantear el ir a buscar a nuevos miembros de la familia. Como digo, en muchas ocasiones por cuestiones económicas.
Sin embargo, también la cultura predominante del «carpe díem», del hedonismo personal u otras corrientes filosóficas empujan a muchos jóvenes a no querer tener hijos.
Prefieren vivir una vida lo mas cómoda posible en la que puedan priorizar la búsqueda de experiencias vitales como los viajes, el consumismo de productos de lujo, o al menos, no de primera necesidad, antes que pensar en la formación de una familia. ¡Charles Darwin estaría escandalizado!.
Y es legítimo, faltaría más. Es una elección individual y no soy nadie para entrar a criticarla ni a juzgarla.Lo único que hago aquí es constatar lo que percibo como un cambio radical cultural con respecto a la época en la que yo me crié.
Un cambio de paradigma que yo he vivido durante estos años y que como persona que tiene el defecto de pensar en el futuro antes de que este llegue, me preocupa. Mucho. Porque es indudable que en muy pocas generaciones la España y la Europa que conocíamos no la va a reconocer ni su madre.
Y si fuera solo una cuestión de semejanzas o diferencias resultantes en mayor o menor medida de la evolución cultural natural no me molestaría en pensarlo. Es un fenómeno natural de cualquier sociedad. El permanente cambio de prácticas o usos culturales.
Pero parece ser que algunos ya han encontrado la solución para nuestro futuro demográfico y creo que mucha gente todavía no es consciente de a dónde nos lleva esa solución. Y muy posiblemente cuando alcancen esa conciencia difícil solución tendrá. El multiculturalismo de la inmigración masiva.
Pero entonces, ¿por que soy facha? Buena pregunta y fácil respuesta. Por el Borreguismo Ilustrado. Hoy en día hay que ser borrego. Te dejan divergir en el grado de ilustración del mismo. Lo que yo llamo borrego otros lo denominan progre o con otros calificativos.
Yo prefiero llamarlo borreguismo porque consiste en seguir modas y tendencias o corrientes de pensamiento inoculadas desde la más tierna infancia en las escuelas hasta en los medios de comunicación generalistas, sin ningún tipo de masa critica ni esfuerzo analítico para contrastar lo que se acepta.
Pero eres borrego o eres facha. No hay más opción. Se pueden poner varios ejemplos muy gráficos para que se entienda mejor.
Y dos, porque como en la época de la ilustración, cuenta con el apoyo de las instituciones, administraciones, medios de comunicación, y sobre todo las grandes tecnológicas que moderan el contenido de las redes sociales, que sería el equivalente a la imprenta de aquella época. Y el que discrepe mínimamente será señalado y estigmatizado socialmente.
Hasta los valores que nos enseñaron nuestros padres desde pequeños en cuanto a ser educados, dar los buenos días, el acercar la taza del café en una cafetería a la barra, el dar las gracias, el mostrar una sonrisa, el ofrecer el paso a tu acompañante (sea hombre o mujer) cuando entras en alguna estancia, el ceder el asiento en el transporte público a una persona mayor, mujer embarazada, etc... no sé, todo este tipo de cosas que nos han enseñado desde pequeños, hoy en día se están perdiendo salvo excepciones.
Mi propio hijo me dice que este tipo de actos, para mí de pura educación y caballerosidad, son cosas «viejunas». Lo moderno es ir a tu puta bola, no decir ni hola cuando entras en un sitio y vivir como una prolongación del móvil donde se encuentran secuestrados todos tus sentidos.
No quiero decir con ello que la tecnología sea mala o no sea beneficiosa. Todo lo contrario. Soy un gran partidario del buen uso y de las ventajas que nos aporta la tecnología, la inteligencia artificial y todo lo que nos depara el futuro respecto a novedades que siquiera podemos imaginar. Soy un apasionado de las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías y por poner un ejemplo, espero con curiosidad la llegada de la computación cuántica. Lamentablemente nuestros gobernantes no lo deben ser tanto vista nuestra posición global mundial en los ránkings de estos aspectos.
Sin duda estamos viviendo una nueva revolución, en este caso tecnológica, que va a traer consigo, como las revoluciones anteriores, profundos cambios en la organización del trabajo y por lo tanto de la misma sociedad. Conviene recordar que las diversas revoluciones industriales anteriores vinieron precedidas de graves crisis en la reorganización a los nuevos cambios y es esperable que en esta ocasión ocurra lo mismo. De hecho ya está sucediendo. Y lo veremos en profundidad mas adelante.
A través de las nuevas plataformas tecnológicas, ya hoy en día se están creando comunidades alternativas de información a través de diferentes aplicaciones en las que se dan versiones divergentes de la oficial y a las cuales cada vez más gente se está uniendo dado que el pueblo se da cuenta que el entramado mediático está muy encorsetado y controlado por aquellos que ponen el dinero para su supervivencia.
También es verdad que estas herramientas son el caldo de cultivo perfecto para las «fake News». Uno entra en Instagram o TikTok y se tira un rato viendo vídeos y ves a tanta gente con titulo oficial de lo que sea; médicos, ingenieros, abogados etcétera, que te hablan de temas y te aportan una información que muchas veces dista mucho de la realidad. Por eso hay que aprender a encontrar fuentes fiables.
Páginas encargadas de verificar qué es cierto y que no, tales como «Newtral» o «Maldita», son poco más o menos que asociaciones políticas que están controladas por el partido de turno y untadas con dinero público, por lo que su credibilidad es muy relativa.
Pero al final, como ocurre en cualquier ámbito de la vida, hay gente profesional que se ganan la confianza de las masas que los siguen y que si publican alguna noticia o información uno puede confiar en ella ya que no se trata de ideología sino del dato bruto.
Luego lo que cada uno haga al pasarlo a neto es problema suyo y dependerá de las neuronas que tenga y como las ponga en funcionamiento.
En este apartado me gustaría agradecer el trabajo absolutamente admirable e impagable que hacen determinados analistas políticos libres que están haciéndole un gran favor a este país, en uno de los momentos más convulsos de los últimos tiempos.
Están prestando un servicio honorable y honesto para con nuestros conciudadanos a través de sus informaciones, sus puntos de vista y opiniones, que lamentablemente no los encontraríamos en ningún medio oficial. Un grupo cada vez más numeroso, que ofrecen una información veraz pero desde un punto de vista alternativo. A ellos mi reconocimiento. Entre todos uno se da cuenta que hay esperanza.
Problema Demográfico
Otro tema actual es el problema demográfico en España y la aparentemente planificada solución política al mismo, a través de la inmigración descontrolada.
Para mi, como antropólogo que soy, la familia es el centro de la vida personal y de cualquier sociedad. Todos tenemos una familia de orientación, que es la que nos toca sin opción y se encarga de nuestra crianza. Y una familia de procreación, que es la que nosotros formamos voluntariamente.
Pues bien, como digo, para mi la base de cualquier sociedad y por lo tanto de cualquier ser humano es la familia.
Y vivimos en una época en la que las dificultades económicas que padecemos todos, unido a una excesiva individualización o cuasi adoctrinamiento institucional en el que se nos trata de normalizar la existencia de no sé cuántas decenas de géneros, la autopercepción subjetiva del mismo normalizada hasta en ámbito legal y un sin fin de políticas de lo que hoy se ha denominado «feminismo del siglo XXI», que en mi opinión están generando un efecto demoledor para con la familia, contribuyen inexorablemente a la reducción de la tasa de natalidad, una tasa de reemplazo negativa y la paulatina desaparición de la familia tradicional.
Principalmente porque estas corrientes de pensamiento en el proceso de crianza por parte de una mujer como un vestigio del heteropatriarcado opresor. Aquello del «violador eras tú» y ese tipo de sandeces mentales.
El caso es que lo critican con una vehemencia que no alcanzo a entender. La mujer, al igual que el hombre, libremente debería elegir si quiere criar a un hijo o si por el contrario quiere no tener descendencia y nadie debería entrar en ese ámbito privado tan humano y mucho menos politizar e ideologizar algo que se adscribe al ámbito privado. Hasta en eso nos quieren controlar.
Yo hablo en muchas ocasiones con personas y comentarnos cómo hace un par de generaciones las familias eran más numerosas. En muchas ocasiones el salario de un solo progenitor bastaba para poder mantener familias de tres, cuatro o cinco miembros (como la mía).
Hoy en día estarnos abocados a la necesidad imperiosa de que las dos personas que conforman la unidad familiar trabajen para poder subsistir. Y a duras penas se pueden plantear el ir a buscar a nuevos miembros de la familia. Como digo, en muchas ocasiones por cuestiones económicas.
Sin embargo, también la cultura predominante del «carpe díem», del hedonismo personal u otras corrientes filosóficas empujan a muchos jóvenes a no querer tener hijos.
Prefieren vivir una vida lo mas cómoda posible en la que puedan priorizar la búsqueda de experiencias vitales como los viajes, el consumismo de productos de lujo, o al menos, no de primera necesidad, antes que pensar en la formación de una familia. ¡Charles Darwin estaría escandalizado!.
Y es legítimo, faltaría más. Es una elección individual y no soy nadie para entrar a criticarla ni a juzgarla.Lo único que hago aquí es constatar lo que percibo como un cambio radical cultural con respecto a la época en la que yo me crié.
Un cambio de paradigma que yo he vivido durante estos años y que como persona que tiene el defecto de pensar en el futuro antes de que este llegue, me preocupa. Mucho. Porque es indudable que en muy pocas generaciones la España y la Europa que conocíamos no la va a reconocer ni su madre.
Y si fuera solo una cuestión de semejanzas o diferencias resultantes en mayor o menor medida de la evolución cultural natural no me molestaría en pensarlo. Es un fenómeno natural de cualquier sociedad. El permanente cambio de prácticas o usos culturales.
Pero parece ser que algunos ya han encontrado la solución para nuestro futuro demográfico y creo que mucha gente todavía no es consciente de a dónde nos lleva esa solución. Y muy posiblemente cuando alcancen esa conciencia difícil solución tendrá. El multiculturalismo de la inmigración masiva.
Pero entonces, ¿por que soy facha? Buena pregunta y fácil respuesta. Por el Borreguismo Ilustrado. Hoy en día hay que ser borrego. Te dejan divergir en el grado de ilustración del mismo. Lo que yo llamo borrego otros lo denominan progre o con otros calificativos.
Yo prefiero llamarlo borreguismo porque consiste en seguir modas y tendencias o corrientes de pensamiento inoculadas desde la más tierna infancia en las escuelas hasta en los medios de comunicación generalistas, sin ningún tipo de masa critica ni esfuerzo analítico para contrastar lo que se acepta.
Pero eres borrego o eres facha. No hay más opción. Se pueden poner varios ejemplos muy gráficos para que se entienda mejor.
Vamos con unos cuantos:
Aquí la pregunta es si se puede pensar o hay que aprender de memoria, como hacíamos en el colegio con las tablas de multiplicar, las ideologías y el dogma imperante y repetirlas hasta la extenuación.
La polarización se ha apoderado de nuestro país de una manera inquietante. Quien se haya preocupado de descubrir nuestra historia, basta que se acuerde de los acontecimientos que se vivieron de 1934 a 1936 para darse cuenta de la coincidencia y paralelismos entre los acontecimientos de aquella época y la actual.
Francamente es para estar preocupado, porque la deriva radical que está tomando el gobierno pactando con todos aquellos partidos que no solo no se consideran españoles sino que rechazan serlo y manifiestan su repulsa hacia todo lo que tenga el minino atisbo de español, nada bueno puede traer.
A eso añádele los pactos con aquellos partidos de extrema izquierda de corte comunista-neomarxista, que simpatizan con los primeros (no sé entiende muy bien el por qué dadas las diferencias ideológicas evidentes) y que su anhelo político es la creación de un estado socialcomunista, basado en unas estructuras de poder desproporcionadas, una presión fiscal asfixiante y una base de la pirámide empobrecida absolutamente y dependiente de los subsidios de ellos para hacer y deshacer a su antojo y perpetuarse en el poder.
Es el modelo soviético, cubano, venezolano, que aunque todos han fracasado a nivel macroeconómico, es ideal para la élite gobernante que se enriquece a costa del resto de la población, además de haberse demostrado su capacidad para perpetuar las estructuras de poder y minimizar a la disidencia político-social.
Esto ya ocurrió como digo en el 34-36 en España. La «historia» oficialista consiste en el siguiente relato: España vivía en una placida, pacifica y democrática segunda república y un grupo de militares fascistas dieron un golpe de estado y nos llevaron a una guerra civil donde los malos ganaron y Franco estuvo 40 años en el poder fusilando gente, prohibiendo idiomas regionales, persiguiendo homosexuales, y demás visiones sesgadas y medio verdades.
Curiosamente hoy leí que el gobierno ha encargado un estudio sobre las fosas comunes de la guerra civil y lamentablemente para ellos se han encontrado con que el 67% de las mismas los represaliados eran del bando nacional.
La historia real es mucho más compleja y multifactorial. Yo no voy a profundizar en ella porque no es el objeto de este libro y ya hay historiadores que lo han explicado con mucho detalle en sus obras.
Básicamente la república sufrió dos golpes de estado durante aquellos años por parte de la extrema izquierda socialista, anarquistas y comunistas. El primero en Asturias, que fue precisamente sofocado por Franco.
Y el segundo golpe de estado con la declaración de independencia de Cataluña, la posterior huida al exilio del molt honorable president y su posterior vuelta tras una ley de amnistía. ¿Os va recordando algo?
Además, el Frente Popular llevó a cabo un pucherazo en las elecciones del 36, las cuales habían perdido, y accedieron al poder en un clima de violencia por parte de las juventudes socialistas y otros grupúsculos que agredían, secuestraban y asesinaban a líderes de la oposición, a personas católicas por el mero hecho de serlo, así como a curas y monjas, a las que violaban, quemando iglesias y templos religiosos.
Al mismo tiempo, el miembro destacado del PSOE Largo Caballero (el Stalin español) se carteaba con Stalin para pedir asesoramiento de como convertir a España en una dictadura comunista a cualquier precio, manifestando en sede parlamentaria que solo aceptarían el resultado de las urnas si estas les resultaba favorable. Sino tomarían las armas hasta alcanzar su objetivo. ¡Todo esto es historia!
Ante este panorama tan tranquilizador, pacífico e idílico, una banda de militares locos patriotas dijeron que España no se rompía y que se negaban a que a su país lo convirtiesen en una dictadura comunista y se alzaron en armas.
La interpretación que cada cual quiera hacer de la historia es libre y personal. Cada uno es libre de tener su opinión y siempre que se manifieste con respeto es admisible. En una verdadera democracia no deberían legislarse leyes de memoria histórica que cuenten una versión oficial y cualquier atisbo de revisionismo de la misma sea castigado con multas, penas de cárcel etc.
Pero creo que para jugar una partida de cartas limpia, las cartas tienen que estar sobre la mesa a la vista de todos. En las guerras no suelen haber buenos y malos. Para eso ya están los políticos con sus leyes de memoria histórica (selectiva) con las que adoctrinar a los borregos.
Ahora el gobierno ha creado una asistencia psicológica para los represaliados del franquismo. Para los de ETA no. Se ve que estos últimos están vivitos y coleando. A los primeros habría que resucitarlos primero.
Luego tuvimos 40 años de franquismo.Desde la época de postguerra en la que la ciudadanía pasó tanta hambre que se comía gatos y hasta ratas. No había más que una comida al día en el mejor de los casos y no se contaba con unas condiciones higiénico sanitarias mínimas.
Además, se tuvo que reconstruir todo lo destruido durante la guerra. Una labor faraónica con un coste ingente para la maltrecha economía del país y, por ende, para la sociedad. Una época en la que éramos un régimen autárquico sin reconocimiento internacional. El PSOE se había encargado de robar todo el oro, plata, joyas... tanto de las reservas del propio estado como la de depósitos privados, con el fin de financiar la guerra, pagar a la URSS sus servicios durante la misma, y asegurarse los exiliados una vida 'sin estrecheces' para si mismos y no sabría decir para cuántas generaciones más. ¿Devolverán algún día el oro de Moscú?
Hasta que se produjo poco a poco un aperturismo hacia las potencias como EEUU, que a cambio de ciertas concesiones como la ubicación de bases militares estratégicas para los intereses americanos, se consiguió a cambio un reconocimiento y normalización internacional.
Posteriormente vino lo que no pocos economistas llaman el «milagro español», que consistió en un periodo de tiempo en el que España fue generando industria, riqueza, infraestructuras y derechos laborales que la colocaron como la novena potencia industrial a nivel mundial y segunda en el sector servidos.
Emergió una clase media que comenzó a verse favorecida por la situación económica y todo ello se tradujo en la democratización de las vacaciones, el auge del turismo de masas, una mayor renta per cápita de los españoles y en definitiva, una situación económica bastante aceptable dadas las circunstancias históricas.
Se alcanzaron unos indices de alfabetización y escolarización muy altos y España en aquel momento, con sus luces y sus sombras, se convirtió en un país con una seguridad social universal gratuita, con unos derechos laborales crecientes en cuanto a vacaciones, pagas extras etc y con un aperturismo a la modernidad razonable dado el contexto histórico.
Conozco mucha gente que vivió durante el franquismo y al menos ellos, no tienen esa sensación de haber sido coartados a la hora de vivir su vida, tener sus propias ideas, incluso homosexuales que vivían en pareja y no tuvieron ningún problema. Eso si, no acudían al desfile anual porque era otra época.
La famosa ley de vagos y maleantes fue aprobada durante la segunda república, aunque mucha gente no lo sepa. Y era aplicada conforme a los valores de la sociedad de aquella época. Es algo que hay que tener en cuenta.
No podemos juzgar la historia con la visión de nuestro momento histórico porque en ese caso deberíamos renegar de toda la historia de la humanidad. La historia hay que conocerla, valorarla en el contexto de la época y contarla con datos objetivos y no prejuicios ideológicos
Si bien es verdad que durante el franquismo se encarceló a homosexuales por su condición sexual, también hay que tener en cuenta que, como ocurre ahora en ciertos países musulmanes, la sociedad de la época era mayoritariamente católica practicante y la homosexualidad era vista como un pecado. Si ademas se manifestaba en público era considerado por las autoridades como delito de escándalo o desorden público.
No trato con esto de justificar que hayan habido represaliados durante el franquismo por su condición sexual. Me da mucha pena como ser humano. Lo que trato de hacer es contextualizar la sociedad de aquel momento. En la Cuba de Fidel Castro y el Ché Guevara, la homosexualidad era considerada una enfermedad derivada de la vida burguesa capitalista y eran fusilados o reeducados en campos de concentración.
Hoy en día en cualquier manifestación LGTBIQ+ veréis camisetas del Che Guevara a cientos... ¿Por qué? por el borreguismo ilustrado. Pero vamos, lo mismo ocurría en la URSS y en medio mundo. Sigue sucediendo en los países musulmanes en nuestros días...
Igual que con otros muchos temas. Mi tío era miembro del partido comunista y todo el mundo en el pueblo lo sabia. Nunca fue represaliado por ello. Creo que hay casos y casos y desde luego que no quiero justificar las atrocidades que se hayan cometido.
Hoy día, por ejemplo, en Euskadi, Navarra, Cataluña, por poner algunos ejemplos, hay una presión social antiespañola que es evidente y causa terror en ciudadanos que tienen que ocultar su ideología, sus sentimientos con respecto a su país y no mostrar simbología española alguna, porque serian marcados socialmente y sufrirían las consecuencias. Y esto ocurre en nuestros días en el marco de una «democracia» en la que nadie puede ser discriminado por razones ideológicas. Lo estipula nuestra Carta Magna.
¿Franco hace medio siglo? muy mal ¿ETA, GRAPO, Izquierda Abertzale, Supremacismo Racial Catalan en la actualidad? eso bueno, normalizado y blanqueado. ¡Viva el Borreguismo Ilustrado!
Al acabar la guerra es cierto que Franco prohibió el uso de las lenguas regionales a modo de represalia. Otro borrego más. La única lengua oficial era el Español.
Pero la historia nos enseña que Franco inauguró diferentes lkastolas, hubo un aperturismo en cuanto al uso de las lenguas regionales e incluso se introdujo el catalán dentro de los estudios de filología hispánica latina. Durante el régimen de Franco se pusieron en marcha el grueso de las ikastolas que hoy en día hay en Euskadi.
- Te sientes orgulloso de tu país, de su riqueza, diversidad e historia: FACHA.
- Consideras que primero habría que ayudar a la gente en situación vulnerable de aquí y, si después de esto sobra, al resto de los que vienen de fuera: FACHA.
- Que no eres orgullosamente de izquierdas: FACHA.
- ¿Eres católico?: FACHA.
- ¿Te emocionas al escuchar el himno de tu país (y mira que es soso)?: FACHA.
- ¿Llevas alguna camiseta, pulserita, etcétera, con los colores de tu bandera?: FACHA.
- ¿No compartes vehementemente lo que piensan los tertulianos que quieren enseñarnos cómo vivir nuestras vidas y a interpretar aquellos sucesos cotidianos que impregnan nuestra existencia a través de la caja tonta?: FACHA.
- ¿Te parece que el estado nos cobra demasiados impuestos?: FACHA.
- ¿Crees que el tema migratorio se nos está yendo un poco de las manos?: FACHA y RACISTA.
- ¿Crees que las leyes de género no están sirviendo para proteger eficazmente a la mujer y que habría que darle un enfoque distinto? FACHA y MACHISTA.
- ¿Ves cosas raras en la llamada Agenda 2030 que no te inspiran confianza y te preguntas quien ha miado a sus impulsores.quién ha votado las medidas y qué consecuencias negativas pueden traemos a los españoles de a pie?: FACHA y NEGACIONISTA DEL CAMBIO CLIMÁTICO.
Aquí la pregunta es si se puede pensar o hay que aprender de memoria, como hacíamos en el colegio con las tablas de multiplicar, las ideologías y el dogma imperante y repetirlas hasta la extenuación.
La polarización se ha apoderado de nuestro país de una manera inquietante. Quien se haya preocupado de descubrir nuestra historia, basta que se acuerde de los acontecimientos que se vivieron de 1934 a 1936 para darse cuenta de la coincidencia y paralelismos entre los acontecimientos de aquella época y la actual.
Francamente es para estar preocupado, porque la deriva radical que está tomando el gobierno pactando con todos aquellos partidos que no solo no se consideran españoles sino que rechazan serlo y manifiestan su repulsa hacia todo lo que tenga el minino atisbo de español, nada bueno puede traer.
A eso añádele los pactos con aquellos partidos de extrema izquierda de corte comunista-neomarxista, que simpatizan con los primeros (no sé entiende muy bien el por qué dadas las diferencias ideológicas evidentes) y que su anhelo político es la creación de un estado socialcomunista, basado en unas estructuras de poder desproporcionadas, una presión fiscal asfixiante y una base de la pirámide empobrecida absolutamente y dependiente de los subsidios de ellos para hacer y deshacer a su antojo y perpetuarse en el poder.
Es el modelo soviético, cubano, venezolano, que aunque todos han fracasado a nivel macroeconómico, es ideal para la élite gobernante que se enriquece a costa del resto de la población, además de haberse demostrado su capacidad para perpetuar las estructuras de poder y minimizar a la disidencia político-social.
Esto ya ocurrió como digo en el 34-36 en España. La «historia» oficialista consiste en el siguiente relato: España vivía en una placida, pacifica y democrática segunda república y un grupo de militares fascistas dieron un golpe de estado y nos llevaron a una guerra civil donde los malos ganaron y Franco estuvo 40 años en el poder fusilando gente, prohibiendo idiomas regionales, persiguiendo homosexuales, y demás visiones sesgadas y medio verdades.
Curiosamente hoy leí que el gobierno ha encargado un estudio sobre las fosas comunes de la guerra civil y lamentablemente para ellos se han encontrado con que el 67% de las mismas los represaliados eran del bando nacional.
La historia real es mucho más compleja y multifactorial. Yo no voy a profundizar en ella porque no es el objeto de este libro y ya hay historiadores que lo han explicado con mucho detalle en sus obras.
Básicamente la república sufrió dos golpes de estado durante aquellos años por parte de la extrema izquierda socialista, anarquistas y comunistas. El primero en Asturias, que fue precisamente sofocado por Franco.
Y el segundo golpe de estado con la declaración de independencia de Cataluña, la posterior huida al exilio del molt honorable president y su posterior vuelta tras una ley de amnistía. ¿Os va recordando algo?
Además, el Frente Popular llevó a cabo un pucherazo en las elecciones del 36, las cuales habían perdido, y accedieron al poder en un clima de violencia por parte de las juventudes socialistas y otros grupúsculos que agredían, secuestraban y asesinaban a líderes de la oposición, a personas católicas por el mero hecho de serlo, así como a curas y monjas, a las que violaban, quemando iglesias y templos religiosos.
Al mismo tiempo, el miembro destacado del PSOE Largo Caballero (el Stalin español) se carteaba con Stalin para pedir asesoramiento de como convertir a España en una dictadura comunista a cualquier precio, manifestando en sede parlamentaria que solo aceptarían el resultado de las urnas si estas les resultaba favorable. Sino tomarían las armas hasta alcanzar su objetivo. ¡Todo esto es historia!
Ante este panorama tan tranquilizador, pacífico e idílico, una banda de militares locos patriotas dijeron que España no se rompía y que se negaban a que a su país lo convirtiesen en una dictadura comunista y se alzaron en armas.
La interpretación que cada cual quiera hacer de la historia es libre y personal. Cada uno es libre de tener su opinión y siempre que se manifieste con respeto es admisible. En una verdadera democracia no deberían legislarse leyes de memoria histórica que cuenten una versión oficial y cualquier atisbo de revisionismo de la misma sea castigado con multas, penas de cárcel etc.
Pero creo que para jugar una partida de cartas limpia, las cartas tienen que estar sobre la mesa a la vista de todos. En las guerras no suelen haber buenos y malos. Para eso ya están los políticos con sus leyes de memoria histórica (selectiva) con las que adoctrinar a los borregos.
Ahora el gobierno ha creado una asistencia psicológica para los represaliados del franquismo. Para los de ETA no. Se ve que estos últimos están vivitos y coleando. A los primeros habría que resucitarlos primero.
Luego tuvimos 40 años de franquismo.Desde la época de postguerra en la que la ciudadanía pasó tanta hambre que se comía gatos y hasta ratas. No había más que una comida al día en el mejor de los casos y no se contaba con unas condiciones higiénico sanitarias mínimas.
Además, se tuvo que reconstruir todo lo destruido durante la guerra. Una labor faraónica con un coste ingente para la maltrecha economía del país y, por ende, para la sociedad. Una época en la que éramos un régimen autárquico sin reconocimiento internacional. El PSOE se había encargado de robar todo el oro, plata, joyas... tanto de las reservas del propio estado como la de depósitos privados, con el fin de financiar la guerra, pagar a la URSS sus servicios durante la misma, y asegurarse los exiliados una vida 'sin estrecheces' para si mismos y no sabría decir para cuántas generaciones más. ¿Devolverán algún día el oro de Moscú?
Hasta que se produjo poco a poco un aperturismo hacia las potencias como EEUU, que a cambio de ciertas concesiones como la ubicación de bases militares estratégicas para los intereses americanos, se consiguió a cambio un reconocimiento y normalización internacional.
Posteriormente vino lo que no pocos economistas llaman el «milagro español», que consistió en un periodo de tiempo en el que España fue generando industria, riqueza, infraestructuras y derechos laborales que la colocaron como la novena potencia industrial a nivel mundial y segunda en el sector servidos.
Emergió una clase media que comenzó a verse favorecida por la situación económica y todo ello se tradujo en la democratización de las vacaciones, el auge del turismo de masas, una mayor renta per cápita de los españoles y en definitiva, una situación económica bastante aceptable dadas las circunstancias históricas.
Se alcanzaron unos indices de alfabetización y escolarización muy altos y España en aquel momento, con sus luces y sus sombras, se convirtió en un país con una seguridad social universal gratuita, con unos derechos laborales crecientes en cuanto a vacaciones, pagas extras etc y con un aperturismo a la modernidad razonable dado el contexto histórico.
Conozco mucha gente que vivió durante el franquismo y al menos ellos, no tienen esa sensación de haber sido coartados a la hora de vivir su vida, tener sus propias ideas, incluso homosexuales que vivían en pareja y no tuvieron ningún problema. Eso si, no acudían al desfile anual porque era otra época.
La famosa ley de vagos y maleantes fue aprobada durante la segunda república, aunque mucha gente no lo sepa. Y era aplicada conforme a los valores de la sociedad de aquella época. Es algo que hay que tener en cuenta.
No podemos juzgar la historia con la visión de nuestro momento histórico porque en ese caso deberíamos renegar de toda la historia de la humanidad. La historia hay que conocerla, valorarla en el contexto de la época y contarla con datos objetivos y no prejuicios ideológicos
Si bien es verdad que durante el franquismo se encarceló a homosexuales por su condición sexual, también hay que tener en cuenta que, como ocurre ahora en ciertos países musulmanes, la sociedad de la época era mayoritariamente católica practicante y la homosexualidad era vista como un pecado. Si ademas se manifestaba en público era considerado por las autoridades como delito de escándalo o desorden público.
No trato con esto de justificar que hayan habido represaliados durante el franquismo por su condición sexual. Me da mucha pena como ser humano. Lo que trato de hacer es contextualizar la sociedad de aquel momento. En la Cuba de Fidel Castro y el Ché Guevara, la homosexualidad era considerada una enfermedad derivada de la vida burguesa capitalista y eran fusilados o reeducados en campos de concentración.
Hoy en día en cualquier manifestación LGTBIQ+ veréis camisetas del Che Guevara a cientos... ¿Por qué? por el borreguismo ilustrado. Pero vamos, lo mismo ocurría en la URSS y en medio mundo. Sigue sucediendo en los países musulmanes en nuestros días...
Igual que con otros muchos temas. Mi tío era miembro del partido comunista y todo el mundo en el pueblo lo sabia. Nunca fue represaliado por ello. Creo que hay casos y casos y desde luego que no quiero justificar las atrocidades que se hayan cometido.
Hoy día, por ejemplo, en Euskadi, Navarra, Cataluña, por poner algunos ejemplos, hay una presión social antiespañola que es evidente y causa terror en ciudadanos que tienen que ocultar su ideología, sus sentimientos con respecto a su país y no mostrar simbología española alguna, porque serian marcados socialmente y sufrirían las consecuencias. Y esto ocurre en nuestros días en el marco de una «democracia» en la que nadie puede ser discriminado por razones ideológicas. Lo estipula nuestra Carta Magna.
¿Franco hace medio siglo? muy mal ¿ETA, GRAPO, Izquierda Abertzale, Supremacismo Racial Catalan en la actualidad? eso bueno, normalizado y blanqueado. ¡Viva el Borreguismo Ilustrado!
Al acabar la guerra es cierto que Franco prohibió el uso de las lenguas regionales a modo de represalia. Otro borrego más. La única lengua oficial era el Español.
Pero la historia nos enseña que Franco inauguró diferentes lkastolas, hubo un aperturismo en cuanto al uso de las lenguas regionales e incluso se introdujo el catalán dentro de los estudios de filología hispánica latina. Durante el régimen de Franco se pusieron en marcha el grueso de las ikastolas que hoy en día hay en Euskadi.
Siempre conocerás personas que te cuenten que les castigaban si hablaban en euskera o catalán en el colegio durante aquella época. Y seguro que es cierto porque borregos siempre han existido. Hoy en día ya ocurre lo mismo pero al revés. Y hay noticias de prensa que uno puede tomarse la molestia de buscar, así como los testimonios de los padres, represaliados por el centro, los profesores, los AMPA y muchos padres y madres del centro. Los niños en cuestión, señalados.
Pero es que cuando los padres han ido a los tribunales y han luchado hasta el final, consiguiendo que los tribunales les amparen y obliguen a los centros a dar un mínimo de un 25% del currículo académico en español, estos, junto con la Generalidad Catalana, se han declarado en rebeldía y han desobedecido las órdenes e imposiciones judiciales. Oiga, y aquí no pasa nada.
Pero volviendo a donde estábamos, es indudable que con el devenir de los años, Franco fue normalizando el uso de esas lenguas a través de acuerdos con la alta burguesía catalana y vasca que fueron, por cierto, muy bien tratados en comparación con otras regiones de España. Antes de Franco, con Franco y después de Franco. Pero recuerden... 'España ems roba'.
Tras la muerte del dictador vino la transición. Hoy en día la transición está en boca de todos. Unos la defienden como un modelo de éxito y de estudio internacional mientras que otros la atacan. Unos se empeñan en buscar los fallos y defectos que tiene y otros la consideran imperfecta pero más positiva que negativa.
Yo personalmente he tenido que estudiar la Constitución en varias ocasiones debido a mis estudios. A mí personalmente me parece más positiva que negativa, aunque soy consciente de que tiene también sus defectos. En cualquier caso, la propia constitución marca claramente los mecanismos y las mayorías necesarias para su modificación.
Pero es que cuando los padres han ido a los tribunales y han luchado hasta el final, consiguiendo que los tribunales les amparen y obliguen a los centros a dar un mínimo de un 25% del currículo académico en español, estos, junto con la Generalidad Catalana, se han declarado en rebeldía y han desobedecido las órdenes e imposiciones judiciales. Oiga, y aquí no pasa nada.
Pero volviendo a donde estábamos, es indudable que con el devenir de los años, Franco fue normalizando el uso de esas lenguas a través de acuerdos con la alta burguesía catalana y vasca que fueron, por cierto, muy bien tratados en comparación con otras regiones de España. Antes de Franco, con Franco y después de Franco. Pero recuerden... 'España ems roba'.
Tras la muerte del dictador vino la transición. Hoy en día la transición está en boca de todos. Unos la defienden como un modelo de éxito y de estudio internacional mientras que otros la atacan. Unos se empeñan en buscar los fallos y defectos que tiene y otros la consideran imperfecta pero más positiva que negativa.
Yo personalmente he tenido que estudiar la Constitución en varias ocasiones debido a mis estudios. A mí personalmente me parece más positiva que negativa, aunque soy consciente de que tiene también sus defectos. En cualquier caso, la propia constitución marca claramente los mecanismos y las mayorías necesarias para su modificación.
Más que analizar la constitución desde un punto de vista más técnico o jurídico, lo cual no me corresponde, yo me quedo con que fue un acto de reconciliación entre aquellos que habían guerreado décadas atrás.
Y fue una reconciliación sincera en la que se decidió mirar hacía el futuro para construir una España democrática a semejanza de las democracias europeas entre todos.
Creo que ese factor de bondad, de perdón y reconciliación debería estar mucho mas presente en la actualidad cuando niñatos que prácticamente ni habían nacido cuando se llevó a cabo, hablan de ella soltando pestes por sus bocas.
Eso para mí es una falta de respeto inadmisible precisamente hacia aquellos que tuvieron ese acto de bondad y reconciliación para que décadas después vengan estos borregos a cuestionar todo lo que se hizo o a decir que ellos no la votaron.
¿Acaso en el resto de países como EEUU la gente ha votado su declaración de independencia? NO. Pero no andan reclamando el hacerlo porque valoran lo que tienen. Aquí hay más borrego por metro cuadrado que bares en la zona inglesa de Benidorm. Alegan muchos que no les representa porque no la han votado... que decir al respecto. Vaya usted a un psiquiatra a ver sí hay solución.
España, que ha sido un país invadido por muchas sociedades y culturas a lo largo de nuestra historia, y que nos hemos enriquecido en muchos sentidos gracias a ello, no vamos solicitando a aquellos que nos invadieron que nos pidan perdón por los genocidios causados durante sus conquistas.
Pero nuestros enemigos históricos de la época imperial (Holanda, Inglaterra...) crearon la famosa leyenda negra sobre nuestras conquistas en América y otros territorios, la primera «fake new)» oficial divulgada masivamente de la historia y con la invención de la imprenta rápidamente se difundió por todo el mundo ilustrado como arma propagandística.
Fue tan exitoso que como digo perdura hasta hoy en día. Ciertamente que como en cualquier conquista, y teniendo en cuenta el contexto histórico de la época, se cometen atrocidades. Pero no solamente en las nuevas tierras de ultramar.Todo el mundo guerreaba en aquella época.
Pero está documentado que el 97% de las muertes que trajo consigo el proceso de conquista fue por enfermedades. Principalmente la viruela cuya vacuna y posterior empresa de vacunación generalizada fue una empresa llevada a cabo por la corona española no con pocas dificultades y con grandes beneficios para los nativos. Aquello fue un acto de humanismo inédito hasta esa fecha. Los conejillos de indias fueron niños castellanos que dieron su vida para que los científicos de la época diesen con la vacuna y llevarla posteriormente a los territorios de ultramar de la Corona española. Eso no lo encontrarán en la bibliografía de la leyenda negra.
También está documentado que para derrotar al imperio Mexicali, Hemán Cortés tenia a cientos de miles de soldados nativos en su ejército y muy pocos españoles.
Por ahí hay historiadores que dicen que realmente fueron los nativos americanos quienes llevaron a cabo la conquista bajo el mando de los españoles. O que Hernán Cortés fue más un diplomático que un conquistador. Que supo aglutinar a decenas de etnias esclavizadas por el imperio Mexicali para combatirlos y derrotarlos.Igualmente está documentado como la reina Isabel promulgó las conocidas "Leyes de Burgos". Esto es especialmente importante porque se paró el proceso de conquista, hasta que no hubiesen unas normas y paradigmas claros con respecto a los nativos que allí habitaban y como tratarlos y encajarlos en el engranaje político y social de la monarquía española.
En estas "Leyes de Burgos", la Reina Isabel dejó claro que esos nativos tenían la condición de súbditos del Reino. Es decir, los mismos derechos y obligaciones que cualquier habitante de la península ibérica. No eran una raza inferior, por lo que no hubo racismo.
Estaba prohibido esclavizarlos o tratarlos mal, al contrario se obligaba a tratarlos con cariño, respetarlos así como el respeto hacia la propiedad de sus bienes bajo penas punitivas duras.
La prueba de ello fue como el propio Colón fue despojado de todos sus derechos y roto su contrato por demostrarse el mal trato que tuvo hacia los nativos.
Pero es que más allá de todo esto, prescribió el mestizaje entre ambos pueblos. No hay más que ver como cuando España pierde sus últimos territorios de ultramar, hay muchos más nativos en números brutos que antes de la llegada de Colón. No fue el único. Muchos gobernadores fueron trasladados a España encadenados y pagaron por sus excesos para con los nativos.
Y los nuevos países independizados heredaron ciudades modernas, con hospitales, alcantarillado, una arquitectura aún hoy en día admirada, las primeras uníversidades de América y una renta per cápita muy superior a la propia que teníamos en la península ibérica.
Pocos saben que Argentina en el momento de su independencia era la segunda potencia económica mundial. O que México, en aquel momento era el París de América.
Si nos vamos al norte del continente y mirarnos lo que hicieron los ingleses, holandeses, franceses, etcétera, comprobaremos como allí sí que se produjo un genocidio planificado donde los pobres nativos trataban de alcanzar territorio español. Pero no encontramos leyenda negra anglosajona al respecto.
Fueron masacrados y finalmente hacinados en reservas hasta la actualidad.La gente no lo sabe pero Gerónimo, el gran jefe indio ya dijo «Ojalá nos hubiesen encontrado los españoles», y su nieto se dedica hoy en día a dar charlas sobre estos aspectos.
En EEUU hay ciertos estados que no legalizaron el matrimonio entre personas de distinta raza ¡hasta finales del siglo XIX! Pero los malos fuimos los españoles. Y muchos así lo creen. Una prueba más de Borreguismo ilustrado.
Si vamos a los datos más fiables sobre la población nativa que había en América en 1492, se estima que podían haber 13 millones (nunca hubo 90 millones de nativos como dijo en una ocasión el caudillo castrista Hugo Chávez).
Con la conquista, principalmente por las enfermedades y el mestizaje el porcentaje fue bajando gradualmente. No obstante, pese a que en 1940 la población nativa solo representa un 6%, en números brutos estamos hablando de 16 millones de nativos, es decir, 3 millones más que antes de la llegada de los españoles.
Además, la gran obra de la Hispanidad fue el mestizaje. Pues en todos los países iberoamericanos, los mestizos se encuentran entre el 90 y el 96%% de la población.
Sin embargo, si uno se va a Norteamérica, se encuentra con que el porcentaje de nativos es del 0,92% y los mestizos apenas superan el 2%.
¿De verdad todavía hay borregos que creen firmemente en la leyenda negra? Pues lamentablemente la respuesta es que sí. A ambos lados del charco.
También se habla mucho del oro que el imperio español robó a los nativos. Primero que sólo en torno al 25% de ese oro iba a la península.
El resto se usaba para construir las ciudades y dotarlas de las infraestructuras necesarias. Los primeros nativos americanos que fueron a la universidad de manera gratuita fueron los que se encontraban bajo el Reinado Español. Y lógicamente para financiar las guerras en las que estaba involucrado el Reinato.
Además, hace poco leí que con cálculos precisos de hoy en día, se estima que el oro que España sacó de las minas durante tres siglos es el que las empresas mineras Canadienses o Americanas sacan en la actualidad en menos de un año.Pero si son pobres es por culpa de los españoles. Más muestras de Borreguismo ilustrado...
Pues desde la caída del Imperio Español hasta la actualidad, el complejo de inferioridad, la interiorización de la Leyenda Negra, hecha propia por parte de la izquierda (y por aquellos países iberoamericanos gobernados por la izquierda, que nos reclaman pedir perdón) y la baja autoestima tras la pérdida de las últimas colonias (virreinatos) hizo que los nacionalismos perifericos comenzasen a surgir y a crear ad hoc toda su parafernalia, propaganda literaria, símbolos, discursos etc con el objeto de alejarse del sentimiento de ser español y reclamar que ellos son distintos (superiores si tiramos de hemeroteca) y quieren ser libres y no estar bajo el mando del estado opresor español.
Esto se ha mantenido hasta la actualidad. De hecho a través de la Ley Electoral se vio reflejada esta realidad y tenemos una situación en la que los votos de los nacionalistas catalanes y vascos son siempre la llave para los gobiernos.
El borreguismo ilustrado lo llama democracia. Yo lo llamo cesión de la nación y extorsión por parte de los nacionalistas. No puedo concebir que el voto de un alicantino valga menos que el de un vasco o un catalán. Esto es una anomalía dantesca que a ver quien es el guapo que soluciona ahora.
Llevamos cerca de tres siglos arrastrando un complejo de inferioridad por todas estas cosas que estamos hablando. Nos hemos convertido en una nación colonizada por los EEUU y sus intereses. Hasta que no tomemos conciencia de ello y comencemos a recuperar nuestro orgullo y honor de nación histórica, estaremos abocados a ser una colonia de EEUU y de la UE.
Precisamente mi familia es vasca. Llevo sangre vasca y también catalana en mis venas. Y me produce vergüenza ajena como en mi patria chica se ha lobotomizado de tal manera a la población. Hemos pasado de la frase de Unamuno «Soy vasco, luego doblemente español» a las proclamas actuales de «España ems roba» y anormalidades de ese estilo.
Como la ensoñación de que la guerra de sucesión fue para los iluminados del matrix «paíssos catalans» una guerra de secesión. Es como si las guerras Carlistas fuesen utilizadas por la izquierda abertzale con el mismo fin. Que falta de cultura y que empanada mental que tienen.
Y encima les favorecemos electoralmente, en infraestructuras, en el cupo vasco, en la quita de la deuda del FLAC que ahora han prometido para los catalanes, la vergonzosa e inconstitucional amnistía, que es un acto de alta traición, sus embajadas en el extranjero y demás insultos a la inteligencia que lo único que van a traer son crispación, rencor y confrontación entre unos y otros. Lamentablemente lo veremos y sufriremos.
Pero volviendo al tema central, si yo sé que realmente no soy facha, que es un término que desde hace un tiempo se usa con connotaciones peyorativas a falta de argumentario ideológico por parte de los borregos ilustrados, ¿Cómo me defino al respecto?
Bueno, para empezar y por encima de todo, me considero una persona que trata de aplicar el sentido común a cualquier ámbito de la vida, incluida la política.
Alguien que huye de etiquetas pero si que amo a mí país, sus tradiciones, su historia, la forma de ser de sus habitantes, su diversidad regional, sus lenguas cooficiales, sus usos y costumbres, sus contrastes, sus paradojas e incluso sus incoherencias.
Por otro lado, amo a la familia. Creo que es la institución más ligada al ser humano y por lo tanto de la sociedad. Creo que debería ser cuidada mejor. Fomentar el aumento de la natalidad vía exenciones fiscales y muchas políticas más que la puedan favorecer.
En el ámbito económico me considero neoliberal. Creo que debe haber un estado que cubra unas necesidades comunes elementales y pueda ejercer su arbitraje en muchos aspectos. Que asegure que la soberanía de la nación reside en sus habitantes y por supuesto, la unidad territorial de la nación. Que de una cobertura sanitaria universal, unas pensiones dignas y unos servicios públicos de calidad.
Pero ese estado debería estar formado por los mejores especialistas en cada área. Comités de sabios en cada ámbito. Mirar por los intereses del país y sus ciudadanos a largo plazo y con un tamaño abismalmente menor que el dinosaurio que tenemos en la actualidad.
En cuanto a política tributaría, deberíamos pagar infinitamente menos que en la actualidad. Es inviable para las medianas y pequeñas empresas así como para los autónomos soportar la presión fiscal del estado.
Así no se puede generar riqueza ni empleo. Es un absurdo. Hay que bajar impuestos (que paradójicamente se recaudaría más) y priorizar muy mucho en qué se emplean esos impuestos. Sanidad universal, educación de calidad etcétera. No lo que nos ofertan hoy en día.
No hay sistema más democrático que el mercado y el mundo empresarial siempre y cuando se den unas condiciones de no intervencionismo estatal. En política las elecciones son cada cuatro años. En la empresa o en el mercado, la democracia es la confianza de los usuarios y/o consumidores.
Y estos te votan o te quitan el voto cada día. La empresa no es la que crea empleo a medio plazo sino el voto de confianza diario del consumidor final.
Y por último, en cuanto al sistema político por el que yo apuesto como el más óptimo, lógicamente apuesto por la democracia. Eso sí, una muy distinta a lo que dicen que hay en nuestros días. En mi opinión no existe la democracia de facto en nuestro país.
Existe una partitocracia. En la que además no hay una separación real de poderes, sin lo cual hablar de democracia es una entelequia Y encima protegida por una mafia mediática que en vez de servir de contrapeso para denunciar los excesos, se encarga de taparlos y todos sabemos el por qué.
En definitiva, me considero una persona patriota, que como define la Real Academia de la Lengua Española es «Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien». Y ¿Qué es la patria? Para algunos puede sonar algo «facha» -una vez más-, pues la patria es según la RAE «Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos». Lamentablemente la nuestra se encuentra muy lejos de lo que fue durante siglos.
Y esto enlaza y me sirve de antesala de lo que voy a tratar en el siguiente capitulo, una vez llevada a cabo esta introducción contextualizadora del asunto central.
También se habla mucho del oro que el imperio español robó a los nativos. Primero que sólo en torno al 25% de ese oro iba a la península.
El resto se usaba para construir las ciudades y dotarlas de las infraestructuras necesarias. Los primeros nativos americanos que fueron a la universidad de manera gratuita fueron los que se encontraban bajo el Reinado Español. Y lógicamente para financiar las guerras en las que estaba involucrado el Reinato.
Además, hace poco leí que con cálculos precisos de hoy en día, se estima que el oro que España sacó de las minas durante tres siglos es el que las empresas mineras Canadienses o Americanas sacan en la actualidad en menos de un año.Pero si son pobres es por culpa de los españoles. Más muestras de Borreguismo ilustrado...
Pues desde la caída del Imperio Español hasta la actualidad, el complejo de inferioridad, la interiorización de la Leyenda Negra, hecha propia por parte de la izquierda (y por aquellos países iberoamericanos gobernados por la izquierda, que nos reclaman pedir perdón) y la baja autoestima tras la pérdida de las últimas colonias (virreinatos) hizo que los nacionalismos perifericos comenzasen a surgir y a crear ad hoc toda su parafernalia, propaganda literaria, símbolos, discursos etc con el objeto de alejarse del sentimiento de ser español y reclamar que ellos son distintos (superiores si tiramos de hemeroteca) y quieren ser libres y no estar bajo el mando del estado opresor español.
Esto se ha mantenido hasta la actualidad. De hecho a través de la Ley Electoral se vio reflejada esta realidad y tenemos una situación en la que los votos de los nacionalistas catalanes y vascos son siempre la llave para los gobiernos.
El borreguismo ilustrado lo llama democracia. Yo lo llamo cesión de la nación y extorsión por parte de los nacionalistas. No puedo concebir que el voto de un alicantino valga menos que el de un vasco o un catalán. Esto es una anomalía dantesca que a ver quien es el guapo que soluciona ahora.
Llevamos cerca de tres siglos arrastrando un complejo de inferioridad por todas estas cosas que estamos hablando. Nos hemos convertido en una nación colonizada por los EEUU y sus intereses. Hasta que no tomemos conciencia de ello y comencemos a recuperar nuestro orgullo y honor de nación histórica, estaremos abocados a ser una colonia de EEUU y de la UE.
Precisamente mi familia es vasca. Llevo sangre vasca y también catalana en mis venas. Y me produce vergüenza ajena como en mi patria chica se ha lobotomizado de tal manera a la población. Hemos pasado de la frase de Unamuno «Soy vasco, luego doblemente español» a las proclamas actuales de «España ems roba» y anormalidades de ese estilo.
Como la ensoñación de que la guerra de sucesión fue para los iluminados del matrix «paíssos catalans» una guerra de secesión. Es como si las guerras Carlistas fuesen utilizadas por la izquierda abertzale con el mismo fin. Que falta de cultura y que empanada mental que tienen.
Y encima les favorecemos electoralmente, en infraestructuras, en el cupo vasco, en la quita de la deuda del FLAC que ahora han prometido para los catalanes, la vergonzosa e inconstitucional amnistía, que es un acto de alta traición, sus embajadas en el extranjero y demás insultos a la inteligencia que lo único que van a traer son crispación, rencor y confrontación entre unos y otros. Lamentablemente lo veremos y sufriremos.
Pero volviendo al tema central, si yo sé que realmente no soy facha, que es un término que desde hace un tiempo se usa con connotaciones peyorativas a falta de argumentario ideológico por parte de los borregos ilustrados, ¿Cómo me defino al respecto?
Bueno, para empezar y por encima de todo, me considero una persona que trata de aplicar el sentido común a cualquier ámbito de la vida, incluida la política.
Alguien que huye de etiquetas pero si que amo a mí país, sus tradiciones, su historia, la forma de ser de sus habitantes, su diversidad regional, sus lenguas cooficiales, sus usos y costumbres, sus contrastes, sus paradojas e incluso sus incoherencias.
Por otro lado, amo a la familia. Creo que es la institución más ligada al ser humano y por lo tanto de la sociedad. Creo que debería ser cuidada mejor. Fomentar el aumento de la natalidad vía exenciones fiscales y muchas políticas más que la puedan favorecer.
En el ámbito económico me considero neoliberal. Creo que debe haber un estado que cubra unas necesidades comunes elementales y pueda ejercer su arbitraje en muchos aspectos. Que asegure que la soberanía de la nación reside en sus habitantes y por supuesto, la unidad territorial de la nación. Que de una cobertura sanitaria universal, unas pensiones dignas y unos servicios públicos de calidad.
Pero ese estado debería estar formado por los mejores especialistas en cada área. Comités de sabios en cada ámbito. Mirar por los intereses del país y sus ciudadanos a largo plazo y con un tamaño abismalmente menor que el dinosaurio que tenemos en la actualidad.
En cuanto a política tributaría, deberíamos pagar infinitamente menos que en la actualidad. Es inviable para las medianas y pequeñas empresas así como para los autónomos soportar la presión fiscal del estado.
Así no se puede generar riqueza ni empleo. Es un absurdo. Hay que bajar impuestos (que paradójicamente se recaudaría más) y priorizar muy mucho en qué se emplean esos impuestos. Sanidad universal, educación de calidad etcétera. No lo que nos ofertan hoy en día.
No hay sistema más democrático que el mercado y el mundo empresarial siempre y cuando se den unas condiciones de no intervencionismo estatal. En política las elecciones son cada cuatro años. En la empresa o en el mercado, la democracia es la confianza de los usuarios y/o consumidores.
Y estos te votan o te quitan el voto cada día. La empresa no es la que crea empleo a medio plazo sino el voto de confianza diario del consumidor final.
Y por último, en cuanto al sistema político por el que yo apuesto como el más óptimo, lógicamente apuesto por la democracia. Eso sí, una muy distinta a lo que dicen que hay en nuestros días. En mi opinión no existe la democracia de facto en nuestro país.
Existe una partitocracia. En la que además no hay una separación real de poderes, sin lo cual hablar de democracia es una entelequia Y encima protegida por una mafia mediática que en vez de servir de contrapeso para denunciar los excesos, se encarga de taparlos y todos sabemos el por qué.
En definitiva, me considero una persona patriota, que como define la Real Academia de la Lengua Española es «Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien». Y ¿Qué es la patria? Para algunos puede sonar algo «facha» -una vez más-, pues la patria es según la RAE «Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos». Lamentablemente la nuestra se encuentra muy lejos de lo que fue durante siglos.
Y esto enlaza y me sirve de antesala de lo que voy a tratar en el siguiente capitulo, una vez llevada a cabo esta introducción contextualizadora del asunto central.
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