EL Rincón de Yanka: PELÍCULA "UN DESTINO DE MUJER" 1947 (THE FARMER´S DAUGHTER): INTEGRIDAD POLÍTICA 🙋 y "LA HIJA DE UN GRANJERO": "Si te gusta ver crecer las cosas, haz lo que amas y serás recompensado por Dios".

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lunes, 3 de noviembre de 2025

PELÍCULA "UN DESTINO DE MUJER" 1947 (THE FARMER´S DAUGHTER): INTEGRIDAD POLÍTICA 🙋 y "LA HIJA DE UN GRANJERO": "Si te gusta ver crecer las cosas, haz lo que amas y serás recompensado por Dios".


(THE FARMER´S DAUGHTER) 1947

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Uno tiene ya una edad en que sólo con ver un minuto de película sabe ya si le va a gustar o no. Claro está que no siempre se acierta. A veces he desechado películas al minuto de empezar, y, cuando ha pasado cierto tiempo, las vuelvo a ver y me enganchan.
No es el caso de ésta que comento ahora. Nada más empezar ya sé que me va a gustar ¿por qué lo sé? Podría ser por muchos motivos: música, paisaje, ritmo... lo que tengo claro es que nada más entrar Loretta Young en escena, ya veré la película hasta el final, porque Loretta es adorable.
La película tiene un buen guion en el que se critica la corrupción política y el racismo más o menos escondido de ciertos partidos que se envuelven con la bandera, en este caso americana. El film es de 1947, pero el tema por desgracia sigue siendo actual.
Cuando veo a esos politicos prepotentes que se creen que pueden pasar por encima de todo el mundo porque han adquirido “un trocito de poder”, y que se obnubilan con el respeto y la adulación que le prodiga un limitado rebaño de apocados, me duele pensar que, tras su máscara de “grandeza”, no hay más que un ser plagado de miedo al que obsesionan las medidas de seguridad porque, bien que sabe que cada día aumentan sus enemigos porque, con sus acciones se hunde un poquito, y otro poquito más… y sobre todo, le tengo consideración, porque aunque él está convencido de que es muy inteligente, no es más que un redomado ignorante que no logra comprender que, si haces daño te haces daño a ti mismo. Es ley existencial. Así las cosas, el que vive del oportunismo, de la patraña, el crimen, el robo… lo que esencialmente necesita es conocimiento y visión, porque si esto tuviéramos, nadie haría el mal ni se volvería soberbio.

Una película como, "UN DESTINO DE MUJER", me resulta maravillosa porque, además de ofrecer unas actuaciones encantadoras, un ambiente envolvente, una trama deliciosa y un ritmo siempre en alto, garantiza un ejemplar entendimiento de la vida, y esto nadie debería perdérselo. Se trata de una muchacha, Katrin Holstrom, la única hija-mujer de una familia de granjeros inmigrantes suecos, la cual decide abandonar el campo para irse a estudiar enfermería… pero, enseguida, se va a encontrar con un pintor de brocha gorda quien acaba de hacer un trabajo en su casa y con él tendrá una “frustrante experiencia” que la alejará de su objetivo y la llevará a trabajar como empleada en la casa de una familia de alta influencia política.

Katrin, demostrará pronto que no es una empleada cualquiera, y va a despertar el interés de Glenn Morley, como también el de su madre Agatha, una brillante y verdadera matrona. Comienza así, lo que podría verse como uno de los ocasionales milagros de la existencia o cómo salir de la nada para volverse importante de la noche a la mañana. Pero, el filme no se queda ahí, y creo que la lectura más importante se encuentra a otro nivel, quizás ni siquiera captada por sus propios autores y, sin embargo, tan clara como el agua cristalina.

LA POLÍTICA ES EL ARTE DE HACER FELICES 
A LOS PUEBLOS CON SENTIDO DE FUTURO

DISCURSO DEL SENADOR MORLEY:

"Señor Presidente: Hoy no quiero dar un discurso. Quiero contarles la historia de un médico llamado Sorenson, que vivía en un pueblo pequeño. Era un buen médico, pero a los ricos del pueblo no les gustaba porque les decía la verdad con demasiada frecuencia sobre sus enfermedades imaginarias.  
Las cosas se pusieron feas para el Dr. Sorenson, y se mudó al otro lado de las vías, a la zona pobre del pueblo, donde la gente lo necesitaba, pero no tenía dinero para pagar.  Trabajaba para ellos, de todos modos. Le daban una botella de leche cuando curaba un dolor de garganta, o una hogaza de pan cuando le curaban una pierna rota. El Dr. Sorenson no podía permitirse un consultorio fijo. Ejercía en la habitación que ocupaba, arriba, sobre un establo. La teja de afuera era un letrero sencillo que decía: "DR. SORENSON ARRIBA". 
Bueno, hasta los médicos se enferman. Y después de trabajar años con esta pobre gente, el Dr. Sorenson enfermó y murió, y todas las personas que lo amaban, y a quienes él amaba, lo enterraron. 
Querían erigir un gran monumento de mármol, pero no podían permitírselo. Así que tomaron el letrero del establo y lo colocaron sobre la tumba del doctor. Allí estaba, y ese era su monumento: "DR. SORENSON ARRIBA".  
Hoy ha muerto un presidente. Hace poco, su sueño, la Liga de Naciones, fue destruido por personas que no soportaron la verdad. Pero su sueño no desaparecerá de la tierra. Vivirá en los corazones de la gente buena y común. Sobre la tumba del presidente, el pueblo ha erigido su monumento eterno, que, al igual que el del doctor, dice simplemente: "WOODROW WILSON, ARRIBA"". 

UN DESTINO DE MUJER 1947 ESPAÑOL Loretta Young, Joseph Cotten, Ethel Barrymore


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Soy hija de granjero. Esas palabras significan mucho para mí. Ahora, de adulta, vivo en una pequeña granja con mi esposo, Jack. Todavía recuerdo la vida en el campo que tuve de niña. Recuerdo correr por el campo de alfalfa y perseguir mariposas, disfrutar del sol en aquellos calurosos días soleados de Bakersfield, jugar en las acequias para refrescarme y ver a los terneros recién nacidos de pie sobre sus patas temblorosas.

Los recuerdos de mi infancia en una granja en Pumpkin Center significaban que siempre había algo que hacer. De niña, me encantaba estar al aire libre, jugar con los animales, dar paseos en el tractor de mi papá y realizar las tareas del campo. Al haberme criado sin tecnología, tuve que usar mi imaginación. Mi patio de recreo era el campo y la granja, y allí di mis primeros pasos de niña. Crecí con padres amorosos y la oportunidad de ser una chica de campo. Crecí sabiendo lo importante que era todo lo que me rodeaba y que la vida es un regalo de Dios.

Crecer en una granja me enseñó lo especial que es conectar con Dios a través de la naturaleza y apreciar sus creaciones. Soy hija de un granjero. Aquel a quien Dios eligió personalmente para cuidar de su creación y alimentar a su pueblo. 
Un granjero se levanta temprano, prepara su día mientras cuida de su familia los 365 días del año. Se asegura de que haya comida en nuestras mesas y ropa en nuestras espaldas. La agricultura es todo menos deseable con largas jornadas y teniendo que seguirle el ritmo a la Madre Naturaleza. El trabajo duro se realiza desinteresadamente, con la intención de proveer para la familia, los amigos y los demás, con la fe y la mano de Dios guiándolos. 
Un amigo granjero dijo una vez: "Si te gusta ver crecer las cosas, haz lo que amas y serás recompensado por Dios".

Según la Biblia, los seres humanos comenzaron en el jardín con Adán y Eva. Génesis 1:2:9, 15 nos dice que, de la nada, Dios creó la tierra y designó a los agricultores como sus cuidadores.

Mi poema de granjero favorito, escrito por Paul Harvey, un locutor de radio estadounidense de ABC News Radio, me recordó un poco a mi padre y a cuando crecí en la granja:

"Y al octavo día, Dios miró hacia el paraíso planeado y dijo: “Necesito un cuidador”.

—Así que Dios hizo al agricultor.

Dios dijo: “Necesito a alguien dispuesto a levantarse antes del amanecer, ordeñar vacas, trabajar todo el día en el campo, ordeñar vacas nuevamente, cenar, luego ir al pueblo y quedarse hasta pasada la medianoche en una reunión de la junta escolar”.

—Así que Dios hizo al agricultor.

Necesito a alguien con brazos lo suficientemente fuertes como para criar un ternero y, a la vez, lo suficientemente gentil como para ayudar a su propio nieto; alguien que llame a los cerdos, domeñe maquinarias cascarrabias, que llegue a casa con hambre, tenga que esperar para almorzar a que su esposa termine de alimentar a las damas de visita, y luego les diga a las damas que se aseguren de volver pronto, y que lo diga en serio.

—Así que Dios hizo al agricultor.

Dios dijo: «Necesito a alguien dispuesto a pasar la noche con un potro recién nacido y verlo morir, luego secarle los ojos y decir: 'Quizás el año que viene'. Necesito a alguien que pueda dar forma a un mango de hacha con un brote de caqui, herrar un caballo con un trozo de neumático, que pueda hacer un arnés con alambre de heno, sacos de pienso y restos de herraduras; que, en época de siembra y cosecha, termine su semana de cuarenta horas para el martes al mediodía, y luego, con dolor desde la parte trasera del tractor, trabaje otras setenta y dos horas».

—Así que Dios hizo al agricultor.

Dios tenía que tener a alguien dispuesto a recorrer los surcos a doble velocidad para recoger el heno antes de las nubes de lluvia, y sin embargo detenerse en medio del campo y correr a ayudar cuando ve el primer humo de la casa de un vecino.

—Así que Dios hizo al agricultor.

Dios dijo: “Necesito a alguien lo suficientemente fuerte para talar árboles y levantar fardos, pero lo suficientemente gentil para domar corderos y destetar cerdos y cuidar pollitas de cresta rosada, que detenga su cortadora de césped durante una hora para entablillar la pata rota de una alondra”.

—Así que Dios hizo al agricultor.

Tenía que ser alguien que pudiera arar profundo y recto y no tomar atajos; alguien que sembrara, desherbara, alimentara, criara, rastrillara, arara y plantara, atara el vellón, colara la leche, reabasteciera el autoalimentador y terminara una semana de trabajo duro con un viaje de ocho kilómetros hasta la iglesia; alguien que pudiera unir a una familia con los suaves y fuertes lazos del compartir, que se reiría, luego suspiraría y luego respondería con ojos sonrientes cuando su hijo diga que quiere pasar su vida allí.

'Haciendo lo que hace papá'

—Así que Dios hizo al agricultor".
Si eres hija (o hijo) de un granjero, considérate bendecida si creciste en una granja o rancho. Creo que crecer en una granja es sumamente beneficioso para cualquier niño. Al crecer como hija de un granjero, ves las cosas de otra manera. Aprendes desde pequeña el verdadero significado de la vida. Te enseñaron lecciones de vida sobre el amor de Dios, el valor de la familia y los amigos, y la certeza de que casi todo es una bendición. Me enorgullece que me llamen hija de un granjero. Esta hija de granjero ahora es una mujer, y sé lo que se necesita para llegar a fin de mes y ser autosuficiente. Mi orgullo siempre estará en mi fe, mi familia y la agricultura. Para mí, la agricultura es mucho más que una ocupación, es una forma de vida. Hoy, sigo siendo una hija de granjero de corazón.