De una forma u otra el dilema de hacer compatible el protagonismo del sujeto social con la libertad individual me ha estado ocupando casi toda la vida, por eso puedo decir que esta obrita es como el resumen condensado de mi pensamiento académico (...). Pensamos que estamos ante un tema de particular relevancia. La Sociología Moral puede ayudarnos a comprender la moralidad como algo que configura la espina dorsal del sujeto colectivo y también a distinguir comportamientos morales y virtuosos de otros inmorales o viciosos (...). Las implicaciones de la Sociología Moral nos llevan a diversas sociologías traspasando el área hasta otras disciplinas con relatos más o menos afortunados sobre la libertad y las libertades, el ordenamiento político, los sistemas de producción y consumo, o el mismo sistema educativo.
Dios también es un asunto social
El sociólogo José Pérez Adán en “Sociología moral” analiza el problema de la humanidad en el contexto actual: la confusión de los contrarios como el bien y el mal
El pensamiento de José Pérez Adán siempre es novedoso y sugerente. Quizá porque este sociólogo se sale de los cauces habituales del común de los mortales dedicados a la sociología, también cuantitativa. Es cierto su sesgo comunitarista, pero, como se puede comprobar en este libro, no es la única influencia dominante de su pensamiento. Sus últimos trabajos sobre la secularización hay que tenerlos muy en cuenta.
Ahora nos sorprende con el que puede ser quizá su libro más personal, un libro en el que da razones de su pensamiento y que aprovecha para hacer no pocas afirmaciones que, sin duda, no dejan al lector indiferente.
Testamento intelectual
Mas allá de las cuestiones técnicas sobre la las relaciones entre sociedad y moral, la fundamentación epistemológica de la sociología moral, su propuesta, su capacidad para vertebrar las virtudes sociales, las relaciones entre la sociología y las otras áreas del saber, quizá lo más interesante de este libro sea lo que tiene de testimonio y, no sé si decir, de testamento intelectual.
Escribe pronto nuestro autor: “Vemos la urgencia de la tarea y queremos que no se dé la callada por respuesta desde las ciencias sociales al reto que configura el gran problema de la humanidad en el contexto presente, que no es otro, en nuestra opinión, que el de la confusión de los contrarios: el bien y el mal, la salud y la enfermedad, la belleza y la fealdad, la verdad y la mentira, la realidad y la ficción”.
Referencias personales
Antes de entrar en alguna cuestión significativa de fondo, es destacable el hecho de las referencias personales de Pérez Adán. Por ejemplo. Al principio de los años 70, en el inicio de su vida académica, “un servidor, que ya se había decantado por la libertad y que al mismo tiempo sentía el constreñimiento de su escasez, bullía en lecturas más o menos secretas para tratar de encontrar un maridaje que ya entonces le atraía en extremo entre anarquía y cristianismo. En esto me encontré con un santo del que me había cautivado su defensa de la libertad y que en un escrito afirmaba la importancia de la virtud colectiva y concretamente de la humildad. He de reconocer que me intrigo y alagó al tiempo. Bien, fue mi primer encuentro con la consideración moral del sujeto colectivo”.
Una cuestión básica sin la que no se entiende la propuesta de sociología moral es la afirmación de que Dios es también un asunto social. “Sin recurrir a Dios –afirma nuestro autor- es imposible la neutralidad que cabe exigir a la introspección y a la extrapolación valorativa de grupos humanos, como tampoco pretender aspirar a cualquier tipo de objetividad valorativa que vaya más allá de la circunstancia momentánea o de la mente del individuo, cual es el caso que estamos tratando aquí al comparar las civilizaciones”.
Podría reproducir algunos interesantes párrafos sobre esta cuestión de la relación de la afirmación de la existencia de Dios con los juicios universales y con la obligación de incondicionalidad.
Sociología moral
La sociología moral pone los actos morales donde otras disciplinas colocaron los llamados actos humanos para discernir la materia de la reflexión moral. Su propuesta, ciertamente iniciática en este estadio, quizá sea desarrollada con más amplitud en posteriores publicaciones.
También es interesante la perspectiva que propone sobre si antes somos sociales o individuos, explicado tanto desde el punto de vista histórico como sincrónico.
Otra cuestión, quizá más apuntada que desarrollada, es la radiografía de la decadencia humana relacionada con la pérdida de calidad moral y de referentes morales aglutinantes.
LA MORAL 1, 2, 3 y 4
1. La Sociología es indispensable para argumentar la moral en la actualidad. El sujeto social es un sujeto moral y sus actos sociales son susceptibles de juicio moral.
La ecología y la economía nos ayudan a comprenderlo.
2. La Sociología Moral desde el punto de vista analítico y propositivo enfoca en las Estructuras de Virtud y en las Virtudes Sociales, centradas en el hacer, para ir a una idea de progreso o mejoramiento moral.
3. La fundamentación de la moral mediante el criterio de transubjetividad para llegar al concepto de progreso. La moral humana (no hay otro adjetivo) y el progreso social y humano son compatibles.
4. La jerarquía de los valores y la extrañeza en defensa de la igualdad. Por una civilidad de máximos y un gobierno de mínimos como expresión de moralidad. La fragmentación obstáculo a superar.
La secularización. El hombre moderno es un conjunto de creencias absurdas y pseudosaberes, que lo condicionan a un actuar desquiciado que sólo puede tener como consecuencia la destrucción del orden, la belleza y la justicia. Además, de las raíces filosóficas que son causa de la cosmovisión depravada y moderna que alimenta un conjunto de ideologías absurdas, que atentan contra lo SAGRADO Y VERDADERO. Una explicación sucinta de qué es la secularización y como se ha ejecutado en nuestras sociedades, degradándonos a una vida vergonzosa.
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