En una entrevista que hicieron a don Manuel Vicent, le preguntaban qué a quién admiraba, qué quién era digno de ser admirado. Y respondió que hacía mucho tiempo que no admiraba a nadie.
A mi también me pasó lo mismo. Es que los que admiraba yo, ya se han ido. Como a mis padres, algunos de mis maestros, como don Gustavo Bueno... Hasta que conocí hace unos años, al maestro Don Antonio García-Trevijano. Pero, también, acaba de fallecer.
El mundo está viviendo una gran oscuridad. No hay ningún faro que te oriente ni te anime a seguir navegando por el amplio mar. NO HAY REFERENTES. NO HAY EJEMPLOS A SEGUIR. SÓLO QUEDAN SUS ACCIONES Y NOSOTROS COMO SUS EPÍGONOS DEBEMOS SER COMO ELLOS. PARA QUE EL MUNDO SIGA TENIENDO ESPERANZA...
Nosotros debemos continuar con su legado, con su acción y con sus principios de LIBERTAD, de VERDAD, de LEALTAD.
Su propia muerte imprevista, constituye, en sí misma, una acción que no supone el final de su lucha, sino el inicio de su legado hacia todos los españoles y repúblicos herederos de sus ideas. La existencia del MCRC fundado por él, los miles de seguidores y simpatizantes en nuestro país y en el extranjero, son la muestra evidente de que las ideas revolucionarias de la libertad, han calado hondo en la conciencia de muchas personas y han marcado la dirección de la lucha: la libertad de todos.
Es la conciencia de no tener libertad política en nuestra propia nación, en España, lo que a través de sus numerosas charlas, conferencias y emisiones, todos hemos adquirido y comprendido. Y eso es lo que ahora, en estos duros momentos de pérdida, debe de ser situado en un primer plano, para que su ejemplo suponga, para todos nosotros, el revulsivo necesario en la acción y para no cejar en el empeño hacia esa conquista. Una libertad que, por ser la de todos, no puede ser esperada, demandada o anhelada, sino únicamente alcanzada y conquistada. Una libertad que, por ser de todos, supone la dignidad de todos. Y una libertad que, si no tenemos todos los españoles, no podremos legar a nuestros herederos.
D. Antonio fue condenado al ostracismo, por miedo, tras el consenso político y la traición de todos los partidos que se repartieron el poder, a la muerte del dictador. Fue ese pacto ignominioso el que inició el régimen franquista de partidos que vivimos. Es por eso que no podemos consentir, ni un minuto más, que esa traición y deslealtad a todos, arruinen el porvenir de nuestra nación y que, después de siglos de sometimiento a diversos regímenes de poder, siga impidiendo la existencia de un sistema político en España que garantice institucionalmente la libertad de cada ciudadano.
Estés donde estés, seas quien seas, creas en lo que creas, tengas las ideas que tengas, es ahora, en este momento, cuando debes de comenzar a preguntarte qué es lo que vas a hacer tú por conquistar esa libertad. Si aún no estás asociado al MCRC para prestar tu fuerza y apoyo, es el momento de que lo consideres. Si lo estás, es el momento de que actúes.
Hoy, con más energía y convicción que nunca, podemos decir: “abstención activa hasta que tengamos la libertad política colectiva”. Hoy, que somos conscientes de que no hay democracia, podemos decir: “no reconocemos ni legitimamos a los partidos del Estado”. Hoy, que se ha marchado uno de los más grandes pensadores de nuestra historia y un ejemplo de lealtad, es cuando descansa en nuestras manos la verdadera lucha por la libertad.
Hasta siempre D. Antonio. Lealtad, verdad, libertad.
A DON Antonio García-Trevijano
Hoy llora el cielo por ti,
fiel caballero, defensor de LA LIBERTAD
que, con tu valeroso fuego,
insuflaste vida y verdad a corazones ciegos.
Hoy por ti llora el cielo,
con un pacífico manto de paz
la tierra regada suspira tu cuerpo
entre mares de negros duelos.
Hoy por ti el cielo llora
entre cientos de boleros
de gala vestidos en tan postrera hora
mientras tú navegas lejos.
Adiós, adiós, querido maestro,
siempre entre nosotros serás eterno.
Hoy el cielo llorará más que nunca
entre una lluvia de rojos y dorados pétalos.
LUÁN
EL BOLERO QUE LE GUSTABA A DON ANTONIO
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