UN MENSAJE PARA MI HIJO
Puedo darte una vida,
pero no puedo vivirla por ti.
Puedo darte instrucciones,
pero no puedo conducirte a donde tu quieras ir.
Puedo darte libertad,
pero no puedo contar con que la conserves.
Puedo enseñarte la diferencia entre el bien y el mal, pero no puedo decidir por ti.
Puedo darte consejos,
pero no puedo aceptarlos por ti.
Puedo darte amor,
pero no puedo forzarte a recibirlo.
Puedo enseñarte a compartir,
pero no puedo evitar que seas egoísta.
Puedo enseñarte a respetar,
pero no puedo forzarte a ser digno.
Puedo aconsejarte acerca de tus amigos,
pero no puedo escogerlos por ti.
Puedo enseñarte todo lo que hay
que saber acerca del sexo,
Pero no puedo hacerte actuar responsablemente.
Puedo hablarte acerca de la bebida,
pero no puedo decir “no” o “solo una” por ti.
Puedo advertirte acerca de las drogas,
pero no puedo prevenir que la uses.
Puedo hablarte de metas importantes,
pero no puedo alcanzarlas por ti.
Puedo enseñarte lo que es la bondad,
pero no puedo forzarte a ser generoso.
Puedo rezar por ti,
pero no puedo hacer que camines con Dios.
Puedo hablarte de cómo vivir,
pero no puedo darte vida eterna.
Al final de cuentas:
cada uno decide por si mismo
y como va a llevar su vida.
Te quiero, te acepto y espero con todo mi corazón
que decidas lo mejor.
Patrick Atkinson © 1978
Para conseguir copias, comuníquese a:
Director@GodsChild.org
Instrucciones a mis hijos
Magdalena S. Blesa
Jamás un conato de daros la vuelta
Jamás una huida, por muchos que sean
Jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
Jamás os lo noten, que no se den cuenta
Jamás un “me rindo”, si no tenéis fuerzas
Aunque fuese a gatas, llegad a la meta
Que nadie os acuse… ¡miradme a la cara!
Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible…
(Si es que los hubiera)
Yo no los conozco,
Y mira que llevo yo sueños a cuestas
Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara!
Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa
No hay nadie en el mundo que no la merezca
Hacedle la vida más fácil, ¡miradme!
A cada ser vivo que habite la tierra
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
Y no preguntarnos qué sueño le inquieta
Qué historia le empuja,
Qué pena lo envuelve,
Qué miedo le para,
Qué madre lo tuvo,
Qué abrazo le falta,
Qué rabia le ronda,
Qué envidia lo apresa…
Jamás, y los digo faltándome fuerzas,
Si el mundo se para,
Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje
Remangaos el alma,
Sed palanca y rueda,
Tirad de la vida vuestra y de quien sea,
Que os falte camino,
Perded la pelea contra los enanos
No sed los primeros,
Que os ganen los hombres que no tienen piernas
No sabedlo todo,
Dejad que contesten los que menos sepan
Las manos bien grandes,
Las puertas abiertas,
Anchos los abrazos, fuera las fronteras
Hablad un idioma claro, que se entienda
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza
Mirando a los ojos,
Dejando una huella
Prestad vuestra vida,
Regaladla entera
Que a nadie le falte ni una gota de ella
¡Cantad!
Que cantando la vida es más bella
Y jamás, os hablo desde donde nazca
El último soplo de vida que tenga,
Jamás una huida,
Por muchos que sean…
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