un clásico contemporáneo
de imprescindible lectura y visión
Andrés Amorós recomienda una de las cumbres de la literatura del siglo XX, escrita por Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
La editorial Anagrama recupera una novela clásica contemporánea El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Está ambientada en Sicilia, 1860, unas tierras marcadas por un orden social inamovible cuya cúspide ocupa la aristocracia terrateniente. Don Fabrizio, príncipe de Salina, un hombre imponente y orgulloso, patriarca de una de las familias más poderosas de la isla, contempla impertérrito los cambios que pueden suponer el hundimiento de su mundo o tal vez permitan que todo siga igual. Esta nueva edición incluye posfacio de Carlo Feltrinelli.
Se trata de la única novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957) y, curiosamente, publicada de forma póstuma. El autor la escribió entre 1954 y 1957, es decir, cuando tenía de 58 a 61 años. En principio, la novela fue rechazada por Einaudi y Mondadori. Finalmente, fue publicada por Feltrinelli por consejo de Bassani y tuvo un éxito enorme. En seguida, recibió numerosos premios. En 1963 dio el salto a la gran pantalla en una película dirigida por Visconti y protagonizada por Burt Lancaster, Alain Delon, Claudia Cardinale.
Entre los personajes de la novela, destacan el Príncipe de Salina, basado en el bisabuelo del autor; el sobrino Tancredi; Angélica, hija de don Calogero, de la nueva clase; o el alcalde de Donnafugata.
El gran tema de la novela es la llegada de los cambio sociales, la aristocracia tradicional comienza a ser sustituida por burócratas y burgueses enriquecidos. De fondo, Giuseppe Tomasi di Lampedusa muestra un escepticismo enorme sobre su tierra: "Los sicilianos odiarán a los que quieran despertarlos de su sueño, tienen deseo del olvido".
El título de la novela responde a esta idea: "Nosotros somos leopardos y leones; quienes ocuparán nuestro lugar serán hienas y chacales, pero todos nos creemos la sal de la tierra…" Hay una frase que resume la obra: "Si quieres que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
El autor fue enterrado en el cementerio de capuchinos de Palermo, igual que lo fue Príncipe de su novela.
Los amantes de la lectura y del cine son bastante contundentes a la hora de valorar esta relación y en la inmensa mayoría de los casos siempre se han manifestado a favor de la novela frente a la película inspirada en ella. Y esto es así por dos razones fundamentales. La primera es que el lector imagina unos escenarios, unos intérpretes, unas situaciones de forma subjetiva y no les suele gustar la interpretación que los guionistas y directores hacen de los textos literarios. Y la segunda es que el cine debe resumir en un par de horas aproximadamente textos mucho más largos y complejos, lo cual conduce, irremisiblemente, a la expurgación de los contenidos, dejando fuera del relato cinematográfico gran parte de pasajes de la obra literaria en que se inspira y llegando, incluso, a la eliminación total de muchos personajes y situaciones.
Creo que en este punto casi todos estamos de acuerdo. Como también creo que podemos coincidir en que no siempre es así. Porque hay veces en que la obra cinematográfica no solo iguala en importancia e interés a la obra literaria, sino que, en ocasiones incluso la supera, aunque se trate de una obra literaria de relieve. Este es el caso que ahora nos ocupa: el de una película, "EL GATOPARDO", que supera a la novela en que se inspira para erigirse, además, en una de las grandes películas de la historia del cine.
En síntesis, El Gatopardo está ambientada en los años anteriores a la unificación italiana cuando los camisas rojas de Garibaldi ocuparon Sicilia y llevaron el temor a las clases privilegiadas ancladas en un sueño de siglos. El príncipe Fabrizio Salina, representante de esa aristocracia caduca, comprende entonces que ha llegado el final de una época donde los miembros de su clase vivían en sus palacios rodeados de sirvientes en un sistema patriarcal y que su viejo mundo estaba empezando a ser sustituido por el irremediable ascenso de una burguesía de origen plebeyo que ya empezaba a controlar la riqueza del país. El joven sobrino de Lampedusa, Tancredi, será el instrumento del que se valdrá el príncipe de Salina para seguir manteniendo el árbol familiar por encima de las convulsiones de la época.
Así, pues, el cambio social es el punto de inflexión de esta gran película. Era, además la historia del propio destino del director –también aristócrata- y la historia de su propia clase social.
Con todo y con ello hoy nadie discute la gran importancia de "EL GATOPARDO" en la historia del cine, una película que ha alcanzado en diversas ocasiones el primer lugar en las preferencias de críticos e historiadores del cine a la hora de elegir las mejores películas de la historia.
Qué grande es el cine - El gatopardo
Debate en torno a la película 'El gatopardo' de Luchino Visconti (1963).
Con José Luis Garci, Antonio Giménez Rico, Juan Tebar y Juan Cobos.
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