"ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DE LA
REPÚBLICA DE VENEZUELA 🇻🇪
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR"
🙏
Soberano Señor del Universo
y Redentor del Mundo,
Clementísimo Jesús que por un
prodigio inenarrable de tu Caridad
te has quedado con nosotros en este
Sacramento hasta el fin de los siglos;
aquí venimos a tus pies a
proclamarte Solemnemente
y a la Faz del Cielo y de la Tierra,
nuestro único Rey y Dominador Santísimo.
A quien Consagramos
todos nuestros afectos y servicios
y en quien ponemos
todas nuestras Esperanzas.
Tú eres Nuestro Dios,
y no tendremos otro alguno delante de Ti,
en tus manos ponemos nuestra suerte
y con ella los destinos de nuestra Patria.
Muchos te hemos ofendido, y como el Hijo pródigo
hemos disipado en los desórdenes tu herencia,
perdónanos que ya volvemos
con Espíritu contrito a tu casa y a tus brazos.
Recíbenos, Salvador nuestro,
y concédenos que venga a nosotros
tu Reino Eucarístico.
Levanta bien alto tu Trono en nuestra República,
a fin de que en ella te veas glorificado
por singular manera y sea honra nuestra,
de distinción inapreciable,
el llamarnos la República Venezuela
del Santísimo Sacramento del Altar.
Te entregamos cuanto somos
y cuanto tenemos cubre nuestra ofrenda
con tú mirada Paternal y hazla aceptable
y valiosa en tú Divina presencia.
Otra vez te pedimos nos recibas,
que no nos deseches,
y que este acto de nuestro Amor
y de nuestra gratitud sea repetido,
cada vez con mayor fervor,
de Generación en Generación,
mientras Venezuela exista,
para que jamás la apartes de tú Sagrado Corazón.
Que así sea para nuestra vida del tiempo y después.
Por los Siglos de los Siglos.
¡Amén!
Oración de Consagración y Desagravio de Venezuela
a los Sagrados Corazones de Jesús y de María
¡Oh Sacratísimo Corazón de Jesús!
¡Oh Dulcísimo Corazón de María!
Amabilísimos Corazones,
que han sido refugio seguro del pueblo venezolano
por tantas generaciones, les rogamos,
postrados de rodillas e implorando
Su Gran Misericordia, que no desechen las súplicas
que les dirigimos, desde lo más profundo
de nuestros corazones, en favor
de nuestra querida Patria,
tan amenazada en estos tiempos
de desestabilización, incertidumbre y angustia.
Les consagramos a Venezuela entera,
con su pueblo, sus familias,
su clero, sus gobernantes
y su geografía toda, para que,
protegida en Sus Corazones
con la llama inextinguible
de Su Inmenso y Gran Amor,
no perezca en manos de quienes
impunemente buscan
su desestabilización y su caos.
Queremos también desagraviarlos
por el olvido en que muchos los han dejado,
por la indiferencia, las ofensas y las injurias
de que son objeto a diario, por la profanación
de Sus sagradas imágenes,
por los sacrilegios cometidos
contra el Santísimo Sacramento del Altar,
por los abominables cultos
con que habéis sido substituidos y, finalmente,
por la maldad de quienes permiten y promueven
la difusión de graves errores
que han llevado a muchos a alejarse
del Dios Uno y Trino, Santísima Trinidad,
Único y Verdadero Dios.
Concédannos, Amabilísimos Corazones,
el Auxilio, la Protección, y la Paz
que humildemente imploramos
para nuestra Patria,
confiados en Su Gran Misericordia
y en Su Inmenso Amor por ella.
Venezuela, suya, por siempre.
¡AMÉN!
ORACIÓN POR LA SALVACIÓN DE VENEZUELA
#SOSVENEZUELA
Dios Padre nos acercamos a Ti para poner
en tus manos el destino de Venezuela.
Sabemos que amas esta tierra de Gracia,
que para ella tienes plantes de bien.
Señor, a Ti consagramos nuestra tierra
y pedimos que Tu Reino venga a ella.
Quita del trono a los soberbios
que blasfeman y enlabian contra Ti,
contra tus leyes y contra tu Iglesia,
ilumínanos para elegir a nuestros representantes
que sirvan a su pueblo y no se sirvan de ello.
Jesucristo, señálanos el camino de democracia,
de la Libertad, de La Verdad y de La Lealtad.
Espíritu Santo, ilumina la oscuridad
de las mentes para que caminen en la verdad,
danos sabiduría para obedecer a Dios
antes que a los hombres,
para no poner nuestra confianza
en doctrinas e ideologías pasajeras.
IMPLOREMOS TODOS JUNTOS:
¡QUE LA PAZ -CON JUSTICIA Y LIBERTAD-
PREVALEZCA EN TODA LA NACIÓN VENEZOLANA!
¡AMÉN!
DECRETO DE SANACIÓN, LIBERACIÓN
Y JUSTICIA SOBRE LA TIERRA,
EL MAR Y EL CIELO DE VENEZUELA
Considerando que del Señor, es la tierra y su plenitud el mundo y los que en él habitan porque Él la fundó sobre los mares y la afirmó sobre los ríos (Salmos 24:1 y 2) y es Creador del cielo y la tierra del mar y de todo lo que en ellos hay (Salmos 14:6).
Considerando que el cielo es su trono y la tierra es el estrado de sus pies (Hechos 7:49).
Considerando que a su represión quedan al descubierto los cimientos del mundo (Salmos 18:15).
Considerando que todas las cosas por Él fueron hechas y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho (Juan 1:3).
Considerando que nos dio su autoridad cuando nos hizo a su imagen y semejanza y nos dio señorío sobre los peces, las aves, las bestias, en toda la tierra, en todo animal que se arrastra sobre la tierra (Génesis 1:20-26).
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO,
Promulgo el siguiente decreto:
Deróguese todo decreto de muerte, toda contaminación, en las aguas, en los ríos: Orinoco Arauca, Caroní, Sarare, Amacuro, Portuguesa, Yaracuy y el mar Caribe, las plagas y las pestes que de ellos emanen y cualquier inmoralidad que se ha practicado sobre ellos.
Decrétese que son salutíferas y las venas de las aguas que atraviesan el territorio de Venezuela. Como se limpiaron las aguas en el tiempo del profeta Eliseo y no habrá más muerte, ni enfermedad fueron sana hasta hoy (2 de Reyes 2:21 y 22).
Anúlese toda invocación a dioses paganos en lugares altos y estos altares asolados e imagen del sol serán quebradas y El Señor hará que caigan sus ídolos (Ezequiel 6:3 y 4).
Establezcas en Venezuela altares de adoración porque fuimos creados para la alabanza de su gloria (Isaías 43:7). Alábenle los cielos y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve (Salmos 69:34).
Decrétese que la tierra reconozca a su Creador así como el rey Nabucodonosor reconoció que el cielo gobierna en la tierra según (Daniel 6:26). Por lo tanto no temeremos aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar. Aunque bramen y se turbe en sus aguas y tiemblen los montes a causa de su braveza (Salmos 46: 2-3). Porque Jehová hiciste temblar la tierra, la has hendido, sana sus roturas porque titubea (Salmos 60:2).
Decrétese que son benditas las tierras, el mar, los montes y los cielos; que los desiertos se vuelven estanques y en la sequedad en manantiales de agua (Isaías 35:7) y sana nuestra tierra (2 Crónicas 7:14).
Dado este decreto en la ciudad de Maracay, estado Aragua a los 19 días del mes de Julio del año 2015. El cual se publica para que sea de conocimiento a los hijos de Dios y entra en vigencia inmediatamente. Dejando anulada toda ley que contravenga la presente disposición.
Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre Omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre Señor.
Amén.
Declaramos que Dios es nuestro Padre y Creador que ha conferido toda autoridad a su Hijo Jesucristo y a la Iglesia para que gobierne y establezca el diseño de Dios sobre cada nación ciudad y territorio como lo confirma Lucas 10:19.
Decreto la anulación de maldiciones que hayan venido como consecuencia de pactos, conjuros o consagración de nuestra nación Venezuela a toda potestad de las tinieblas como lo afirma (Colosenses 2:14-15). Atamos, ligamos y echamos fuera en el nombre de Jesús a todo principado, potestades y todo ente demoníaco de la historia de Venezuela y en el presente que haya llevado latrocinio, corrupción, soborno, extorsión, robo, hurto, homicidios y posiciones ilegales como lo afirma Hebreos 4:13.
Decreto que quedan expuestas a la luz todas las estrategias de engaño, traición y manipulación que se implementa a través de la estructura del poder de la sociedad como lo afirma Lucas 8:17.
Decreto que Dios establece en posiciones de gobierno y autoridad en nuestro país a hombres y mujeres temerosos de Dios, sabios, entendidos, cuerdos y prudentes con el carácter y la mayordomía de José, como lo dice Proverbios 22:9 y Salmos 33:12.
Decreto que mi nación está rociada con la Sangre de Jesucristo como lo afirma Isaías 51:15.
Decreto que la gloria de Dios se revela en mi nación como lo afirma Isaías 40:5.
Decreto que el dominio del Señor se establece en mi nación como lo afirma Salmos 72:12-13.
Consagramos, se consagra y se entrega al Señor Jesucristo toda nuestra nación y lo proclamamos como el Señor de todo lo que está en la tierra. Sobre la tierra y debajo de la tierra y sus habitantes. Por lo tanto se declara que el reino de Dios está entronado en todo el territorio Nacional como lo afirma Daniel 7:14 y el Salmos 24:1.
Se establece que la Iglesia de Venezuela se manifiesta unida y fortalecida. Estableciendo el Reino de Dios, activado su poder sobrenatural en todo el territorio Nacional y que se multiplican las iglesias y los cinco ministerios a través de una pesca milagrosa de almas trayendo sanidad en todos los estados, municipios, ciudades, pueblos y caseríos del país como lo dice Isaías 54:17 e Isaías 45:8 y declaramos ese amén con este versículo que dice: “Del Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan”. ¡Amén!
Decreto en anunciar la palabra de Dios con la autoridad que Dios nos ha dado y declararla como real, viva en nuestras vidas, en nuestro país en nuestras casas, en el nombre poderoso de Jesús.
UN LLAMADO A LA ORACIÓN - SALMO 26 - PADRE FREITES
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