Quisiera tener las palabras
para llegar hasta el cielo,
para remontar el vuelo,
para extender estas alas...
Quisiera tener las palabras
que revelen el misterio
de la vida y su sentido,
de lo profundo y lo eterno.
Quisiera tener el poder
de cantar a la belleza
de los bosques, de los lagos,
de los ríos y los mares,
,de todos los animales
de la Madre Naturaleza.
Las palabras que consuelen,
que traigan la paz y el sosiego,
las que lleven a mi alma
hacia el mar abierto y pleno.
Las palabras de los niños,
transparentes, limpias, puras,
las que dicen inocentes
como jugando y cantando
tomándose de las manos
entre risas estridentes.
Quisiera tener las palabras
que describan tu sonrisa,
siempre radiante y hermosa,
siempre alumbrando el camino
indescriptible por bella,
por sencilla y luminosa.
Quisiera tener las palabras
del gozo y del entusiasmo,
de la fiesta y la ilusión,
del encanto y la pasión
que lleven alegría y esperanza
al corazón quebrantado.
Quisiera olvidarme de todo,
del dolor y del fracaso,
de la amargura y la angustia,
la fatiga y el cansancio...
Quisiera borrar la sombra
del temor y del pasado,
quisiera volver a la ruta
del sitio que he anhelado.
Quisiera tener las palabras
que me conduzcan a Dios,
y al corazón de mi hermano,
que traigan la salvación...
Pedro Fernández González
para llegar hasta el cielo,
para remontar el vuelo,
para extender estas alas...
Quisiera tener las palabras
que revelen el misterio
de la vida y su sentido,
de lo profundo y lo eterno.
Quisiera tener el poder
de cantar a la belleza
de los bosques, de los lagos,
de los ríos y los mares,
,de todos los animales
de la Madre Naturaleza.
Las palabras que consuelen,
que traigan la paz y el sosiego,
las que lleven a mi alma
hacia el mar abierto y pleno.
Las palabras de los niños,
transparentes, limpias, puras,
las que dicen inocentes
como jugando y cantando
tomándose de las manos
entre risas estridentes.
Quisiera tener las palabras
que describan tu sonrisa,
siempre radiante y hermosa,
siempre alumbrando el camino
indescriptible por bella,
por sencilla y luminosa.
Quisiera tener las palabras
del gozo y del entusiasmo,
de la fiesta y la ilusión,
del encanto y la pasión
que lleven alegría y esperanza
al corazón quebrantado.
Quisiera olvidarme de todo,
del dolor y del fracaso,
de la amargura y la angustia,
la fatiga y el cansancio...
Quisiera borrar la sombra
del temor y del pasado,
quisiera volver a la ruta
del sitio que he anhelado.
Quisiera tener las palabras
que me conduzcan a Dios,
y al corazón de mi hermano,
que traigan la salvación...
Pedro Fernández González
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