UN NUEVO COMIENZO
SANTIAGO ABASCAL
Si en la derrota no desesperas
ni en la victoria te embriagas.
Si jamás das una batalla por perdida
ni una bandera por arriada.
Si eliges siempre el coraje
cuando el miedo te desafía,
y si no te ríes del honor
porque no quieres vivir entre traidores.
Si anhelas nuevos horizontes
sin despreciar tus viejos orígenes.
Si no derrochas lo que no tienes
y eres generoso con quien de verdad lo necesita.
Si conservas intacta tu honradez
en tiempos de corrupción,
y sabes bien que no es lo mismo
el vicio que la virtud.
Si a veces corres tras la verdad
cuando los demás desfallecen.
Si tu voz limpia alcanza por igual
a reyes y hombres corrientes.
Si sientes gratitud y orgullo
por quienes de uniforme
guardan el muro, si recuerdas a los que cayeron
para que no caigan nunca en el olvido.
Si respetas la historia y el legado de tus mayores.
Si eres capaz de batirte para proteger
el futuro y el patrimonio de tus hijos.
Si amas a tu patria como amas a tus padres.
Si eliges la belleza,
el bien y la verdad.
Si estás dispuesto a una pelea perpetua
por tu libertad.
Si tomas partido hasta mancharte
para combatir una injusticia.
Si crees que en el riesgo hay esperanza.
Créeme, si haces todo eso,
en la noche y en el día,
en la tormenta y en la calma,
en los días de miseria
o en la hora de la abundancia,
sabrás que estás logrando
hacer a España, grande otra vez.
VOX - UN NUEVO COMIENZO
SOMOS SU LEGADO
“Tenemos el deber de ser agradecidos porque todo lo que tenemos es heredado. Solo somos los albaceas testamentarios de un legado….
Llevamos apellidos que fueron nombres que otros portaron…
Vivímos en pueblos y ciudades que otros levantaron….
Trabajamos en campos que otros labraron antes….
Recorremos montes que otros cuidaron…
Navegamos, cosechamos, pescamos o cazamos con las tecnicas que otros diseñaron…
Rezamos en iglesias que otros levantaron y que seguirán albergando la fe de generaciones y generaciones…..
Seguimos mandamientos y normas morales que otros han respetado…
Entendemos la vida a través de dichos y refranes que ayudaron a otros a entender la vida….
Hablamos la lengua que otros alumbraron….
Celebramos acontecimientos que protagonizaron otros, y los sentimos como propios.
Y descansamos del trabajo en los días festivos para conmemorar hazañas que tambien otros hicieron.
Llevamos incluso en nuestros rostros y en nuestras facciones la herencia de otros.
Nuestro horizonte de referencias viene condicionado por esa vinculación histórica de hombres y mujeres, de generaciones y generaciones de personas, de españoles, que pelearon por su identidad, que defendieron el sentido común que habían comprendido en sus casas, que defendieron la libertad y la dignidad humana.
Esos otros están en nuestros cementerios,
están en nuestras estatuas,
están en nuestros libros,
están en nuestra memoria,
porque esos otros no eran extraños,
no eran ajenos, esos otros eran los nuestros, eran los que nos precedieron…
esos OTROS somos NOSOTROS.”
IMPRESIONANTE CARTA DE SANTIAGO ABASCAL, PRESIDENTE DE VOX,
AL CASTROCHAVISTA DE PABLO IGLESIAS
Pablo, permite que me ahorre lo de "estimado", más que nada porque me gusta decir la verdad siempre. El caso es que el otro día reiteraste tu miseria moral alabando a un terrorista. Dijiste que "sin personas como Otegi no habría paz". No leí tus declaraciones. Me las leyó mi padre. Me llamó por teléfono expresamente. Te ahorro la literalidad de la conversación porque es más virulenta aún que las letras que ahora escribo.
Pero debes saber que, mientras tú vomitabas esa basura, el hombre que me llamaba no debía de tener a muchos metros a los escoltas que le vigilan desde hace veinte años gracias a las balas de los amigos de Otegi. Mientras tú pasabas tu infancia en Soria leyendo a Verne y a Salgari, yo la pasaba en tierra vasca –y española– viendo cómo mataban a los amigos de mi padre, como Jesús Velasco o Félix Galíndez, o como a Estanis Galíndez, cartero de mi pueblo, asesinado, como todos, por la espalda. Sello de tus admirados, valientes y perspicaces amigos.
Mientras tu adolescencia empezaba a despertar con sueños húmedos con no sé qué actriz española –algo de eso dijiste hace poco–, la mía despertaba con las cartas que la ETA escribía a mi abuelo para anunciarle su temprana muerte: "Le buscaremos hasta ejecutarle", rezaban las misivas de tus perspicaces amigos. Mientras tú te reunías con el enemigo en una herriko taberna y alababas la "perspicacia de ETA", yo recibía a mis hijos en el paritorio acompañado por guardaespaldas.
Mientras tú te entretenías en la universidad entre escrache y manifa, yo acudía a la universidad escoltado y veía mi nombre en un punto de mira pintado con spray en las mismas pizarras. Literal, Pablo. Mientras tú disfrutabas de tus becas y de tu vida facilona, yo llevaba una pistola al cinto por si podía evitar que me pegasen un tiro en la nuca, anuncio también literal de las paredes de mi pueblo.
Mientras tú animabas a la afición que te jaleaba a salir a "cazar fascistas" o a pegar a un "lumpen", y quizá mientrás tú leías cómo se hace un cóctel molotov, yo empezaba la madrugada apagando el fuego de la tienda de ropa de mi padre, arrasada por el fuego de los cócteles molotov de los amigos de tus amigos.
Mientras tú te dedicabas a acosar a los que no piensan como tú en la universidad –me acuerdo ahora de Rosa Díez–, yo veía pasar el féretro de Gregorio Ordóñez entre vivas a España, o velaba el cadáver de Jesús Mari Pedrosa, asesinado a tiros en la puerta de su casa en Durango.
Mientras yo rendía honores a Manuel Indiano, abatido a balazos en su tienda de golosinas de Zumárraga, tú cogías un vuelo para tu paraíso venezolano o iraní para aprender cómo jodernos más la vida.
Tu paraíso es nuestro infierno. Tus amigos son nuestros enemigos. Y tus héroes, Pablo, son nuestros villanos. Y tú –siento decirlo y siento pensarlo– eres todo eso a la vez, sin matices, el enemigo, un villano y el infierno mismo.
Por eso somos tantos los que te conocemos, cada día un poco más, los que vemos la gran mentira que se esconde detrás de alguna de tus verdades. Y por eso somos tantos los que te combatiremos, en las universidades si hace falta, en las urnas cuando toque, en los tribunales cuando la ocasión lo exija. En la cheka si ese es nuestro destino en la España soviética que querrías construir. Y en todos los lugares en los que pretendas dar tu pérfida batalla. Cuando quieras y donde quieras. Porque se trata de nuestra Patria y se trata de nuestra Libertad. Y no solo no crees en ninguna de las dos, sino que quieres destruir ambas.
Lo tienes crudo, porque somos millones los que pensamos que representas lo peor. Lástima que los corruptos te hayan dado esta oportunidad para engañar a tanta buena gente. Porque es así, Pablo, tú solo eres una consecuencia de la corrupción de tantos dirigentes del PSOE y del PP. Gracias a Dios, la España decente os combatirá a ambos a la vez. Por una España más unida, más justa y más libre. Os combatiremos siempre.
Santiago Abascal, presidente de Vox.
Carta de la ETA al padre de Santiago Abascal (VOX)
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