EL Rincón de Yanka: TIMOCRACIA DE RUBÉN SÁNCHEZ - 300 TRAMPAS A LOS CONSUMIDORES

inicio














miércoles, 21 de octubre de 2015

TIMOCRACIA DE RUBÉN SÁNCHEZ - 300 TRAMPAS A LOS CONSUMIDORES


Este libro está basado en hechos reales. Todos los nombres y marcas comerciales que aparecen en él coinciden con los de sus protagonistas. Las conversaciones telefónicas y en redes sociales que reproduce son experiencias personales del autor o inspiradas en fraudes auténticos sufridos por consumidores. Ningún timador fue herido durante su redacción.

¿Por qué la llaman democracia cuando deberían decir timocracia?


El mundo en el que vivimos se parece mucho al de la película de culto de 1998 Dark City 1, una pequeña joya mitad cine negro, mitad pesadilla de ciencia ficción. La trama transcurre en una ciudad de la que todo el mundo cree que tiene libertad para salir, aunque en realidad nadie lo ha intentado. En ella, una sociedad secreta denominada Los Ocultosejerce su poder desde las sombras experimentando con sus habitantes y usándolos como marionetas. Sus recuerdos, sus deseos, sus decisiones... son en buena parte fruto de la manipulación de la que están siendo objeto durante todas sus vidas sin saberlo.

Muchos de los personajes de la historia despiertan cada día con una nueva identidad: el portero del hotel pasa a estar al frente de un quiosco de prensa, un solitario asesino se convierte en un hombre de familia... Algunos de los protagonistas de la vida política, social y económica española en las últimas tres décadas parecen salidos del filme, aunque la diferencia es que a ellos les dejaron elegir sus papeles.Pedro Solbes pasó de ser vicepresidente del Gobierno y visionario -"la burbuja no va a pinchar", predijo en 2007- a consejero de Enel, la energética italiana que compró Endesa con la ayuda del ministro socialista. Gerardo Díaz Ferrán dejó de presidir la organización filantrópica CEOE para convertirse en convicto. La aclamada estrella internacional de la canción Ramoncín dejó de actuar en solitario para ser la voz de una banda dedicada a recaudar impuestos en bodas, bautizos y comuniones... De todos ellos, Rodrigo Rato es posiblemente quien haya interpretado la más larga y variopinta lista de papeles:"mejor ministro de Economía de la democracia" -José María Aznar dixit-, vicepresidente del Gobierno, director gerente del Fondo Monetario Internacional, director de dos de los bancos que han llevado a España a la ruina -primero Caja Madrid y después Bankia-, consejero de Telefónica para América Latina y Europa, diseñador de un complejo entramado empresarial con ramificaciones en paraísos fiscales y sospechoso de delito societario, blanqueo de capitales, fraude fiscal, alzamiento de bienes y apropiación indebida. Y todo eso sin que le hayan dado ni una triste nominación al Goya.

En una sociedad donde tantos políticos gobiernan siendo auténticos cómplices de aquéllos que cometen los mayores abusos, donde quienes realmente tienen el poder son los multimillonarios que dominan las grandes empresas, donde los timos se cometen con absoluta impunidad, debemos preguntarnos por qué la llaman democracia cuando deberían decir timocracia.

Timocracia procede del griego timokratía (τιμοκρατία) y es, según la definición que le da el Diccionario de la lengua española, el "gobierno en que ejercen el poder los ciudadanos que tienen cierto nivel de renta". Platón, el autor del texto más antiguo en el que se encuentra la palabratimocracia, señalaba en su obra La República que ésta tenía entre sus fundamentos la búsqueda del honor. Y es que el término deriva de las palabras griegas timé (τιμη), que significa honor, y krátia (κρατια),gobierno. Aunque los filósofos griegos concebían la timocracia como una forma de gobierno que derivaba en corrupción dado el enorme amor por el dinero de los que tenían el poder, lo cierto es que el significado que hoy nos evoca el término va más allá del que tenía en sus orígenes. Timo es la "acción o efecto de timar", cuyas dos primeras acepciones en el diccionario de la RAE son "quitar o hurtar con engaño" y"engañar a alguien con promesas o esperanzas".

Este libro pretende ser una guía de supervivencia por el oscuro mundo del fraude y una cura de desintoxicación para quienes viven narcotizados por las mentiras con las que nos manipulan gobiernos y corporaciones -esto me ha quedado un poquito pedante, lo sé, pero me mola mucho la palabra narcotizados-.

Con Timocracia también intentaré ayudarte a ahorrar. Quizás no alcances el nivel experto que tiene el ministro José Manuel Soria, capaz de encontrar una suite presidencial con mayordomo privado y dos jacuzzis en un lujoso hotel de Punta Cana por sólo 70 euros al día, cuando al común de los mortales nos cobrarían casi veinte veces más. Pero seguro que durante este viaje por 300 trampas con las que empresas y gobiernos nos toman el pelo a los consumidores te harás con una buena colección de armas no sólo para defenderte de los fraudes, sino para que pases al contraataque.



"¿Qué nos ocurre en el futuro? ¿Nos volvemos gilipollas o algo parecido?". Es la pregunta que hace treinta años le hizo Marty McFly a su amigo el doctor Emmet Brown antes de subir al DeLorean para realizar su tercer viaje en el tiempo 1. Cuando sale de la máquina el 21 de octubre de 2015, Marty está tan alucinado con lo que ven sus ojos que ni siquiera se da cuenta de que le han cambiado a su chica por la novia de Karate Kid 2. A los españoles también nos han dado otro cambiazo delante de nuestras narices, pero nosotros salimos perdiendo: las que en los años 80 eran nuestras principales empresas públicas han pasado a manos de bancos, fondos de inversión, gobiernos extranjeros... En sus consejos de administración se sientan muchos de los que antes eran ministros. Y las dos grandes compañías energéticas han tenido a sueldo a los presidentes que iniciaron las privatizaciones y desregulaciones: Felipe González (PSOE, Gas Natural Fenosa, cuyos principales accionistas son La Caixa y Repsol 3) y José María Aznar (PP, Endesa, bajo el control del Gobierno de Italia 4). Estas puertas giratorias suponen para muchos políticos un pago en diferido por los servicios prestados cuando ejercían el poder -o más bien cuando eran las marionetas de quienes realmente lo tienen-.

En treinta años, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha subido un 187% -dato relativo al intervalo entre enero de 1985 y enero de 2015-, un porcentaje en el que evidentemente han tenido un importante peso los sectores objeto de las privatizaciones y liberalizaciones trampa. Por su parte, el salario medio de los españoles en estas tres décadas ha crecido sólo un 131%, cincuenta y seis puntos menos, pasando de 817 a 1.891 euros22 mensuales. Sí, a mí también me parece muy elevada esa cantidad. Estoy convencido de que si hiciese una media entre los sueldos de la gente que conozco, no rozaría los 1.900 euros ni de lejos. Supongo que para calcular el salario medio los que hacen las estadísticas incluyen tanto lo que cobran las víctimas de los trabajos basura que ha puesto de moda el Gobierno de Rajoy con su reforma laboral como lo que necesitan ingresar cada mes los dirigentes de la patronal y los directivos del IBEX 35 para que les merezcan la pena sus grandes esfuerzos por salvar España.

Vamos a ver qué ha ocurrrido con las tarifas de los sectores liberalizados -o más bien desregulados-5 en estas tres décadas. Empezamos con la luz, donde además daremos un repaso por algunos de los grandísimos disparates cometidos durante los gobiernos del PSOE y el PP.

1. Luz

El 26 de octubre de 1985, cuando Marty se metió en el DeLorean con su novia y Doc para viajar treinta años al futuro, lo que pagábamos en España por la luz hoy nos parecería más propio de una historia de ciencia ficción que el hecho de que el malo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? 6 fuese capaz de construir una máquina del tiempo en un coche deportivo. El usuario medio 7 pagaba entonces 8 25,41 euros al mes. No, no te ha entrado ninguna pelusa en un ojo que te nuble la vista. Has leído bien: poco más de 25 euros al mes.

En 1995 9, por el mismo consumo que diez años antes se pagaban 49,53 euros al mes, un 95% más. Los tarifazos aprobados durante los gobiernos de Felipe González se vieron agravados con la creación del IVA en 1986 10 y el impuesto sobre la electricidad en 1998 11.

En los ocho años del popular Aznar ocurrió justo lo contrario. Desde que alcanzó el poder hasta 2001 bajó las tarifas eléctricas cinco veces -entonces se actualizaban anualmente-, el año después las mantuvo congeladas y los dos siguientes aprobó pequeñas subidas prácticamente imperceptibles para los consumidores. Cuando salió del Gobierno en 2004 12, el recibo mensual del usuario medio estaba en 44,11 euros, un 11% más barato que cuando llegó.

La utilizada por el primer presidente del PP fue la fórmula perfecta cuando se quiere convencer a los ciudadanos de las ventajas que tiene malvender las empresas públicas y liberalizar -o más bien desregular- sectores estratégicos para la economía de un país. Aznar aplicó bajadas en la electricidad porque impuso a las compañías que durante los primeros años de la liberalización tendrían que cortarse un poco al fijar los precios a cambio de indemnizarles con 12.000 millones de euros 13 por los supuestos costes que les supondría su transición a la competencia -los denominados CTCs-. Indemnización -más bien regalo- que después se demostró que estuvo hinchada en al menos 3.600 millones de euros, pero que los siguientes gobiernos rehusaron reclamar a las eléctricas que devolvieran.

Cuando las nuevas reglas del mercado que él mismo había impuesto dictaban que ya le tocaba subir las tarifas a los consumidores, Aznaroptó primero por no hacerlo y después por aplicar incrementos muy por debajo de lo que correspondía. Mientras Iberdrola y Endesa se beneficiaban de su situación de dominio en un oscuro mercado mayorista que les permitía subir los precios a su antojo, el Gobierno hacía como que no se enteraba. Así nació el conocido como déficit de tarifa: si los consumidores pagaban precios muy por debajo de los que resultaban de las subastas en el mercado de la generación eléctrica, en realidad no hacían otra cosa que contraer una deuda con las compañías que tarde o temprano tendrían que saldar. Fue uno de los trucos que, para camuflar la inflación, utilizó el prestidigitador que montaba un entramado empresarial en paraísos fiscales mientras nos aleccionaba a los españoles sobre nuestras obligaciones tributarias: el otrora idolatrado vicepresidente Rodrigo Rato, autor del milagro económicoque sembró la semilla de la crisis en España -"no hay burbuja", decía en 2003-.

Subida de la luz desde 1985. | Imagen: FACUA.org.






Pero el déficit de tarifa fue uno de los muchos problemas que tendrían que asumir los siguientes gobiernos y, sobre todo, los ciudadanos. Lamentablemente, en lugar de cuestionar las liberalizaciones trampaaprobadas por los gobiernos del PP, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero decidió poner el piloto automático aprovechando los engañosos vientos de bonanza económica que soplaban al asumir la Presidencia del Gobierno. Cuando se convirtieron en huracanes, Zapatero se negó a reconocerlos. Y mientras arrasaban con la economía de millones de ciudadanos, dejándolos sin empleo y provocando que los bancos echaran a muchos de ellos de sus viviendas pegándoles un portazo, la única puerta que les importaba a algunos de nuestros gobernantes era la que les llevaría a los consejos de administración de las empresas que teledirigían la política económica del país.



El presidente socialista tampoco quiso cuestionar el déficit de tarifa y optó por no realizar la necesaria auditoría a las energéticas para evaluar cuáles eran los costes reales de la generación eléctrica. Así que los consumidores hemos tenido que indemnizar a las grandes eléctricas con decenas de miles de millones de euros porque había que creerse lo carísimo que les estaba suponiendo producir la energía y la estábamos pagando demasiado barata. Zapatero tampoco quiso reclamar al oligopoly eléctrico que nos devolviera los miles de millones que les pagamos de más por los costes de transición a la competencia. Y tras ZP, Rajoy haría como que la cosa tampoco no iba con él.

En 2005 14, un año después del regreso del PSOE al poder, el usuario medio pagaba 44,88 euros al mes por su recibo de la luz, un 9% menos que en 1995. Cuando se acercaban las Elecciones Generales de noviembre de 2011, Zapatero intentó poner un parche a las grandísimas subidas de la luz que había aprobado durante sus dos legislaturas y decidió no aplicar los incrementos que ordenaba el mercado mayorista. Pero después de que su número dos, Alfredo Pérez Rubalcaba, perdiese las elecciones frente a Rajoy, el Tribunal Supremo dictaminó que el Gobierno socialista se había saltado la legislación eléctrica al no repercutir a los consumidores la subida impuesta por el mercado mayorista de la generación. Y al final, tuvimos que pagar enormes recargos en tres recibos para compensar a las eléctricas.

En definitiva, durante los dos gobiernos de Zapatero la luz subió y subió y subió... hasta un 78%. Parte se debió a la herencia recibida deAznar: el cacareado déficit de tarifa. Pero los tarifazos eran sólo una de las perversas consecuencias del modelo por el que tanto el PP como el PSOE han optado. Y es que lo que hizo el presidente socialista no fue más que continuar una hoja de ruta iniciada en España antes de que gobernase el PP, durante la etapa de González. Las políticas neoliberales emprendidas en los años 80 por Margaret Thatcher yRonald Reagan (sí, el actor) tardaron más en llegar a España. PeroGonzález, Aznar, Zapatero y Rajoy han cumplido a la perfección el papel que tenían que desempeñar en esta obra de teatro guionizada por los poderes económicos que, bajo eslóganes engañosos como libertad,calidad y competencia, consiste en el desmantelamiento de lo público para expoliarlo desde lo privado, el recorte tanto de obligaciones para las empresas como de derechos para los consumidores, la falta de controles que permiten que los fraudes sean masivos y salgan casi siempre gratis a quienes los cometen y la eliminación de la capacidad de los gobiernos de fijar los precios o ponerles límites.

Si tomamos como referencia la media de los precios aplicados durante los primeros nueve meses de 2015 15 el usuario medio pagó 76,97 euros al mes. Al echar la vista atrás diez años, la subida ha sido del 72%. En veinte años, del 55%, y en tres décadas, del 203%.

Con el Gobierno de Rajoy los problemas derivados de la carestía de la luz se han agravado. En plena crisis económica, cientos de miles de familias sufren cortes por impago o se privan de poner la calefacción en invierno. Mientras, el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, gana 44.000 euros al día, cantidad equivalente a las facturas eléctricas de 17.000 familias.

Para colmo, desde octubre de 2015 los usuarios que tenemos contadores cuyos consumos son registrados por las eléctricas en tiempo real a través de internet pagamos por la energía que consumimos un precio que varía cada hora. Así que la tarifa semirregulada -o más bien casinadarregulada- ya no se publica en el BOE y las eléctricas no nos envían información sobre sus precios. Si queremos saber cuáles son las veinticuatro tarifas que nos aplicarán mañana, tenemos que esperar a las 20.15 horas para que una página web nos informe.

A continuación, vamos a dar un breve repaso por las subidas que se han producido en otros sectores liberalizados: por un lado la bombona de butano y el gas natural, en los que los sucesivos gobiernos han aprobado incrementos enormes; y por otro el teléfono, la gasolina y el gasóleo, donde ya no hay intervención gubernamental en los precios y los oligopolios tienen prácticamente poder absoluto. Volvemos a iniciar más viajes hacia atrás en el tiempo hasta 1985 para después regresar al futuro. Agárrate fuerte porque vamos siempre en una empinadísima cuesta arriba.


Subida de la bombona de butano desde 1985. | Imagen: FACUA.org.



2. Butano



La bombona de butano de 12,5 kilogramos estaba en 5,29 euros en1985. En octubre de 1995 costaba 5,93 euros; en diez años había subido sólo un 12%. En el mes octubre de 2005, la bombona superó por primera vez la barrera de los 10 euros: pasó a costar 10,29, un 74% más que una década atrás.


El butano batió todos sus records en mayo de 2013, cuando el Gobierno fijó el precio en 17,50 euros -más del triple que tres décadas atrás-, que mantuvo durante veintidós meses. La subida con respecto a 1985 representaba nada menos que el 231%. Pero durante 2015, que casualmente es año electoral, la bombona ha bajado cuatro veces. En octubre cuesta 12,76 euros, un 25% por encima del precio de hace diez años y un 141% más que hace tres décadas.


Subida de la gasolina y el gasóleo desde 1985. | Imagen: FACUA.org.




3. Gas natural



En el gas natural, el incremento ha sido considerable, pero no ha llegado ni de lejos al del butano y ni que decir tiene si lo comparamos con el de la luz o, como veremos después, los de los combustibles de automoción.

El consumidor medio 16 pagaba en 1985 17 24,85 euros al mes. En 1995 18, su factura mensual era de 30,85 euros, un 24% más que diez años antes.

Una vez que las tarifas máximas dejaron de aprobarse cada año y el Gobierno pasó a hacerlo en intervalos más reducidos, si seguimos tomando como referencia el 21 de octubre como día para compararlas, en esa fecha en 2005 19 el usuario medio pagaba 37,05 euros mensuales, un 20% más que una década atrás.

En octubre de 2015 20, la factura del usuario medio es de 52,36 euros al mes. La subida en tres décadas asciende al 111%.

4. Teléfonía fija

En 1985, la cuota mensual por tener una línea con la Compañía Telefónica Nacional de España era de 6,01 euros. Las llamadas no se tarificaban por segundos, sino por pasos. Cada paso costaba 2 céntimos, y duraba entre 4 y 26 segundos en función de la distancia a la que estuviese la línea a la que se llamase, la hora del día y que fuese o no laborable. Si traducimos lo que costaban los pasos a las tarifas por minuto que utilizamos en la actualidad para comparar ofertas telefónicas, los precios de hace treinta años serían de entre 5 y 30 céntimos por minuto. En cuanto al establecimiento de cada comunicación, suponía 6 o 8 céntimos de euro, según el destino.

Así, una vez consumidos los 127 pasos 21 incluidos en la cuota mensual, una conversacion de dos minutos podía costar entre 15 y 67 céntimos.

En 2015, tener una línea fija con Telefónica supone una cuota mensual de como mínimo 19 euros, más del triple que la de hace 30 años -concretamente es un 207% más cara-. Es la tarifa de su Contrato Básico, en el que las llamadas a otros fijos cuestan 24 céntimos de lunes a viernes, sea cual sea su destino y duración, y están incluidas en la cuota mensual si se hacen los fines de semana. Las llamadas a móviles, las más habituales, suponen 19 céntimos por el establecimiento de la comunicación -hasta un 217% más cara que en 1985- más 12 o 19 céntimos por minuto, en función del horario en que se realicen.

Si en 1985 la llamada más frecuente era la que tenía como destino otro número -fijo, por supuesto- de la misma ciudad, en 2015 la mayoría de las llamadas desde fijo se dirigen a teléfonos móviles. Tomando como referencia una conversación de dos minutos, lo que hace treinta años costaba 15 céntimos hoy supone como mínimo casi el triple, 44 céntimos -un 187% más-. Eso sí, un alto porcentaje de llamadas tienen hoy un precio mucho más económico que tres décadas atrás. Pero lo cierto es que la cantidad que desembolsamos cada mes los consumidores por el teléfono -sin contar la parte que corresponde al uso de internet- está muy por encima del de entonces. Las telecos nos han creado la necesidad de estar permanentemente localizables y de realizar llamadas de forma compulsiva.


Subida de la gasolina y el gasóleo desde 1985. | Imagen: FACUA.org.



5. Gasolina y gasóleo



Cuando Doc recoge a Marty al finalizar la primera parte de Regreso al futuro para que conozca e intente evitar lo que pasará con sus hijos en 2015, el DeLorean ya no necesita uranio para realizar los viajes en el tiempo y se alimenta de basura. Teniendo en cuenta el precio al que se ha puesto la gasolina, la gran decepción de los mayores fans de la trilogía, hoy cuarentañeros, no es que los coches aún no vuelen, sino que sigan sin funcionar a base de residuos.


En octubre de 1985, el gasóleo costaba en España 37 céntimos de euro por litro, la gasolina súper 56 céntimos y la normal 52 céntimos. El 21 de octubre de 1995, el precio máximo semanal del gasóleo fue fijado por el Gobierno en 52 céntimos por litro, el de la gasolina súper en 67 céntimos y el de la sin plomo de 95 en 64 céntimos. Así que en diez años, el gasóleo había subido un 41%, la gasolina súper un 20% y la normal un 23%.

En el mes de octubre de 2005, el gasóleo tuvo un precio medio de 97 céntimos, la gasolina súper 1,14 euros y la sin plomo de 95 alcanzó 1,05 euros. La subida en una década había sido del 87% para el gasóleo, el 70% para la gasolina súper y el 64% para la normal.

En los primeros ocho meses de 2015 22, el precio del gasóleo fue de una media de 1,15 euros por litro y el de la gasolina de 95 octanos 1,26 euros -un 19 y un 20% más caros que diez años atrás-. Así que llenar el depósito de gasóleo cuesta más del triple que hace treinta años -un 211% más-, mientras que la gasolina ha subido un 142%. 

El gasóleo y la gasolina de 95 alcanzaron sus máximos históricos en España en septiembre de 2012: 1,43 y 1,50 euros por litro, respectivamente. Nada menos que un 314 y un 188% por encima de los precios regulados por el Gobierno en 1985. 23
_


1 Al final de Regreso al futuro (Back to the Future , EEUU, 1985), dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox (Marty McFly) y Christopher Lloyd (Doc Emmet Brown).

2 La actriz Claudia Wells, que hace el papel de la novia de Marty(Jennifer), fue sustituida en la segunda parte de la trilogía porElisabeth Sue, una de las protas de Karate Kid (The Karate Kid, EEUU, 1984), dirigida por John G. Avildsen.

3 Me refiero a los principales accionistas de Gas Natural Fenosa, no del PSOE.

4 Al PP no está muy claro quién lo controla en la actualidad.

5 Gracias a mis compañeras del equipo de comunicación de FACUALydia López, Ángeles Castellano, Diana González, y Mónica de la Rosa por ayudarme en los rastreos en las webs del Boletín Oficial del Estado (BOE), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Energía para localizar los datos de este capítulo.

6 Christopher Lloyd, que encarna al inventor de la máquina del tiempoDoc Emmet Brown en Regreso al futuro, es también el juez asesino de¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit?, EEUU, 1988), que al igual que la trilogía fue dirigida por Robert Zemeckis.

7 Según un análisis realizado por FACUA en 2009 sobre varias decenas de miles de facturas de viviendas habitadas, el usuario medio consume 366 kWh al mes y tiene una potencia contratada de 4,4 kW.

8 En 1985, cada kW de potencia contratada suponía 1,31 euros al mes y cada kWh consumido 5,37 céntimos.

9 En 1995, cada kW nos costaba 1,97 euros mensuales y el kWh estaba en 11,17 céntimos.

10 En el Impuesto sobre el Valor Añadido, tipo general -el que se aplica a la electricidad- nació al 12%, subió tres puntos en 1993 y alcanzó el 16% dos años después.

11 Se ha mantenido en el 5,113% desde entonces.

12 En 2004, el kW estaba en 1,75 euros y el kWh en 9,95 céntimos.

13 La cantidad se redujo después a 10.438 millones.

14 En 2005, cada kW suponía 1,78 euros y cada kWh 10,12 céntimos.

15 En los nueve primeros meses de 2015, cada kW supuso 4,46 euros y cada kWh una media de 14,21 céntimos.

16 Según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) durante la redacción de este capítulo, correspondientes a 2013, en España hay 7,4 millones de clientes de gas natural y el consumo medio doméstico-comercial es de 8.838 kWh al año.

17 En el gas natural existen dos tarifas fijadas por el Gobierno: la T1 (después TUR1), destinada a usuarios que no superan los 5.000 kWh de consumo al año, y la T2 (TUR2), para los que sobrepasan esa cantidad, con un límte de 50.000 kWh al año, que suelen ser hogares con agua caliente, cocina y calefacción con gas natural. En 1985, la unidad de medida para facturar el consumo era la termia (1 termia equivale a 1,163 kWh). Ese año, en la tarifa T1 el término fijo eran 1,99 euros y 3,83 céntimos por termia (3,29 céntimos por kWh). En la T2, el término fijo 4,65 euros y 3,19 céntimos por termia (2,74 céntimos por kWh).

18 Desde mediados de julio de 1995 hasta mediados de enero del año siguiente, las tarifas del gas natural fueron éstos: En la tarifa T1, el término fijo 2,47 euros al mes y 4,74 céntimos por termia (4,08 céntimos por kWh). En la T2, el término fijo 5,70 euros y 3,97 céntimos por termia (3,41 céntimos por kWh).

19 Desde mediados de julio hasta finales de octubre de 2005, las tarifas del gas natural publicadas en el BOE fueron éstas: en la T1, el término fijo 2,66 euros al mes y el kWh 5,01 céntimos. En la T2, el fijo 5,94 euros y el kWh 4,22 céntimos.

20 El 1 de octubre de 2015, las tarifas del gas natural publicadas en el BOE fueron: en la tarifa TUR1, 5,28 euros al mes en el término fijo y 6,49 céntimos por kWh. En la TUR2, 10,70 euros al mes en el término fijo y 5,65 céntimos por kWh.

21 En 1985, la cuota mensual de Telefónica incluía 127 pasos de contador, lo que suponía un máximo de 55 minutos y un mínimo de 9 dependiendo del horario y el destino de las llamadas.

22 En 2015, los precios medios del gasóleo fueron 1,07 euros por litro en enero de 2015, 1,14 en febrero, 1,17 en marzo, 1,18 en abril, 1,20 en mayo, 1,19 en junio, 1,15 en julio y 1,09 en agosto. En cuanto a la gasolina de 95, costó una media de 1,13 euros en enero, 1,21 en febrero, 1,26 en marzo, 1,29 en abril, 1,32 en mayo, 1,33 en junio, 1,32 en julio y 1,24 en agosto.

23 Dato de 2013, el último publicado por el INE. Por cierto, el salario mínimo, regulado por el Gobierno, ha subido un 190%: en 1985 era de 223 euros al mes y en 2015 de 649 euros.


Timocracia.pdf by Ecious on Scribd