Nos han enseñado que Dios es Todopoderoso (También). De ahí, algunos se han empeñado en colocarlo arriba, en introducirlo en grandilocuentes arquitecturas, en bendecir el poder para podérselo imponer a todos.
Sin embargo, cada vez estoy más convencido de que Dios es pequeñito, tan pequeñito que no lo vemos. De hecho, la pequeñez es una de las condiciones para adentrarnos en el Reino de los Cielos. O te haces pequeñito o no entras. O te bajas del trono o acabarás cayéndote al abismo.
Nos aferramos a lo monumental sin darnos cuenta de que dichas dimensiones nos impiden abrazarlo. Nos asusta el tamaño del grano de mostaza y sembramos semillas acorazadas de hormigón insensibles a la vida que trascurre de lunes a lunes. Nos resistimos a entender lo que significa que Jesús naciera en una cuadra.
Por favor, quienes deseen el espectáculo del gran poder que acudan a los múltiples Hollywoods pero que dejen de profanar la profundidad de las bienaventuranzas.
Dios nos sigue maravillando y sorprendiendo por su anonimato, por su silencio, por su pobreza, por su pequeñez.
SIRO LÓPEZ
Ver: Mi Dios es frágil
http://elrincondeyanka.blogspot.com/2007/08/mi-dios-es-frgil.html
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