“Cando nacín en Galicia
chamábanme neno rico.
Como ía ser pobre nacendo nun paraíso”
Como ía ser pobre nacendo nun paraíso”
Xoán Corral Castro, hermano de Víctor
VÍCTOR CORRAL CASTRO
Biografía y Currículum
Víctor Corral Castro nació en 1937 perteneciendo a una familia numerosa. Su don como escultor, va con él desde muy pequeño, y muestra de ello, son los primeros relieves que realiza con una navaja en los troncos de los árboles, en losas o en piedras, o incluso en los cuernos de las vacas, cuando ejercía como pastor.
Realizó estudios primarios y trabajó en el campo. Tras dos años de estudios en la Escuela de Artes en A Coruña y otros dos en la Escuela de la Lonja de Barcelona, montó su primer taller en 1963. Tres años más tarde hacía su primera exposición en la Ciudad Condal. Después de algunas exposiciones en España y en el extranjero, comenzó a construir su "Casa museo" en Baamonde, donde tiene esculturas de piedra y bronce en el jardín, y de madera, marfil, bronce y miniaturas de lujo en el interior. En la Iglesia de Baamonde hay un castaño centenario con la Virgen del Rosario tallada en el interior (caben 4 personas).¿Con qué trabaja el escultor gallego? Parece que el don con el que fueron agraciadas sus manos, no tuviera límites en lo que a materiales se refiere; madera de boj, castaño, roble, nogal negro, mármol, el bronce y el marfil, barro, o incluso huesos de aceituna, palillos, etc. Pero la piedra irá destacando sobre el resto; es preciso mencionar que en la comarca están las canteras de Parga, Miraz, entre otras. Irá manejando distintos tipos de piedras, más o menos duras, en función de lo que vaya precisando.
Parece que el don con el que fueron agraciadas sus manos, no tuviera límites en lo que a materiales se refiere; madera de boj, castaño, roble, nogal negro, mármol, el bronce y el marfil, barro, o incluso huesos de aceituna, palillos, etc. Pero la piedra irá destacando sobre el resto; es preciso mencionar que en la comarca están las canteras de Parga, Miraz, entre otras. Irá manejando distintos tipos de piedras, más o menos duras, en función de lo que vaya precisando.
Su temática es muy variada, pero se puede advertir, que los componentes humano, religioso, y sobre todo la naturaleza, son los predominantes, y caminan de la mano con la presencia inherente de Galicia, de su gente, de su paisaje. Corral, hombre religioso, transmite a todo aquel que ve el fruto de su trabajo, el recordatorio de los más pobres, de los desamparados y de los marginales, recordando si se me permite la licencia, a aquella Rosalía que denunciaba la hipocresía y la indiferencia ante los más desfavorecidos. Además, siente y reconoce que Dios, es su fuente de inspiración primera. Hay un amor por la Galicia rural. Un amor incombustible por la naturaleza que es casi un agradecimiento continuo hacia ella. Pero dentro en su factura también, hay un gran conocimiento de la técnica en cuanto a la imaginería medieval. Un conocimiento aprendido durante la etapa en la que abundaban los encargos de Cristos románicos o de Vírgenes góticas.Plasma a la perfección el estilo de la escultura románica, tanto su carácter religioso, como su forma “desproporcionada” (manos grandes con dedos muy largos, falta de estudio anatómico y de perspectiva,…).
En su museo todavía se lee:
“Bienvenido a esta casa, humilde cabaña,
donde presume la araña y el artista trabaja”.
En su Casa-Museo hay reunidas más de doscientas obras para deleite de los visitantes. Un museo que es la prueba física de un modo de vida, acompañado por un jardín en un ambiente romántico, casi bucólico, y en el que conviven la paz y el silencio. Me atrevo a decir que algunas de sus piezas no podrían separarse de este lugar, pues perderían su esencia, como Eva. Una mujer desnuda sobre un lecho de piedra, tumbada bocarriba, con una pierna flexionada. Descansa sobre un pequeño estanque. Parece reposar tranquila, relajada, quizá porque aún no ha pecado, pues no tapa sus partes íntimas. El verde de la hierba, las flores, el agua quieta y serena,… Eva en su paraíso, mirando al cielo, sin mirar nada. No creo que Eva pudiera estar entre las paredes de un museo. Como tampoco podría estarlo la Vaca y su ternero. Sencillamente, se perdería su esencia y aquel mensaje que Corral pretende transmitir.
Obras realizadas
Además de una gran colección de esculturas que se encuentran por todo el mundo y en mano de particulares, realizó más de 20 monumentos en granito y bronce que se encuentran en espacios naturales en Galicia y Zamora.
Otros datos de interés
Museo de Víctor Corral en Baamonde, Lugo. Galicia. España.
Horario de visitas: 9.30-13.30 y 16.30-19.00
Teléfono: 982 398 041
Víctor Corral o el chairego
que hablaba con las manos.
Julia BADINO BAAMONDE
CASA MUSEO VÍCTOR CORRAL: El 15 de diciembre de 2021, nuestro Señor llamaba a su lado al hombre de nuestras vidas, marido, padre, abuelo, padrino, hermano, tío, amigo, maestro artista y escultor de un mundo de maravillas, mundo que siempre le ofreció a Dios y a todos los que por allí quisieron pasar.
Victor era eso y mucho más, un ángel en la tierra que nos regaló sus dones para así compartir cada cosa buena y hermosa de su ser y de su vida con todo el que tenía la suerte de acabar a su lado, por muy breve que fuese el tiempo. De el lo aprendimos todo, el amor, la fe, el esfuerzo, la humildad, el valor, el coraje y la fuerza necesarios para enfrentar la vida siempre con una sonrisa y no rendirse ante nada, también una inmensa generosidad y la entrega más desinteresada.
Cuando alguien ocupa tanto espacio el hueco que deja al marchar es inmenso, profundo e inabarcable, pero a él nada le gustaría más que qué llenásemos ese hueco con mucho amor, sonrisas hechas de momentos compartidos y ganas de vivir, manteniendo así ese legado que nos dejó y tanto le costó construir. Así lo debemos hacer nosotros, como lo hizo él, abriendo camino desde la primera piedra en el lodo, hasta llegar a lo alto de los cielos.
Un hombre siempre con los pies en la tierra y la vista en las nubes y allí, en las nubes, es donde nos estará esperando. Como le gustaba a él cantar:
“Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre, en la arena he dejado mi barca, junto a ti buscaré otro mar”.
Y no hay duda de que allí estará, sonriendo en paz y algún día nosotros cruzaremos también esos mares para reencontrarnos una vez más.
Mientras tanto que el Señor te guarde allí arriba mientras nosotros intentaremos siempre honrar tu gran legado aquí abajo, un legado que, como el hombre del que lleva nombre, es de incalculable valor y está envuelto de infinito amor.
Querémoste alén de tódolos mares e mundos.
Descanse en paz.
“Cando eu marche, nin rir, nin chorar, grazas por rezar”
Victor Corral
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