Gracias, Señor,
por aquéllos que, en tu Nombre,
siembran la esperanza en nuestro corazón.
Gracias, también,
por aquéllos que se comprometen valientemente
y suscitan en nosotros preguntas e inquietudes
y ganas de hacer lo mismo que ellos.
Danos, Señor,
motivos para esperar,
entereza para mantener nuestra Fe,
ilusión para soñar
y hacer posible un mundo nuevo,
humildad para valorar
los pequeños signos de tu Reino
y un amor que comprenda y acepte a los demás.
Danos también nuevos profetas
que nos ayuden a salir de nuestra instalación fácil
y nos animen a comprometernos
con la causa de los pobres.
Juanjo Elezkano
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