Parábola de los pájaros y los lirios
Cristo profetizó dos cosas: que otro vendrá en su lugar y será recibido y que en su segunda venida no hallará fe sobre la tierra.
Jesucristo no sabía Economía Política, pero si sabía acerca de lo que hay en el corazón del hombre, por eso hizo esta parábola para que no andemos inquietos por la Solicitud Terrena.
No hay duda que despreciar el dinero es ser sobremanera imprudente, eso lo saben muchos; sin embargo Cristo vivió como las Aves del Cielo y los Lirios del Valle, y también otros, muchos otros vivieron en la pobreza voluntaria como las ordenes mendicantes y los que viven en la pobreza en general y en el sufrimiento y en las virtudes y en la vida contemplativa.
Cristo, aunque no tenía donde reclinar su cabeza, durante el tiempo de su predicación no predicó la haraganería, ni la supresión de la prudencia: la más importante de las virtudes morales porque ordena a las otras.
Santo Tomás, que era fiel discípulo de Jesús y además frayle mendicante sabía Economía Política y más sólida que la de hoy. En su Tratado para el Príncipe enseña que las naciones han de tratar de ser ricas, es decir que el Rey debe tener riquezas, no para él, sino para el pueblo todo en orden a un fin superior: el bien común.
Pero la Solicitud Terrena es difícil de vencer y poco a poco gran mayoría llegan a pensar que si no tienen dinero para muchos años se hace difícil vivir y menos hacer ningún bien a las almas.
Cristo no nos manda ser imprevisores, nos manda vencer en nosotros la Solicitud Terrena; “Mirad las Aves del Cielo ….¿Hay alguno de vosotros que pueda añadir un trecho al tiempo de su vida?”
La Solicitud Terrena ha de ser vencida por el cristiano con todos los medios, porque ella es la raíz de la avaricia, de la codicia, de la soberbia y de muchos otros desórdenes y esto lo vemos en que el capitalismo mundial y el comunismo que son la mejor concreción sociológica del resentimiento humano tanto en los ricos como en los pobres.
Actualmente se estima que ciento cincuenta personas controlan las riquezas del mundo llevándolo todo a un estado totalitario en el que unos pocos mandarán y muchos obedecerán, sumidos en la esclavitud.
La Solicitud Terrena vuelta Angustia nos lleva al temor, la inquietud, la ansiedad, al Desasosiego. Y el Desasosiego NO se puede suprimir, se puede convertir en Inquietud Religiosa para la vida eterna; en Solicitud Terrena, la cual es mala y prohibida por Cristo y en Angustia Demoníaca, la cual es pésima prestando servicio a los demonios.
El vicio de la avaricia y codicia de bienes han ocasionado muchísimos males en el mundo, y esto lo podemos comprobar en nuestra propia experiencia, porque es degradante para el alma humana tener atados sus pensamientos, que le son necesarios para ir más arriba, por la molienda del sustento diario y el temor del porvenir, la vejez, los eventos desdichados y la miseria. La pobreza es una bendición, pero la miseria es un infierno.
Por eso Cristo invitó a los más fervientes a renunciar a todo por amor a Dios, los cuales con sus vidas de pobres voluntarios:
1) prueban que es posible vivir como las Aves de Cielo y las Flores del Campo,
2) incitan con su ejemplo a los demás al desapego y la confianza
y 3) viviendo con lo mínimo regalan todo a los demás; pues nadie da más que
el que poco tiene; y el que todo lo deja mucho regala.
Por ello ante los graves anatemas de Cristo a las riquezas y a los ricos busca oponer a su tremenda atracción natural el contrapeso de la religión; facilitando de ese modo la distribución justa.
Y por increíble que parezca lentamente la Cristiandad fue acercándose al ideal de la Sociedad que cuida de sus miembros.
Las catástrofes que hemos visto en el mundo y las que nos amenazan han hecho buenas todas las palabras de Cristo.
“Buscad, pues, primero el reino de Dios y su justicia,
y todo eso se os dará por añadidura” Mateo 6, 33
Nota: Dónde nos lleva la Solicitud Terrena.
Cristo profetizó dos cosas: que otro vendrá en su lugar y será recibido y que en su segunda venida no hallará fe sobre la tierra. Si Él es el camino, la Verdad y la Vida quiere decir que en algún momento nos encontraremos con el mal, la mentira y la muerte como instrumentos de dominio sobre los hombres. En efecto el mal irá concentrándose, creciendo, y esto ocurrirá justamente en el corazón humano por haber abandonado a Dios.
La boca del hombre habla de lo que hay en su corazón: malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.
Por ello ante una generación perversa y mala, o sea lo general podrido, concentrado en los últimos tiempos, los parusíacos, el hombre de fe será un mártir.
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