Estudiantes por la libertad
La guerra social y Venezuela
EL ORIGEN DE NUESTRO APOCALIPSIS: Cuando la historia evalúe el enfermizo período político conocido como el “chavismo” determinará que fue para Venezuela la época más degenerada e hipócrita de todos sus tiempos.
Violencia, criminalidad, corrupción, cinismo, sadomasoquismo, crueldad, desprecio, miseria, la suma de los peores y más despreciables valores humanos encarnaron en el “chavismo”. Lo peor de lo peor estuvo ahí, notorio, como un regordete pero lujoso exhibicionismo de inmoralidad.
No exagero. Paséense por la realidad y corroboren lo que digo. Observen como para cada vicio humano hay una referencia chavista, un “revolucionario” que lo encarna. Estallan una tras otra las evidencias.
He ahí el origen de nuestro desconsolador Apocalipsis.
AGLUTINADOR DE VOLUNTADES VILES
Con Hugo Chávez el supremo vicioso, insigne aglutinador de todas las voluntades viles floreció en Venezuela una estirpe política cuyas características más visibles son la perversión (Cilia Flores), la mafia (Diosdi Cabello), el cinismo (Jorge Rodríguez), la usurpación (Nicolás Maduro), el parasitismo (Jorge Arreaza), el nuevo riquismo (las Chávez), el sadomasoquismo (Robert Serra), la idiotez (Iris Varela), la crueldad (SEBIN), la prostitución (Fiscalía), la inmundicia (TSJ) y la vagabundería (CNE).
No hay un vicio que no encarne en alguno de los retorcidos personajes que le dan nombre al chavismo. Ninguno se salva.
Sigo al azar sólo para afianzar la idea. Cambió los paréntesis, que ahora son nombres, notarán que da lo mismo: Pedro Carreño (putrefacción), González López (brutalidad), Rafael Ramírez (corrupción), Tareck El Aissami (terrorismo), Rodríguez Torres (hipocresía), los Flores (narcotraficantes), Escarrá y Ojeda (humillación), Luisa Ortega Díaz (depravación) y Delcy Rodríguez (histeria).
¿Qué se puede esperar de una nación regida por gente de semejante calaña?
LA GUERRA SOCIAL
Ya hablé en mi anterior entrega de la guerra social que el chavismo originó en Venezuela. A diferencia de la guerra civil (que enfrenta a fuerzas opuestas que son identificables), en la social se enfrentan todos contra todos, no se identifican las fuerzas adversas, es un caos de rabias, rencores y frustraciones que se amotinan y liquidan entre sí, Este enfrentamiento lo vemos por todas partes, ocurre día a día sin ley, sin método, sin reglas: una anomia.
Esa guerra está en pleno desarrollo. No es sólo “barbarie” contra “civilización”. Es peor. Es el aglutinamiento de todas las vilezas y perversidades venezolanas (el chavismo) contra las pocas o muchas virtudes y noblezas venezolanas (el venezolanismo).
Lo desconsolador es que el perverso chavismo está subyugando a la noble Venezuela.
¿Lo logrará?
OTRO PARÉNTESIS, EL MÍO
(El poeta escribe lo anterior y se paraliza. Su mano deja la pluma, que desmaya sobre la página en blanco. Su espíritu salta de un lugar a otro buscando palabras que proclamen su zozobra. No lo logra, se extravía. Se sabe parte de una nación que clama su agonía. Las palabras pierden significado, son letras confusas que se clavan como puñaladas. El poeta se desbarata como la nación que describe, estalla y su voz se des com p o n e: oicñasfd spidjf pisdfa ñkjwock sdfjñk ñlsajdfñ pciewnfa poiasdfñkl sapdif piwe toosvkj apivjak.
Twasdfuñ mslwox zqqnda…, r e c u p era pronto el aire. Se levanta y recoge con sus dedos, la abraza, a su pluma, que se yergue como estandarte de libertad. Y escribe, la fuerza imbatible de una voz instalada en cada una de sus células lo reaniman e inspiran.Venezuela.)
PREEMINENCIA VENEZOLANA
Mientras nuestro aliento sea capaz de empañar una lámina de vidrio tendremos fuerza suficiente para luchar contra la maldad chavista, hasta derrotarla. Y lo lograremos, sí que lo haremos.
Pero sin armas, ni balas ni tanques así nació el chavismo, sin rencores ni iras, sin linchamientos ni quemas humanas, con conciencia, sí, con conciencia organizada. No podemos ser como ellos, no podemos ser agentes perversos de la guerra social, tenemos que evitarla.
Venezolano, venezolana…, Venezuela eres tú, lucha por ella, lucha por ti. Luchemos juntos. Sin violencia, sin maldad, sin perversión ni cinismo. Nosotros no somos ni seremos jamás chavistas. Nuestra amnistía, nuestro perdón, nuestra reconciliación, nuestra paz, la conquistaremos respetando la ley con virtud y con honor, pero sin vacilar en nuestra lucha no-violenta. Sé que es difícil, pero tenemos suficiente Venezuela en nuestras células para lograrlo.
Pósate frente a un vidrio, exhala tu aliento, si eres capaz de empañarlo, la Venezuela que hay en ti, que eres, tiene todavía fuerza suficiente para enfrentar y derrotar a la vileza chavista.
Nosotros somos Venezuela, y lo más humano y digno de Venezuela debe triunfar. Sigamos.
El destino es la libertad.
Prólogo
Yon Goicoechea
Se nos ha dado el honor de prologar este libro que recoge, excelentemente, los pensamientos y los primeros pasos de una generación de venezolanos libres. Recoge, además, las anécdotas de jóvenes que pasamos de universitarios a ciudadanos sin darnos cuenta, sin entender que en una Venezuela tan abandonada como la nuestra la esperanza es irreverencia y la libertad es subversión. No nos dimos cuenta pero salimos y encontramos a un país en ruinas por levantar; sin haberlo pensado, encontramos el camino de vida que se presenta en estas páginas.
No es que los jóvenes no tuviésemos sentimientos antes el 28 de mayo de 2007, es que ese 28 de mayo explotó lo mucho que sentíamos. Fue ese día, después del cierre arbitrario de RCTV (canal de televisión más antiguo de Venezuela) que los jóvenes nos encontramos en la calle sin previa convocatoria, como si fuéramos espejos de lo que sentía nuestra gente. No hubo heroísmo ni genialidad, ni siquiera intereses o propósitos ocultos, hubo sólo corazón y patria, sueños rotos y miedo. Ese día tomamos el control de nosotros mismos y vencimos el peor enemigo: el conformismo.
El 28 de mayo de 2007 se expresaron a través de nosotros quienes nos formaron en libertad, todos los que lograron que amáramos esta tierra en la que tuvimos la fortuna de nacer y crecer. Ese día, sin hipocresías, nos comprometimos con Venezuela y su grandeza, con la belleza de nuestro pueblo, con el amor a nuestras costumbres y tradiciones, y nos comprometimos con todo lo que duerme bajo el rencor y la división que se promueven desde el poder. A partir de entonces todo ha sucedido aceleradamente.
No es tiempo aún de decir si han llegado a su destino los ideales de la “generación” del 2007, en cambio creemos que sí es tiempo de proponer una forma distinta de ser venezolanos. Por ello, no sólo relatamos el desenvolvimiento del “Movimiento Estudiantil de las Manos Blancas”, sino que proponemos “El Humanismo Libre” como valor democrático y social. Del mismo modo, reivindicamos, ahora por escrito, la importancia de los derechos humanos (civiles, políticos, sociales, etc.) como postura del hombre frente al poder y como fundamento de su libertad. Finalmente, explicamos la “No Violencia” como acto de irreverencia y como máxima fuerza para enfrentar el totalitarismo.
El Humanismo Libre no es más que la comprensión del hombre en sus distintas dimensiones:
i) individuo-sociedad, (ii) material-espiritual y (iii) local-universal. No es una ideología política sino un concepto existencial que considera la responsabilidad, la tolerancia y la libertad, agrego la solidaridad, como atributos inseparables de la humanidad. El Humanismo Libre propugna la democracia con contenido social como modelo de convivencia, en ella pueden articularse el desarrollo libre de las capacidades de cada hombre y la necesidad de contribuir al desarrollo de la sociedad. Lo que planteamos como venezolanos que creemos en la democracia con contenido social, es que el hombre es libre y productivo, en tanto contribuya a la libertad y la productividad de sí mismo y de otros. En tal sentido, debe entenderse que la solidaridad con los demás nunca puede ser “ideologizante” ni impositiva, porque perdería su naturaleza y se convertiría en esclavista. Además, entiende que la solidaridad es humana en tanto se acompañe de la realización de los sueños y la potenciación de las capacidades individuales.
El Humanismo Libre postula que el desarrollo de la sociedad sólo es posible en tanto se respete la dignidad y los derechos de cada hombre que la compone. Se niega a ver el mundo como una cuestión de masas, pues la unidad de toda colectividad humana es precisamente el hombre y en éste ha de reposar la base del Estado. Lo que lo diferencia del liberalismo clásico es la comprensión del hombre en su doble dimensión (individual-social) según la cual, no se podría alcanzar la plenitud sin observar la debida solidaridad con el prójimo. Lo que lo diferencia del marxismo es la clara división entre los derechos del hombre y el poder del Estado, dejando sin efecto la propuesta de confundir al Estado con la sociedad.
Asimismo, defendemos los derechos humanos como límite del poder y como frontera del Estado, pues si éste es una creación del hombre para la consecución de sus fines colectivos, mal podría volverse contra su creador, vaciando de contenido su existencia he irrespetando su dignidad. Por esta razón, los derechos humanos son el gran tema político de la actualidad y de su efectiva protección deriva el éxito del Estado. En las democracias modernas la izquierda y la derecha se han conjugado para dar pie a un justo balance, al punto que hoy no cabe duda de que el desarrollo económico del Estado debe orientarse a la solución de la problemática social de sus ciudadanos. Bajo este esquema el asunto principal es el derecho subjetivo, pues el equilibrio entre éste y las potestades del Estado está aún bajo estudio. La humanidad debe decidir entre mayor control o mayor libertad, siempre respetando el núcleo fundamental de los derechos.
El otro aspecto que se plantea en las páginas posteriores es el relativo a la No Violencia, como fin y como método: “como siembra”.
En efecto, se muestra al lector un camino que nunca ha sido derrotado y que sí ha derrotado muchos regímenes totalitarios. La No Violencia es, al mismo tiempo, causa y resultado. Causa en tanto método y resultado en tanto fin del Estado (en el sentido político, no jurídico). Se ha querido incluir nociones doctrinarias de la No Violencia porque con frecuencia es una teoría menospreciada por los venezolanos, a criterio nuestro, debido al desconocimiento de sus fundamentos y a la remembranza de una historia de militarismo cíclico, de la que hemos sido víctimas todos los latinoamericanos.
Finalmente, la obra recuerda por qué luchamos y cuál es el sentimiento que ha motivado a millones de venezolanos a creer en su tierra, en un tiempo en que la esperanza nos era lejana. El autor ha tenido la sensibilidad de redescubrir la venezolanidad de la paz y la tolerancia como formas de vida, de la templanza como bastión de la moral y de la esperanza como motor del hombre. Adicionalmente, el libro ofrece nuestra humanidad como capital de la nueva Venezuela y nos entrega al lector, quizá con la esperanza de encontrarle en la calle defendiendo la libertad, gritando al viento la necesidad de cambio.
Este libro es amarillo, azul y rojo, profundamente nuestro, infinitamente honesto. Es un primer paso que presentamos con humildad ante la inteligencia de nuestra gente, pensando en el día en que la creatividad y el trabajo nos liberen de la pobreza y de la muerte. No es una celebración de proezas sino un mensaje de futuro.
En nuestra Venezuela cientos mueren por semana, millones sufren la pobreza, la corrupción nos roba la dignidad, las listas gubernamentales nos discriminan y el militarismo avanza sin tregua; es por eso que, en este libro, los jóvenes nos resistimos con la palabra, no a un individuo sino a una forma de vivir. Nos resistimos desde la esperanza, con la sangre corriendo fuerte en nuestras venas indias, blancas y negras. Nos resistimos a la locura y al atropello, a la improvisación y la mediocridad, resistimos al entreguismo y la soberbia, a la exclusión y el autoritarismo; en fin, resistimos como lo hizo Bolívar, nuestros abuelos y nuestros padres. No es una opción, es una fatalidad.
Este libro, como todos, está hecho de palabras. Pero estas palabras son el arma para liberar a mi pueblo, estas palabras son sagradas. Gracias al autor.
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La política es, sin duda, una parte importante de la vida. Después de todo, entre todas las cosas por las que debate la gente, es una de las que suscita discusiones más candentes. Se discute más acaloradamente sobre política que sobre casi cualquier otra cosa, no porque sea un tema inherentemente más interesante que el arte o el deporte o la química o el cine o la arquitectura o la medicina, sino porque la política se trata de ejercer poder sobre los demás.
Cuando se impone una solución sobre todos, es probable que muchos se interesen profundamente en el carácter de esa solución. Si uno no quiere que otro lo obligue a hacer algo, ya sea un partido, un político o un Estado, es probable que pelee por ello. Y lo mismo ocurre si queremos forzar a otros a cumplir nuestra voluntad.
La comida sería un tema de debate igual de candente que la política si todas las decisiones se tomaran colectivamente y siempre estuviésemos condenados a comer lo que comen los demás. Pensemos en los debates violentos, las coaliciones, las maniobras y las estrategias que habría entre entusiastas de la comida gourmet y adictos a la comida rápida, entre vegetarianos y carnívoros, entre personas que levantan pesas y personas que tratan de controlar su peso, si todos estuviéramos obligados a consumir la misma comida, en la misma cantidad. Lo mismo sucede con otras cosas que les importan a las personas.
Las ideas presentadas en este libro se refieren a una visión alternativa de la política: una política que no es de la fuerza, sino de la persuasión, de vivir y dejar vivir, de rechazar tanto la subyugación como la dominación. Los ensayos fueron escritos principalmente por jóvenes que participan de Estudiantes por la Libertad, un movimiento internacional muy dinámico e interesante. No reflejan ninguna limitada perspectiva nacional, sino que atañen al espectro general de la experiencia humana. Ofrecen una introducción a la filosofía según la cual viven su vida la mayoría de los seres humanos día a día. Esa filosofía recibe diversos nombres en todo el mundo, como liberalismo y liberalismo clásico (para distinguirlo de lo que se conoce como “liberalismo” en EE.UU.). Se trata de un enfoque sencillo y complicado a la vez, porque incorpora la idea de que, con normas simples, es posible generar órdenes complejos. Es una de las lecciones más importantes de las ciencias sociales modernas. El orden puede surgir espontáneamente, como se analiza en mayor detalle en los ensayos del libro.
El presente libro es una invitación a pensar problemas importantes de nuevas maneras. Es para aquellos que llegan a las problemáticas por primera vez y para académicos. Espero que ambos grupos, y todos los que estén comprendidos entre los dos extremos, aprovechen estos ensayos. Pueden leerse en cualquier orden, y ningún capítulo exige la lectura previa de otro. El lector puede “picar” del libro sin tener que leerlo todo, como si fuera un paquete de bocadillos saludables y sabrosos para la mente. A disfrutar.
Nuestra Libertad - Eva Rivera - "CHAVISMO" La Peste Del Siglo XXI
DOCUMENTAL COMPLETO - CHAVISMO: LA PESTE DEL SIGLO XXI
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