Recuerdo con dolor y con amargura, a los malditos políticos, jueces, medios, famosillos, la indolencia y el egocentrismo demoníaco y partidista pensando sólo en sus dividendos de poder. Tuvo que haberse anulado las elecciones. Cualquier país del mundo lo habría hecho. Los partidos deberían haberse unido al dolor de su pueblo. Y no a sus miserables intereses partidistas. Yo los maldigo....
La farsa del 11-M cap.1
La farsa del 11M cap. 2
cap. 3
cap. 4
la verdad sobre el 11-M
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