EL Rincón de Yanka: EL HUEVÓN (GÜEVÓN)

inicio














sábado, 16 de mayo de 2009

EL HUEVÓN (GÜEVÓN)

Los huevones son personas que se creen más inteligentes que las demás.
Los huevones quieren que la gente les crea valiosos…

Que inventan huevonadas para hacer creer que son sabios.
Son esos que creen que cantan bien, y en la coral de la escuela, piensan que son los otros los que desafinan.

Son esos que pierden 15 a 8 el juego de béisbol. Y le echan la culpa al equipo, pues no batearon mientras él lanzaba.
Cree que sus ideas son tan buenas como las de los que no son huevones.
Y como todos los huevones, cree que es muy importante para la gente…
Puede llegar a creer que lo quieren matar…
Pero nadie quiere matar a un huevón, por matarlo…
Kennedy, Lennon, Juan Pablo II… no eran ningunos huevones.

Éste huevón fue huevón desde que nació.
Era el más huevón de la casa…
Luego el más huevón de su cuadra.
El huevón del barrio.
Pensó, como todo huevón, que con un uniforme y un arma, no se vería tan
huevón…
Y se metió a militar.

Fue el más huevón del pelotón.
El más huevón de la compañía.
El más huevón del batallón.
Pero encontró un consuelo… no era el único huevón del batallón..
Eso le hizo sentir, que no era huevón. (eso les pasa a los que son muy
huevones).
Se puso a leer huevonadas y una vez intentó reproducir en su país una
huevonada de esas que leyó.

 
Acompañado de otros huevones, decidió llevar a cabo el plan.
El fue el único huevón que falló.
Pero empezó a hablar huevonadas en TV.
La gente creyó que no era tan huevón.
Y el siguió hablando más y más huevonadas… horas y horas…
Pensaron que nadie podía ser tan huevón como para hablar tanto.
Y pensaron:
Este no es ningún huevón…
Y analizaron sus frases huevonas y les dieron sentido inteligente.
Pensaron que ése era el sentido que el huevón les daba.
Y el huevón se aprendía párrafos de un libro y los recitaba, haciendo
gestos como de que en verdad entendía lo que estaba diciendo…
Y empezaron a creerle…

Unos, por que son más huevones que él… y otros por que no son tan huevones como para oponérsele,
y por supuesto: los que hacen que el huevón crea que dejó de ser huevón.
Los que le aplauden cuando habla, canta, juega e inventa…
En venganza, el huevón les pone apodos a los que le decían huevón.
Por culpa de éstos huevones, es que el huevón ese sigue haciendo sus huevonadas.
y nosotros: ¡viendo… como unos mismos huevones...!

 

Emilio Lovera