Bergoglio y la Iglesia profunda al servicio
del nuevo orden mundial
que trata de entronizar a lucifer
"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro,
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y las puertas del Hades (y del Vaticano)
no prevalecerán contra ella". Mt 16, 18
El Arzobispo Carlo María Viganó dio un fuerte discurso el pasado día 28 de agosto del presenta año, a continuación se lo presentamos:
“La lista de traidores debe comenzar con los jefes de gobierno, con los miembros del gabinete y funcionarios electos, para luego continuar con los virólogos y médicos corruptos”
Durante más de un año y medio hemos sido testigos impotentes de la sucesión de hechos incongruentes a los que la mayoría de nosotros no podemos dar una justificación plausible. La emergencia pandémica ha puesto de manifiesto en particular las contradicciones e ilógicas de las medidas que nominalmente pretenden limitar el contagio (cierres, toques de queda, cierres de actividades comerciales, limitaciones de los servicios y clases públicos, suspensión de los derechos de los ciudadanos), pero que a diario son desmentidas por voces en conflicto, por evidencias claras de ineficacia, por contradicciones por parte de las mismas autoridades sanitarias. No es necesario enumerar las medidas que han tomado casi todos los gobiernos del mundo sin lograr los resultados prometidos. The Lancet (aquí) afirmó que la carga viral de los vacunados con una dosis doble es 251 veces mayor que las primeras cepas del virus (aquí), a pesar de las proclamas de los líderes mundiales, comenzando por el primer ministro italiano Mario Draghi, según “quien se vacuna vive, quien no se vacuna muere”. Los efectos secundarios del suero genético, inteligentemente disfrazados o deliberadamente no registrados por las autoridades sanitarias nacionales, parecen confirmar el peligro de vacunarse y las inquietantes incógnitas para la salud de los ciudadanos que pronto tendremos que afrontar.
De la ciencia al cientificismo
El arte de la medicina, que no es ciencia, sino la aplicación de principios científicos a diferentes casos cada vez, sobre una base vivencial y experimental, parece haber renunciado a su prudencia, en nombre de una emergencia que ha ascendido al nivel del sacerdocio de una religión —la religión de la ciencia, de hecho— que para serlo se ha envuelto en un dogmatismo rayano en la superstición. Los ministros de este culto se han constituido en una casta de intocables, exentos de toda crítica aun cuando sus pretensiones sean desmentidas por la evidencia de los hechos. Los principios de la medicina, considerados universalmente válidos hasta febrero de 2020, han dado paso a la improvisación, hasta el punto de que se aconseja vacunar en plena pandemia, imponiéndose la obligación de las máscaras aunque sean inútiles, el mandato arbitrario de distancias extrañas, la prohibición de tratamientos con fármacos eficaces y la imposición de terapias genéticas experimentales en violación de los protocolos normales de seguridad. Y así como hay nuevos sacerdotes Covid , también hay nuevos herejes, es decir, los que rechazan la nueva religión pandémica y quieren permanecer fiel al juramento hipocrático. No pocas veces, el aura de infalibilidad que envuelve a los virólogos y otros científicos más o menos titulados no parece cuestionarse por sus conflictos de interés o por los sustanciales beneficios económicos que reciben las empresas farmacéuticas, que en condiciones normales serían escandalosas y criminales.
Lo que muchos no comprenden es la incoherencia entre los objetivos declarados y los medios que se adoptan de una manera en constante cambio para lograrlos. Si en Suecia la ausencia de cierres cerrados y máscaras no dio lugar a tasas de infección más altas que en los países donde las personas han sido confinadas en sus hogares o donde se han colocado máscaras incluso en las escuelas primarias, este elemento no se considera una prueba de ineficacia de las medidas. Si en Israel o en Gran Bretaña la vacunación masiva ha aumentado las infecciones y las ha hecho más virulentas, su ejemplo no induce a los gobernantes de otros países a ser cautelosos en la campaña de vacunación, sino que los empuja a evaluar la naturaleza obligatoria de su administración de la vacuna. vacuna. Si la ivermectina o el plasma hiperinmune resultan ser tratamientos válidos, esto no es suficiente para autorizarlos, y mucho menos recomendarlos. Y quienes se preguntan el motivo de esta desconcertante irracionalidad acaban absteniéndose de juzgar, dando una suerte de aceptación fideísta a los pronunciamientos del Covid sacerdotes, o por el contrario, considerar a los médicos como hechiceros poco fiables.
Un solo guión bajo una sola dirección
Como dije antes, nos enfrentamos a un engaño colosal, basado en mentiras y fraudes. Este engaño parte de la premisa de que las justificaciones presentadas por las autoridades en apoyo de sus acciones son sinceras. Más simplemente, el error consiste en creer que los gobernantes son honestos y en asumir que no nos mienten. Por eso persistimos en encontrar justificaciones más o menos plausibles, con el único propósito de no reconocer que somos objeto de una conspiración planeada hasta el más mínimo detalle. Y mientras tratamos de explicar racionalmente el comportamiento irracional, mientras atribuimos lógica a las acciones ilógicas de quienes nos gobiernan, la disonancia cognitiva nos lleva a cerrar los ojos a la realidad y a creer las mentiras más descaradas.
Deberíamos haber entendido –lo escribí hace algún tiempo– que el Gran Reinicio El plan no fue el resultado de los desvaríos de algún “teórico de la conspiración”, sino la cruda evidencia de un plan criminal, concebido durante décadas y destinado a establecer una dictadura universal en la que una minoría de personas inmensamente ricas y poderosas pretende esclavizar y subyugar al conjunto de la humanidad a la ideología globalista. La acusación de “teoría de la conspiración” quizás podría haber tenido sentido cuando la conspiración aún no era evidente, pero hoy en día negar lo que la élite ha planeado desde la década de 1950 es injustificable. Lo que Kalergi, los Rothschild, los Rockefeller, Klaus Schwab, Jacques Attali y Bill Gates vienen diciendo desde la Segunda Guerra Mundial ha sido publicado en libros y periódicos, comentado y recogido por organismos y fundaciones internacionales, formados precisamente por partidos y gobierno, mayorías. Los Estados Unidos de Europa,
Los hombres criminales
Una vez entendido que los presentes hechos han tenido como finalidad la obtención de ciertos resultados –y consecuentemente perseguir ciertos intereses en beneficio de una parte minoritaria de la humanidad, con un daño incalculable para la mayoría– también debemos tener la honestidad de reconocer al criminal. mens [mente] de los autores de este plan. Este diseño criminal también nos hace comprender el fraude perpetrado por la autoridad civil al presentar ciertas medidas como una respuesta ineludible a eventos impredecibles, cuando los eventos han sido artísticamente creados y magnificados con el único propósito de legitimar una revolución, que Schwab identifica como la cuarta revolución industrial. revolución- intencionado por la élite en detrimento de toda la humanidad. La esclavitud de la autoridad es, por otro lado, el resultado de un proceso que comenzó incluso antes, con la Revolución Francesa, y que convirtió a la clase política en sierva no de Dios (cuyo Señorío desprecia con desdén) ni del pueblo soberano (al que considera desdeñosa), desprecia y utiliza solo para legitimarse), sino de los potentados económicos y financieros, de la oligarquía internacional de banqueros y usureros, de multinacionales y empresas farmacéuticas. En realidad, en una inspección más cercana, todos estos sujetos pertenecen a un pequeño número de familias muy ricas conocidas.
La esclavitud igual es también evidente en los medios de comunicación: los periodistas han aceptado, sin ningún escrúpulo de conciencia, prostituirse ante los poderosos, llegando a censurar la verdad y difundir mentiras descaradas sin siquiera intentar darles apariencia de credibilidad. Hasta el año pasado, los periodistas contaban el número de “víctimas” de Covid presentando a cualquiera que diera positivo como enfermo terminal; hoy los que mueren después de ser vacunados son siempre y solo tomados por una vaga “enfermedad”, e incluso antes de los exámenes post mortem , oficialmente deciden que no existe correlación entre la muerte de una persona y la administración del suero genético. Tuercen la verdad con impunidad cuando no confirma su narrativa, doblándola para que se ajuste a sus propósitos.
Lo que ha estado sucediendo durante un año y medio había sido ampliamente anunciado, hasta el más mínimo detalle, por los propios creadores del Great Reset; tal y como nos dijeron las medidas que se iban a adoptar. El 17 de febrero de 1950, al testificar ante el Senado de los Estados Unidos, el conocido banquero James Warburg dijo: “Tendremos un gobierno mundial, te guste o no. La única pregunta que surge es si este gobierno mundial se establecerá por consenso o por la fuerza“. Cuatro años después nació el Grupo Bilderberg, que ha contado entre sus miembros con personajes como [el empresario italiano Gianni] Agnelli, Henry Kissinger, Mario Monti, y el actual primer ministro italiano Mario Draghi. En 1991, David Rockefeller escribió: “El mundo está listo para un gobierno mundial. La soberanía supranacional de una élite intelectual y los banqueros mundiales es ciertamente preferible a la autodeterminación nacional practicada en los siglos pasados“. Y agregó: “Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es la crisis global ‘correcta’ y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial“. Hoy podemos afirmar que esta “crisis del derecho” coincide con la emergencia pandémica y con el “paso a paso” delineado desde 2010 por el documento de la Fundación Rockefeller “Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional”, en el que se recogen los hechos que ahora estamos presenciando, todo anticipado.
En definitiva, han creado un falso problema para poder imponer medidas de control poblacional como aparente solución, cancelar las pequeñas y medianas empresas con encierros y el pase verde en beneficio de unos pocos grupos internacionales, demoler la educación imponiendo educación a distancia, reducir el costo de mano de obra y empleados con ”trabajo inteligente”, privatizar la salud pública en beneficio de las grandes farmacéuticas y permitir que los gobiernos utilicen el estado de emergencia para legislar derogando la ley e imponer las llamadas vacunas en toda la población, haciendo que los ciudadanos sean rastreables en todos sus movimientos y sean enfermos crónicos o estériles.
Todo lo que la élite quería hacer, lo ha hecho. Y lo incomprensible es que ante la evidencia de la premeditación de este terrible crimen de lesa humanidad, que ve a los dirigentes de casi todo el mundo como cómplices y traidores, no hay un solo magistrado que abra un expediente en su contra para esclarecer la verdad y condenar a los culpables y cómplices. Quienes no están de acuerdo no solo son censurados sino señalados como enemigos públicos, como infectores, como personas a las que no se les reconocen derechos.
Estado profundo e iglesia profunda
Ahora bien, ante un plan criminal sería al menos lógico denunciarlo y darlo a conocer, para luego poder desviarlo y juzgar a los culpables. La lista de traidores debe comenzar con los jefes de gobierno, con los miembros del gabinete y funcionarios electos, para luego continuar con los virólogos y médicos corruptos, los funcionarios cómplices, los líderes de las fuerzas armadas incapaces de oponerse a la violación de la Constitución, los vendidos, -de periodistas, los jueces cobardes y los sindicatos obsequiosos. En esa larga lista que tal vez algún día se confeccione, también deberían figurar los líderes de la Iglesia católica, empezando por Bergoglio y no pocos de los obispos, que se han convertido en celosos ejecutores de la voluntad del príncipe contra el mandato recibido de Cristo. Y ciertamente, en esa lista, se sabría el alcance de la conspiración y el número de conspiradores, confirmando la crisis de autoridad y la perversión del poder civil y religioso. En resumen, se entendería que la parte corrupta de la autoridad civil, El estado profundo –y la parte corrupta de la autoridad eclesiástica – la iglesia profunda– son dos caras de la misma moneda, ambas fundamentales para el establecimiento del Nuevo Orden Mundial.
Sin embargo, para comprender esta alianza entre el poder civil y el religioso, es necesario reconocer la dimensión espiritual y escatológica del presente conflicto, enmarcándolo en el contexto de la guerra que Lucifer, desde su caída, ha librado contra Dios. Esta guerra, cuyos desenlaces se han decidido ab æterno con la inexorable derrota de Satanás y el Anticristo y la abrumadora victoria de la Mujer rodeada de estrellas, se acerca ahora a su conclusión. Es por eso que las fuerzas de las tinieblas son tan salvajes en la actualidad, tan impacientes por cancelar el nombre de Nuestro Señor de la tierra, no solo para destruir su presencia tangible en nuestras ciudades derribando iglesias, demoliendo cruces y suprimiendo las fiestas cristianas; pero también eliminando la memoria, cancelando la civilización cristiana, adulterando su enseñanza y degradando su culto. Y para ello, la presencia de una Jerarquía fiel y valiente, dispuesta a sufrir el martirio para defender la fe cristiana y la doctrina moral, es ciertamente un obstáculo. Por eso, desde la misma fase inicial del plan globalista, fue fundamental corromper a la Jerarquía en moral y doctrina, células durmientes, para privarlo de cualquier anhelo sobrenatural y hacerlo vulnerable al chantaje gracias a los escándalos financieros y sexuales; todo ello con el propósito de excluirlo y eliminarlo una vez logrado su propósito, de acuerdo con la práctica establecida.
Esta operación de infiltración comenzó a fines de la década de 1950, cuando el proyecto del Nuevo Orden Mundial estaba tomando forma. Inició su propia obra de subversión unos años más tarde, con el Concilio Ecuménico Vaticano II, a raíz del cual la elección de Roncalli y la expulsión del cardenal Siri, el delfín de Pacelli, probable sucesor como Papa, representó un motivo de entusiasmo tanto para el elemento progresista y modernista dentro de la Iglesia, como para el elemento comunista, liberal y masónico del mundo civil. El Vaticano II representó dentro del cuerpo eclesial lo que fue el Juramento de la Cancha de Tenis [de la Revolución Francesa] para la sociedad civil: el comienzo de la Revolución. Y si en muchas ocasiones he llamado la atención sobre el carácter subversivo del Concilio, hoy creo que merece atención un análisis histórico en el que hechos aparentemente inconexos adquieren una trascendencia inquietante, explicando muchas cosas.
Enlaces peligrosos
Como Michael J. Matt ha informado en un video reciente en The Remnant, hoy empezamos a juntar todas las piezas del mosaico, y descubrimos -por la misma admisión de uno de los protagonistas- que Mons. Hélder Câmara, arzobispo de Olinda y Recife en Brasil, tuvo un encuentro en esos años con el joven Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial y teórico del Gran Reset. Una vez que Schwab reconoció a Câmara por su oposición a la Iglesia tradicional y sus teorías revolucionarias y pauperistas, lo invitó al Foro de Davos, considerando su participación en este evento como de suma importancia en vista del proyecto del Nuevo Orden. Sabemos que Hélder Câmara estuvo entre los organizadores del “Pacto de las Catacumbas”, que fue firmado por unos cuarenta obispos marxistas el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio.
Un grupo de padres sinodales ha suscrito un documento comprometiéndose con el cuidado de la Madre tierra, de la que se declaran hijos y servidores, cargado de referencias confusas, mezclas no recomendables y con un lenguaje deliberadamente marxista.
Era el 16 de noviembre de 1965, tres semanas antes de la clausura del Concilio, unos 40 obispos se reunieron discretamente, casi de manera clandestina, en la Catacumba de Santa Domitila en Roma, bajo la inspiración de Helder Cámara. Había terminado la Eucaristía.
Llevaban un pacto para firmar con 13 numerales muy pensados, muy orados… ¿a qué querían comprometerse? A vivir una vida más sencilla, sin posesiones, ni títulos, ni privilegios de poder, a no participar en agasajos, ni banquetes organizados por los poderosos y transformar la beneficencia en “obras sociales basadas en la caridad y en la justicia, teniendo en cuenta a todos, especialmente los más débiles, para impulsar el advenimiento de otro orden social, nuevo, digno de los hijos del hombre y de los hijos de Dios”, así dice el documento.
Mediante el Pacto, los firmantes se propusieron también llevar adelante una acción pastoral apoyada en cuatro principios: “que nuestro ministerio constituya un verdadero servicio”; “revisar nuestra vida”; “animadores antes que jefes, humanos y acogedores” y "abiertos a todos, sea cual sea su religión". Era un deseo sencillo pero contundente, un cambio radical que se venía gestando en el corazón de Helder Cámara y su estilo de vida.
Nota curiosa…
El 21 de marzo de 2013, apenas una semana después de ser designado Papa, Francisco recibió al Premio Nobel de la Paz el argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien le entregó al Papa una copia del Pacto de las Catacumbas por pedido del teólogo español de la liberación Pedro Casaldáliga, con el pedido de que le diga que "trate de escuchar, reflexionar y de llegar a un acuerdo, una reconciliación con los teólogos latinoamericanos".
Cuando recibió el documento, Francisco leyó la lista de quienes adhirieron (Hélder Câmara, Antônio Fragoso, Luigi Betazzi, Manuel Larraín, Leonidas Proaño, Vicente Faustino Zazpe y Sergio Méndez Arceo, entre otros) y exclamó "¡Uy, quiénes están aquí!".
Otro, nuevo orden social ”basado en la justicia y la igualdad. Y no nos sorprende saber que entre los firmantes también estaba Mons. Enrique Angelelli, obispo auxiliar de Córdoba en Argentina, “[un] punto de referencia para el entonces padre Jorge Mario Bergoglio”. El propio Bergoglio declaró desde el comienzo de su pontificado que estaba de acuerdo con las exigencias del Pacto de las Catacumbas. El 20 de octubre de 2019, durante el Sínodo sobre la Amazonía, se repitió la celebración del pacto entre los conspiradores en las Catacumbas de Santa Domitilla, confirmando que el plan iniciado en el Concejo había encontrado cumplimiento precisamente en Jorge Mario Bergoglio. Lejos de distanciarse de los ultraprogresistas que lo apoyan y que determinaron su elección en el último Cónclave, Bergoglio nunca pierde la oportunidad de dar prueba de su perfecta coherencia con el plan del Nuevo Orden Mundial, comenzando por la colaboración de las comisiones vaticanas. y dicasterios con ambientalismo de matriz malthusiana y su participación en el Consejo por el Capitalismo Inclusivo, una alianza global con los Rothschild, la Fundación Rockefeller y grandes bancos. Entonces, por un lado tenemos a David Rockefeller con la Comisión Trilateral, y por el otro tenemos a Klaus Schwab, quien está relacionado por matrimonio con los Rothschild, con el Foro Económico Mundial, y ambos están armados. brazo con la cabeza de la Iglesia Católica para establecer el Nuevo Orden por medio del Gran Reinicio, como se ha planeado desde la década de 1950.
El plan mundial de despoblación
Entre los asociados de este pactum sceleris hay que contar también algunos miembros de la Pontificia Academia para la Vida, cuya estructura organizativa fue recientemente volcada por el propio Bergoglio al destituir a los miembros más fieles al Magisterio, sustituyéndolos por partidarios de la despoblación, anticoncepción y aborto. No debería sorprendernos el apoyo de la Santa Sede a las vacunas: en junio de 2011, el Soberano Independiente publicó el titular en su portada: “Despoblación por vacunación forzosa: ¡La solución de carbono cero!”. Junto al titular, una fotografía de Bill Gates iba acompañada de una cita suya: “El mundo de hoy tiene 6.800 millones de personas. Eso se dirige a unos 9 mil millones. Ahora, si hacemos un gran trabajo con las nuevas vacunas, la atención médica y los servicios reproductivos [aborto y anticoncepción] , lo reducimos quizás en un 10 o 15 por ciento ”. Esto es lo que dijo Bill Gates hace once años. Hoy es uno de los accionistas del grupo Black Rock que financia a las empresas farmacéuticas que producen las vacunas, uno de los principales patrocinadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y también de una miríada de entidades públicas y privadas vinculadas a la salud. A su lado encontramos curiosamente a George Soros, el “filántropo” de la Open Society, que junto a la Fundación Bill y Melinda Gates recientemente invertido en una empresa británica que produce hisopos para pruebas de Covid ( aquí ). Y ya que hablamos de cuestiones económicas, me gustaría recordar que la Santa Sede ha tenido acciones por valor de unos 20 millones de euros en dos empresas farmacéuticas que han producido un medicamento anticonceptivo, y más recientemente invirtió en un fondo que garantizaba beneficios muy elevados en caso de crisis geopolítica o pandémica gracias a la especulación con las divisas internacionales, el fondo “Geo-Risk” gestionado por el banco de inversión Merrill Lynch, que tuvo que cerrarlo por sus disparados rendimientos tras los primeros meses de la pandemia. Otro capital, proveniente de la colección “Peter’s Pence”, se había utilizado para financiar varias otras iniciativas, incluso colaborando con [el empresario italiano] Lapo Elkann, cuyos esfuerzos incluyen a Rocketman, la película autobiográfica de Elton John. Por no hablar de las especulaciones inmobiliarias y la compra del edificio londinense en el 60 de Sloane Avenue del que nos ha informado ampliamente la cobertura de noticias, una compra que sé, de una fuente confiable, fue decidida por el propio Bergoglio. Y luego está China: siempre en nombre de la “coherencia” y de la “iglesia de los pobres para los pobres” que tanto ama Bergoglio, hay quienes creen que el Acuerdo secreto preparado por los jesuitas y el excardenal Theodore McCarrick pudo haber obtenido fondos sustanciales del régimen comunista en Beijing a cambio del silencio del Vaticano sobre la persecución de los católicos y la violación de los derechos humanos.
Interferencia de estado profundo
Ha habido múltiples ejemplos de interferencia del estado profundo en la vida de la Iglesia. No podemos olvidar los correos electrónicos de John Podesta y Hillary Clinton, que muestran la intención de expulsar a Benedicto XVI del papado y así iniciar una nueva “ primavera de la Iglesia.”. Eso sería progresista y globalista, que luego se concretó con la dimisión de Benedicto y la elección del argentino. Tampoco podemos pasar por alto la injerencia de entidades e instituciones que no son nada cercanas a la religión, como los B’nai B’rith, al dictar la dirección de la “renovación” de la Iglesia después del Concilio Vaticano II y, sobre todo, bajo este Pontificado. Finalmente, conviene recordar, por un lado, las desdeñosas negativas a conceder audiencias a personalidades políticas e institucionales conservadoras, y por otro, los apasionados y sonrientes encuentros con líderes de izquierda y del progresismo, junto con expresiones de entusiasta satisfacción con motivo de su elección.1 donde la red de relaciones sociales y políticas constituye una especie de masonería progresista y asegura carreras deslumbrantes para los llamados “católicos adultos”, aquellos que usan el nombre “cristiano” sin comportarse de manera coherente con la fe y la moral cristianas en su servicio de los asuntos públicos: Joe Biden y Nancy Pelosi; Romano Prodi, Mario Monti, Giuseppe Conte y Mario Draghi; por nombrar solo algunos. Como podemos ver, la cooperación entre el Estado profundo y la Iglesia profunda es de larga data y ahora ha producido los resultados esperados por sus partidarios, con un daño muy grave tanto para el Estado como para la religión.
El cierre de iglesias a principios de 2020, incluso antes de que las autoridades civiles impusieran los cierres; la prohibición de la celebración de misas y la administración de los sacramentos durante la emergencia pandémica; la grotesca ceremonia realizada el 27 de marzo de 2020 en la Plaza de San Pedro; la insistencia en las vacunas y su promoción como moralmente legítima a pesar de haber sido producidas con líneas celulares originadas en fetos abortados; Las declaraciones de Bergoglio de que el suero genético representa un ” deber moral ” para todo cristiano; la introducción del “ Green Pass”Pasaporte sanitario en el Vaticano y más recientemente en las escuelas católicas y en algunos seminarios; que la Santa Sede prohíbe a los obispos anunciar que están en contra de la obligación de vacunación, prontamente respaldada por ciertas Conferencias Episcopales: todos estos son elementos que demuestran la subordinación de la iglesia profunda a las órdenes del estado profundo , y la forma en que el Bergogliano La iglesia es una parte integral del plan globalista. Si combinamos todo esto con el culto idólatra de la pachamama justo debajo de los arcos de la Basílica de San Pedro; la insistencia en el ecumenismo, el pacifismo y el pauperismo irenista; el respaldo de la ética situacional y la legitimación sustancial del adulterio y el concubinato en Amoris Laetitia; la declaración de que la pena de muerte es moralmente ilícita; el respaldo de políticos de izquierda, líderes revolucionarios y activistas del aborto; las palabras de entendimiento para temas LGBT, homosexuales y transexuales; el silencio sobre la legitimación de las uniones homosexuales y el silencio aún más desconcertante sobre la bendición de parejas sodomíticas por parte de obispos y sacerdotes alemanes; y la prohibición de la misa tridentina con la abolición del Motu Proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI, nos damos cuenta de que Jorge Mario Bergoglio está cumpliendo la tarea que le encomendó la élite globalista, que quiere que sea el liquidador de la Iglesia católica y el fundador de una secta filantrópica y ecuménica de inspiración masónica que pretende constituir la Universal. Religión en apoyo del Nuevo Orden. Ya sea que esta acción se lleve a cabo con plena conciencia, por miedo o bajo chantaje, nada resta a la gravedad de lo que está sucediendo, ni a la responsabilidad moral de quienes la promueven.
La matriz luciferina del Nuevo Orden Mundial
En este punto, es necesario aclarar qué se entiende por “Nuevo Orden Mundial”, o más bien qué quieren decir sus creadores, independientemente de lo que digan públicamente. Porque por un lado, es cierto que hay un proyecto, que ciertas personas lo concibieron y se encargan de llevarlo a cabo; pero por otro lado también es cierto que los principios inspiradores del proyecto no siempre se dan a conocer, o al menos no se puede admitir abiertamente que estén estrechamente relacionados con lo que está sucediendo hoy, ya que tal admisión suscitaría oposición incluso de quienes son los más pacíficos y moderados. Una cosa es imponer el “Pase Verde” con la excusa de la pandemia; pero otra muy distinta es reconocer que la finalidad del pasaporte es acostumbrarnos a que nos rastreen; y otro más para decir que este control total es el “marca de la Bestia ”de la que habla el Libro del Apocalipsis (Ap 13, 16-18). El lector me perdonará si, para demostrar mi argumento, debo recurrir a citas de tal gravedad y maldad que despiertan desconcierto y horror, pero esto es necesario si queremos comprender cuáles son las verdaderas intenciones de los arquitectos de este libro. la trama realmente son, y la verdadera naturaleza de la batalla de época que están librando contra Cristo y Su Iglesia.
Para comprender las raíces esotéricas del pensamiento que se encuentra en la base de las Naciones Unidas, una vez anhelado por [el activista político italiano del siglo XIX] Giuseppe Mazzini, no podemos dejar de considerar personajes como Albert Pike, Eliphas Levi, Helena. Blavatsky, Alice Ann Bailey u otros discípulos de sectas luciferinas. Sus escritos, publicados desde finales del siglo XIX, son bastante reveladores.
Albert Pike, amigo de Mazzini y compañero masón, pronunció un discurso en 1889 en Francia a los más altos niveles de la masonería, que luego fue reimpreso el 19 de enero de 1935 por la revista inglesa The Freemason . Pike declaró:
Lo que debemos decirle a la multitud es, adoramos a un dios, pero es el dios que uno adora sin superstición […]. La religión masónica debería ser mantenida en la pureza de la doctrina luciferina por todos nosotros que somos iniciados de los más altos grados. Si Lucifer no fuera Dios, ¿Adonay [sic] [el Dios de los cristianos] cuyas acciones prueban su crueldad, perfidia y odio al hombre, barbarie y repulsión de la ciencia, lo calumniarían Adonay y su sacerdote?
“Sí, Lucifer es Dios y, lamentablemente, Adonay también es Dios. Porque la ley eterna es que no hay luz sin sombra, no hay belleza sin fealdad, no hay blanco sin negro, porque lo absoluto sólo puede existir como dos dioses: la oscuridad es necesaria para que la luz sirva como su contraste, ya que el pedestal es necesario para el estatua, y el freno a la locomotora … la doctrina del satanismo es una herejía; y la religión filosófica pura y verdadera es la creencia en Lucifer, el igual de Adonay; pero Lucifer, Dios de la Luz y Dios del Bien, está luchando por la humanidad contra Adonay, el Dios de las Tinieblas y el Mal.
Esta profesión de fe en la divinidad de Satanás no es solo una admisión de quién es el verdadero Gran Arquitecto que adora la masonería, sino también un proyecto político blasfemo que atraviesa el ecumenismo del Vaticano II, cuyo primer teórico fue la masonería:
El cristiano, el judío, el musulmán, el budista, el seguidor de Confucio y Zoroastro pueden unirse como hermanos y unirse en oración al único dios que está por encima de todos los demás dioses (cf. Albert Pike, Morals and Dogma, ed. Bastogi, Foggia 1984, vol. VI, p. 153).
Y la identidad del ” único dios que está por encima de todos los demás dioses ” ha sido bien explicada en la cita anterior.
En otra carta, Pike le escribió a Mazzini:
Desencadenaremos a los nihilistas y ateos y provocaremos un formidable cataclismo social que demostrará claramente a las naciones, en todo su horror, el efecto del ateísmo absoluto, origen de la barbarie y la subversión sangrienta. Entonces los ciudadanos de todas partes, obligados a defenderse de una minoría mundial de revolucionarios, […] recibirán la verdadera luz a través de la manifestación universal de la pura doctrina de Lucifer, finalmente revelada a la vista del público; una manifestación que será seguida por la destrucción del cristianismo y también del ateísmo, que será conquistado y aplastado al mismo tiempo. (cf. Carta del 15 de agosto de 1871 a Giuseppe Mazzini, Biblioteca del Museo Británico, Londres).
No pasará desapercibido que la “ gran herejía de la separatividad ” suena curiosamente en concordancia con el ecumenismo condenado por Pío XI en su Encíclica Mortalium Animos , un ecumenismo que fue adoptado por la Declaración Dignitatis Humanae y recientemente fusionado con la doctrina de la “ inclusividad ” formulado por quienes permitieron que se ofreciera el culto idólatra a la pachamama en la Basílica de San Pedro. Es claro que el término “ separatividad ” pretende designar en clave negativa la necesaria separación entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo correcto y lo incorrecto que constituye el criterio del juicio moral de la conducta humana. “ Inclusividad” se opone a esta distinción, dejándose deliberadamente contaminar por el mal para adulterar el bien, equiparando lo verdadero y lo falso para corromper al primero y dar legitimidad al segundo.
Las raíces ideológicas compartidas del ecumenismo
Si uno no comprende que las raíces ideológicas del ecumenismo están intrínsecamente ligadas al esoterismo luciferino masónico, no podrá captar la conexión que vincula las desviaciones doctrinales del Vaticano II con el plan del Nuevo Orden Mundial. La revolución de 1968 fue un triste ejemplo de esas ambiciones pacifistas y ecumenistas, en las que la “Era de Acuario” fue celebrada por el musical Hair (1969) y luego por John Lennon con Imagine (1971):
Imagina que no hay cielo. Es fácil si lo intentas.
Ningún infierno bajo nosotros. Sobre nosotros sólo el cielo.
Imagina a todas las personas viviendo por hoy.
Imagina que no hay países. No es difícil de hacer.
Nada por lo que matar o morir, y tampoco religión.
Imagina toda la gente viviendo la vida en paz.
Podrás decir que soy un soñador pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo sea uno.
Imagina no posesiones. Me pregunto si puedes.
No hay necesidad de codicia o hambre, una hermandad de hombres.
Imagina a toda la gente, compartiendo todo el mundo.
Este manifiesto del nihilismo masónico puede considerarse el himno del globalismo y la nueva religión universal: no es casualidad que se haya utilizado como tema principal de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres y, más recientemente, de los de Tokio. Un alma que no se extravía solo puede sentir horror ante estas palabras blasfemas. Lo mismo ocurre con las palabras de la no menos blasfema canción God (1970) de Lennon: Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor. […]
Solo creo en mí.
Entiendo que para muchos es angustioso aceptar que la Jerarquía se haya dejado engañar por sus enemigos, haciendo suyas sus peticiones en cuestiones que tocan el alma misma de la Iglesia. Es cierto que hubo prelados masónicos que lograron introducir sus ideas en el Concilio disfrazándolas, pero con plena conciencia de que conducirían inexorablemente a la realización de esa demolición de la religión que es la premisa para el establecimiento de la Nueva Era. – la Era de Acuario – en la que Nuestro Señor es desterrado de la sociedad para recibir al Anticristo. Se comprende entonces la indulgencia guiñada que muchas personalidades católicas han dado a la masonería -me refiero a los cardenales Martini y Ravasi, entre muchos- y su oposición a las excomuniones que los Papas renovaron contra la secta.kathèkon [“el que refrena” (cfr. 2 Tes. 6: 7)] para ser eliminado.
También hay que recordar, con cierta vergüenza, que ciertas declaraciones de Ratzinger sugieren un intento de “cristianizar” el proyecto globalista, sin condenarlo como anticristiano y anticristiano:
¡Deja que el Niño de Belén te tome de la mano! No temas; ¡confía en él! El poder vivificante de su luz es un incentivo para construir un nuevo orden mundial ( aquí ).
Estas palabras, lamentablemente, confirman la falacia del pensamiento hegeliano, que influyó en el profesor desde Tubinga hasta el Trono. Ciertamente, el hecho de que el Pontífice no tomara una posición le permitió ser considerado de alguna manera un aliado del plan globalista, si el presidente italiano Giorgio Napolitano pudo afirmar en su discurso de fin de año de 2006 al pueblo italiano: “ Hay armonía entre El Papa Benedicto y yo apoyamos un Nuevo Orden Mundial ”(31 de diciembre de 2006). Por otro lado, el proceso hegeliano de tesis-antítesis-síntesis se hace eco del lema de la alquimia, Solve et Coagula, que fue adoptado por la masonería y por el esoterismo luciferino. Es el lema que aparece en los brazos de Baphomet, el ídolo infernal adorado por los más altos niveles de la secta masónica, como lo admiten sus miembros más autorizados. En su ensayo Lucifer Rising , Philip Jones especifica que la dialéctica hegeliana “ combina una forma de cristianismo como tesis con un espiritualismo pagano como antítesis, con el resultado de una síntesis muy similar a las religiones misteriosas babilónicas ”.
El panteísmo globalista de Theilard de Chardin
El ecumenismo es uno de los temas clave del pensamiento globalista. Esto lo confirma Robert Muller, quien fue el Subsecretario General de las Naciones Unidas: ” Debemos avanzar lo más rápido posible hacia un gobierno mundial, una religión mundial y un líder mundial único “. Antes que él, uno de los defensores de la Sociedad de Naciones, Arthur Balfour, creó la ” Sociedad Sintética “, que tenía como propósito la creación de la “religión mundial”. El propio Pierre Theilard de Chardin, hereje jesuita condenado por el Santo Oficio y hoy célebre teólogo del progresismo, consideró a las Naciones Unidas como “ la encarnación institucional progresista de su filosofía ”, expresando su esperanza de que “una convergencia general de las religiones en un Cristo universal que las cumple todas … me parece la única conversión posible del mundo, y la única forma en que se puede concebir una religión del futuro ”para“ reducir la brecha entre el panteísmo y el cristianismo extrayendo lo que podría llamarse el alma cristiana del panteísmo o el aspecto panteísta del cristianismo “. No pasará desapercibido que la pachamama y la atribución de connotaciones marianas a la Madre Tierra convierte estos conceptos de Theilard de Chardin en una inquietante realidad. Y eso no es todo: Robert Muller, el teórico del gobierno mundial que también es discípulo de la teósofa Alice A. Bailey, declara: “ Teilhard de Chardin influyó en su compañero[el padre jesuita Emmanuel Saguez de Breuvery, quien ocupó cargos importantes en la ONU], quien a su vez inspiró a sus colegas, quienes a su vez iniciaron un rico proceso de pensamiento global y de largo plazo dentro de Naciones Unidas, que ha afectado a muchas naciones. y personas de todo el mundo. Teilhard me influenció profundamente “. En su libro The Future of Man , Theilard escribe: ” Incluso si su forma aún no es visible, mañana la humanidad se despertará en un mundo panorganizado “. Muller fue el fundador del World Core Curriculum, que tenía como objetivo ” orientar a nuestros hijos hacia la ciudadanía global, las creencias centradas en la tierra, los valores socialistas y la mentalidad colectiva, que se están convirtiendo en un requisito para la fuerza laboral del siglo XXI ” (Revista New Man ). Y si afirma con orgullo a Alice A. Bailey entre sus inspiradoras, descubrimos que fue discípula del Movimiento Teosófico fundado por Helena Blavatsky, una declarada luciferina. Para comprender correctamente el personaje de Blavatsky, aquí hay algunas citas de sus escritos:
Lucifer representa Vida, Pensamiento, Progreso, Civilización, Libertad, Independencia… Lucifer es el Logos, la Serpiente, el Salvador.
Y, casi anticipando la pachamama :
La Virgen Celestial se convierte así, al mismo tiempo, en Madre de Dioses y Demonios, porque es la Divinidad siempre amorosa y benéfica … Pero en la antigüedad y en realidad el nombre [de este dios] es Lucifer. Lucifer es la Luz divina y terrenal, tanto el Espíritu Santo como Satanás al mismo tiempo ”.
Y por último pero no menos importante:
Satanás es el dios de nuestro planeta y el único dios.
Fue Alice A. Bailey quien fundó Lucifer Publishing Company , que ahora se conoce como Lucis Publishing Company , estrechamente relacionada con Lucis Trust , anteriormente Lucifer Trust , reconocida como una ONG por las Naciones Unidas. Si a este montón de divagaciones infernales le sumamos las palabras de David Spangler, Director del Proyecto de Iniciativa Planetaria de las Naciones Unidas, nos daremos cuenta de lo terrible que es la amenaza que se cierne sobre todos nosotros:
Nadie será parte del Nuevo Orden Mundial a menos que lleve a cabo un acto de adoración a Lucifer. Nadie entrará en la Nueva Era a menos que reciba una iniciación luciferina (Reflexiones sobre el Cristo, Findhorn, 1978).
Alice A. Bailey escribe sobre la Nueva Era:
Los logros de la ciencia, las conquistas de naciones y las conquistas de territorios son todos indicativos del método de la Era de Piscis [la era de Cristo], con su idealismo, su militancia y su separatividad en todos los campos: religioso, político, y económico. Pero la era de la síntesis, la inclusión y la comprensión está sobre nosotros, y la nueva educación de la Era de Acuario [la era del Anticristo] debe comenzar a penetrar muy delicadamente en el aura humana.
Hoy vemos cómo los métodos de enseñanza teorizados por Muller en el World Core Curriculum han sido adoptados por casi todas las naciones, incluida la ideología LGBT, la teoría de género y todas las demás formas de adoctrinamiento. Así lo confirma el exdirector de la OMS, Dr. Brock Chisolm, al explicar lo que la política educativa de la ONU le gustaría lograr:
Para lograr un gobierno mundial, es necesario quitar de la mente de los hombres su individualismo, la fidelidad a las tradiciones familiares, el patriotismo nacional y los dogmas religiosos (cf. Christian World Report, Marzo 1991, Vol. 3).
He aquí una vez más el fil rouge que une no solo a Klaus Schwab con Hélder Câmara, sino también a Robert Muller y Alice A. Bailey a Pierre Theilard de Chardin y Emmanuel Saguez de Breuvery, siempre en clave globalista y bajo la nefasta inspiración luciferina. pensamiento. Un análisis en profundidad de estos inquietantes aspectos permitirá arrojar luz sobre la verdad y revelar la complicidad y traiciones de no pocos eclesiásticos esclavizados por el enemigo.
Nuestra respuesta a la crisis de autoridad
La corrupción de la autoridad es tal que es muy difícil, al menos en términos humanos, plantear la hipótesis de una salida pacífica. A lo largo de la historia, los regímenes totalitarios han sido derrocados por la fuerza. Es difícil pensar que la dictadura de la salud que se ha instaurado en los últimos meses se pueda combatir de manera diferente, ya que todos los poderes del Estado, todos los medios de información, todas las instituciones públicas y privadas internacionales, todas las económicas y financieras. los potentados son cómplices de este crimen.
Ante este sombrío escenario de corrupción y conflicto de intereses, es indispensable que todos aquellos que no están subordinados al plan globalista se unan en un frente compacto y cohesionado, para defender sus derechos naturales y religiosos, su propia salud y la de sus seres queridos, su libertad y sus bienes. Donde la autoridad falla en sus deberes y de hecho traiciona el propósito para el cual ha sido establecida, la desobediencia no solo es legal sino obligatoria: desobediencia no violenta, al menos por ahora, pero decidida y valiente. Desobediencia a los dictados ilegítimos y tiránicos de la autoridad eclesiástica, dondequiera que se muestre cómplice del plan infernal del Nuevo Orden Mundial.
Conclusión
Permítanme concluir esta reflexión con un breve pensamiento espiritual. Todo lo que sabemos, descubrimos y entendemos sobre la conspiración global que se desarrolla actualmente nos muestra una tremenda realidad que también es al mismo tiempo nítida y claramente definida: hay dos lados, el lado de Dios y el lado de Satanás, el lado de los hijos de la luz y del lado de los hijos de las tinieblas. No es posible reconciliarse con el enemigo, ni servir a dos amos (Mt 6, 24). Las palabras de Nuestro Señor deben quedar grabadas en nuestra mente: “ El que no está conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”(Mt 12:30). Esperar construir un gobierno mundial en el que el reinado divino de Jesucristo sea ilegal es una locura y una blasfemia, y nadie que tenga un plan así tendrá éxito jamás. Donde reina Cristo, reinan la paz, la armonía y la justicia; donde no reina Cristo, Satanás es un tirano. ¡Consideremos esto bien, siempre que tengamos que elegir si hacemos acuerdos con el adversario en nombre de una falsa convivencia pacífica! Y que también lo consideren bien aquellos prelados y dirigentes civiles que piensan que su complicidad solo afecta a temas económicos o de salud, pretendiendo no saber qué hay detrás de todo esto.
Acudamos a Cristo, Cristo Rey de corazones, familias, sociedades y naciones. Proclamémoslo como Nuestro Rey y María Santísima como Nuestra Reina. Solo de esta manera se podrá derrotar el malvado proyecto del Nuevo Orden Mundial. Solo así la Santa Iglesia podrá purificarse de traidores y renegados. Y que Dios escuche nuestra oración.
SATANISMO ES LA CORRUPCIÓN DE LAS COSAS, SIGNIFICA TOMAR ESO QUE ES EL ORDEN JUSTO NATURAL DE TODO, INVERTIRLO Y CONFUNDIRLO. LA MAYOR PARTE DE LA SOCIEDAD EN QUE CONVIVIMOS ES COMPLETAMENTE SATÁNICA, Y LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS NO LO SABEN NI SE DAN CUENTA.
El plan de Satanás es establecer el reino del Anticristo, dándole la oportunidad de parodiar la vida terrenal de Cristo, imitar Sus milagros con prodigios grotescos, arrastrar a las multitudes no con la sencillez de la Verdad sino con engaños y mentiras. El globalismo constituye, por así decirlo, el montaje panorámico, el guión y la escenografía que debe preparar a la humanidad para el ascenso político del Anticristo, a quien los gobernantes del mundo -sus servidores- cederán las soberanías nacionales para que se convierta en una especie de tirano mundial.
Pero el reino del Anticristo no surge de la nada: primero es necesario borrar lo que quedó del reino de Cristo en las instituciones, en la cultura y en la vida cotidiana de los ciudadanos. La disolución moral es uno de los caminos más simples para subyugar a las masas, incitándolas al vicio y burlándose de la virtud; y, obviamente, destruyendo la familia natural, célula fundamental de la sociedad, que una vez eliminada hace posible que los niños se conviertan en mercancías, productos que quienes tienen dinero pueden pedir en Internet, alimentando una red criminal cada vez más vasta y cada vez más floreciente, por no hablar de la industria de la maternidad subrogada. . El divorcio, el aborto, la eutanasia, el homosexualismo y el pansexualismo, las mutilaciones para la transición de género han demostrado ser instrumentos eficaces para eliminar no sólo la Fe revelada, sino también los principios más sagrados de la Ley Natural.
Y es de hecho una religión la que se está instaurando con la ideología woke; una religión que como la verdadera, pero con finalidades diametralmente opuestas, pretende imponerse en la sociedad, impregnar con sus propios dogmas las instituciones, las leyes, la educación, la cultura, las artes y las actividades humanas. Los globalistas aplican los principios católicos de la “realeza social”, pero proclaman a Satanás rey de las sociedades:
Te nationum præsides honore tollant publico: colant magistri, judices; leges et artes exprimant. A ti los Príncipes de las naciones te proclaman Rey con honra pública: te adoran los maestros, los jueces; las leyes y las artes lo expresan. Estas son las palabras del himno de Cristo Rey, pero las vemos aplicadas blasfemamente por los sacerdotes del Nuevo Orden Mundial a su rey, el Príncipe de este mundo, y al Anticristo en su tiempo.
Pero atención: el globalismo, como emanación del pensamiento masónico y revolucionario, proclama aparentemente la democracia y condena los regímenes absolutos, aunque en realidad sabe muy bien que la Monarquía de derecho divino es la mejor forma de gobierno posible, porque somete a todos -incluso al Rey mismo, que es vicario de Cristo en las cosas temporales- a una ley trascendente a la que todos deben obediencia.
La censura de las noticias no alineadas con la narrativa oficial, llevada a cabo con la complicidad de las plataformas sociales y los medios de comunicación, es la misma censura que los liberales del siglo XIX condenaron en sus hojas clandestinas, pero cuando se aplicaba para evitar la difusión de errores filosóficos y doctrinas contrarias a la verdadera religión católica. Y no es casualidad que la ficción democrática recurra a medios de represión violenta de las protestas populares que en una democracia libre deberían llevar a barricadas y a la execración internacional -pienso, entre otros, en Macron, alumno de los Jóvenes Líderes para el Mañana del Foro Económico Mundial de Klaus Schwab. No basta con llamar “democracia” a una dictadura para que se convierta en eso por arte de magia, sobre todo cuando el consentimiento de los ciudadanos para quienes interpretan su estado de ánimo y sus expectativas constituye una peligrosa amenaza a la supervivencia de estos parásitos subversivos.
Si Civitas tuviera un centenar de afiliados y un programa genérico como los partidos “conservadores” del sistema no preocuparía a nadie; si lo atacan e intentan disolver este movimiento político es porque saben que como no se puede manipular con dinero o con el chantaje, si consiguiera escaños, sus elegidos se les irían de las manos. La paradoja se hace evidente cuando vemos que se acusa de extremismo a un partido católico francés, al tiempo que se envían armas y ayuda al régimen de Zelenskyj, apoyado por grupos neonazis que practican la limpieza étnica contra sus ciudadanos rusoparlantes, persiguen a los ministros de la Iglesia Ortodoxa rusa (y también de la Iglesia Católica de rito oriental en el lado húngaro), exhiben esvásticas y símbolos hitlerianos, glorifican al criminal Bandera y celebran el exterminio de los judíos del que fue responsable en Ucrania.
Repito: Si la democracia funcionara, no dejarían a los ciudadanos participar en la farsa de las elecciones y de la ilusión de estar representados en el Parlamento. Si la permiten, es porque la oligarquía masónica sabe que puede controlarla a través de sus emisarios, colocados en todas partes. Por otra parte, el Anticristo será rey, no presidente; ejercerá el poder de forma absoluta, totalitaria, dictatorial. Y los que hayan creído en la fábula de la democracia descubrirán demasiado tarde que han sido engañados.
Pero ésta no es una respuesta católica, y mucho menos la que debería dar un obispo, es decir, un sucesor de los Apóstoles. Los católicos saben, por la Sagrada Escritura y la Tradición, que se está librando una batalla de época, con dos bandos: el de Dios y el de Satanás.
Saben también que la victoria pertenece a Dios y a la Inmaculada, la Mujer coronada de estrellas del Apocalipsis, que aplastará la cabeza de la antigua Serpiente. Frente a un verdadero golpe de Estado mundial, en el que una élite esclaviza del Diablo impone su propia agenda, todo católico sabe reconocer la matriz infernal de lo que ocurre bajo el pretexto de la emergencia pandémica: reconoce la ideología de la muerte, el odio a la vida, la aversión a lo sagrado, la complacencia por el caos y la violencia. Quienes no son católicos -o siguen a los prelados y al propio Bergoglio adaptándose a la narrativa de la pandemia y de las vacunas- ciertamente tienen más dificultades para entender el significado de estos acontecimientos, y no pueden comprender cómo el hombre puede querer la muerte de sus semejantes; cómo es posible que la autoridad civil -y religiosa- se haya dejado corromper y comprar traicionando a su propio pueblo; cómo los médicos pueden matar a los pacientes sin tratarlos, o suministrándoles tratamientos inadecuados, o recomendando un suero experimental que en condiciones normales nunca habría sido aprobado; cómo los magistrados no intervienen para detener la dictadura que se está instaurando en todas partes, en medio de la violación más escandalosa de los derechos fundamentales.
Como dije en mi mensaje a los ciudadanos de Suiza, no es la libertad lo que debemos pedir hoy, o mejor dicho: esa libertad que debemos reivindicar no es ni la licencia ni la arbitrariedad para hacer lo que queramos, sino -según la definición de León XIII en la Encíclica Libertas præstantissimum– la libertad de actuar dentro de los límites del Bien que hoy se impide.
¿Es libertad matar a un hijo en el vientre materno? ¿Es libertad reconocer derechos al vicio y al pecado, y burlarse o condenar la virtud y las buenas acciones? ¿Es libertad reclamar el poder que sólo Dios tiene, para decidir cuándo vivir y cuándo morir? ¿Es libertad reclamar el matrimonio entre personas del mismo sexo, de adoptar niños, de comprarlos a madres pagadas como madres de cría por “subrogación”? ¿Es libertad utilizar a los pobres y desheredados del mundo para destruir el tejido social de Occidente o para abaratar el costo de la mano de obra, cuando es precisamente el Occidente apóstata y anticristiano el que causa la pobreza y explota los recursos de los países subdesarrollados?
Los católicos, y sobre todo los laicos, tenemos la oportunidad de hacer comprender a quienes no tienen la gracia de la verdadera Fe y de la plena comunión con la Iglesia de Cristo, que todo lo que sucede -precisamente por su naturaleza evidentemente anticristiana- forma parte de esas “últimas cosas” – τα ἔσχατα– de las que habla la Sagrada Escritura, de la batalla de los hijos de la Luz contra los hijos de las tinieblas. Y en ese punto los que son honestos, los que son buenos y quieren el Bien -los que el Evangelio llama “hombres de buena voluntad”- comprenderán que sólo hay una Religión considerada enemiga de la élite: la Religión Católica Apostólica Romana; y que ya no es posible permanecer neutral, o creer que se puede salir adelante sin elegir de qué lado se está.
La Gracia de Dios tocará sus corazones, y con los ojos del alma comprenderán que sólo hay un bando al que pueden pertenecer, y sólo la Cruz de Cristo bajo la cual podrán combatir al enemigo común. Y esta elección de bandos será bendecida y recompensada por Dios.
¿Qué rol juega la religión en (1) el golpe, (2) la solución, o (3) en ambos?
Esta es también una pregunta muy compleja. En primer lugar, hay que distinguir entre “religión” en sentido general y “religión” en el sentido de “religión católica”. Ciertamente, el Covid ha adoptado connotaciones religiosas para conseguir una mayor aceptación entre la población. He aquí, pues, los sumos sacerdotes de la pandemia, los predicadores de las vacunas, las conversiones de los infieles, las excomuniones para los nuevos herejes, la hoguera social para los no-vaxers, la salvación que da el haberse inoculado el suero génico.
Pero sabemos muy bien que Satanás es el mono de Dios, y también con el Covid ha demostrado inequívocamente que se puso de su lado. En segundo lugar, si hablamos de la Iglesia católica, hay que recordar que la Jerarquía sufre una especie de trastorno bipolar desde hace sesenta años: por un lado tenemos la doctrina, la moral, la liturgia, la disciplina que desde hace dos mil años es lo que precisamente hace católica a la Iglesia; por otro lado tenemos a Bergoglio y a los obispos modernistas que predican otra doctrina y otra moral, que celebran otra liturgia, que utilizan su autoridad no para custodiar la Fe y proteger el rebaño del Señor, sino para sembrar el error, la herejía, el cisma.
Los fieles también son conscientes de esta división, y en su mayoría no quieren ni han querido nunca que la Iglesia se convierta primero en una especie de secta protestante, y después en una ONG filantrópica o, peor aún, en la sierva del Nuevo Orden Mundial. Por la gracia de Dios, todavía hay muchos sacerdotes y algunos obispos que siguen siendo católicos, que creen plenamente en lo que Nuestro Señor nos ha enseñado, que celebran la Misa tradicional. Y que -casualmente- también son conscientes de la dictadura sanitaria, del plan del Gran Reinicio, de los proyectos del Nuevo Orden Mundial. Y así como hay un Estado profundo en el Estado, también hay una Iglesia profunda en la Iglesia. La iglesia profunda ha hecho suya la ideología globalista, tal vez con la esperanza de poder formar parte de esa Religión de la Humanidad que la masonería quisiera instaurar. Una religión humana, o más bien satánica, en la que se permiten los ídolos y los demonios, pero de la que está vetado Nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y único Salvador.
La Iglesia bergogliana propaga las vacunas y siembra el pánico por la pandemia
Por eso la Iglesia bergogliana es ecuménica, inclusiva, resistente, ecológica. Por eso propaga las vacunas y siembra el pánico por la pandemia. Por eso calla frente a las violaciones de los derechos humanos, a la profanación de las iglesias, a la secularización de las naciones, a la anulación de la identidad católica y de las tradiciones cristianas de la sociedad. El Estado profundo quiere destruir la soberanía nacional, la economía, las empresas, la justicia, la educación, la salud y todo el tejido social: con ello, los gobernantes traicionan a su pueblo y mantienen el poder mediante la instauración de una dictadura. Del mismo modo, la Iglesia profunda quiere destruir la Iglesia de Cristo, dejándola como una cáscara humanitaria, pero privándola de su alma, es decir, de su Señor y Dios. En ambos casos podemos reconocer la obra del Diablo, quien odia a Dios como Creador de todas las perfecciones del mundo y al mismo tiempo como Redentor y Salvador de la humanidad mediante el Sacrificio de su Hijo divino en la Cruz.
En consecuencia, respondiendo a su pregunta: la Iglesia bergogliana ciertamente jugó un rol decisivo en la planificación de este golpe de Estado, al aprobar y enseñar culpablemente errores teológicos y filosóficos como base sobre la que pudieron proliferar la psico pandemia, el ecologismo neomalthusiano, el Gran Reseteo y la Agenda2030, junto con la teoría de género, la aprobación del movimiento LGBT y los llamados “matrimonios” homosexuales. Desde el Concilio Vaticano II hasta hoy esta Iglesia profunda ha conseguido hacer digerir a los fieles una nueva religión, haciéndoles creer que siguen siendo católicos. La Iglesia profunda también juega también un rol en el desarrollo del golpe de Estado global, porque aceptó y ratificó la narrativa de la pandemia, cerró durante meses las iglesias y prohibió los servicios, promulgó una Nota equívoca sabiendo que sería interpretada como la autorización de la Iglesia a las vacunas.
Raros prelados no vendidos al sistema
Bergoglio ha llegado a decir que el suero génico es un deber moral, de hecho, un acto de caridad, y ha llegado a imponerlo a los empleados del Vaticano. Pero la Iglesia profunda no será parte de la solución, habiendo sido parte del problema. Serán los buenos pastores, los raros prelados no vendidos al sistema, y los sacerdotes y religiosos que están en contacto diario con la realidad y ven los daños físicos, psicológicos, morales y espirituales causados por esta conspiración criminal, funcional para el control total de los ciudadanos y el exterminio de una parte de ellos.
Será la Iglesia católica, cuando haga resonar con fuerza la voz de Cristo, la que abra los ojos de la humanidad y le haga comprender que la única forma de salir de este círculo infernal es que los hombres vuelvan a Dios, respeten su santa Ley, practiquen la virtud y abandonen el pecado. Cuando todos juntos de rodillas pidamos a Dios que se apiade de nosotros, pecadores, sólo entonces intervendrá y vencerá a sus enemigos. Entre ellos estarán los que hoy están perfectamente alineados con la agenda globalista.
¿Cómo cree que serán los próximos 12 meses si (1) la gente se defiende y lucha por la libertad, o (2) si la gente no se defiende ni lucha por la libertad?
Obviamente, no puedo hacer ninguna predicción, aunque espero que el desarrollo cada vez más rápido de los acontecimientos y la evidencia del golpe de Estado en curso dejen claro que es deber de todos oponerse con valor y determinación a la instauración del Nuevo Orden Mundial. Pero repito: que nadie se haga la ilusión de que la cuestión se limita a una lucha por la libertad. Si debemos combatir, nuestra batalla debe ser por el regreso de Cristo Rey y de María Reina, en obediencia a la Ley de Dios.
Ya hemos abusado demasiado de la libertad, convirtiéndola en un fetiche que legitimaba las peores aberraciones: ahora es el momento de elegir entre ser “no ya siervos, sino amigos” de Nuestro Señor o esclavos de Satanás. La idea de una Alianza Antiglobalista, que uniría y daría un programa de acción a todos los que no están dispuestos a someterse a la dictadura sanitaria o ecológica, podría representar una oportunidad: se podrían indicar principios generales válidos para todas las realidades locales, que luego cada movimiento compartiría, adaptándolos a las situaciones específicas. Espero que haya dirigentes políticos, intelectuales, representantes de las instituciones, de la magistratura, de las fuerzas armadas, médicos, periodistas, profesores y personas comunes que quieran hacer suyo mi Llamamiento y convertirse en sus promotores. También porque, como ya he declarado, desde el momento que el ataque es global la oposición debe ser también global.
Pero si dejamos que esto ocurra, si nos encerramos en nuestras pequeñas realidades, fingiendo que no vemos la amenaza que se cierne sobre todos nosotros, si seguimos pecando y ofendiendo al Señor, nos haremos cómplices de los conspiradores y los traidores, y ciertamente no mereceremos la misericordia de Dios, ni saldremos de este infierno en la tierra. Piénsenlo bien: ésta puede ser la última oportunidad.
¡ESPELUZNANTE! TAL Y COMO LLEVAMOS AÑOS ANUNCIANDO,
De vez en cuando conviene volver a ver este reportaje resumen de los acontecimientos que cambiaron las cosas en la Iglesia, de manera criminal, y así poder dejar las puertas abiertas a los globalistas satánicos. La aparente renuncia del Papa Benedicto XVI fue algo más que inválida, se trató de una Declaratio de sede impedida, algo recogido en el código de derecho canónico cuando un obispo no puede ejercer libremente su ministerio. Este video presenta el caso con una investigación brillante y exhaustiva. Se ofrecen pruebas contundentes de que Jorge Mario Bergoglio es masón y, por lo tanto, un enemigo que intenta destruir la Iglesia Católica Romana desde adentro. "Un Mensaje en la Botella" es una metáfora apropiada que significa la última esperanza desesperada de rescatar la Iglesia, tal vez por aquellos que, en una fecha lejana futura, puedan descubrir el significado completo de los eventos contenidos en la presentación del video. Se trata en definitiva de que cada uno ASUMA SU PAPEL en esta gran obra de teatro, donde la mayoría finge ser lo que no es, el gran engaño masivo campa a sus anchas, y el silencio se apoderó de los pastores convertidos en "perros mudos", mientras las ovejas están siendo llevadas al matadero con total impunidad y gran inconsciencia en ellas que sucumbieron a la falsa obediencia.
🎬 🔴 LA INFILTRACIÓN (2). Damián Galerón. ¡EL DESENLACE!...
Y anuncio grave de lo que viene.
DAMIÁN GALERÓN! EL PACTO SECRETO
(Origen sociedades secretas, 2ª parte)
BERGOGLIO FORMA PARTE DEL COMPLOT
BERGOGLIO PIDE OBEDECER AL NUEVO ORDEN MUNDIAL
Quién es y de dónde procede el criminal psicótico Klaus Schwab,
fundador del Foro económico mundial.
Dos Papas en el Vaticano, un Anticristo por llegar
Cuando este cerca el reino del Anticristo…
Cuando esté cerca el reino del Anticristo, aparecerá una religión falsa que estará contra la unidad de Dios y de su Iglesia. Esto causará el cisma más grande que se haya visto en el mundo.
VISIÓN DE ANA CATALINA EMMERICK
“Vi una fuerte oposición entre dos Papas, y vi cuan funestas serán las consecuencias de la falsa iglesia, vi que la Iglesia de Pedro será socavada por el plan de una secta.
Cuando esté cerca el reino del Anticristo, aparecerá una religión falsa que estará contra la unidad de Dios y de su Iglesia. Esto causará el cisma más grande que se haya visto en el mundo.
Vi la Iglesia de San Pedro y allí una gran cantidad de hombres que trabajaban para cambiarla, pero también vi otros que la reparaban. Filas de personas maniobradoras, ocupadas en este doble trabajo, se extendían por el mundo entero y yo quedé sorprendida de la unidad con que se hacía todo eso.
Vi que la Iglesia de los apóstatas tomaba gran auge. Todos trabajan en la demolición, hasta los eclesiásticos. Una gran devastación esta próxima. ¡Ellos quieren quitar al pastor del pasto que le pertenece! Vi gentes de la secta secreta que socavaban la gran Iglesia sin dar treguas…
Mi guía (Mi ángel de la guarda) me exhortó de nuevo a que rezara y pidiera con todas las oraciones que yo supiera, por la conversión de los pecadores y sobre todo para que los sacerdotes tuvieran una Fe firme: pues se aproximan tiempos muy difíciles, los no católicos buscan por todos los medios posibles rivalizar y quitar de la Iglesia todo lo que es de su dominio.
La confusión llegará a ser cada vez Mayor”.
Cf. De otras Revelaciones y Visiones de la Beata y Estigmatizada Sor Ana Catalina Emmerick el 27 de Junio de 1822 y año de 1823.(Extractos).
Recordemos aquellas palabras del cardenal Biffi:
"El anticristo se presenta como
pacifista, ecologista y ecumenista".
Es importante entender que el precursor de dicho anticristo es el falso profeta, que no es otro que Bergoglio.
Él es quien ha de preparar el terreno al anticristo y para ello está llevando adelante el plan del Diablo realizando varias acciones, entre otras, las siguientes:
Fomentar el anhelo de una paz falsa, una paz al margen del Único Dios verdadero, una paz sin Dios y contra Dios.
Este anhelo de paz hará que muchos sean engañados y seducidos por el anticristo.
Hay que tener en cuenta que la misma élite globalista satánica, a la que Bergoglio claramente pertenece, es la que en la sombra está promoviendo y llevando adelante la tercera guerra mundial en la saben que emergerá el anticristo como falso pacificador.
Esto se realiza en la sombra a la vez que se promueve un anhelo desordenado de paz al margen del Único Dios verdadero.
Promover en una primera fase el ecumenismo masónico, donde la Iglesia Católica que Jesucristo fundó es rebajada para ser una más dentro de las distintas denominaciones cristianas, (es la idea tan insistentemente inculcada por la masonería de que la Iglesia que Jesucristo fundó no es la Iglesia Católica realmente, sino que es otra Iglesia, una que ya quedó rota y dividida, una Iglesia que hay que volver a recuperar, una Iglesia que se rompió en muchas.... por eso se ha insistido tanto en afirmar falsamente que todas las denominaciones cristianas tienen parte de verdad), para en una segunda fase culminar en un sincretismo religioso (es decir, en la unidad de todas las religiones y creencias, incluido el ateísmo), donde la religión Católica fundada por Jesucristo y única verdadera debe ser una más entre las demás religiones falsas.
Esta es la aplicación del principio masónico de que todas las religiones son buenas y que en todas ellas se encuentra a Dios.
Tengamos en cuenta que el Dios de todas las religiones no existe, es un Dios falso.
(Bergoglio y la falsa iglesia que él lidera desde el seno de la Iglesia Católica ha defendido e insistido en esta falsedad multitud de veces).
"lnsistir e inculcar el ecologismo a todos los niveles, promoviendo la religión de la "madre tierra", el culto a la "pachamama", el cuidado de la "casa común", etc...
Son distintos rostros de una misma falsedad panteísta, una obsesión maléfica que impide que las almas se levanten, se conviertan de sus pecados y pongan su mirada en los bienes eternos.
Es por eso que estos 3 puntales:
¹° la falsa paz, ²° el ecumenismo y el sincretismo religioso y ³° el ecologismo,
forman un verdadero tridente espiritual astutamente preparado por el Diablo para atrapar y trinchar a los hombres en la engaño y la mentira, para seducirlos fácilmente y arrastrarlos a la perdición eterna.
Este texto de la "supuesta consagración al Inmaculado Corazón de María" está totalmente impregnado de esta mentalidad pacifista, ecumenista y ecologista que nada tiene que ver con la piedad verdadera, y que es de gran ayuda para el Diablo, ya que prepara la mente y el corazón de muchas almas sin discernimiento de espíritus para ser seducidas desde este momento hasta la manifestación del anticristo.
VACUNARSE VENENO ES UN ACTO CRIMINAL
VER+:
La "Santa" Sede ha hecho público este medio día la nueva exhortación apostólica del "Papa" Francisco: Laudate deum, que pretende ser la continuación de Laudato si.
Para Bergoglio, ya «no basta pensar en los equilibrios de poder sino también en la necesidad de dar respuesta a los nuevos desafíos y de reaccionar con mecanismos globales ante los retos ambientales, sanitarios, culturales y sociales, especialmente para consolidar el respeto a los derechos humanos más elementales, a los derechos sociales y al cuidado de la casa común. Se trata de establecer reglas globales y eficientes que permitan “asegurar” esta tutela mundial». Con esta última afirmación, el "Papa" se muestra partidario de destruir la soberanía nacional de los países en pro de un poder supremo que establezca políticas comunes para todos los países.
𝗘𝗟 𝗔𝗥𝗭𝗢𝗕𝗜𝗦𝗣𝗢 𝗚𝗔𝗟𝗟𝗔𝗚𝗛𝗘𝗥 𝗦𝗔𝗟𝗘 𝗘𝗡 𝗗𝗘𝗙𝗘𝗡𝗦𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗜𝗠𝗣𝗟𝗘𝗠𝗘𝗡𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗚𝗘𝗡𝗗𝗔 𝟮𝟬𝟯𝟬 Secretario para las Relac. con los Estados y las O. I. de la S.S. , reitera compromiso del Vaticano con Objetivos de D. S. de la ONU
¡Aca tienen MODERNISTAS!... el gran circo bergogliano, este es su representante, ¡¡¡DESPABILEN!!!
No se puede imponer la contradicción ni la incoherencia. La inobservancia de este tipo de normas no es desobediencia, y se convierte, según el autor, en un deber.
EL QUE OBEDECE A BERGOGLIO Y A SU AGENDA SATÁNICA 2030 DESOBEDECE A DIOS Y A LA IGLESIA.
VER+:
El modus operandi CONSTANTE de JMB.
El vive sumergido en una constante estrategia masónica. Te las enumero brevemente:
1. Doble discurso masónico (double mind)
2. Medias verdades
3. Transferencia de culpa
4. Esconderse en el más absoluto descaro
5. Lenguaje confuso y ambiguo como sello de calidad demoníaca, pues el Señor dice: "vuestro lenguaje sea sí, sí, no, no, que lo que pase de ahí, viene del Maligno"
6. Dos pasos adelante, uno atrás (lema revolucionario)
7. Dejar que cada cual pueda interpretar un mismo discurso de formas opuestas para que reine el relativismo.
8. Desvirtuar el evangelio, el depósito de la fe, la tradición, el señorío de Jesús y la autoridad del papado.
En resumen, no confirmar en la fe, y sí en la confusión y el error, permitiendo que la gente se quede con medias verdades sin sospechar que son las peores mentiras.
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El masón Gabriele Caccia observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, ha vuelto a salir en defensa de la perversa y globalista Agenda 2030
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Gracias por Comunicarnos, por Compartir:
Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresión.
La Comunicación más alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.
Gracias amig@ de la palabra amiga.
"Nos co-municanos, luego, co-existimos".
Juan Carlos (Yanka)