Parusía y Juicio de las Naciones
Estudio bíblico profético sobre la Parusía y el Juicio de las Naciones; análisis según las Sagradas Escrituras, según el Doctor de la Iglesia San Bernardo de Claraval (Bernard de Clairvaux), y según la revelación de Jesús a Santa Faustina Kowalska.
"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras; subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén".
"Por eso, Padre, al celebrar ahora el memorial de nuestra redención, recordamos la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos, proclamamos su resurrección y ascensión a tu derecha; y mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, este sacrificio espiritual y te suplicamos". (PLEGARIA EUCARÍSTICA)
"Tu que para librarnos del pecado enviaste a este mundo a tu Hijo unigénito, concédenos, Señor, a cuantos esperamos sinceramente su venida, la gracia de tu misericordia y el don de la verdadera libertad. Por nuestro Señor Jesucristo". (ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN)
La mayoría del clero y de los files no creen en la Parusía, en la segunda venida del Señor. Lo rezan en el credo, en las plegarias eucarísticas y oraciones de la liturgia de la Iglesia, pero no lo predican ni lo viven aunque salga en el mismo catecismo.
Se trata de comprender el misterio del retorno de Cristo, de analizar las manifestaciones y sucesos asociados al regreso de Jesús a la Tierra para liberarnos e instaurar su Glorioso Reino de Paz. Se estudian y comparan los momentos de recolección de los frutos del trabajo salvífico de Dios, representados por los momentos de colecta de los frutos de la tierra según las costumbres judías y sus ciclos agrícolas: la cosecha de la mies y la vendimia de la vid, y cómo éstas están asociadas a las fiestas del Eterno, también conocidas como fiestas mosaicas (Ap 14,14-19). Se analiza la relación entre estas dos colectas (cosecha y vendimia) con las dos puertas de salvación reveladas por Jesús a Santa Faustina en el #1146 de su diario (puerta de la misericordia y puerta de la justicia).
Se analiza el arrebatamiento como fenómeno asociado a la Parusía, así como las citas bíblicas que demuestran que unos santos o “primicias” son librados de los castigos finales, castigos que son permitidos por Dios para la purificación del mundo, y de la Iglesia Católica que al final de los tiempos se prostituye y se hace amiga del mundo. Dios permite tribulación grande para corregir a su Esposa (la Pasión de la Iglesia Católica) y para castigar al mundo pecador que reta a Dios, sus mandamientos, y que combate la luz con enorme fuerza en la batalla final por las almas. Es sin embargo producto de la misericordia de Dios y de su justicia perfecta, que algunos sean guardados “de la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero para probar a los habitantes de la tierra” (Ap 3,10).
Dios viene al Corazón, por San Bernardo de Claraval
"Sabemos de una triple venida del Señor. Además de la primera y de la última, hay una venida intermedia. Aquellas son visibles, pero ésta no. En la primera, el Señor se manifestó en la tierra y convivió con los hombres, cuando, como atestigua él mismo, lo vieron y lo odiaron.
En la última, todos verán la salvación de Dios y mirarán al que traspasaron. La intermedia, en cambio, es oculta, y en ella sólo los elegidos ven al Señor en lo más íntimo de sí mismos, y así sus almas se salvan […] Esta venida intermedia es como una senda por la que se pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo.
Y para que nadie piense que es pura invención lo que estamos diciendo de esta venida intermedia, oídle a él mismo: El que me ama —nos dice— guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él. He leído en otra parte: El que teme a Dios obrará el bien; pero pienso que se dice algo más del que ama, porque éste guardará su palabra. ¿Y dónde va a guardarla? En el corazón, sin duda alguna, como dice el profeta: En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti…" De S. Bernardo, Abad. Sermón 5 en el adviento del Señor.
DIAGRAMA DEL PLAN SALVÍFICO DE DIOS 1
DIAGRAMA DEL PLAN SALVÍFICO DE DIOS 2
Misión Eucaristíca Maranatha Libro
y Diagrama de Regalo y Cuadro 1
Todo lo hace Dios para nuestra salvación. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, el plan salvífico de salvación está plasmado en las Sagradas Escrituras. Pero hay piezas clave, que determinan los hitos más importantes y los sucesos que marcarán el curso de la historia, no solo desde el punto de vista humano, sino cósmico y transcendental hacia la eternidad: una de salvación o una de condenación.
El diagrama explicado tiene como base la estructura del Apocalipsis, aunque reúne piezas de este maravilloso rompecabezas de muchos otros libros bíblicos que complementan el estudio. Por ejemplo el libro de Daniel está intrínsecamente ligada a la revelación del Apocalipsis, así como el mismo profeta Daniel está fuertemente vinculado al Apóstol San Juan, ambos unidos por una revelación de los últimos tiempos y por una misión de salvación que está pendiente por ejecutarse, siendo ellos los dos testigos de Ap 11, y habiendo recibido ambos instrucciones similares (sellar el libro / sellar lo dicho por los siete truenos), visiones similares (sobre el Anticristo), y plazos similares (un tiempo, dos tiempos y medio tiempo).
La Santa Misa tiene la estructura del Apocalipsis, estando la Liturgia de la Palabra asociada a los once primeros capítulos y la Liturgia Eucarística asociada a los once últimos. El diagrama muestra esta relación, así como también la fuerte asociación entre los 22 capítulos del Apocalipsis y las 22 letras del alfabeto hebreo, conocido como Alefbet (por sus dos primeras letras Alef y Bet) o también Alefato. En el video se explica esta relación, y cómo esto nos puede ayudar a determinar el orden de los eventos predichos en este importantísimo libro profético, uno de cuyos nombres es EVANGELIO ETERNO (Ap 14,6).
El Apocalipsis se puede también llamar el libro del número “7”, pues todo está en función de este número: 7 Fiestas del Eterno, 7 Cartas a las Iglesias, 7 Sellos, 7 Trompetas, 7 Copas. Se muestra en el video cómo esto está relacionado también con las 7 Frases de Cristo en la cruz, y cómo todo este patrón de siete está asociado al plan salvífico de Dios y también a los eventos que ocurrirán según se vayan desarrollando todas las profecías de este libro.
También se puede llamar el Apocalipsis el Libro de la Sangre del Cordero. La palabra Codero aparece 34 veces en ese libro, y es con su Preciosísima Sangre que serán salvados ambos pueblos, el hebreo y los cristianos (gentiles bautizados), que son los dos olivos de Romanos 11, y que según lo profetizado por Cristo en Juan 10 serán al final un solo pueblo bajo un único Pastor. La Sangre del Cordero fue derramada para la salvación de la humanidad, sellando con ella la Alianza Nueva y Eterna que nos da la vida eterna y nos hace hijos de Dios, hijos adoptivos en Cristo. En cada Santa Misa Cristo vuelve a inmolarse, y vuelve a entregar su Cuerpo y a derramar su Sangre por amor.
La Santa Misa es la mayor adoración a Dios Padre, y en ella, en poco más de media hora: se llevan a cabo las 7 Fiestas del Eterno, se abren los 7 sellos, y se lleva a cabo un ensayo de la única Misa de Envío que está en Ap 8,1-5, que se llevará a cabo el día de la Parusía, en Fiesta de Trompetas, día en que los justos resucitarán y los bautizados que estén viviendo en santidad serán arrebatados. Esto es el rescate predicho en 1 Ts 4,13-18; 1 Co 15,50-53; Ap 3,10; Jn 14,1-3. Ese rescate marca además el inicio de la gran tribulación que es la Semana 70 de Daniel.
MARANATHÁ: LAS BODAS DEL CORDERO por NÉLIDA DE HELLER
Este libro “Maranathá, las Bodas del Cordero” trata sobre la Misa, un estudio del Libro Profético del Apocalipsis y las 7 Fiestas de YAHVEH, nuestro Padre Celestial que en Levíticos 23 las prescribe para todo el pueblo de Dios, de generación en generación. Se ha pensado, por error, son solo para el Pueblo Judío y son para todos los que amamos al Padre, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo.
Es un estudio con las 7 Frases de Jesús desde la Santa Cruz, su “Testimonio de Misericordia” para la Humanidad y la revelación de las mismas 7 Fiestas, en las 7 Cartas a las 7 Iglesias, con los diferentes Nombres de presentación y saludo de Jesús, los 7 premios al vencedor y los 7 Sacramentos que son fuente de la Misericordia de Jesús desde la Santa Cruz con su Preciosa Sangre y Agua derramada de su costado, Fuente de su Divina Misericordia.
El Rabino Jonathan Cahn es Judio Mesiánico, y para los no sepa quienes son los Judíos Mesiánicos lo explicaré muy brevemente. El movimiento llamado Judaísmo Mesiánico abarca una gran variedad de creencias. Pertenecen a él judíos que afirman la mesianidad de Jesucristo, es decir son Judíos que consideran que el Jesús no es solamente un personaje histórico, sino que en efecto es el Mesías prometido a los judíos en el Antiguo Testamento, e insisten en las raíces judías de la verdadera religión. Los judíos mesiánicos aceptan tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento como palabra de Dios.
En este gran grupo encontramos los mesiánicos trinitarios y unitarios, mesiánicos cristianos y católicos. Los Judíos Mesiánicos se encuentran en una situación peculiar ya que los Judíos no los aceptan como tales y la mayoría de cristianos tampoco los aceptan como cristianos. Y por supuesto el gobierno de Israel no los acepta e incluso los considera perniciosos para el Judaismo.
Es enseñanza clara del Magisterio de la Iglesia que son cristianos quienes “invocan al Dios Uno y Trino y confiesan a Jesús como Señor y Salvador” (Concilio Vaticano II, Decreto Unitatis Redintegratio, sobre el Ecumenismo, n.º 1 y también Juan Pablo II, Encíclica Ut unum sint, sobre el empeño ecuménico, del 25 de mayo de 1995 nº 7), es decir quienes creen en la Santísima Trinidad y en la Encarnación.
Derecho canónico: 204 § 1. Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo.
- ESTE DISCURSO es un toque de atención a todos los que nos denominamos Cristianos. Después de escucharlo hace 5 meses hago mías todas sus palabras y SOLO ME RESTA DECIR:
¿De qué servirá, hermanos míos, el que uno diga tener fe, si no tiene obras? ¿Por ventura a este tal la fe podrá salvarle? Caso que un hermano, o una hermana estén desnudos, y necesitados del alimento diario, ¿de qué les servirá que alguno de vosotros les diga: Id en paz, defendeos del frío, y comed a satisfacción, si no les dais lo necesario para reparo del cuerpo? Así, la fe, si no es acompañada de obras, está muerta en sí misma. Sobre lo cual podrá decir alguno al que tiene fe sin obras: Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin obras, que yo te mostraré mi fe por las obras. Tú crees que Dios es uno, haces bien; también lo creen los demonios, y se estremecen. Pero ¿quieres saber, ¡oh hombre vano!, cómo la fe sin obras está muerta? Abraham, nuestro padre, ¿no fue justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿Ves cómo la fe acompañaba a sus obras; y que por las obras la fe vino a ser consumada? En lo que se cumplió la Escritura, que dice: Creyó Abraham a Dios, y le fue reputado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. ¿No veis, cómo el hombre se justifica por las obras, y no por la fe solamente?. En suma, como un cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta. (Santiago 2:14-26).
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
- DISCURSO COMPLETO EN ESPAÑOL
DEL RABINO JUDIO-MESIANICO JONATHAN CAHN:
Es Abril del 2015
Hace 70 años este mes en primavera los campos de concentración del Tercer Reich fueron liberados. En su liberación, los Aliados forzaron a los poblados locales a caminar por los campos para ver las profundidades del horror a los que los nazis los habían llevado.
Pero la mayoría de los que vivían en los pueblos cerca de los campos en Alemania no era algo inesperado, era bien sabido que los judíos eran cazados y llevados a los campos donde horror y muerte los esperaban
Ellos lo sabían pero nunca hicieron nada para detenerlos
Ellos no estaban en peligro, ¿Por que habrían de arriesgar su comodidad, seguridad y bienestar por aquellos que no lo tenían?
Cuando caminaron por esos campos en la primavera de 1945, no solo fueron forzados a ver la maldad de Hitler y del nazismo sino también su propia maldad porque al final fue su culpa, ellos fueron el factor critico y decisivo. Sin su complicidad silenciosa, su misión pecaminosa y su interés por ellos mismos.
El asesinato masivo de seis millones de judíos, hombres, mujeres y niños nunca habría ocurrido.
En 1964 en la ciudad donde esta reunión fue convenida, una joven mujer llamada Kitty Genovese fue atacada en la puerta de su departamento, fue atacada por un hombre con un cuchillo. La joven mujer fue brutalizada por aproximadamente media hora. Al menos doce personas escucharon sus gritos y partes del ataque durante esos treinta minutos. Y la mayoría no hizo nada para ayudarla.
Algunos no estaban seguros de los gritos afuera de sus ventanas pero nunca se molestaron en averiguar que era, estaba frío afuera y estaban cómodos en sus cálidos departamentos. Un vecino que de hecho vio el ataque, decidió que ni siquiera pedirle a otro vecino llamar a la policía, su explicación fue que no quería verse involucrado.
Como resultado de los estándares de esta ciudad, la vida de Kitty Genovese fue violentamente despedazada afuera de su departamento.
Y ahora mientras nos reunimos en la ciudad de ese crimen, otro crimen esta sucediendo afuera de nuestras ventanas cerradas. 70 años después de los bio estándares de la Alemania nazi caminaron por los campos muertos del Holocausto, otro holocausto está en camino.
Otra vez involucra un odio satánico, violento y crueldad sádica. Otra vez involucra gente inocente marcada para la destrucción, los seguidores de Jesús conocidos como cristianos en todo el mundo.
A ellos se les enseña a dar la otra mejilla, cuando los maldicen, bendecir, y cuando son perseguidos, perdonar a los que los oprimen.
Este es por mucho, el grupo religioso más perseguido del mundo. Son oprimidos. afligidos, cazados, asesinan a sus hombres, mujeres y niños.
Son los corderos sacrificados del mundo moderno.
Nos reunimos hoy en el lugar de reuniones más reverenciado por las naciones. Y como reyes, líderes, embajadores, delegados decidimos reunirnos a discutir asuntos mundiales dentro de las fronteras de sesenta de esas naciones, los cristianos son perseguidos por sus propios gobiernos o por la gente que vive cerca de ellos.
Desde Corea del Norte, Irán, Afganistán, Siria, Nigeria, Iraq, Pakistán, Vietnam, Indonesia y muchos más. En Corea del Norte los cristianos son encarcelados, enviados a trabajos forzados, torturados y asesinados por el crimen de poseer una biblia. En Nigeria, poblaciones cristianas enteras han sido masacradas. En India, setenta mil cristianos han sido forzados a abandonar sus casas. En Siria ochenta mil cristianos han sido expulsados de sus casas. En Indonesia, los musulmanes han asesinado a diez mil cristianos.
Y ahora después de casi dos mil años, algunas de las comunidades cristianas más antiguas, desde los Coptos de Egipto, los creyentes en Siria, los caldeos y creyentes Sirios en Iraq, están en peligro de ser exterminados, mientras el mal del ISIS y de sus aliados barren el Medio Oriente.
Una antigua civilización esta siendo aniquilada y su gente esta pereciendo
crucificada, decapitada y enterrada viva en la tierra de sus ancentros.
No hace mucho el vicario de Bagdad relato como ISIS ordeno a cuatro niños cristianos a renunciar a Jesús y seguir a Mahoma. Ellos dijeron: No, amamos a Jesús, siempre ha estado con nosotros. Esas fueron las últimas palabras de los niños en esta tierra mientras ISIS los decapitaba.
Oímos las historias de los cristianos del primer siglo llevados a las arenas romanas para ser despedazados por bestias salvajes. Escuchamos que salvajes y bárbaros eran esos días, nos preguntamos que habríamos hecho de estar ahí.
De haber vivido ahí y poder haber salvado vidas de inocentes ¿Las habríamos salvado?
La verdad es que vivimos en esos días, esos días son ahora más cristianos han sido perseguidos, brutalizados y asesinados en la era moderna, que en cualquier otra. Cada año, decenas de miles de cristianos son inhumanamente torturados, asesinados, más de cien mil millones de cristianos viven bajo la oscuridad de la persecución.
Es la era la moderna, la que tiene los días más salvajes y bárbaros ¿Y que estamos haciendo?
Mientras los cristianos son llevados a ser devorados.
Este cuerpo, las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos que manifiesta que cada quien tiene derecho a manifestar su religión o creencia en enseñanza, practica, adoración u observación.
En el documento final de la Cumbre Mundial de Septiembre 2005 párrafo 139: Las Naciones Unidas declaran que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger poblaciones del genocidio, exterminación étnica y crímenes contra la humanidad.
Así que ¿Donde están todas las resoluciones? ¿Donde están todas las tropas?
¿Donde están todas las acciones para proteger a la gente más perseguida de la tierra?
¿Donde están la Declaración Universal?
Es un extraño e inmoral silencio, es el mismo silencio que dejo que seis millones de judíos fueran llevados a la muerte.
No debemos repetir el error del siglo pasado, el mal nunca queda fijo,
la misma oscuridad destruyó mato seis millones de vidas judías va a terminar destruyendo sesenta millones de vidas en todo el mundo.
El mal que hizo guerra con la gente judía era un presagio de lo que vencería a la tierra.
En los días cuando mineros de carbón morían de una enfermedad que dejaba sus pulmones negros la respuesta fue encontrada en un canario enjaulado, el canario fue llevado profundo en las minas, si se enfermaba y moría, sería la señal de que el aire de la mina era tóxico
Lo que le paso al canario enjaulado era un presagio de peligro.
Los cristianos perseguidos son el canario enjaulado del mundo moderno. El primer blanco del mal, la señal alarma de un mal tóxico en el mundo y un peligro creciente.
Si no lidiamos con ese mal que apunta hacia costas distantes, seguramente lidiaremos con el cuando apunte hacia nosotros en nuestra propia costa.
Ninguna civilización se puede llamar a si misma moral si falla en defender a sus más débiles de aquello que los quiere devorar.
Ninguna nación se puede llamar a si misma buena si se sienta y no hace nada cuando los efectos del mal asesinan inocentes.
Y ninguna persona se puede llamar a si misma cristiana si mira pasivamente desde las orillas mientras que aquellos que comparten el nombre del Mesías son oprimidos y asesinados por su fe, si nuestra fe consiste en lo cómodos y prósperos que Dios nos puede hacer mientras ensordecemos nuestros oídos al clamor de aquellos que no son ni cómodos ni prósperos.
Nuestros hermanos y hermanas encarcelados y torturados por su fe,
¿Como podemos decirnos cristianos?
En el día del juicio se nos preguntara
¿Por que no hiciste nada para salvarlos? y ¿Cual sera la respuesta?
Esta escrito en el libro de Hebreos que recuerdes a los que están en cadenas como si estuvieras en cadenas con ellos, así que mientras estamos en nuestro sillón frente a nuestra televisión en nuestra casa con aire acondicionado
¿Recordamos a nuestros hermanos que se sientan en suelos de piedra en prisiones mientras sufren por su fe?
Ellos nos dirían a nosotros: "No nos olviden, no olviden nuestro sufrimiento, recuérdenos".
Recuérdenos mientras nuestros enemigos vienen por nuestras vidas, ¡Recuérdenos recuérdenos!
No se olviden que alguna vez vivimos y dimos nuestra vida por nuestra fe y por el Mesías.
No podemos olvidarlos, debemos recordarlos y ayudarlos
¿Que harías si en tu vecindario una banda de criminales toman una casa que esta junto a la tuya y tienen a tus vecinos como rehenes?
¿Que tal si cada día los oprimieran, humillaran, torturaran?
¿Que si cada noche pudieras escuchar su clamor y gritos por tus ventanas y no hicieras nada?
No intentaste salvarlos, no le dijiste a los demás vecinos para conseguir ayuda, no te molestaste en llamar a la policía
En el final ¿Como serías juzgado?
Solo hay una respuesta, serias juzgado como culpable y malvado.
Y que tal si no viven junto a tu casa, sino en la otra cuadra, que tal si viven en el siguiente pueblo o en la siguiente nación o a océanos de distancia.
¿Haría alguna diferencia? ¿La geografía altera el cargo de moralidad?
No lo hace.
Así que si hombres, mujeres y niños por todo el mundo son cautivos, golpeados, torturados y puestos en peligro de muerte y nosotros sabemos que esto pasa.
Y escuchamos sus gritos distantes pero escogemos no hacer nada, ¿Como seremos juzgados en el fin?
Seremos juzgados como igualmente culpables
Esta escrito que en el día del juicio seremos confirmados o condenados por el bien o mal que hacemos a Dios, el Mesías.
Y cuando le preguntemos ¿Cuando fue que te hicimos bien? O ¿Cuando fue que pecamos en contra de ti?
Y el dirá: Cuando lo hiciste al más pequeño de mis hermanos, me lo hiciste a mi.
Si nos negamos a involucrarnos y ayudar a los que son los más pequeños de sus hermanos ¿Que estamos haciendo?
Nos estamos negando a ayudar al Mesías.
Si ensordecemos nuestros oídos a su clamor estamos ensordeciéndonos al clamor del Mesías.
Y en aquel día nos dirá: Cuando mi villa se estaba quemando en Nigeria,
¿Por que no hiciste nada para ayudarme?
Cuando estaba encarcelado en un campo de trabajos forzados en Corea del Norte ¿Por que me olvidaste?
Cuando ISIS vino a matar a mi familia ¿Por que no nos ayudaste?
Cuando estaba siendo torturado, decapitado, enterrado vivo, crucificado ignoraste mi clamor pidiendo tu ayuda.
¿Por que me dejaste perecer?
Dira: Apártate de mi, nunca te conocí.
Cuando ese día venga que no se diga de nosotros que escuchamos el clamor de Dios y no los ayudamos.
En el tiempo que nos toma tener esta sesión más gente será brutalizada y asesinada. Si fuera tu familia la que será destruida, si fuera tu vida la que será tomada, si fuera tu pequeño hijo a punto de ser decapitado
Y otros pudieran ayudar pero escogieran no hacerlo, ¿Que pensarías tú?
Hagamos lo única cosa correcta y moral como esta en las escrituras: Libera a aquellos que son llevados a la muerte.
No nos hundamos en estos momentos de la historia y en el juicio de Dios
mientras que los estándares son malvados y no hacemos nada para detenerlo.
O escuchar los gritos de las Kitty Genovese's de este mundo pero escoger dejarlos morir afuera de nuestras puertas.
O mirar a los inocentes ser llevados como ganado hacia sus muertes pero escoger quedarnos callados.
Que no seamos culpables de otro holocausto, abre tus ventanas escucha el clamor, abre tus puertas, abre tu corazón, tu vida.
Y lo que sea tengas que hacer para salvarlos pero sálvalos, el Mesías esta gritando, el Mesías esta siendo enterrado vivo. El Mesías esta siendo decapitado, el Mesías esta siendo crucificado, repito ¡Sálvalo!
Salva al Mesías por amor a Dios haz lo correcto, libera a aquellos que son llevados a la muerte. Amen, Dios los bendiga.
El Señor te bendiga a todos los que son perseguidos por su fe
El Señor te tenga en la palma de su mano, que haga brillar su rostro sobre ti en la oscuridad que te rodea
Y derrame sobre tu aflicción los ríos de sanidad de su gracia
El Señor Dios levante la gloria de su presencia para vencer la humillación de tu sufrimiento
Y que el Señor Shaloom, paz en medio del conflicto, bendición en medio de la maldición, vida en medio de la muerte
Gozo en medio del dolor, y todas las bendiciones de su amor en el nombre de Yeshua Hamashiach
En el nombre de Yeshua, Jesús el Mesías cuyo nombre se te ha concedido el honor de llevarlo mientras el lo abordo en medio de lagrimas
El nombre sobre todos los nombres, la luz del mundo
La gloria de Israel
Amen, Dios les bendiga.
ORACIÓN DE REPARACIÓN
POR LA CORONA DE ESPINAS
¡Mi amado Jesucristo Agonizante,
Hijo del Altísimo!
Me postro a Tus pies en medio de mi nada.
Recuerdo todas mis ofensas hacia Ti.
Te ruego, Señor, ten misericordia de mí.
Mis pecados te han mantenido en agonía
por estos miles de años.
Te contemplo aun vivo, colgado en la Cruz,
con esa terrible corona de espinas,
la sangre bañando Tu rostro,
y las espinas punzando Tu Santa Faz.
+
Me arrepiento por ese regalo que te di:
La Corona de Espinas
Deseo quitarte la corona de espinas, y ofrecerte con amor una corona de oro.
(Besando la corona y apretándola contra su corazón Santa Cecilia oró así:)
Mi Jesús, yo laceré Tu Sagrada Cabeza con una corona de espinas, Ten misericordia de mí, y perdona al mundo. Mi Jesús, que sufres místicamente el dolor y la agonía de mi terrible corona de espinas en Tu Sagrado Corazón, Ten misericordia de mí, y perdona al mundo. Mi Jesús, que sufres la ignominia de mi terrible corona de espinas, ten misericordia de mí, y perdona al mundo.
(Apretando la corona de espinas contra su cabeza, Santa Cecilia besó los pies de Jesucristo Agonizante en la Cruz, y oró)
Mi Agonizante Jesús, recuerdo como yo golpeé Tu Sagrada Cabeza con una varilla de hierro, para que te penetraran aún más las espinas en Tu cerebro. Sentiste un dolor como si fuera un rayo que estremeciera todo Tu Cuerpo virginal. ¡Oh cuanto te ha hecho sufrir mi maldad!
Cuando medito en Tu terrible caminar hacia el Calvario, lloro amargamente porque mi maldad colocó esa corona de espinas en Tu Sagrada Cabeza, sede de la Divina Sabiduría. Te veo cayéndote bajo el peso de la Cruz, que hacía que las espinas penetraran más profundamente en Tu Cabeza.
Me veo arrastrándote y golpeándote la Cabeza con una vara. ¡No hubiera querido ser yo quien hizo todo esto a mi amado Salvador! Mi Jesús, te he tratado cruelmente, perdóname, perdóname, perdona a Tu pueblo. Haré todo lo que pueda para retirar esas espinas, cambiando de vida de ahora en adelante.
Mi maldad mantuvo la corona de espinas en Tu Cabeza hasta Tu muerte, para que así no pudieras tener ni un poco de alivio en Tu Pasión. ¡Señor, ten misericordia de mí. Cristo, ten misericordia de mi maldad!
Contemplo Tu Sagrada Cabeza recostada sobre el regazo de Tu Madre dolorosa estando ya muerto. Puedo ver las manos de Juan el amado, de María Magdalena y de Tu Madre dolorosa desprendiendo, con lágrimas de amor, la corona de espinas de Tu Sagrada Cabeza. Desearía ser uno de ellos, para retirar la corona y ofrecerte a cambio una corona de oro, como muestra de mi amor hacia Ti.
(Sosteniendo la corona de espinas y meditando en silencio. Santa Cecilia oró así:)
"Te ofrezco todo mi ser, y te prometo cargar mi cruz tras de Ti, con alegría y amor, todos los días de mi vida. Recibe los méritos de mis sufrimientos y persecuciones, los cuales te prometo aceptar con amor, en reparación por mis pecados, y los pecados del mundo entero. Queridísimo Jesús Agonizante, con este humilde ofrecimiento, deseo retirar la corona de espinas que te coloqué, y ofrecerte una corona de oro. Recibe con amor, esta corona de oro que te ofrezco. Amén.
Padre eterno, te he ofendido gravemente al lacerar la Sagrada Cabeza de Tu Hijo Unigénito, a quien tanto amas. Ten misericordia de mí. Perdóname y perdona al mundo. Amén (tres veces).
Tesis Escatologica de La Parusía
“Parusía” (del griego Παρουσια) significa manifestación, hacerse presente, y designa la segunda venida de Jesucristo, aparición pública y gloriosa anunciada por Él mismo, quien volverá para realizar tres cosas: 1) derrotar al anticristo, así como al Falso Profeta y a quienes impusieron un Gobierno Mundial anticristiano durante siete años; 2) juzgar a las naciones y llevar a cabo la primer resurrección y, 3) restaurar la creación y elevar la naturaleza humana en su integridad, transformándola íntima y esencialmente. Con la Parusía, Jesús inaugura el largo período de “mil años” de su Reinado sobre la Tierra, mismo que concluye con su tercera y última manifestación, en el Juicio Final. El mismo Jesús prometió su Regreso para después de la Gran Tribulación: “Después de la aflicción de aquellos días, verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mt 24, 29; Mc 13, 26; Lc 21, 27). Así lo dieron a entender los ángeles a quienes fueron testigos de la Ascensión: “Ese mismo Jesús que habéis visto subir a los cielos, así vendrá, como le habéis visto ascender” (Hch 1, 11).
Así lo transmitió el apóstol San Pablo: “Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez, sin relación ya con el pecado, a los que lo esperan para su salvación” (Hb 9, 28).
Y así lo conservó un buen número de padres y escritores eclesiásticos de los primeros cuatro siglos de la Iglesia, sosteniendo, en resumen: que Jesús ha de volver para reinar en esta Tierra por un periodo largo (“mil años” en el género apocalíptico), después de que el misterio de la iniquidad llegue a su exceso durante la Gran Tribulación; que regresará para derrotar al anticristo y a sus cómplices, y que tendrá lugar la primera resurrección, la de todos los santos, quienes, luego de haber sido encadenado Satanás, reinarán por mil años con Cristo, juntamente con los que fueron arrebatados en la Gran Tribulación y con los que murieron mártires durante ese periodo, ejerciendo así el prometido trono de David desde la Jerusalén restaurada, sobre un mundo totalmente renovado.
Hoy día, la mayoría de los cristianos ha olvidado el dogma esencial de la fe, que es la segunda venida de Cristo en su condición reinante. Lo paradójico es que lo tienen que repetir cada vez que rezan el padrenuestro: “Venga a nosotros tu Reino”.
Contrariamente a los anti-milenaristas, que espiritualizan tanto el reinado de Cristo al punto de confundirlo con el Cielo, y de mezclar la Parusía con el Juicio Final, para los primeros cristianos no era así: ellos habían recibido de los apóstoles y evangelistas que Cristo volverá para reinar en este mundo durante un periodo largo, después de haber derrotado a Satanás, el cual aparentemente triunfará durante la Gran Tribulación. Sólo después del largo reinado de Cristo, entonces sí vendrá el fin del mundo y el Juicio Universal.
La Parusía es el acontecimiento que concluye la Gran Tribulación y da inicio al Milenio.
Jesús dijo a sus discípulos que, acerca de su regreso en gloria y majestad para reinar en el mundo, “nadie puede decir ni el día ni la hora, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mt 24,36). Pero sí podemos afirmar en qué año y mes sucederá, dado que el mismo Jesús ofreció a sus discípulos las claves para saberlo. En el mismo discurso escatológico, en el Monte de los Olivos, Cristo les indicó dos signos muy claros: “De la higuera aprended la parábola: cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”.
Y les añade: “En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mt, 24, 32-34). El dato de la higuera, normalmente es considerado como una metáfora de alertamiento para permanecer en vela, y de hecho lo es. Pero, teniendo en cuenta que en la hermenéutica siempre debe prevalecer el sentido literal sobre el simbólico, y sabiendo que a lo largo del Antiguo Testamento los profetras se referían a Israel como la higuera, Cristo les está diciendo que el renacimiento de Israel sería el signo principal que anticipa su Parusía. Ese reverdecer, sucedió el 14 de mayo de 1948 cuando, después de casi veinte siglos de diáspora, Dios volvió a congregar a su pueblo en la tierra prometida, Palestina, antiguo Canán.
En esa fecha se cumplieron más de sesenta profecías del Antiguo Testamento, entre ellas la de Ezequiel: “He aquí que volveré a congregar a mi pueblo Israel de las naciones a donde lo dispersé, y lo volveré a reunir y traer a su tierra” (Ez 37, 21). El 14 de mayo de 1948 se cumplió también lo predicho por Isaías, en el sentido de que una nación nacería en un solo día: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? Pues en un solo día súbitamente nacerá una nación. Antes de que se produzcan los dolores de parto” (Is 66,8). No es normal que una nación nazca en un solo día, siempre se lleva una larga historia hasta que es constituida como tal. Después, Jesús añade el segundo elemento: “No pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”.
¿A qué generación se refiere?
Evidentemente no a la generación de los discípulos, pues ellos murieron al poco tiempo y el retorno de Cristo no sucedió. Jesús se refería justamente a la generación en que renacería la higuera, la de 1948. Ahora bien, si volvemos al Antiguo Testamento y buscamos en los profetas y libros de la sabiduría cuánto considera la Biblia una generación, encontramos que los judíos la pensaban entre 70 y 80 años, siendo que normalmente los más fuertes llegaban hasta esa edad:
“Los días de nuestra edad son 70 años; y en los más robustos hasta 80 años” (Salmo 90, 19). Es decir, Jesús les revelaba a los apóstoles que su retorno glorioso sucedería 70 años después del renacimiento de Israel o, a lo más, 80 años después. Si sumamos 80 años al año de la fundación de Israel, que es el tiempo más amplio, nos da el año 2028 (1948 + 80). En ese año ocurrirá la Parusía. ¿Por qué no antes? Porque las Escrituras nos dicen que, previo al Retorno de Cristo, habrá un periodo de siete años, la Gran Tribulación, que coincide con el gobierno mundial del anticristo: 7 shabuas (Dn 9, 27); 84 meses (Apoc 11, 2; 13, 5). Por el día en que hoy vivimos, no cabe más posibilidad que situar los 7 años de la Gran Tribulación del 2021 al 2028.
Queda por dilucidar en qué mes de ese año acontecerá la Parusía. Para ello, es preciso resaltar que de las siete fiestas judías establecidas por Moisés, cuatro de ellas, las cuatro que se celebran en la primavera, ya han sido sublimadas por Jesucristo: 13 de Nisán (abril) (Pesach), que fue sublimada con la Pascua de Jesús en la Última Cena; 14 de Nisán, panes ácimos (Matzot), que fue sublimada por Jesús con su sepultura el Viernes Santo; 15 de Nisán, los primeros frutos (Bikkurim) que fue sublimada por Cristo el Domingo de su Resurrección; y la fiesta de la cosecha (Shavuot), cincuenta días después de Bikkurim, que fue sublimada con la venida del Espiritu Santo, Pentecostés. Faltan por sublimar y darle su pleno sentido salvífico las tres fiestas celebradas en el otoño:
1 de Tishri (octubre), fiesta de las trompetas (Rosh Hashana), que será sublimada con el Rapto de la Iglesia; 10 de Tishri, (octubre) fiesta de la expiación (Yom Kippur) que será sublimada con el Gran Día de la Ira del Señor (segunda mitad de la Gran Tribulación); y 15-22 de Tishri (octubre), fiesta de los Tabernáculos (Sukkot), que será sublimada precisamente con la Parusía. Es por todo ello que, si bien nadie puede decir ni el día ni la hora, Cristo nos reveló claramente en qué mes y año volverá: octubre de 2028. Adicionalmente, Jesús reafirma a los discípulos en qué momento histórico acontecerá: al final de la Gran Tribulación.
Dice el Evangelio “después de la tribulación de aquellos días verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mt 24, 29-30). Y es San Juan quien nos revela en qué lugar sucederá: en el Valle de Armaguedón, al norte de Israel (Ap 16, 14-16) cuando Jesucristo descienda para derrotar al anticristo con el soplo de su aliento y defender a Israel de la destrucción que el falso mesías pretenderá infligir a Israel. Por lo tanto, si en el 2028 ocurrirá el retorno glorioso de Cristo, es invariablemente seguro que en el 2021 vendrán, de forma muy rápida y en cascada: el Gran Aviso de Dios, el Gran Milagro, la Tercera Guerra Mundial y la manifestación pública del anticristo, quien se posisionará para firmar el falso acuerdo de paz que pondrá fin a la guerra. Quien firme el acuerdo de paz, ese es el anticristo, y ese día comienzan los siete años de su gobierno mundial inicuo. De esta forma, el anticristo tratará de remedar la llegada del verdadero Mesías siete años antes de que ésta realmente acontezca.
El triunfo del Rey está a la puerta. Ha llegado el momento de arrebatar el premio que Él ya ganó con los méritos de su pasión y muerte. Nos ha tocado vivir en los Nuevos Tiempos de su retorno, en la Primavera de la Iglesia, en la Nueva Evangelización que nace de la renovada efusión del Espíritu Santo. Seremos testigos de su retorno glorioso, cuando “se le dará el poder, la gloria y el reino, y todos los pueblos, lenguas y naciones le servirán” (Dn 7, 14). Es preciso proclamarlo con pasión, gozo y certeza iluminadora. Alegrémonos en medio de todo lo que sucederá en este 2021, pues muy pronto vendrá Jesús a instaurar su reino de paz, de santidad, justicia y amor verdaderos. La mejor preparación, la única, es la del corazón, viviendo día a día con la confianza puesta en el Señor.
VER+:
Parusía-y-Juicio-de-las-Nac... by Maynor Paiz
El Arrebatamiento by Anonymous Gkc5uijU
Obras Completas I-San Bernardo by Pilar Revaliente Ortega
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por Comunicarnos, por Compartir:
Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresión.
La Comunicación más alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.
Gracias amig@ de la palabra amiga.
"Nos co-municanos, luego, co-existimos".
Juan Carlos (Yanka)