«El viaje de los magos»
☆
“Qué helada travesía
Justo la peor época del año
Para un viaje, y un viaje tan largo:
Los caminos hondos y el aire ríspido,
Lo más recio del invierno”.
Y los camellos llagados, sus patas adoloridas, refractarios,
Tendidos en la nieve que se derretía.
A veces añorábamos
Los palacios de verano en las cuestas, las terrazas,
Y las niñas sedosas que nos servían sorbetes.
Iban los camelleros blasfemando, mascullando,
Huyendo, y pidiendo licor y mujeres,
Y las fogatas se extinguían y no había refugios,
Y las ciudades hostiles y los pueblos agresivos
Y las aldeas sucias y caras:
Cuánto tuvimos que aguantar.
Al final preferimos viajar de noche,
Dormir a ratos,
Con las voces cantando en nuestros oídos, diciendo
Que todo esto era locura.
Entonces llegamos al amanecer a un valle templado,
Húmedo, lejos de las nieves perpetuas, y olía a vegetación;
Con un arroyo y un molino de agua que golpeaba la oscuridad,
Y en el horizonte tres árboles,
Y un viejo caballo blanco se fue galopando hacia la pradera.
Luego llegamos a una taberna con hojas de parra en el dintel,
Seis manos junto a una puerta abierta
Jugaban a los dados por un poco de plata,
Y alguien pateaba los odres vacíos de vino,
Pero no había información, y seguimos
Y llegamos al anochecer, y justo a tiempo
Encontramos el lugar; era (podríamos decir) satisfactorio.
Todo esto fue hace mucho tiempo, recuerdo,
Y yo lo volvería a hacer, pero que quede
Esto claro que quede
Esto: ¿nos llevaron tan lejos
Por un Nacimiento o por una Muerte? Hubo un Nacimiento,
Teníamos pruebas y ninguna duda. Yo había visto nacer y morir,
Pero pensaba que eran distintos: este Nacimiento
Nos sometió a una dura y amarga agonía,
Como la Muerte, nuestra muerte.
Regresamos a nuestros lugares, estos Reinos,
Pero ya no estamos en paz aquí, bajo la antigua ley.
Con un pueblo extraño aferrado a sus dioses.
Cuánto gusto me daría otra muerte.
***
«A cold coming we had of it,
Just the worst time of the year
For a journey, and such a long journey:
The ways deep and the weather sharp,
The very dead of winter.»
And the camels galled, sorefooted, refractory,
Lying down in the melting snow.
There were times we regretted
The summer palaces on slopes, the terraces,
And the silken girls bringing sherbet.
Then the camel men cursing and grumbling
and running away, and wanting their liquor and women,
And the night-fires going out, and the lack of shelters,
And the cities hostile and the towns unfriendly
And the villages dirty and charging high prices:
A hard time we had of it.
At the end we preferred to travel all night,
Sleeping in snatches,
With the voices singing in our ears, saying
That this was all folly.
Then at dawn we came down to a temperate valley,
Wet, below the snow line, smelling of vegetation;
With a running stream and a water-mill beating the darkness,
And three trees on the low sky,
And an old white horse galloped away in the meadow.
Then we came to a tavern with vine-leaves over the lintel,
Six hands at an open door dicing for pieces of silver,
And feet kiking the empty wine-skins.
But there was no information, and so we continued
And arriving at evening, not a moment too soon
Finding the place; it was (you might say) satisfactory.
All this was a long time ago, I remember,
And I would do it again, but set down
This set down
This: were we led all that way for
Birth or Death? There was a Birth, certainly
We had evidence and no doubt. I had seen birth and death,
But had thought they were different; this Birth was
Hard and bitter agony for us, like Death, our death.
We returned to our places, these Kingdoms,
But no longer at ease here, in the old dispensation,
With an alien people clutching their gods.
I should be glad of another death.
T. S. Eliot
Thomas Stearns Eliot nació en St. Louis, Missouri, el 26 de septiembre de 1888.
Nacido estadounidense, se trasladó al Reino Unido en 1914, con 25 años de edad, logrando la ciudadanía británica en 1927.
Poeta, dramaturgo y crítico literario, representó una de las cumbres de la poesía en lengua inglesa del siglo XX.
Fue galardonado con el Premio Nobel de literatura en 1948, «por su contribución sobresaliente y pionera a la poesía moderna.», y la Orden del Mérito del Reino Unido, el mismo año.
Murió en Londres, el 4 de enero de 1965.
Sus restos fueron incinerados y, de acuerdo con sus deseos, sus cenizas reposan en East Coker, la villa desde la que sus antepasados partieron rumbo a Estados Unidos, y que da título a uno de sus grandes poemas.
Hay varias actitudes hacia la Navidad,
Alguna de las cuales podemos pasar por alto:
La social, la adormecida, la patentemente comercial,
La alborotada (los bares abiertos hasta la medianoche)
Y la infantil -que no es la del niño
Para quien la vela es una estrella y el ángel dorado
Extendiendo sus alas en la cima del Árbol de Navidad
No es sólo una decoración, sino un ángel
El nido se maravilla en el Árbol de Navidad:
Dejen que continúe en el espíritu de maravilla
En la fiesta como un acontecimiento no aceptada como un pretexto;
De tal forma que el arrebatamiento brillante, la sorpresa
Del primer Árbol de Navidad recordado,
De tal manera que las sorpresas, deleite en nuevas posesiones
(Cada una con su peculiar y excitante olor),
La espera del ganso o el pavo
y el esperado miedo en su aparecer,
De tal forma que la reverencia y la alegría
No sean olvidadas en experiencias posteriores,
En el hábito aburrido, la fatiga, el tedio,
La conciencia de la muerte, la conciencia del fracaso,
O en la piedad del converso
La cual puede ser corrompida por vanidad
Displicente a Dios e irrespetuosa con los niños
(Y aquí recuerdo también con gratitud a
Santa Lucía, su cancioncilla y su corona de fuego):
De tal forma que antes del fin, la ochentava Navidad
(Por ochentava quiero decir cualquiera que sea la última)
Los recuerdos acumulados de la emoción anual
Sean concentrados en una gran alegría
La cual será también un gran miedo, como en la ocasión
En que el miedo vino a cada alma:
Porque el comienzo nos recordará del fin
Y la primera venida la segunda venida.
Bendecir con tiza la puerta de casa
en la fiesta de la Epifanía
Les explico para que lo hagan en casa:
La familia se reúne para pedir a Dios la bendición de su hogar y la de aquellos que lo habitan o lo visiten. Es una invitación a que Jesús sea un invitado diario en nuestro hogar, en nuestros quehaceres, ires y venires, nuestras conversaciones, nuestros trabajos y juegos, nuestras penas y alegrías.
Una forma tradicional de hacerlo es usar una tiza para escribir sobre la entrada del hogar 20 + C + M + B + 22.
Las letras C, M, B tienen dos significados. Son las iniciales de los nombres tradicionales de los tres reyes magos: Gaspar (Caspar en latín), Melchor y Baltasar.
También son la abreviatura de las palabras en latín Christus mansionem benedicat, es decir, «Que Cristo bendiga esta casa». El símbolo «+» representa la cruz y 2022 es el año.
Para bendecir la tiza:
Nuestro Auxilio es el Nombre del Señor.
Que hizo el cielo y la tierra.
El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu.
Oración: Que el amor de Dios bendiga esta tiza que ha creado, que sea de ayuda a nuestra gente; y que por su Santo Nombre, por los santos nombres Gaspar, Melchor y Baltasar que escribiremos sobre la puerta de nuestro hogar, que el Señor interceda para que esta casa reciba la salud del cuerpo y la protección del alma de aquellos que la habitan y aquellos que la visiten; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Instrucciones para bendecir el hogar
Usando la tiza bendecida, escribe en el dintel de tu puerta principal lo siguiente:
20 + C + M + B + 22
…a medida que recitas:
Los tres Reyes Magos, Gaspar, Melchor y Baltasar siguieron la estrella del Hijo de Dios que se hizo hombre dos mil quince años atrás. Que el Señor bendiga este hogar y nos acompañe durante este nuevo año. Amén.
Luego ofrece la siguiente oración:
Te pedimos, Señor, que bendigas esta casa y a cuantos viven en ella: que haya siempre en este hogar amor, paz y perdón; concede a sus moradores suficiencia de bienes materiales y abundancia de virtudes; que sean acogedores y sensibles a las necesidades de los demás; que en la alegría te alaben, Señor, y en la tristeza te busquen; en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda, y en la necesidad sientan cercano tu consuelo; cuando salgan, gocen de tu compañía, y cuando regresen, experimenten la alegría de tenerte como huésped; que esta casa sea en verdad una iglesia doméstica donde la Palabra de Dios sea luz y alimento, y que la paz de Cristo reine en sus corazones hasta llegar un día a tu casa celestial. Por Cristo, nuestro Señor.
Bendición imborrable
Marcar con tiza la puerta del hogar es una forma de celebrar y, literalmente, dejar marca en ocasión de la Epifanía y por la bendición de Dios en nuestras vidas y hogares.
Con el tiempo, la tiza se irá borrando. A medida que lo haga, nosotros dejaremos que el significado de las palabras latinas profundice en nuestros corazones y se manifieste en nuestras palabras y acciones: Christus mansionem benedictat, «Que Cristo bendiga esta casa».
LOS REYES MAGOS-SHEILA
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