Detrás de un gran hombre se esconde una gran mujer
William A. Wellman es uno de esos grandes directores que con el paso del tiempo se han quedado injustamente bajo dos dedos de polvo. Si uno echa la vista atrás, después de esos grandes árboles que no dejan ver el bosque como son Hitchcock, Kubrick y Ford, aparece él y muchos más. El director antes de 1942, ya había dirigido películas tan notorias como "Wings", "A Star is Born" que posteriormente se harían dos remakes y "Enemigo Público" entre otras. Y precisamente ese año se atrevió con "The Great Man’s Lady", en España conocida como "Una gran señora".
El film nos cuenta de la mujer que estuvo durante años detrás de Ethan Hoyt reconocido pionero y ejemplo del sueño americano en la época de la conquista del vasto territorio americano. Hannah Hoyt, ahora anciana recibe una alud de periodistas buscando la verdadera relación de ella con el héroe estadounidense. Tras echar a todos los periodistas una joven entusiasmada con la figura de Ethan y en proceso de escribir una biografía del hombre, se queda para que Hannah le cuente la verdadera historia detrás del mito.
The Great Man’s Lady (Una gran señora) consigue una buena mezcla entre el melodrama clásico y el western y crea una obra híbrida. El paso de los años la han tratado bien, y hoy en día resulta un cuento muy entretenido. La película posee una exquisita narración y una estructura basada en recuerdos que funciona como un reloj. Dando más peso a el pasado y solo volviendo al presente para señalar algún detalle, en ningún momento se hace pesada o te saca de la historia principal. Un tipo de estructura narrativa usada hasta la saciedad que por temática y género nos evoca a la película posterior del genio Ford, The Man who shot Liberty Valance (El hombre que mató a Liberty Valance).
La buena dirección va en consonancia de un cuidado guion basado en una historia corta de la novelista Viña Delmar. El toque femenino por tanto no es tan solo el protagonismo de Hannah, sino que parte de base en la creación de la historia. Siguiendo el refrán “detrás de un gran hombre, se esconde una gran mujer” la película supone una importante representación de la mujer, en una época y en un género donde el héroe masculino y parco estaba a la orden del día, ante la figura femenina devota a este. La encargada de interpretar a Hannah Hoyt es Barbara Stanwyck, actriz habitual de Wellman representa la fuerza que esconde toda cara bonita. Mujer de armas tomar, de seguras decisiones y duros sacrificios. La actriz consigue transmitir todas las fases de Hannah desde su ingenua juventud hasta su madurez. Le acompañan dos galanes, Joel McCrea en el papel de Ethan Hoyt, figura heroica y valiente. Un actor clásico del género que ofrece una interpretación simpática de un personaje que queda en segundo plano ante la complejidad del de Hannah. Por último cierra el triángulo Brian Donlevy como Steely Edwards eterno actor secundario, que se dedica al juego, enamorado de Hannah. Un personaje con claroscuros bien llevado por el actor.
Podríamos definir a "The Great Man’s Lady" (Una gran señora) como un western femenino que lucha para eliminar estereotipos y darle una vuelta a una historia y una trama bastante tratada en el género, aunque bien narrada.
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