sábado, 16 de noviembre de 2019

LIBRO DE LA CUBA TIRÁNICA CASTRISTA POR HILDA MOLINA 💥😈


''Cuba es una monarquía en ruinas''

La testigo incómoda del régimen cubano: 
“Fidel Castro era un psicópata”

Un testimonio abrumador 
que desmonta el engaño populista
La médica disidente, radicada en Argentina, afirmó que su país es "una cárcel, una fábrica de presos". Además, advirtió que "las últimas excarcelaciones de opositores no son para nada un avance democrático"
La cubana participó del Foro Democrático Iberoamericano 2010 organizado por Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal). Su intervención no estaba anunciada por temor a protestas y agresiones similares a las que vivió en agosto pasado, durante la presentación de su libro, "Mi Verdad", de la Revolución Cubana al desencanto, historia de una luchadora, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Molina recordó que en Cuba, "hasta los más íntimos detalles de la vida privada están contaminadas por la política". "Mi patria escindida agoniza", expresó durante su disertación.
Invitada para analizar la actuación de Cuba en las Cumbres Iberoamericanas, la disidente denunció que su país "suscribió y suscribirá, compromisos que jamás cumple", en referencia a los principios de democracia representativa, pluralidad de partidos y respeto a los derechos humanos, que ocupan párrafos en las, hasta aquí, 19 declaraciones firmadas por los mandatarios en estas reuniones.

Explicó que, en su análisis, el gobierno de Fidel Castro ­o el de su hermano Raúl­ crean dos escenarios paralelos cada vez que se acercan los encuentros de presidentes regionales para "lograr su objetivo supremo: perpetuarse en el poder".
Según Molina, al interior de la isla utilizan a los medios de comunicación oficialistas para que estructuren "una trama desinformativa en la que le hacen creer al pueblo que Cuba es el epicentro de la cumbre". En esa construcción que relata con ironía, "Fidel da cátedra de educación, ciencia y paz mundial".
Aseguró que en el plano internacional, la delegación oficial ­"que incluye destacados artistas y deportistas"­ tiene la "misión compleja de mostrarse compartiendo fotos y momentos con gobiernos verdaderamente democráticos".


La médica disidente señaló que el gobierno de Raúl Castro "recibe con los brazos abiertos a terroristas y guerrilleros" y que en Cuba "se forman los encargados de desatar temblores en el resto del mundo".
"La ideología de los Castro es dinero y poder", denuncia Hilda Molina
"Negocios de verdad e inversiones en serio el cubano, por ser cubano, no puede. Tiene que ser extranjero. Por eso digo que nos han robado la patria"
"Y los cubanos, sin derechos", matiza. "Negocios de verdad e inversiones en serio el cubano, por ser cubano, no puede. Tiene que ser extranjero. Por eso digo que nos han robado la patria", destaca la médica, segura de que hay muchos interesados en invertir en Cuba, y eso puede conllevar mejores trabajos y mejor situación económica.
"Lo que nadie dice es que los inversionistas extranjeros son asociados a los Castro", argumenta, para considerar que dichos inversores no pueden contratar directamente a cubanos y que tampoco esos trabajadores pueden cobrar directamente, ya que el dinero pasa por el Gobierno, que finalmente paga "una miseria" al trabajador.
Esos cubanos son según ella "empleados de los Castro en asociación con firmas extranjeras", y no pueden ir a huelga ni pedir paritarias. "Y si protestan van presos o los reprimen", añade.
De la reciente visita a la Isla del presidente estadounidense, Barack Obama, cree que no supone ninguna "apertura" por parte del Ejecutivo de Raúl Castro.
"La situación política idónea es que los Castro permitan elecciones", señala, convencida de que en Cuba sí hay presos políticos.
"Lo que pasa es que los Castro a todos los que nos oponemos a sus políticas nos llama delincuentes comunes. Por eso dicen que no hay presos políticos".

En el libro autobiográfico Mi verdad (Planeta, 2010), que decidió escribir para dejar ‘‘claro que el sistema [cubano] es un triturador de seres humanos, tanto si lo sirves como si te le opones pacíficamente'', la neurocirujana cuenta los encuentros que sostuvo con Castro entre 1986 y 1994 cuando ella planeaba y dirigía el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN). Durante esos ocho años fue testigo de los numerosos actos personalistas y erráticos del entonces gobernante, que lo mismo podía enviarle un ramo de flores y alabarla constantemente en público que mandar a sus ayudantes a que le advirtieran que no podría faltar a la recepción que él la había invitado.
El libro también refiere cómo el narcotraficante norteamericano Robert Vesco, prófugo de la justicia de Estados Unidos, se paseaba en un automóvil protegido por un arsenal o cómo los cargamentos de marihuana confiscados a contrabandistas en las costas de Cuba iban a parar clandestinamente a una habitación del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ), en vez de ser quemados como era lo indicado.
Vinculada al proceso revolucionario desde el principio, primero como joven alfabetizadora, después como maestra y por último como médico, Molina decidió romper con el sistema en 1994, cuando se recrudecieron las presiones del gobierno para que convirtiera el CIREN en un lugar exclusivo para los extranjeros que pagaban su tratamiento en dólares.
"Un día llegaron a poner televisión por cable en las habitaciones de los pacientes extranjeros y no lo permití hasta que no la pusieran en todos los cuartos'', recordó la doctora sobre la batalla que al final perdió para evitar la discriminación, que se extendía hasta los servicios religiosos, permitidos para los extranjeros y no para los cubanos.

mí me preguntaron un día, un periodista muy inteligente por qué tantas personas, tan diferentes siguen a Fidel como los artistas de Hollywood y los pobres de la tierra, digo porque hay una cosa que yo lo estudié con mucha calma, porque viven en Hollywood, no viven en Cuba, obviamente, pero tienen algo en común: todos son resentidos, todos aunque tengan dinero, son resentidos hasta consigo mismo, con la vida, con su país con el dinero que tienen, son personas muy contradictorias en su personalidad; todos los resentidos del mundo se han puesto en fila detrás de Fidel: odio poder y dinero.
Ahí está la ideología del socialismo del siglo XXI que le llaman populismo, yo digo que les pueden llamar como quieran.
Adentro, un estado mayor, muy capaz ideológicamente en Cuba. 
El otro día me preguntaron, en un programa en Cuba el por qué se están muriendo de hambre, para tener poder sobre Venezuela, le dije, y un departamento ideológico que es una ciudad con gente pensante sin parar desde hace muchos años, Fidel le llamaba la revolución silente, me dijo mientras llegamos al poder por la vía tonta de la "democracia falseada", hace años que estamos llevando la revolución silenciosa, penetra la neurona, trabaja en el cerebro a la gente, trabaja por medio de la ideología,  captura el alma a la persona y, ya está todo hecho, me dijo, lo estamos haciendo en América Latina, con los medios, con los grupos de empresarios, con los centros de educación y, yo que recorro este país y el mundo globalizado, me doy cuenta de hasta qué punto han contaminado la libertad de pensamiento del ser humano, hasta qué punto le han secuestrado el alma y las neuronas en la educación y en todas partes, inclusive los programas de educación con contenido subversivo y que están enseñando a los niños a odiar y así no se construye una sociedad sana y libre.

"MI VERDAD". 
La historia de una luchadora

El caso de la doctora Hilda Molina ha adquirido en los últimos anos una relevancia que excede el marco de las relaciones diplomáticas entre Cuba y la Argentina para instalarse como parte de una agenda internacional que incluye a los Estados Unidos el Vaticano y España entre otros estados que tomaron cartas en el asunto. Por eso es de vital importancia la lectura de Mi verdad. Porque es un testimonio valiente en el que sin eludir sus errores y contradicciones Hilda Molina relata en detalle el largo camino que la transformo en una científica internacionálmente reconocida. En el que muestra que aun condenada al silencio y al aislamiento durante mas de quince anos resiste y lucha por mantener vivos la convicción el deseo y la esperanza de volver a ejercer la medicina para los cubanos. En este recorrido a lo largo de mas de seis décadas es imposible dejar de advertir la constante tensión entre la adhesión al Régimen y su profunda fe católica; entre el deber para con su patria y una vocación que se manifestó desde la infancia; entre la añoranza de su tierra natal y el amor incondicional a su familia. Entre la fortaleza que la transformo en la dama de hierro cercana al poder y la delicada femineidad que cautivo a Fidel Castro.

Fidel Castro nunca le perdonó a la doctora Molina que entregara todas sus medallas y condecoraciones, y que renunciara a su condición de diputada a la Asamblea Nacional de Poder Popular como protesta por la decisión gubernamental de destinar los servicios del Centro de Restauración Neurológica –que la propia Molina había fundado– solo para pacientes extranjeros.
De igual forma, Castro se ofuscó cuando el hijo de la doctora Molina –también neurocirujano– decidió no regresar a Cuba y fijar su residencia en Argentina luego de asistir a un evento científico en Japón. En ese momento el Máximo Líder del régimen juró no permitir jamás que madre e hijo se encontraran, y en consecuencia desoyó durante más de una década las solicitudes de la neurocirujana, quien contaba con el respaldo de buena parte de la comunidad internacional incluyendo a varios jefes de Estado, para poder viajar a Argentina y ver a su hijo.
Pero las anteriores no serían las únicas razones que avivaron la furia del hoy ex presidente. La doctora Hilda Molina cuenta en su libro una faceta menos divulgada de este forcejeo, vinculada con el complejo de “macho irresistible” que parece haber acompañado a Castro durante toda su vida. Porque el Comandante, durante sus frecuentes visitas al Centro de Restauración Neurológica y las muchas conversaciones que sostuvo en privado con la neurocirujana, no solo se interesaba por las cuestiones profesionales.

Un día, a pesar de no recibir ningún indicio de aceptación de sus insinuaciones, Castro le comentó a la doctora en un tono íntimo: “Y tú, como siempre, de lo único que sabes hablar conmigo es de trabajo”.
Como es sabido, a ella se le permitió salir de Cuba en el año 2009, únicamente cuando ya Fidel Castro había abandonado el poder.
El libro Mi verdad contiene además las vivencias de la doctora Molina durante el cumplimiento de una misión médica en Argelia en el año 1983. Allí la neurocirujana pudo constatar el ambiente de corrupción fomentado por los directivos de la brigada médica cubana, con hechos de alcoholismo, pornografía, y el acoso sexual que sufría el personal femenino de la brigada médica. A ello se añade la conocida explotación monetaria que afrontan los galenos cubanos cuando salen al exterior, pues el Estado de la Isla se apropia de una porción muy grande del salario que perciben.

Hilda Molina empoderamiento neuronal 
de los cretinos resentidos en la fila de Fidel


Hilda Molina, neurocirujana cubana, con Laura Di Marco . 
La Trama del Poder; el populismo

A 60 años de la Revolución Cubana: entrevista a Hilda Molina +INFO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por Comunicarnos, por Compartir:

Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresión.

La Comunicación más alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.

Gracias amig@ de la palabra amiga.

"Nos co-municanos, luego, co-existimos".

Juan Carlos (Yanka)