miércoles, 20 de marzo de 2019

❤ SE LLAMA JESÚS...


Que si nació hoy, que si nació ayer, que si nació aquí, que si nació allá. Que si murió a los 33, que si murió a los 36. Que cuántos clavos, que cuántos panes y pescados. Que si eran reyes, que si eran magos. Que si tenia hermanos, que si no tenía. Que dónde está, que cuándo vuelve.

A mí me tomó la mano cuando más lo necesitaba. Me enseñó a sonreír y agradecer por las pequeñas cosas. Me enseñó a llorar con fuerzas y soltar. Me enseñó a despertarme saludando al sol y a acostarme con la cabeza tranquila. A caminar muy lento y muy descalza. Me enseñó a abrazar a todos y a abrazarme a mí. 

Me enseñó mucho. Me enseñó a quererme con ganas. A querer al que tengo al lado y, de cuando en cuando, a estirarle la mano. Me enseño que siempre me está hablando en lo cotidiano, en lo sencillo, a manera de mensajes y que para escucharlo, tengo que tener abierto el corazón. 

Me enseñó que un gracias o un perdón lo pueden cambiar todo. Me enseñó que la fuerza más grande es el amor y que lo contrario al amor es la indiferencia y el miedo. Me enseñó cuanto me ama a través de lo que yo amo a los míos. Me enseño que los milagros si existen. Me enseñó que si yo no perdono, soy yo la que se queda prisionera, y para perdonar primero tengo que perdonarme. Me enseñó que no siempre se recibe bien por bien pero que actúe bien a pesar de todo. Me enseñó a confiar en mí y a levantar la voz frente a la injusticia. Me enseñó a buscarlo adentro y no afuera.

Me deja que me aleje, sin enojarse. Que salga a conocer la vida. A equivocarme y aprender. Y me siguió cuidando y esperando.

Hasta me dejó aprender de otros maestros, sin ponerse celoso. Porque es de necios no escuchar a todo el que hable de amor. Y porque hoy, más que nunca, entiendo que todos hablan de lo mismo.

Me enseñó que solo vengo por un tiempo, y solo ocupo un lugar pequeño. Y me pidió que sea feliz y viva en paz, que me esfuerce cada día en ser mejor y en compartir mi luz conociendo mi sombra, que disfrute, que ría, que valore, y que Él SIEMPRE va a estar en mí….que aunque dude y tenga miedo confíe, ya que esa es la fe, confiar en Él a pesar de mí…. 
Se llama Jesús.



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