viernes, 30 de marzo de 2018

⛪ EL MILAGRO DE LA ESCALERA DE SAN JOSÉ DE SANTA FE NUEVO MÉXICO

EL MILAGRO DE LA ESCALERA DE SAN JOSÉ 

ES UN MISTERIO TAMBIÉN POR LA CIENCIA 



En 1852, por orden del obispo de Santa Fe, Jean Baptiste Lamy, se construyó la Capilla de Nuestra Señora de la Luz de Loreto (inspirada en la Sainte-Chapelle de París), que estaría al cuidado de las Hermanas de Loreto, quienes llegaron al lugar desde Kentucky para fundar allí una escuela para niñas.

Cuando la capilla estuvo lista, los constructores se consiguieron con un problema inesperado: no pudieron poner una escalera que llevase desde la nave principal hasta arriba, al segundo piso, donde se ubicaba el coro. Se trataba de un error de diseño del arquitecto del edificio, Antonio Mouly, quien murió antes de poder solucionarlo. Cuando las monjas intentaron construir una, los constructores les dijeron que sería imposible, y que una escalera normal tomaría demasiado espacio, por lo que se les recomendó, más bien, derribar el coro.

Sor Madeleine hizo venir numerosos carpinteros para tratar de resolver el problema, pero nadie logró encontrar una solución adecuada, algunos propusieron de arrasar el entero edificio para reconstruirlo. Pero las Monjas prefirieron confiar en el Señor y recitaron una novena a San José, esperando en un milagro.


En el último día de la novena se presentó un carpintero que había llegado montado en una mula, llevando en la mano su caja de herramientas, afirmando que él podría construir la escalera, bajo una condición: que se le concediese total privacidad. Fue asumido inmediatamente para hacer el trabajo considerado imposible. El carpintero trabajó con diligencia y discreción por unos seis meses. Una vez acabada la escalera el hombre desapareció, sin siquiera haber recibido el pago por sus servicios.
Las Hermanas del Colegio de Nuestra Señora de Loretto dicen que la escalera fue la respuesta de San José a sus oraciones. Muchos prefieren pensar que el carpintero era San José a sí mismo.
Nadie sabe quién la construyó, nadie entiende cómo se mantiene la estructura sin un soporte central, y nadie ha podido dar con el origen de la madera. Aunque se sabe que es madera de abeto, no se ha podido determinar de qué subespecie se trata, ni cómo llegó la madera a la capilla. 
La historia asegura que nunca se ha resuelto de forma satisfactoria el misterio de la identidad del carpintero. Ni siquiera existen registros que ayuden a descifrar de dónde sacó la madera, pues no hay ningún reporte de entrega de material. Nadie vio tampoco, durante esos meses, a ninguna persona entrar o salir de la capilla durante el tiempo de la construcción. Como el carpintero se marchó antes de que la Madre Superiora pudiera pagarle, las Hermanas de Loreto ofrecieron una recompensa a quien pudiera dar a conocer su identidad, pero nadie la reclamó nunca. Así, se suele atribuir la autoría de esta obra al propio san José.
Su magnífica estructura, la elegancia con la que se eleva, así como varios detalles de la construcción, dejan perplejos los expertos. Por ejemplo, ella cumple dos vueltas de 360 grados sin soporte lateral y es hecha todo a encaje, sin el uso de un único clavo. Algunas de sus trozos son de un tipo una madera inexistente en la región. La escalera, de seis metros de alta, da dos vueltas completas hasta llegar al coro. Fue construida sin ningún tipo de clavos ni cola, y carece de cualquier soporte central.

Por ello, se dice que la construcción es “imposible”, y que debería haber colapsado en el momento en el que alguien la utilizase por primera vez, aunque se supone que la espiral central de la escalera es lo bastante estrecha para servir, ella misma, como apoyo central.

En todo caso, la escalera original no estaba sujeta a ninguna pared o puntal, hasta que en 1887, diez años más tarde, se añadió la barandilla (que tampoco tenía) y la espiral exterior se sujetó a un pilar cercano.



La prodigiosa escalera se eleva a la forma espiral y todo es armonioso y fascinante como su historia, de hecho, se dice que algunas de las Hermanas de Loretto se fueron a instalar en el suroeste de los Estados Unidos, en Nuevo México, precisamente a Santa Fe. Su primera preocupación fue construir un convento y una capilla, hicieron venir algunos carpinteros mexicanos y, en breve, fue edificado se construyó el Colegio de Loretto.


La Milagrosa Escalera se encuentra, aún hoy, en la Capilla de Nuestra Señora de la Luz, en la ciudad norteamericana de Santa Fe, y es capaz de sorprender todas las almas capaces de ver y de amar su belleza.



Escalera construida por San José, carpintero de Jerusalén, a finales del siglo 19. Milagro y Prodigio de Carpinteria! 
Loretto Chapel, Ciudad de Santa Fe, Estado de Nuevo México, EEUU.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por Comunicarnos, por Compartir:

Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresión.

La Comunicación más alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.

Gracias amig@ de la palabra amiga.

"Nos co-municanos, luego, co-existimos".

Juan Carlos (Yanka)