lunes, 5 de octubre de 2015

CUANDO TENGAS UN SUEÑO, NO PREGUNTES A NADIE, PREGÚNTATE A TI MISMO


Los libros "Serie Azul y Poema Azul" nos hace ser conscientes de nuestra propia subjetividad, fomentando el acercamiento a otras maneras de entender y de vivir una misma realidad.

Azul, la hormiga que decide ir más allá de las cosas que se suelen dar por sentadas, es la compañía perfecta para transmitirnos la importancia de la imaginación, el valor de la diferencia y de luchar por defender una manera de ver y entender el mundo.




¿Y quién es Azul? 
Azul es una hormiga obrera que, como el resto de sus hermanas (y como otros muchos animales) ve en blanco y negro. Por eso, si bien ella nació con un cuerpo de color azul, ni ella ni sus compañeras son conscientes de ello. Sin embargo, aunque ella tampoco vea los colores, siente que están ahí… y eso cambiará su vida. Y quizá la de sus compañeras.

Azul, la hormiga que decide ir más allá de las cosas que se suelen dar por sentadas, es la compañía perfecta para transmitirnos la importancia de la imaginación, el valor de la diferencia y de luchar por defender una manera de ver y entender el mundo.

Poema Azul

La hormiga Reina planea desatar una gran guerra para acabar con todos los insectos que conozcan los colores, y así beneficiarse de la ignorancia del resto. Azul, acompañada de Poema y de su nueva amiga Esperanza, regresará al hormiguero con dos fines entrelazados: mantener la paz y enseñarles a las obreras a apreciar la belleza. Cada hormiga que consiga ver más allá del blanco y negro será un miembro menos del ejército imperial.


Ya desde la portada, esta historia nos invita a fantasear y a pensar: "Cuando lees un libro que no tiene ilustraciones, tú vas dibujando en tu mente al personaje y los demás elementos de la historia. Y esas formas que vas creando son diferentes de las que se va imaginando cualquier otro lector. Azul puede tener la bella forma que le ha dado Federico, o la que le ha dado Eugenia, o la que le dé quien dibuje su cuerpo. Lo que hace única a Azul es que tiene su propia manera de pensar y de actuar; como tú".



Como cada libro está ilustrado por un artista diferente, la historia completa se enriquece con todas estas perspectivas, explora distintas interpretaciones e invita, en suma, a que no nos quedemos con una única visión del personaje.


La historia de Azul se desarrolla a lo largo de 8 títulos, aunque cada uno se puede leer de manera independiente.

Dentro del mundo de los cuentos, su autor, Rafael R. Valcárcel, lleva varios años explorando los matices de la subjetividad y, de forma paralela, los juegos metafóricos entre el mundo animal y nuestras inquietudes personales. Asimismo, es coautor del diccionario de emociones

Al igual que muchos otros animales, las hormigas ven en blanco y negro. Por eso, para sus compañeras, Azul es otra hormiga negra. Para ella misma, también. Sin embargo, Azul es de color azul, y siente que los colores están allí, muy cerquita, aunque aún no los vea.


Azul, la hormiga que decide ir más allá de las cosas que se suelen dar por sentadas, es la compañía perfecta para transmitirnos la importancia de la imaginación, el valor de la diferencia y de luchar por defender una manera de ver y entender el mundo.

Rosado, amarillo, verde y morado; 
si la vida los colores te ha mostrado, 
alégrate porque eres afortunado. 


Muchos de los que en este planeta viven 
ni siquiera en sueños colores perciben, 
solo son grises lo que sus ojos reviven.

Sí. Así es. 

Hormigas y más ven como te he dicho, 
y no te lo he dicho por mero capricho 
sino para presentarte a un gran bicho. 

Mi hormiga Azul que el color descubrió, 
y por desear contarlo su suerte cambió, 
pues su astuta reina a morir la sentenció.

Pero antes de ser condenada a muerte, muchas cosas sucedieron, empezando por su nacimiento… 

Azul no llegó sola. ¿Su madre tuvo mellizas? Más. ¿Trillizas? Más. ¡Cuántas! Azul llegó junto a 2173 hermanas. Mirándolas desde el techo de la cámara de cría, destacaba un punto azul entre tantísimas motitas negras. Si las parteras hubiesen podido ver en colores, habrían gritado: ¡Milagro! Y Azul, destinada a ser una obrera, seguro que habría sido educada para reina. 

El primer día de clases, en el colegio de obreras, Azul perdió el primer pedacito de su sonrisa. Ella quería saber qué había fuera del hormiguero y la profesora solo hablaba de galerías, de cámaras para almacenar el alimento, de excavaciones, de qué hacer con el material extraído y de un sinfín de tareas que permitían aumentar las dimensiones del reino por debajo de la superficie. 

Al sonar la campana, las alumnas salieron del aula sin mirar atrás, sin darse cuenta de que Azul permanecía sentada con los ojos apuntando al techo. 
La profesora se le acercó. 
—¿Te ocurre algo, pequeña? 
—Sí. No. Sí. 
—Uy, sí que estás mal. Dudar es casi como pensar. Anda de inmediato a ver a la doctora.
—No necesito ir. Lo que quiero es saber… 
—¿Mal? ¡Estás fatal! Una hormiga siempre debe hacer lo que se le dice. 
Y para evitar que la profesora se desmayase del disgusto, Azul no tuvo más remedio que obedecer. 

La doctora le recetó una frase por la mañana y otra por la noche, en dosis de cien repeticiones. 
Al levantarse: “Para nuestro reino enriquecer, cualquier orden hay que obedecer. Para nuestro reino enriquecer…”. Al acostarse: “Para nuestro estilo de vida conservar, debemos aprender y nunca pensar. Para nuestro estilo de vida conservar…”. 

Azul siguió el tratamiento durante los ocho días indicados. Sin embargo, solo se curó de la boca para afuera. Mientras la doctora la felicitaba por su mejora, Azul pensaba: “Para no repetir esta receta jamás, tendré que actuar sin que sospechen las demás”.



"AZUL" Y SU AUTOR: RAFAEL R. VALCÁRCEL


Canción "Tu Yo Azul" de la historia de Azul


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