martes, 14 de noviembre de 2023

LIBRO "CINCO CARAS DE LA MODERNIDAD": MODERNISMO, VANGUARDIA, DECADENCIA, KITSCH, POSMODERNISMO por MATEI CALINESCU ☝

 
CINCO CARAS 
DE LA MODERNIDAD
Modernismo, vanguardia, decadencia, 
kitsch, posmodernismo

Esta ambiciosa y original obra ofrece un análisis de las ideas estéticas e intelectuales que han dirigido la producción literaria durante los últimos ciento cincuenta años. El autor discute con gran acierto y sutileza las complejas relaciones entre conceptos que son comúnmente utilizados pero raras veces definidos con precisión: modernidad, vanguardia, decadencia, kitsch, postmodernidad... Mediante su análisis, plantea y estudia la "fuerza" vital que subyace al cambio de estos mencionados períodos que han recorrido Europa desde la introducción de la palabra "moderno" en el latín medieval hasta el postmodernismo actual. Esta "fuerza" o subjetividad-individualidad-irracionalidad, como fuerza creadora o destructora, se resiste a ser encorsetada con una estética convencional o académica que limite la irresistible lucha del hombre por la creatividad en toda su extensión. De este modo, Cinco caras de la modernidad constituye una importante contribución a los estudios y la crítica contemporáneos.
La idea de la Modernidad implica un aprehendizaje, la fijación de lo mejor del pasado y la crítica radical de sus excesos; tanto como un compromiso con el cambio y los valores del futuro. Se trata de una profunda referencia a la noción de perfeccionamiento.
Otro aspecto esencial a destacar es el alcance metodológico, de una precisión expositiva que desborda la historicidad cronológica. El autor ubica los orígenes del término en el contexto de la cultura judeo-cristiana del medioevo específicamente en el siglo V, a partir de su genealogía y desde que aparece la necesidad de un término apropiado para el significado de lo moderno que no excluyera la ‘’flexibilidad semántica’’ que apunta como cualidad con la que se desplaza a través de las épocas subsiguientes.

El Renacimiento estableció las tres eras: Antigüedad, Edad Media y Modernidad y desde entonces la segunda se convirtió en la época oscura mientras que la Modernidad aparecía como ‘’un renacer que anunciaba un futuro luminoso’’ y es Petrarca quien lo determina con su sueño y proclama por el resplandor de la gloria romana; es la primera verdadera revolución consciente efectivamente moderna, y en plena alianza con el tiempo: “su fe en el futuro le estimulaba y su culto por lo antiguo fue una forma de novedoso activismo’’ afirma Calinescu al destacar la participación consciente en la construcción del futuro del filólogo italiano y citando los trabajos, sobre ese tema, de Prietsley, Mommsen y Ricardo Quinones.Pp. 34-35.

En los siglos XVI y XVII toma forma la Querelle des anciens et modernes con sus protagonistas Bacon, Montaigne, Descartes, Pascal, Perrault y Fontenelle principalmente. Fue un proceso de autoafirmación del concepto de Modernidad que constituía “una consecuencia directa de la erosión de la autoridad de la tradición’’ p.38. Calenescu sostiene que fue Bacon quien perfiló el sentido de desarrollo progresivo, lo que lleva a Descartes a declarar: “C’estnousquisommes les anciens’’. Los modernos de aquellos siglos no pusieron en tela de juicio ninguno de los criterios fundamentales de belleza reconocidos y promocionados por sus oponentes; fue, sin embargo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII “cuando la idea de belleza comenzó a experimentar el proceso mediante el cual perdió sus aspectos de transcendencia para convertirse finalmente en una categoría puramente histórica’’. p. 49.

El Romanticismo estableció un nuevo paralelismo entre antiguos y modernos. A comienzos del siglo XIX la palabra ‘’romántico’’ era sinónimo de ‘’moderno’’ y en su acepción más amplia designaba todos los aspectos estéticamente relevantes de la religión cristiana. El nuevo tipo de belleza se basaba en las posibilidades de síntesis de lo grotesco y lo sublime, opuestas al canon clásico de perfección. Calinescu considera que es Sthendal, en Racine et Shakespeare -1823- quien logra un “primer borrador de una teoría de la modernidad’’ que más tarde elaborara de forma más acabada Baudelaire a quien señala como ‘’teórico de la modernidad estética’’.
En este punto se establecen cuatro fases en el proceso de secularización. Una cuarta fase, a finales del siglo XIX, concluye con la proclamación de la muerte de Dios y la consecuente búsqueda religiosa, cada vez más intensificada y unida al surgimiento de la Utopía, legado de los ilustrados y “quizá el único otro acontecimiento más importante de la historia intelectual moderna de Occidente’’. p.76.

Reivindicando a Matthew Arnold, de la Universidad de Oxford, -siglo XIX- citado por Lionel Trilling en Beyond culture, y considerando de interés los postulados de Stephen Spender–The Struggle of the Modern, Calinescu discurre sobre la comparación entre lo moderno y lo contemporáneo, unido esto último a la “otra modernidad’’, la de la razón y del progreso, aquella que produjo el concepto de Realismo: la ‘’modernidad burguesa’’. El autor concluye con algunas observaciones sobre el fenómeno de la domesticación que eventualmente ejerce o podría ejercer el “espíritu contemporáneo’’ sobre la modernidad estética.

De las vanguardias al postmodernismo

Con extraordinaria agudeza y desplegando gran capacidad de síntesis teórica, Calinescu nos lleva de la mano por la descripción de cada una de las formas de la Modernidad, documentándolas exhaustivamente. A partir de las llamadas Vanguardias aparece un aspecto radical orientado hacia el anarquismo, con su ‘’ofensiva e insultante retórica’’: ubica el término en el siglo XIX mencionando en la critica a Saint-Simon, Víctor Hugo, Saint-Beuve, Rimbaud, y más posteriores, Apollinaire, Balbuena Pratt y Roland Barthes, entre otros.
A mediados de la centuria vigésima, “La Vanguardia, cuya limitada popularidad se había basado durante mucho tiempo exclusivamente en el escándalo, se convirtió de pronto en uno de los principales mitos en las décadas de 1950 y 1960’’. p. 127. Modernidad y Vanguardias juntas lograron una imaginación de crisis como resultado inevitable, a lo que siguió la fijación de la idea estética de Decadencia que unida a la angustia catastrófica por el fin de la humanidad culmina en el periodo de “euforia decadente’’ con Verlaine y Nietzsche, en la antesala del siglo XX. Al distinguir Decadencia cultural, Estilo de decadencia y otros términos derivados nuestro autor acude a las reflexiones sobre este tema de Montesquieu, Madame D’Stael, Desiree Nissard, de nuevo a Baudelare.

La cara Kitsch de la Modernidad está vinculada a la inadecuación estética, al mal gusto, al hedonismo y al frenesí de consumo. En sus definiciones del fenómeno, Calinescu sigue las ideas de Clement Greenberg, Alexis Toqueville, de sociólogos como Luduwig Giesz, Alvin Toffler o Dwigght Mc Donald, y especialmente los lineamientos de T.W. Adorno, creador junto a Max Horkheimer de la noción de “industria de la cultura’’ que describe sistemáticamente la necesidad de las masas y “los clientes del entretenimiento’’ como objetos, y al mismo tiempo productos del arte popular. Mundo de simulación y autoengaño, concluye sin embargo Calinescu, en que no es conveniente exagerar el alcance negativo del Kitsch sobre los individuos.
La Postmodernidad es más que otro marco para cuestionarnos sobre la Modernidad; tampoco es una mera extensión de las Vanguardias. El crítico intenta ‘’argumentar a favor de un concepto histórico-hipotético de la Postmodernidad’’, p.300. De nuevo en pos de Arnold Toynbee, Calinescu enfatiza los dos rasgos más sobresalientes: es ampliamente filosófica y presupone el agotamiento de la Modernidad y la Vanguardia durante el siglo XX. Los usos del término implican una mirada metafórica de parte de Calinescu y un “parecido de familia’’ que el autor acepta trayendo a colación el historicismo radical de Heidegger, las posiciones posteriores de Gadamer y las de J.Habermas frente a las de Jean F. Lyotard.

Define la Postmodernidad como “una nueva perspectiva desde la que uno puede preguntarse nuevas cuestiones sobre la modernidad’’; una perspectiva marcada por una multiplicidad de códigos de acuerdo con Guy Scarpetta. p.278. Calinescu propone que el eclecticismo como fundamental rasgo se evidencia en la idea de Postmodernidad unido a semejanzas con todas y cada una de las caras descritas antes, todas portadoras de un espíritu común y asociadas al mismo tiempo con un sentido más amplio de la ‘Modernidad’.

DECADENCIA y PODREDUMBRE SOCIAL | Miguel Ayuso y J. Manuel de Prada
La secularización. El hombre moderno es un conjunto de creencias absurdas y pseudosaberes, que lo condicionan a un actuar desquiciado que sólo puede tener como consecuencia la destrucción del orden, la belleza y la justicia. Además, de las raíces filosóficas que son causa de la cosmovisión depravada y moderna que alimenta un conjunto de ideologías absurdas, que atentan contra lo SAGRADO Y VERDADERO. Una explicación sucinta de qué es la secularización y como se ha ejecutado en nuestras sociedades, degradándonos a una vida vergonzosa.

Calinescu, Matei. Cinco Car... by edvesan


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