lunes, 6 de febrero de 2023

LIBRO "ESPAÑA SAQUEADA: POR QUÉ Y CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ... Y FORMA DE REMEDIARLO" por CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN


"España saqueada: 
Por qué y cómo hemos llegado hasta aquí… 
y forma de remediarlo".


“Cuando a uno se le ocurre la idea de aproximarse a la Historia de España y rememorar lo ocurrido en los últimos siglos, estudiar la política española y a sus “políticos”, acaba observando, llegando a la conclusión de que la Nación Española -sí, ESPAÑA, ese lugar del que los “estepaisanos” no desean acordarse y menos nombrar- está subyugada como si fuera una mula atada a una noria, girando y girando, ... sin parar, dando vueltas y más vueltas, sin poder avanzar, siempre caminando en círculos, sobre el mismo terreno, siempre tropezando en las mismas piedras, incluso tomándole gusto a caer y volver a levantarse.

Sí, da la impresión de que los españoles estamos amarrados a los mismos problemas desde hace más de un siglo. Cada cierto tiempo vuelven a reabrirse los mismos debates, a aparecer y desaparecer (como el río Guadiana), y vuelta a empezar: que si monarquía o república, que si estado unitario o estado "de las autonomías", que si somos aliados de tales o cuales naciones y luego dejamos de serlo, que si seguimos con concordato con la Santa Sede, o se abole, que si continuamos con un régimen de economía de mercado o, por el contrario, implantamos un régimen intervencionista con planificación centralizada de la economía, que si enseñanza y sanidad privadas o sanidad y enseñanza públicas... que sí...

Es inaplazable que en España se emprenda una cirugía regeneradora, de manera que la “res publica” esté gestionada por personas decentes que aspiren a servir a los españoles y no a servirse, a saquearlos y a parasitar de ellos”.

Soy de los que piensan que la persona sabia, la que está dispuesta a aprender, la que pretende tener criterio y opinión propios, tiene que estar también dispuesta a cambiar de opinión… Todo lo que aquí narro es una antología de los múltiples artículos, más o menos actualizados, otros nuevos, publicados por doquier y dispersos en múltiples diarios, algunos incluso en aquellas revistillas que hace décadas circulaban por los mostradores de bares, comercios, etc. en los que predo-minaba la publicidad de ventas y compraventas de casas, vehículos u objetos de segunda mano… Durante años han sido muchos los amigos y conocidos que me han animado a recopilarlos y darles forma de libro.

La mayoría de los textos seleccionados, lo han sido porque en su totalidad, siguen teniendo plena actualidad. Tal como también les decía en la primera parte, espero no defraudarles. Antes de terminar, he de hacer una advertencia: el libro puede que algunos les parezca que es un totum revolutum, con textos muy diversos, sin orden ni concierto… Asumo el riesgo de pecar de ello e insisto: espero que les guste el contenido de mi libro; y si no fuera así, tampoco pasa nada, pues cuando escribo no me mueve el buscar la aprobación de los demás, su aplauso, o evitar antipatías… Y, como decía el poeta sevillano, “nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción”.

El libro “España saqueada: por qué y cómo hemos llegado hasta aquí… y forma de remediarlo” es una continua denuncia del fracaso de la inteligencia y del triunfo de la sinrazón…

Todos tendemos a tener una buena imagen de nosotros mismos, a todos nos gusta pensar que somos unas bellísimas personas, con un comportamiento moralmente aceptable… y sobre todo que somos inmunes a cualquier estúpido que tengamos cerca y por descontado, estamos convencidos de que no estamos tentados a imitarlos. Pero, lamentablemente la estupidez es una enfermedad terrible, enormemente contagiosa, cualquiera que no esté suficientemente alerta puede contraer la enfermedad…

De todos es sabido que, cuanto más tiempo, más esfuerzos, y más energías dedica la gente a realizar algo, aunque acabe llegando más tarde o temprano a la conclusión de que ese “algo” es inútil, o simple y llanamente idiota, más difícil le resulta abandonarlo, da lo mismo que sea una mala inversión económica que una relación sentimental destructiva, o un trabajo poco satisfactorio, o si se trata de un entorno lleno a rebosar de gente abusadora, de acosadores, de matones. Por lo general, los humanos tendemos a justificarnos y acabamos buscando algún tipo de compensación para no cambiar. Es demasiada la gente que acaba diciéndose a sí misma y a los demás aquello de “llevo demasiado invertido –tiempo, dinero, energías…- para abandonar”; o “el asunto es muy importante, merece la pena… si no fuera así no me habría implicado tanto en ello”.

¿Por qué es tanta la gente que aguanta, soporta, tolera, justifica, o incluso alaba el comportamiento denigrante de otras personas?”
En las agrupaciones humanas en las que gobierna estúpidos, abusones, acosadores gánsteres, etc., casi nadie está dispuesto a hacer algún esfuerzo extra, o implicarse de manera especial; cuando los miembros de un grupo tienen el convencimiento de que quienes poseen el poder son gente estúpida pocas veces están dispuestos a dejar lo que en ese momento estén haciendo, para ayudar…

La buena noticia es que el precio que acaban pagando los estúpidos termina siendo muy alto, más de lo que puedan imaginar, pues aunque no sean conscientes de ello, cada vez que menosprecian a alguien, lo someten a vejaciones, a alguna burla grosera e hiriente, o lo tratan como si fuera invisible, o le infligen alguna forma de maltrato, su lista de enemigos aumenta cada día… el miedo obliga a la mayoría a guardar silencio, e incluso a unirse a los estúpidos, durante cierto tiempo, pero llegado un momento el número de enemigos es tan grande que cuando perciben a sus abusadores en situación de vulnerabilidad, o débiles en algún grado, acaban lanzándose al ataque…

¿Sabes a dónde van las palabras que te gustaría expresas y no dices?
¿Sabes a dónde va lo que desearias hacer... y renuncias?
¿Sabes a dónde va todo lo que no te permites sentir?
Todo lo que nos callamos, lo que no decimos, se convierte en gritos mudos; lo que no decimos se trans­ forma en insomnio, en dolor de garganta; lo que no expresamos se transforma en nostalgia, se trans­forma en asignatura pendiente de aprobar, en insatisfacción, en dolor, en duda, en ira, en frustración, en tristeza...
¡Lo que no expresamos nos mata!
Decir lo que se piensa y mostrar el desacuerdo son actos de existencia... 
El que no habla muere un poco cada día.

VIENTOS DEL PUEBLO
Miguel Hernández

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

"Cuando adviertas que para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada". 
Ayn Rand en "Atlas Shrugged" (La rebelión de Atlas, 1950)

PREFACIO

Llevo muchos años, muchísimos, escribiendo, expresando mis ideas, reflexionando acerca de la actuali­dad diaria, hablando tanto de lo divino como de lo humano, sobre enseñanza y educación (que aunque muchos consideren que son lo mismo, no lo son), sobre Educación Física y Deportes, enseñanza a la que dediqué la mayor parte del tiempo que ejercí como profesor, llegando incluso a escribir un libro en coau­toría con otros profesores: EDUCACIÓN FÍSICA ESCOLAR, Editorial Estaban Sanz Martinez, S.L. en 1990, que sirvió durante mucho tiempo (y sigue sirviendo) como temario para la preparación de las oposicio­nes para profesores de enseñanza primaria y secundaria en España.

También me he permitido opinar, reflexionar sobre actualidad política, economía, ciencias sociales en general... y lo he hecho en periódicos de la región donde vivo, Extremadura, durante años, colaborando con los principales periódicos que en ella se editan, hasta que he sido considerado política y socialmente incorrecto y he acabado siendo vetado. En el último año y medio se me ofreció la posibilidad de acudir a la televisión regional de Extremadura como colaborador, lo cual me dio la posibilidad de participar como "contertulio" en múltiples ocasiones, hasta que también acabé siendo vetado.

He probado algunos "menús ideológicos" de los existentes en el "restaurante español", pues siempre he pensado, como buen gourmet, que si no degustas un manjar no puedes opinar sobre él y decir si te gusta o no, si resulta agradable a tu paladar, o te resulta desagradable, y ha sido así por la sencilla razón de que nunca he sido capaz de sentirme indiferente, no concernido por la injusticia en general, o ponerme a sil­bar y mirar para otro lado ante la desgracia ajena, desde que era muy jovencito, casi niño.
Soy de los que piensan que la persona sabia, la que está dispuesta a aprender, la que pretende tener crite­rio y opinión propios, tiene que estar también dispuesta a cambiarde opinión...

Todo lo que aquí narro es una antología de los múltiples artículos, más o menos actualizados, otros nue­vos, publicados por doquier y dispersos en múltiples diarios, algunos incluso en aquellas revistillas que hace décadas circulaban por los mostradores de bares, comercios, etc. en los que predominaba la publici­dad de ventas y compraventas de casas, vehículos u objetos de segunda mano... Durante años han sido muchos los amigos y conocidos que me han animado a recopilarlos y darles forma de libro. La mayoría de los textos seleccionados, lo han sido porque en su totalidad, siguen teniendo plena actualidad.

Espero no defraudarles.

Antes de terminar, he de hacer una advertencia: el libro puede que algunos les parezca que es un totum revolutum, con textos muy diversos, sin orden ni concierto... Asumo el riesgo de pecar de ello e insisto: espero que les guste el contenido de mi libro; y si no fuera así, tampoco pasa nada, pues cuando escribo no me mueve el buscar la aprobación de los demás, su aplauso, o evitar antipatías... Y, como decía el poeta sevillano, "nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción". 
Sin más preámbulos, ahí va.

PRÓLOGO

Primero - de España Saqueada 
Por Juan Miguel Collado Campos

Es un placer que se acuerde de uno el autor de un libro a la hora de componer su "Prólogo". Si, como en este caso, se trata de un extraordinario lector, culto, sabedor de lo que escribe y habla; un humanista, de los pocos que van quedando en nuestras filas; un gran pensador, racional y reflexivo, en estos tiempos li­geros, superfluos y de chantaje emocional; un hombre valiente, excepcionalmente rebelde, con causa, co­nocedor de lo que critica; que, además, vive en Extremadura, concretamente en la provincia de Badajoz, y, ya sesabe:"Nadie es profeta en su tierra"; y, por delante de todo ello, una persona que te brinda esa amis­ tad de las de antes, incondicional; entonces, el gozo se multiplica y rápidamente te planteas sivas a estar a la altura de las circunstancias, las de Ortega y Gasset, esas con las que Carlos Caldito comienza sus "Se­ñas de Identidad".

A menos que no se haya leído ningún artículo del autor, cualquier lector advertirá, desde el primer mo­mento, el interés y la preocupación de quien firma cada uno de los artículos por su nación y por su Es­tado. Aún más: el amor que siente Carlos por su patria, que tanto dolor le produce ante el saqueo que viene sufriendo desde hace ya un tiempo a manos de corruptos y delincuentes. Porque, para identificar­los y describirlos, el recopilador y antólogo de estos sustanciosos artículos no escatima ningún sustan­tivo ni adjetivo contundentes: "España está encanallada", "los estúpidos llegan al poder", "Mediocridad Inoperante Activa", "papanatismo del suicidio ecologista", "igualitarismo totalitario y liberticida", "la va­gancia de los hidalgos se ha transformado en la vagancia de los políticos", "las oligarquías de los cárteles mafiososque nos gobiernan" y tantas otras expresiones que, no cabe duda, refleja n su desasosiego.

En lo que se refiere a los asuntos a los que más páginas les dedica, destacarla los relacionados con la his­toria de España -desde la hispanofobia y la leyenda negra antiespañola hasta las últimas interpretacio­ nes sobrevenidas del régimen de Francisco Franco, pasando por el negocio y la gran estafa del "Estado de las autonomías"o "Taifas hispánicas"-, los asuntos juridicos y judiciales -desde la falacia del poder judi­cial hasta las denuncias falsas por violencia doméstica, pasando por la prevaricación dejueces y fiscales o la farsa de la custodia compartida de los hijos-, las cuestiones políticas e ideológicas -desde la corrup­ ción de las autoridades sustentada por la plutocracia hasta las algarabías y estridencias de la oclocracia, pasando por el fanatismo electoralista de la democracia o la capacidad narcotizadora y alienante del po­pulismo progresista-, las cuestiones sexuales -desde la violencia de género hasta la homosexualidad, pasando por la natalidad y el aborto o la bisexualidad-, los asuntos socioeconómicos -desde la filosofía de los impuestos hasta el expolio del patrimonio nacional como ejemplos del continuo saqueo al que se ha visto sometida la nación española-, la educación -desde las desfachateces legislativas de los "pro­gres" hasta los despilfarros y saqueos informáticos, pasando por la explosión de la burbuja universitaria o el rechazo de la autoridad y la excelencia-... ¡En fin! No hay asunto que afecte al ciudadano español que no trate en su libro Carlos Caldito. De esta manera, también podremos reflexionar sobre sus gran despreo­cupaciones, las de todos los seres humanos que habitan el planeta: desde la vida hasta la muerte, desde nuestras fobias hasta nuestras filias, desde nuestros miedos y temores hasta nuestros deseos y esperan­zas, porque su obra parte de un interés y de una preocupación nacional para volar, como todos los gran­des proyectos y obras, y convertirse en una cosmovisión en la que el protagonista es el ser humano.

Y es que, si hubiera que destacar una virtud del creador de esta antología de artículos, yo pondría espe­cial relevancia en su humanismo, ese que procede de la cultura y de la educación de siglos pasados, ese que no pone coto entre el variado conocimiento científico y el mundo de las letras, el que entronca con la perpetua cw·iosidad; no solo con el contenido, sinosobre todo y ante todo con la chispa que hace arder la llama, con el perpetuo deseo de aprender, para lo cual tiene que haber materia, y con Carlos..., ¡vaya si la hay! No podemos olvidarnos, por otra parte, de que el texto está plagado de citas célebres, de libros y au­tores, de términos y expresiones desconocidos por la mayoría de la población -que, por supuesto, au­ mentarán su riqueza léxica y semántica-, de términos patrimoniales de origen latino y de latinismos, de tópicos o "topos" y de tipos o caracteres, hasta completar una verdadera enciclopedia que sorprenderá a cualquier amante del saber y la cultura. Múltiples citas de Ayn Rand ("Cuando repares en que la corrup­ción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada".), de Joaquín Costa ("España es una meritocracia a la inversa: gobiernan los que menos méritos tienen".), del filósofo Gustavo Bueno ("Muchas personas piensan que desear una cosa es suficiente para que se convierta en realidad".), de autores clásicos griegos y romanos -entre otros, Sócrates, Aristóteles, Platón y Cicerón-, de autores cristianos (Santo Tomás de Aquino o Francisco de Quevedo: 

"En un país donde no hay justicia es un peligro llevar la razón".) y tantas otras autoridades literarias, políticas o filosóficas. También nos encontraremos con múltiples citas de li­bros y autores (desde La rebelión de Atlas de Ayn Rand hasta Oligarquía y caciquismo en la España del s. XIX de Joaquín Costa, pasando por Alegro, ma non troppo de Mario Cipolla o Manual del perfecto idiota latinoamericano de Álvaro Vargas Llosa). Asimismo aprenderemos numerosas expresiones y términos desconocidos (la 'anemia' o ausencia de ley; los renombrados 'argumentum ad populum' o sofisma populista y 'argumentum ad hominem' o recurso a la autoridad; el 'pensamiento Alicia' o idea del buenismo; la 'ventana de Overton' o teoría política que describe cómo se puede cambiar la opinión pú­blica con el fin de que acepte ideas descabelladas; 'la falacia de la ventana rota' , por la que no hay que buscar beneficios en el destrozo, sino solo pérdidas reales; el 'síndrome de gallina clueca' u obsesión de la mujer por el cuidado de sus crías junto al desprecio de la figura paterna y del varón, en general; y tantas y tantas otras, como 'la navaja de Ockam', el 'habeas corpus' o 'el anillo de Giges' que vienen una vez más a demostrar el amplio conocimiento humanista del autor sobre tan diversostemas.

Es mi anhelo no ocupar más espacio en esta obra extraordinaria y única de Carlos Caldito. Creo que ha quedado plasmado sobremanera el interés de la misma en la aportación de nuevas ideas a las posibles so­luciones del dramático saqueo que padece nuestra nación, España, de un tiempo a esta parte. Porque el autor de esta auténtica antología enciclopédica y de esta enciclopedia antológica manifiesta una reno­vada e imparable aspiración regeneracionista y quirúrgica completamente necesaria para extirpar el mal que aqueja a España: la intervención recalcitrante de delincuentes y corruptos, verdaderos saqueadores del patrimonio material y cultural de nuestra patria.

Con esta joya te dejo, querido lector. No desaproveches la ocasión: aprende y disfruta de este aprendizaje de la mano de su autor. Note arrepentirás, te lo aseguro.
Juan Miguel Collado Campos,
Profesor de Lengua y Literatura Española, Escritor. 
Badajoz, Noviembre De 2022.

PRÓLOGO
Segundo- de España Saqueada
Por Josele Sánchez Juan

Quiere ser este prólogo alfombra roja y negra que conduzca a la entrada triunfante de una película me­ morable, de un "film de culto" compuesto a su vez por innumerables y sucesivos microfilms que sin or­den ni concierto acaban por componer un todo en esta genial obra maestra titulada "España saqueada: por qué y cómo hemos llegado hasta aquí... y forma de remediarlo", el inacabable título a la sucesión de artículos (la mayoría de ellos mucho más filosóficos que periodísticos) de su autor, mi otrora colaborador en La Tribuna de España, amigo y director en la actualidad de La Voz Ibérica, Carlos Aurelio Caldito.

Caldito es una especie tristemente en vías de extinción, una rara mezcla entre activista callejero e inte­lectual alejado del mundanal ruido, un combatiente con intelecto y espíritu demasiado cultivado para de­rrocharlo en el furor de las trincheras y un catedrático erudito demasiado comprometido con los proble­mas mundanos como para desperdiciar su tiempo rodeado de libros y de búsquedas metafísicas.

Cada artículo de Carlos Aurelio Caldito supone un aguijonazo profundo en nuestra ya casi inexistente conciencia colectiva, una llamada a la rebelión contra la dictadura de lo "políticamente correcto" que con exceso de buenismo y de ese perverso invento de la agenda 2030 denominado "lenguaje inclusivo" nos llena de mierda las pocas neuronas activas que tanta fibra de vidrio, informática desbocada y progreso tecnológico ha podido salvarse de la destrucción completa del pensamiento y del espíritu con los que Dios obsequió, al nacer -a cada uno en mayor omenor medida- a todos los seres humanos.

En casicada página de este libro, en la práctica totalidad de artículos que encontrarán ustedes -si se atreven a superar la condena de este innecesario prólogo- y se adentran a la fértil lectura de los textos de este "España saqueada: por qué y cómo hemos llegado hasta aquí... y forma de remediarlo", descubrirán innu­merable comisión de delitos por parte del autor.

La Fiscalía para Delitos de Odio ocualquier abogado de oenegés regadas de dinero público y destinadas a la persecución de todo aquel que se atreve a discrepar de temas tales como partitocracia único sistema político, inmigración descontrolada, diferencias biológicas entre mujer y hombre, derecho de los niños a cambiar de sexo oatener relaciones carnales con quien deseen aunque se trate de una niña de 9 años con un adulto de 55, defensa de la vida desde su concepción hasta su muerte no provocada, conocimiento y reconocimiento de los dos únicos sexos posibles (que luego cada quién puede disfrutarlo como y con quién le venga en gana), rechazo al término "género" destinado a los seres humanos (porque según se estudiaba, en mi fascista y manipulada Enseñanza General Básica "sólo las personas tienen sexo y las pala­bras sólo tienen género"), condena del separatismo independentista y defensa a ultranza de la unidad de la patria etcétera, etcétera... podrá disfrutar de un nuevo objetivo a abatir por parte de este sistema, una nueva víctima imprescindible para que el Régimen del 78 siga su agenda de destrucción de España, un enemigo cuya búsqueda, desarme, captura y encarcelamiento se convierte en imperiosa misión para ese enemigo global que precisa parn la imposición de su totalitaria dictadura (donde se vota cada cuatrn años) del hostigamiento hasta la desaparición de todo aquel pensador capaz de revelarse contra "la poli­cía del pensamiento".

Da igual que hablemos del COVID y la imperiosa vacunación colectiva que de la unánime razón de Ucra­nia en su "solitaria" y heroica defensa ante la inadmisible agresión de los bárbaros cosacos, es lo mismo que admitamos como razón incuestionable el derecho de Israel a masacrar al terrorista que cada pales­tino lleva en su ADN que reconocer el privilegio que toda mujer tiene sobre su propio cuerpo frente al inexistente derecho de quien sólo es un trozo de carne dentro de su útero... el sistema decide qué debe­mos y qué no debemos pensar, qué libros y periódicos se puede y qué libros y periódicos no se puede leer, que prestigiosos analistas escuchamos en las cadenas de televisión y emisoras de radio.

Es tal la tormenta de heces que cada día, cada hora, a cada minuto cae sobre nuestros amorfos cerebros que no hay "cambio climático" ni madre que lo parió capaz de hacerle frente. Y así nos luce el pelo.

No voy a extenderme (porque ya de por sí es denso y extenso el libro al que este humilde prologuista an­tecede). Lo mejor que puedo decir de esta primera y tardía obra de Carlos Amelio Caldito es que se trata del tipo de libros que pretende quemar en una hoguera este sistema constitucional de garantía del dere­cho a la libertad de expresión, a la libre opinión, a la libertad de prensa y a la libertad de cátedra siempre y cuando la expresión, la opinión, la prensa y la cátedra se ajuste a su "Libro Rojo" repleto de censmas estalinistas revestidas de necesario profiláctico del sistema para no contagiarse de la enfermedad que porta­mos quienes nos atrevemos a pensar y manifestar que el hombre es portador de valores trascendentes, que un ser humano tiene un valor superior al espacio donde vive, al trabajo en el que se afana, al rendi­miento que produce o al voto que emite cada cuatro años, que el ser humano es un animal racional que nace mujer u hombre y que no muta su sexo a lo largo de toda su existencia, que hay verdades incuestio­nables que no existe relativismo capaz de modificarlas o, como decía alguien cuya sola referencia ya cons­tituye un Delito contra la Ley de Memoria Democrática, como sostenía José Antonio Primo de Rivera "la verdad es verdad aunque consiga cien votos y la injusticia es injusticia aunque consiga cien millones de votos".

Felicidades a Carlos Aurelio Caldito por atreverse a publicar este "España saqueada: por qué y cómo he­mos llegado hasta aquí... y forma de remediarlo". Espero que sea un éxito de ventas y te espero aquí, en la cárcel donde acabará todo aquel que tenga algo que decir en el vertedero nauseabundo en que han con­vertido a España.

Josele Sánchez Juan,
Periodista, Patriota Español, Políticamente Incorrecto...

En algún lugar de lo que queda de España a 30 de noviembre de 2022 y a la espera de la confirmación de sentencia de ingreso en prisión por atreverse a contar lo que muchos saben y apenas nadie se atreve a expresar...

PREFACIO

No voy a ser tan jactancioso como el grupo musical español de los años 80 del siglo XX que, cuando pu­blicó su primer disco -en aquellos tiempos del vinilo- lo tituló "30 años de éxitos", me refiero al grupo "Los toreros muertos", en aquellos tiempos del movimiento contracultural conocido como movida ma­drileña, en la estética del punk, pop y del rock de España. Para quienes no lo recuerden, en su brevísima carrera publicaron canciones de tantísima hondura intelectual y profundos mensajes como "Mi agüita amarilla".

No, no voy a ser bravucón, inmodesto, insolente, soberbio y vaticinar que mi libro va tener un éxito atro­nador, estruendoso; no voy a gloriarme vanamente. Sería estúpido por mi parte. Pero, tal como ya les de­cía en el prólogo del primer y segundo tomos de "España saqueada, por qué y cómo hemos llegado hasta aquí... y forma de remediarlo", de lo que sí estoy convencido es de que, si siguen leyendo la tercera pae del libro, no se sentirán defraudados.

Hasta ahora, en mi libro ha predominado fundamentalmente el análisis de la España que sufrimos..., ha sido más que nada un diagnóstico de la situación, aunque ya he ido dejando entrever algunas posibles so­luciones... Si llegan hasta el final, observarán que España tiene remedio; tras el minucioso y exhaustivo diagnóstico, podrán encontrar fórmulas eficaces, acciones adecuadas para salir de la terrible situación a la que nos han llevado los saqueadores, las élites que nos mal-gobiernan que, durante décadas en lugar de servir a los españoles, se han venido sirviendo de ellos...
Lo dicho, buen provecho. Carlos Aurelio Caldito Aunión

PRÓLOGO

Tercero - de España saqueada, 
por Pedro Grullo de Absurdistán.

Absurdistán es un vocablo que a veces se usa para describir de manera sarcástica, irónica, punzante, cáustica, incisiva, picante, mordaz, burlona... a una nación en la que el absurdo es la norma, especial­mente en el pensar, decir y actuar de sus autoridades públicas y de su gobierno. La expresión fue utili­zada originalmente por los disidentes de Europa del Este para referirse a la antigua Unión Soviética y sus estados satélites y sus gobiernos títeres.

Absurdistán no es una palabra aplicable en exclusiva a aquel tipo de régimen político, del que algunos afirman en España, sin ponerse colorados, que son herederos; sin duda la terrible situación que sufre Es­paña guarda enormes semejanzas con las características definidoras de Absurdistán.
Y quién mejor que, Pero Grullo "que a la mano cerrada llamaba puño", el más famoso, decidor de pero­grulladas -tautologías retóricas-, o sea, verdades redundantes del tipo "estamos aquí porque hemos ve­nido", para hablar de esa nación encanallada, Absurdistán, la más representativa de la sinrazón, del fra­caso de la inteligencia y de paso prologar el libro de Carlos Aurelio Caldito Aunión.

El autor de "España saqueada, por qué y cómo hemos llegado hasta aquí... y forma de remediarlo", es un estudioso de las diversas formas de estupidez y hace mención a ella en múltiples ocasiones a lo largo de su libro. Sin duda alguna, entre otras cuestiones, su libro es una continua denuncia del fracaso de la inte­ligencia y del triunfo de la sinrazón.

Tal como Carlos ha afirmado en múltiples ocasiones, cuando alguien se comporta habitualmente de ma­nera "civilizada", de forma amable, ante las personas conocidas y no tan conocidas, o incluso completa­ mente desconocidas, o de un "estatus inferior"; estamos ante un "ser humano decente", todo lo contrario del "perfecto estúpido''. La cordialidad, las muestras de civismo, de educación, no solo le hacen sentirse a uno mejor consigo mismo, también hacen que los demás se sientan bien.

Toda la gente suele tender a tener una buena imagen de sí misma, a todos nos gusta pensar que somos unas bellísimas personas, buenas, con un comportamiento moralmente aceptable... y sobre todo inmu­nes a cualquier estúpido que tengamos cerca y menos, tentados a imitarlos. Pero, lamentablemente la es­tupidez es una enfermedad terrible, enormemente contagiosa, cualquiera que no esté suficientemente alerta puede contraer la enfermedad.

De todos es sabido que, cuanto más tiempo, más esfuerzos, y más energías dedica la gente a realizar algo, aunque acabe llegando más tarde o temprano a la conclusión de que ese "algo" es inútil, o simple y llana­mente idiota, más dificil le resulta abandonarlo, da lo mismo que sea una mala inversión económica que una relación sentimental destructiva, o un trabajo poco satisfactorio, o si se trata de un entorno lleno a rebosar de gente abusadora, de acosadores, de matones. Por lo general, los humanos tendemos a justificarnos y acabamos buscando algún tipo de compensación para no cambiar. Es demasiada la gente que acaba diciéndose a sí misma y a los demás aquello de "llevo demasiado invertido -tiempo, dinero, ener­gías...- para abandonar"; o "el asunto es muy importante, merece la pena... si no fuera así no me habría implicado tanto en ello".

Esto demuestra que mientras más tiempo pasa uno cerca de gente estúpida, más se tiende a volverse como ellos. Es algo así como cuando vamos al cine, o a un concierto, o a una obra de teatro, y al cabo de unos minutos descubrimos que el espectáculo es insoportable, aburrido, y en lugar de abandonar la sala, seguimos hasta el final, de manera incomprensible...

Vengo hablando desde hace un rato de los "estúpidos" pero pienso que sería interesante definirlos un poco. Cuando uno tropieza con una persona grosera, faltona, fanfarrona, impertinente, prepotente, etc. lo primero que se le viene a la cabeza es "¡Jo... qué estúpido!"
Viene a cuento que les mencione un estudio sobre los tontos y la tontería, de Santo Tomás de Aquino, en el que, entre otras muchas cuestiones menciona que además de la parálisis, el estupor (de ahí la expre­sión "estúpido") existe otro factor importante en la caracterización de la tontería: la falta de sensibilidad: y diferencia entre estulto y fatuo, dice que la estulticia implica embotamiento del corazón y hace obtusa la inteligencia, "stultitia importat hebetudinem cordis et obtusionem sensuum".

Por el contrario, la fatuidad es la total ausencia de juicio (el estulto tiene juicio, pero lo tiene embo­tado...). De ahí que la estulticia sea contraria a la sensibilidad de quien sabe: sabio (sapiens) sedice por sa­ber (sabor): así como el gusto discierne los sabores el sabio discierne y saborea las cosas y sus causas: a lo obtuso se opone la sutileza y la perspicacia de quien sabe, de quien escapaz de saborear.

La metáfora del gusto, de la sensibilidad en el gusto como ejemplo, y referente, para quien sabe saborear la realidad encierra una de las principales tesis de Santo Tomás de Aquino sobre la tontería. Hasta tal punto que llega a considerar que, frente a la creencia general de que la felicidad está en la posesión de di­nero y bienes materiales, como afirma la legión de estultos que, saben sólo de bienes corporales que el di­ nero puede comprar; el juicio sobre el bien humano no lo debemos tomar de los estultos sino de los sabios, lo mismo que en cosas de sabor preguntamos a quienes tienen paladar sensible.

Prosigue Tomás de Aquino afumando que se trata siempre de una percepción de la realidad: lo que de he­cho es amargo o dulce, parece amargo o dulce para quienes poseen una buena disposición de gusto, pero no para aquéllos que tienen el gusto deformado. Cada cual se deleita en lo que ama: a los que padecen de fiebre se les corrompe el gusto y no encuentran dulces cosas que en verdad lo son...

También es importante otra característica que nos señala Tomás de Aquino acerca del insipiente: creer que todos tienen -y son de- su condición.
Otra cuestión de la que nos advierte Santo Tomás de Aquino es la de que, entre las causas morales de la percepción de la realidad, destaca la buena voluntad que es como una luz, mientras la mala voluntad su­ merge a uno en las tinieblasdel prejuicio y la superstición.
Por supuesto, en su análisis de los tontos y la tontería, Tomás de Aquino nos habla de que hay grados de tontería y de tontos; igual que hay grados de inteligencia y de personas inteligentes.
Se les puede denominar de múltiples maneras: abusones, acosadores, idiotas, torturadores, verdugos, ti­ranos, prepotentes, déspotas, etc. pero a mí me parece que lo que mejor les cuadra es la palabra ESTÚPIDOS.

Estamos hablando de gente tóxica, destructiva, que maltrata, que lastima, que hiere a toda la gente que se cruza en su camino. Los abusadores, acosadores, los estúpidos suelen hacer que cualquier clase de or­ganización o agrupación humana baje su rendimiento, una característica de los equipos gobernados, diri­gidos por estúpidos es que en ellos suelen estar presentes sentimientos de miedo, odio y venganza. En una comunidad en la que existe miedo (miedo que es absolutamente alienante, pese a que algunos afir­men que el miedo es "libre") cualquier miembro del grupo está intentando siempre "proteger su espalda" y procurando que los abusadores no pongan la vista en él y acaben humillándolo... Es más, cuando se les ocurren ideas para mejorar o ayudar a la comunidad, a la organización, se retraen por miedo y no las expresan.

En las agrupaciones humanas en las que gobierna gente estúpida (abusona, acosadora, gánsteres, etc.) cuando la gente no se siente bien tratada, no se siente satisfecha, casi nadie está dispuesto a hacer algún esfuerzo extra, o implicarsede manera especial; cuando los miembros de un grupo tienen el convenci­miento de que quienes tienen el poder son gente estúpida pocas veces estan dispuestos a dejar lo que en ese momento estén haciendo, para ayudar.

Los estudios al respecto demuestran que cuando la gente corriente, educada, compasiva, se incorpora a un grupo en el que abunda gente desagradable, abusona, agresiva, se suele acabar convirtiendo en "fotoco­pias" de los estúpidos y corren un gran riesgo de convertirse en insensibles, moralmente desarraigados; desarraigo moral que se suele propagar como si de un virus se tratara.

Hay un proverbi oárabe que dice que cuando una persona inteligente se junta con una viciosa, carente de virtud, se vuelve idiota.
Los estúpidos tienen tendencia a aliarse, coaligarse, y cuando esto sucede es muy difícil separarlos. Un enjambre de estúpidos es como un "aspirador de civismo", absorbe toda la amabilidad, la cordialidad, la bondad de quienes estén en su radio de influencia.
Se suele decir que el mejor indicador del comportamiento futuro es el comportamiento pasado, es por ello que generalmente quienes abusón en el colegio (aquél estúpido que todo el mundo recuerda de su in­fancia, aquel que oprimía y humillaba a sus compañeros) es muy posible que sea un abusador cuando adulto en la vecindad, en el trabajo, o en cualquier contexto en el que se mueva.

La buena noticia es que el precio que acaban pagando los estúpidos termina siendo muy alto, mucho más de lo que puedan imaginar, pues aunque no sean conscientes de ello, cada vez que menosprecian a alguien, lo someten a vejaciones, a alguna burla grosera e hiriente, o lo tratan como si fuera invisible, o le infligen alguna forma de maltrato, su lista de enemigos aumenta cada día... el miedo obliga a la mayoría a guardar silencio, e incluso a unirse a los estúpidos, durante cierto tiempo, pero llegado un momento el número de enemigos es tan grande que cuando perciben a sus abusadores en situación de vulnerabilidad, o débiles en algún grado, acaban lanzándose al ataque.

Como decía Walt Whitman: "Rechaza todo aquello que insulte a tu alma", es preferible evitar por todos los medios pasar tiempo trabajando, o compartiendo cualquier clase de actividad con estúpidos, o vivir cerca de ellos, o junto a ellos...

La pregunta obligada es ¿Por qué es tanta la gente que aguanta, soporta, tolera, justifica, o incluso alaba el comportamiento denigrante de otras personas?
Tras ese recorrido un tanto inquietante sobre los estúpidos y la estupidez, terminaré recogiendo breve­mente las indicaciones que Tomás de Aquino da acerca de los remedios contra las tonterías (propias o ajenas).

Primero, hay que recordar que, entre las obras de misericordia, las más importantes, las siete "limosnas espirituales", tres guardan relación más o menos directa con el asunto que nos ocupa: 
soportar a los mo­lestos ("portare onerosos et graves"), enseñar al que no sabe ("docere ignorantem") y dar buen consejo al que lo ha menester ("consulere dubitanti").
¡Ah, se me olvidaba!Tomás de Aquino también menciona a un tipo de tonto: el idiota. Siempre atento a los orígenes de los nombres, Tomás de Aquino hace notar que idiota, propiamente significa aquel que sólo conoce su lengua materna ... Pues "eso".
De todos modos, indudablemente no somos peones sin poder de clase alguna que, en cuanto nos vemos rodeados de estúpidos estamos inevitablemente abocados a convertirnos en sus clones.

Y, antes de terminar invitándolos a leer y saborear el libro de Carlos Aurelio Caldito Aunión, "España sa­queada..." permítanme recordarles lo que afirmaba Leonardo da Vinci: 
"es más fácil resistir al principio que al final''.
Pero Grullo de Absurdistán, el más famoso de mi pueblo por haber inventado el puzle de una sóla pieza...

"ESPAÑA SAQUEADA, POR QUÉ Y CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ... 
Y FORMA DE REMEDIARLO"

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