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Diego Fusaro, “el filósofo del pensar diferente”, uno de los intelectuales más escuchados y leídos en este momento en Italia y en toda Europa, ha concedido una entrevista exclusiva a La Tribuna del País Vasco con motivo de la publicación de su último libro Golpe Globale.
El volumen se abre con la siguiente reflexión: “Más allá de los aspectos sanitarios, la gestión de la pandemia del Covid-19 dejará una huella amenazante y duradera en el futuro de la humanidad. La emergencia se ha convertido en el verdadero método de gobierno y el poder ha explotado el miedo al contagio para reestructurar la sociedad, así como la economía y la política en un sentido oligárquico y autoritario. Mientras se suspenden los derechos y las libertades fundamentales, las clases dominantes se han aprovechado de la emergencia epidemiológica para acelerar todos los procesos ya iniciados en la globalización: la superación de las ya frágiles democracias parlamentarias, la neutralización de la disidencia, la reorganización autoritaria del equilibrio de poder y la destrucción programática de los trabajadores y de las clases medias a manos de los señores de las finanzas y de los gigantes de Internet”.
En su libro habla de un "golpe global". En su opinión, ¿quién protagoniza este "golpe global" y quién lo sufre?
La tesis de mi libro es que se está produciendo una reestructuración autoritaria de la economía, la política y la sociedad que utiliza la emergencia epidémica como método de gobierno para fortalecer el capitalismo globalista o el turbocapitalismo, si se prefiere. La emergencia ha potenciado todas las principales tendencias a favor de las clases dominantes del bloque oligárquico neoliberal, desde el “smart working” al comercio electrónico, de la “Big Pharma” al “Big Tech”. Lo llaman emergencia sanitaria, pero en realidad es una lucha de clases desde arriba, potenciada y escondida detrás del léxico médico científico y detrás de la nueva racionalidad política garantizada por la emergencia.
En su opinión, ¿es el "capitalismo terapéutico" la versión occidental del "capitalismo chino"?
No, en mi opinión, China no tiene nada que ver con esta historia, contrariamente a lo que de inmediato dijeron los estadounidenses y los derechistas neoliberales de todo el mundo. En mi libro muestro cómo se había fijado la estrategia de distanciamiento social y encierro en los Estados Unidos ya en 2005... por lo que el corazón de la reorganización del modo de producción es Washington, no Beijing.
¿Es la globalización capitalista, por su carácter totalitario, una forma de "neocomunismo"? (Poder altamente concentrado en pocas manos, represión de los derechos individuales, autoritarismo, destrucción de la clase trabajadora y media ...)
No, el comunismo no tiene nada que ver con eso. Es neoliberalismo o turbocapitalismo, si lo prefiere. Es el capitalismo en estado puro lo que está masacrando a las clases medias y a las clases trabajadoras e imponiendo el triunfo sin fronteras del gran capital y sus clases de referencia. Hablar de comunismo, China y otras cosas de este tipo le conviene al Leviatán de las barras y estrellas, pero, ciertamente, no ayuda a aclarar cómo están las cosas.
¿Utiliza el poder político y económico la amenaza de la pandemia para reiniciar el mundo y dar forma a un nuevo tipo de sociedad que es más dictatorial, más oligárquica y menos libre? ¿Existe un "reset" del ser humano?
Ciertamente, un “Gran Reinicio” es la fórmula que utilizaron en el Foro de Davos de inmediato, ya en 2020, aludiendo así a la necesidad de explotar la emergencia epidemiológica como una "ventana estrecha de oportunidad" para reorganizar la forma de producción en beneficio de los grupos dominantes y de las clases hegemónicas. Se perfila una sociedad basada en los encierros periódicos, en el control biopolítico totalitario, en el distanciamiento social que se mantiene con la tecnología digital y en la matanza despiadada de las clases media y trabajadora en beneficio de los gigantes del turbocapitalismo apátrida.
¿El Covid-19 mató a las democracias occidentales tradicionales?
Sí, es la tesis que apoyo en el libro. El giro autoritario en el progreso hecho posible por las emergencias epidemiológicas ha favorecido el declive de las democracias parlamentarias: ahora tenemos Ejecutivos fuertes, nos gobiernan en un estado de emergencia perpetuo, los parlamentos están marginados, en nombre de la contención del patógeno y de su propagación todos los derechos y todas las libertades se comprimen y sacrifican. Es un cambio de época: en mi libro señalo que no se trata solo de una emergencia sanitaria sino de la puesta en marcha de nuevos laboratorios para la producción de activos sociales, políticos y económicos para el futuro. Hablando de neoliberalismo, es el cumplimiento extremo de la antropología capitalista, resuelto en la nueva figura del “virus homo homini”: es la abolición neoliberal del vecino: por decreto, el otro debe ser removido y rechazado como contagioso. La sociabilidad insociable de la civilización capitalista, como la describió Kant, ha llegado a su etapa final.
¿Este "Gran Reinicio" tendrá éxito? ¿Dónde está la Resistencia?
El éxito del capital, como ya sabía Marx, depende de la debilidad de la oposición por parte de la sociedad civil. El capital no se detiene sino donde se encuentra con la Resistencia: el mundo depende de lo que hagamos con él, como escribió el filósofo italiano Giovanni Gentile. Por eso es necesario oponerse al nuevo Leviatán tecno-sanitario y recuperar cuotas de democracia y derechos, recordando siempre que es falaz el argumento de que para salvar la vida uno puede renunciar a todos los derechos y libertades. Por ello, no es casualidad que mi libro esté dedicado a todos aquellos en los que el miedo a perder la vida no prevalece sobre el deseo de una vida libre y digna.
¿Cómo ve el mundo a medio plazo?
A medio plazo preveo que cada vez más personas se despertarán del bloqueo cognitivo y comenzarán a comprender que la “emergencia perpetua” es realmente la nueva normalidad. Se trata de una nueva forma furtiva de gobernar las cosas y las personas; este método requiere la emergencia infinita para hacer infinitas las medidas dede excepción, como ya está sucediendo en todo el frente.
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