jueves, 13 de mayo de 2021

ARZOBISPO VIGANÒ: LA SANTA SEDE HA RENUNCIADO DELIBERADAMENTE A LA MISIÓN SOBRENATURAL DE LA IGLESIA PARA SOMETERSE AL NUEVO ORDEN GLOBALISTA MASÓNICO

Arzobispo Viganò: 

"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, 
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, 
y las puertas del Hades (y del Vaticano) 
no prevalecerán contra ella". Mt 16, 18

Del 6 al 8 de mayo del 2021, tendrá lugar la quinta Conferencia Internacional del Vaticano, titulada Explorando la Mente, el Cuerpo y el Alma. Unir para prevenir y Unir para curar. Una Iniciativa Mundial de Atención de la Salud: Cómo la Innovación y los Nuevos Sistemas de Prestación de Servicios Mejoran la Salud Humana. El evento está organizado por el Consejo Pontificio para la Cultura, la Fundación Cura, la Fundación Ciencia y Fe, y Stem for Life.
Michael Haynes de LifeSiteNews ha informado sobre los temas a tratar y los participantes, incluido el infame Anthony Fauci, cuyos escandalosos conflictos de intereses no le impidieron hacerse cargo de la gestión de la pandemia en Estados Unidos; Chelsea Clinton, seguidora de la Iglesia de Satanás y defensora acérrima del aborto; el gurú de la Nueva Era Deepak Chopra; Dame Jane Goodall, ambientalista y experta en chimpancés; los directores ejecutivos de Pfizer y Moderna; representantes de Big Tech; y una gran cantidad de abortistas, maltusianos y globalistas conocidos por el público en general. La conferencia ha reclutado a cinco destacados periodistas para que sean moderadores, que pertenecen exclusivamente a medios de comunicación de izquierda como CNN, MSNBC, CBS y Forbes.

Esta Conferencia, junto con el Consejo para el Capitalismo Inclusivo de Lynn Forester de Rothschild, el Pacto Mundial sobre Educación y el Panteón interreligioso que se celebrará en junio en Astana, Kazajstán, es la enésima confirmación escandalosa de una inquietante desviación de la actual Jerarquía, y en particular de sus más altos miembros romanos, de la ortodoxia católica. La Santa Sede ha renunciado deliberadamente a la misión sobrenatural de la Iglesia, haciéndose sierva del Nuevo Orden Mundial y del globalismo masónico en un contra-magisterio anticristiano. Los mismos Dicasterios Romanos, ocupados por personas ideológicamente alineadas con Jorge Mario Bergoglio y protegidos y promovidos por él, continúan ahora desenfrenados en su implacable labor de demoler la Fe, la Moral, la disciplina eclesiástica y la vida monástica y religiosa, en un esfuerzo que es tan vano como imprecedente por transformar a la Esposa de Cristo (Esposa de Cristo=la Iglesia) en una asociación filantrópica esclavizada por los Poderes Fuertes. El resultado es la super-imposición sobre la verdadera Iglesia de una secta de modernistas herejes y depravados que intentan legitimar el adulterio, la sodomía, el aborto, la eutanasia, la idolatría y cualquier perversión del intelecto y la voluntad. La verdadera Iglesia es ahora eclipsada, negada y desacreditada por sus mismos Pastores, traicionada incluso por quien ocupa el Trono más alto.
El hecho de que la iglesia profunda haya logrado elegir a su propio miembro para llevar a cabo este plan infernal de acuerdo con el estado profundo ya no es una mera sospecha, sino un fenómeno sobre el que ahora es imprescindible hacer preguntas y esclarecer. La sumisión de la Cathedra veritatis a los intereses de la élite masónica se manifiesta en toda su evidencia, en el silencio ensordecedor de los Sagrados Pastores y en el desconcierto del Pueblo de Dios, abandonado a sí mismo.
Una demostración más de esta libido serviendi degenerada del Vaticano hacia la ideología globalista es la elección de oradores para dar testimonios y conferencias: partidarios del aborto, del uso de material fetal en la investigación, del declive demográfico, de la agenda pan-sexual LGBT, y por último, pero no menos importante, de la narrativa del Covid y las llamadas vacunas. El cardenal Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, es ciertamente uno de los principales representantes de la Iglesia profunda y del progresismo Modernista, así como también un defensor del diálogo con la infame secta Masónica y un promotor del famoso Patio de los Gentiles. Por lo tanto, no es sorprendente que entre los organizadores del evento se encuentre la Fundación Stem for Life, la cual se define a sí misma con orgullo como «una organización no sectaria, no partidista y exenta de impuestos centrada en crear un movimiento para acelerar el desarrollo de terapias celulares».


En una inspección más cercana, el sectarismo y el partidismo de la Conferencia Vaticana se hacen evidentes por el tema que aborda, las conclusiones que busca sacar, sus participantes y sus patrocinadores. Incluso la imagen elegida para promocionar la Conferencia es extremadamente elocuente: un primer plano del fresco de la Creación de Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina, en el cual la mano de Dios Padre se extiende hacia la mano de Adán, pero con ambas manos cubiertas por guantes quirúrgicos desechables, recordando las regulaciones de la nueva “liturgia de la salud” e implicando que incluso el Señor Mismo podría propagar el virus.

En esta representación sacrílega, el orden de la Creación se subvierte en la anti-creación terapéutica, en la cual el hombre se salva a sí mismo y se convierte en el loco autor de su propia «redención» de salud. En lugar de la fuente purificadora del Bautismo, la religión Covid propone la vacuna, portadora de discapacidades y muerte, como único medio de salvación. En lugar de Fe en la Revelación de Dios, encontramos la superstición y el asentimiento irracional a preceptos que no tienen nada de científico, con ritos y liturgias que imitan la verdadera Religión en una parodia sacrílega.

Esta elección de imágenes tiene un tono aberrante y blasfemo, porque utiliza una imagen muy bien conocida y evocadora para insinuar y promover una narrativa falsa y tendenciosa que dice que en presencia de una gripe estacional, cuyo virus aún no ha sido aislado según los postulados de Koch (aquí) y que pueden curarse eficazmente con los tratamientos existentes, es necesario administrar vacunas que se admite que son ineficaces y que aún se encuentran en fase de experimentación, con efectos secundarios desconocidos, y cuyos productores han obtenido una escudo criminal de inmunidad para su distribución. Las víctimas inmoladas en el altar de la salud Moloch, desde niños desmembrados en el tercer mes de embarazo para producir el suero genético hasta las miles de personas que han sido asesinadas o mutiladas, no paran la máquina infernal de las Grandes Farmacéuticas, y se teme que se produzca un resurgimiento del fenómeno en los próximos meses.
1- El agente debe estar presente en cada caso de la enfermedad y ausente en los sanos.
2- El agente no debe aparecer en otras enfermedades.
3- El agente ha de ser aislado en un cultivo puro a partir de las lesiones de la enfermedad.
4- El agente ha de provocar la enfermedad en un animal susceptible de ser inoculado.
5- El agente ha de ser aislado de nuevo en las lesiones de los animales en experimentación.

De este modo se establecía un protocolo para discernir entre las muchas bacterias o agente biológicos presentes en cualquier tejido de cualquier animal. Mientras que muchas bacterias aparecen como "parásitos" de lesiones provocadas por otros agentes, solo hay un agente que provoque realmente la lesión. La importancia de los postulados de Koch consiste en la utilización de cultivos puros, cosa que es necesaria para discernir el verdadero causante de la enfermedad.
Uno se pregunta si el celo de Bergoglio por la diseminación del suero genético no está motivado también por razones económicas de base, como compensación por las pérdidas sufridas por el Vaticano y las Diócesis tras el encierro y el colapso de la asistencia de los fieles a la Misa y a los Sacramentos. Por otro lado, si el silencio de Roma sobre la violación de los derechos humanos y religiosos en China ha sido pagado por la dictadura de Beijing con prebendas sustanciales, nada impide la replicación de este esquema a gran escala a cambio de la promoción de las vacunas por parte del Vaticano.

Evidentemente, la Conferencia tendrá mucho cuidado de no mencionar ni siquiera indirectamente la enseñanza perenne del Magisterio sobre cuestiones morales y doctrinales de la mayor importancia. Por el contrario, el elogio adulador de la mentalidad mundana y la ideología imperante será la única voz, junto con el repertorio ecuménico amorfo inspirado en la Nueva Era.
Observo que en el 2003 el mismo Consejo Pontificio para la Cultura condenó la meditación del yoga y, de manera más general, el pensamiento de la Nueva Era como incompatible con la fe católica. Según el documento del Vaticano, el pensamiento de la Nueva Era “comparte con varios grupos de influencia internacional el objetivo de reemplazar o trascender religiones particulares para crear un espacio para una religión universal que pueda unir a la humanidad.

Estrechamente relacionado con esto está un esfuerzo muy concertado por parte de muchas instituciones para inventar una Ética Global, un marco ético que reflejaría la naturaleza global de la cultura, la economía y la política contemporáneas. Además, la politización de las cuestiones ecológicas ciertamente influye en toda la cuestión de la hipótesis de Gaia o el culto a la madre tierra” (2.5). Está de más decir que las ceremonias paganas con las que se profanó la Basílica de San Pedro en honor al ídolo de la pachamama encajan perfectamente en esa “politización de las cuestiones ecológicas” denunciada por el documento vaticano del 2003, y que hoy en día es promovida sine glossa por el llamado magisterio Bergogliano, comenzando con Laudato Sì y Fratelli Tutti.
En La Salette, Nuestra Señora nos advirtió: «Roma perderá la Fe y se convertirá en la sede del Anticristo». No será la Santa Iglesia, indefectible por las promesas de Cristo, la que perderá la Fe: será la secta que ocupará la Sede del Santísimo Pedro y que hoy vemos propagando el anti-evangelio del Nuevo Orden Mundial. Ya no es posible callar, porque hoy nuestro silencio nos haría cómplices de los enemigos de Dios y de la raza humana. Millones de fieles están disgustados por los innumerables escándalos de los Pastores, por la traición a su misión, por la deserción de aquellos que por las Ordenes Sagradas están llamados a dar testimonio del Santo Evangelio y no a apoyar el establecimiento del reino del Anticristo.
Ruego a mis Hermanos en el Episcopado, sacerdotes, religiosos y de manera particular a los fieles laicos que se ven traicionados por la Jerarquía, que alcen la voz para expresar con espíritu de verdadera obediencia a Nuestro Señor, Cabeza del Cuerpo Místico, la denuncia firme y valiente de esta apostasía y de sus autores. Invito a todos a rezar para que la Divina Majestad se conmueva e intervenga en nuestra ayuda. Que la Santísima Virgen, terribilis ut castrorum acies ordinata, interceda ante el Trono de Dios, compensando con sus méritos la indignidad de sus hijos que la invocan con el glorioso título de Auxilium Christianorum.
Arzobispo



“Así dice el Señor Dios:
que creó los cielos y los extendió,
quien estableció la tierra con lo que de ella germina;
que da aliento a la gente que vive en él,
y aliento a los que por allí caminan.
“Yo soy el Señor, ese es mi nombre;
No daré mi gloria a otro,
ni mis alabanzas a los ídolos. »
El Señor saldrá como un héroe,
excitará su ardor como un guerrero;
alzará su voz y clamará;
triunfará sobre sus enemigos.
He estado en silencio durante mucho tiempo,
he guardado silencio, me he contenido;
Me haré oír como mujer de parto;
Destruiré y aniquilaré todo al mismo tiempo.
Dejaré desiertos los montes y las colinas,
secaré su verdor;
Convertiré los ríos en islas,
y secaré todos los estanques.
Ellos regresaran atrás, estarán cubiertos de confusión
los que confían en los ídolos tallados
que dicen proyectar imágenes:
“Ustedes son nuestros dioses. »
que entregó a Jacob al botín,
e Israel a los que la destruyen?
¿No es al Señor mismo a quien hemos ofendido?
porque no andarían en sus caminos, ni obedecerían su ley.
Y derramó sobre él la indignación de su furor
y la violencia de la guerra;
encendió un fuego a su alrededor sin que él lo supiera;
lo quemó sin que él se diera cuenta.
Isaías 42, 6-17, 24-25 

María Inmaculada, Virgen Madre, Acies Ordinata, ruega por nosotros

“¿Hay algo en el corazón de la Virgen María que no sea el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo? Nosotros también queremos tener un solo nombre en nuestro corazón: el de Jesús, como la Santísima Virgen. »

La trágica parábola de este pontificado continúa con una sucesión de giros acelerados. No pasa un día sin que, desde el trono supremo, el Soberano Pontífice proceda a desmantelar la Sede de Pedro, usando y abusando de la autoridad suprema, no para confesar sino para negar; no para confirmar sino para engañar; no unir sino dividir; no para construir sino para destruir.
Herejías materiales, herejías formales, idolatría, superficialidad de todo tipo: el Sumo Pontífice Bergoglio no cesa de humillar obstinadamente a la máxima autoridad de la Iglesia , al “desmitificar” el papado, como habría dicho su ilustre compañero Karl Rahner. Su acción está encaminada a violar el Sagrado Encargo y desfigurar el Rostro Católico de la Esposa de Cristo, en palabra y obra, por el disimulo y la falsedad, por sus llamativos gestos, de una ostensible espontaneidad, pero meticulosamente concebidos y planificados, por los cuales él se exalta a sí mismo en continua auto-celebración narcisista, mientras se humilla la figura del Romano Pontífice, y la del Dulce Cristo en tierra oscurecida.

Su acción hace uso de la improvisación magistral, de ese magisterio con palos rotos, líquidos, insidiosos como arenas movedizas, no sólo a gran altura, a merced de periodistas de todo el mundo, en estos espacios etéreos que pueden evidenciar un delirio patológico de ilusoria omnipotencia, sino también durante las ceremonias más solemnes que deben suscitar el sagrado temblor y el respeto reverencial.
Con motivo de la Memoria de la Virgen de Guadalupe, el Papa Bergoglio volvió a dar rienda suelta a su evidente intolerancia mariana, que recuerda la de la Serpiente en el relato de la caída, en este Proto-Evangelio que profetiza la radical hostilidad puesta por Dios entre la Mujer y la Serpiente, y la enemistad declarada de esta última que, hasta el final de los tiempos, intentará morder el calcañar de la Mujer y vencerla a ella ya su descendencia. La del Sumo Pontífice constituye una agresión manifiesta contra las prerrogativas y los atributos sublimes que hacen de la Inmaculada, Madre de Dios siempre Virgen, el complemento femenino del misterio del Verbo Encarnado, íntimamente asociado a Él en la Economía de la Redención.

Después de haberla reducido a ser sólo la "vecina de al lado", o la migrante que huye, o la simple laica conocedora de las faltas y las crisis de toda mujer marcada por el pecado, o la discípula que evidentemente no tiene nada que enseñarnos; después de haberla banalizado y desacralizado, como esas feministas que se abren paso en Alemania con su movimiento "María 2.0", con el objetivo de modernizar a la Virgen para hacerla un simulacro a su imagen y semejanza, el Papa Bergoglio fue aún más lejos con la Reina Augusta y Inmaculada Madre de Dios, que “se cruzó con la humanidad… y se cruzó con el mismo Dios”. En el espacio de algunas bromas, dio en el fondo del dogma mariano y del dogma cristológico que está ligado a él.

Los dogmas marianos son el sello puesto a las verdades católicas de nuestra fe, definidas durante los Concilios de Nicea, Éfeso y Calcedonia; son el baluarte indestructible contra las herejías cristológicas y contra el furioso desencadenamiento de las Puertas del Inframundo. Aquellos que los "cruzan" y los profanan muestran que están del lado del enemigo. Atacar a María es aventurarse contra el mismo Cristo; atacar a la Madre es levantarse contra el Hijo y rebelarse contra el misterio mismo de la Santísima Trinidad. La Théotokos Immaculée, « terrible comme une armée rangée en bataille » – Acies ordinata – livrera bataille pour sauver l'Eglise et détruire l'armée de l'Ennemi déchaîné qui lui a déclaré la guerre, et avec lui toutes les pachamamas démoniaques retourneront définitivement En infierno.

El Papa Bergoglio ya no parece contener su incapacidad para apoyar a la Inmaculada, y ni siquiera logra ocultarla bajo esta aparente devoción ostentosa, siempre en el punto de mira de las cámaras, mientras ha abandonado la solemne celebración de la Asunción y la rezo del Rosario con los fieles, que llenaron el patio de San Dámaso y la logia superior de la Basílica de San Pedro bajo Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI.

El Papa Bergoglio utiliza la pachamama para partir a la Virgen de Guadalupe. La entronización de este ídolo amazónico aun en el altar de la Confesión de San Pedro fue nada menos que una declaración de guerra contra la Señora y Patrona de todas las Américas que, con su aparición a Juan Diego, destruyó los ídolos demoníacos y venció a los indios. por Cristo y por la adoración del "Verdadero y Único Dios", gracias a su maternal mediación. ¡Y no es una leyenda!
A pocas semanas del epílogo del acto sinodal que marcó la investidura de la pachamama en el seno de la catolicidad, supimos que el desastre conciliar de Novus Ordo Missae experimenta una mayor modernización, al introducir el “Rocío” en el Canon Eucarístico en lugar de mencionar al Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad.

Es un paso más en la dirección de la regresión hacia la naturalización y la inmanentización del culto católico, hacia una novissimus ordo panteísta e idólatra. El "Rocío", entidad presente en el "lugar teológico" del trópico amazónico -como nos enseñaron los Padres sinodales- aparece como el nuevo principio inmanente de fecundación de la Tierra, que opera su “transustanciación” en un Todo panteístamente conectado, al cual los hombres son asimilados y sometidos, para gloria de la pachamama. Y aquí estamos sumergidos en la oscuridad de un Nuevo Paganismo, globalista y eco-tribal, con sus demonios y sus perversiones. Por este enésimo sobresalto litúrgico, la Revelación divina pasa de la plenitud al arcaísmo; de la identidad hipostática del Espíritu Santo, nos deslizamos hacia la evanescencia simbólica y metafórica propia del rocío, que la gnosis masónica hace tiempo hace suya.

Pero volvamos por un momento a las estatuas idólatras, de rara fealdad, ya la declaración del Papa Bergoglio al día siguiente de su secuestro en la iglesia de Traspontina y su ahogamiento en el Tíber. Esta vez de nuevo, las palabras del Papa tienen olor a mentira colosal : nos hizo creer que las estatuillas fueron rápidamente exhumadas de las aguas sucias gracias a la intervención de los Carabinieri. Uno se pregunta por qué un equipo de VaticanNews, coordinado por Tornielli y Spadaro de Civiltà Cattolica, con reporteros y camarógrafos de la prensa judicial, no acudió a filmar las hazañas de los buzos y captar el rescate de las pachamas. También es poco probable que una operación tan espectacular no llamara la atención de unos pocos transeúntes, equipados con un teléfono móvil para filmar y luego relanzar la primicia en las redes sociales. Estamos tentados a devolver esta pregunta a la persona que hizo esta declaración. Ciertamente, también esta vez nos responderá con su elocuente silencio.

Desde hace más de seis años estamos envenenados por un falso magisterio, una especie de síntesis extrema de todos los malentendidos conciliares y errores posconciliares que se han extendido imparable, sin que la mayoría de nosotros nos demos cuenta. Esto es así porque el Concilio Vaticano II abrió no sólo la caja de Pandora, sino también la ventana de Overton, y de manera tan paulatina que nadie se dio cuenta de los sobresaltos que se habían producido, de la naturaleza de la autenticidad de las reformas, de sus dramáticas consecuencias; ni siquiera pensamos en tener sospechas respecto a quiénes estarían realmente a los mandos de esta gigantesca operación subversiva que el modernista cardenal Suenens llamó “el 1789 de la Iglesia Católica”.

Así, durante estas últimas décadas, el Cuerpo Místico ha sido lentamente vaciado de su sangre por una hemorragia que nada pudo detener: el Sagrado Depósito de la Fe ha sido progresivamente dilapidado, los Dogmas desnaturalizados, el Culto secularizado y progresivamente profanado, la Moral saqueada, el Sacerdocio difamado, el Sacrificio Eucarístico protestantizado y transformado en un Banquete convivencial…

Ahora la Iglesia está inanimada, cubierta de metástasis, devastada. El pueblo analfabeto de Dios, despojado de su Fe, anda a tientas en las tinieblas del caos y la división. En las últimas décadas, los enemigos de Dios han convertido gradualmente dos mil años de Tradición en tierra arrasada. Por una aceleración sin precedentes, gracias a la carga subversiva de este pontificado apoyado por el poderoso aparato jesuita, estamos en el proceso de dar un mortal golpe de gracia a la Iglesia.
Con el Papa Bergoglio, como con todos los modernistas, es imposible buscar claridad, porque el sello distintivo de la herejía modernista es precisamente el disimulo. Maestros del error y expertos en el arte del engaño, “luchan por la aceptación universal de lo ambiguo, presentando el lado inofensivo, que servirá de pasaporte para introducir el lado tóxico, que inicialmente se mantuvo oculto (P. Matteo Liberatore SI) . Así, la mentira repetida con terquedad y obsesión acaba convirtiéndose en “verdad” y aceptada por la mayoría.

También es típicamente modernista la táctica de apoyar lo que se quiere destruir, utilizando términos vagos e imprecisos, favoreciendo el error sin formularlo nunca con claridad. Esto es exactamente lo que hace el Papa Bergoglio, con su amorfismo que disuelve los Misterios de la Fe, con la aproximación doctrinal que le es propia, con la que "mezcla" y derriba los dogmas santísimos, como hizo con los dogmas marianos de la Siempre Virgen Madre de Dios.

El resultado de este abuso de poder está ante nosotros: una Iglesia católica que ya no es católica , un recipiente vaciado de su contenido genuino y lleno de chatarra.

El advenimiento del Anticristo es inevitable, forma parte del epílogo de la Historia de la Salvación. Pero sabemos que es la premisa del triunfo universal de Cristo y su Esposa gloriosa. Quienes no hemos sido engañados por estos enemigos de la Iglesia, encerrados en el Cuerpo Eclesial, debemos unirnos y formar un frente común contra el Maligno, vencido hace mucho tiempo, pero aún capaz de dañar y causar la perdición eterna de las multitudes, pero cuya cabeza la Santísima Virgen, nuestra "Condotiera", aplastará definitivamente.
Ahora es tu turno. Inequívocamente, sin dejarnos expulsar de esta Iglesia de la que somos hijos legítimos y en la que tenemos el sacrosanto derecho de sentirnos en casa, sin que la horda odiosa de los enemigos de Cristo nos haga sentir marginados, cismáticos y excomulgados.

¡Ahora es tu turno! El triunfo del Inmaculado Corazón de María -Corredentora y Mediadora de todas las gracias- pasa por sus “pequeños”, ciertamente frágiles y pecadores, pero de signo absolutamente opuesto al de los enrolados en el ejército enemigo. "Pequeños" consagrados, sin límite alguno, a la Inmaculada, para ser su calcañar, la parte más humillada y despreciada, la más odiada por el infierno, pero que con Ella aplastará la cabeza del Monstruo infernal.

San Luis María Grignion de Montfort se preguntaba: “¿Pero cuándo tendrá lugar este triunfo? Solo Dios lo sabe. Nuestra tarea es velar y orar como recomienda ardientemente Santa Catalina de Siena: “¡Ay! Muero y sin embargo no puedo morir. No te quedes dormido en la negligencia, haz en el momento presente lo que sea posible. Consuélate en Cristo Jesús, dulce amor. Ahogarse en la sangre de Cristo crucificado, santiguarse con Cristo crucificado, esconderse en las llagas de Cristo crucificado, bañarse en la sangre de Cristo crucificado” (Carta 16).

La Iglesia está envuelta en las tinieblas del modernismo, pero la victoria pertenece a Nuestro Señor ya Su Esposa. Queremos seguir profesando la fe eterna de la Iglesia frente al rugido del Mal que la asedia. Queremos velar con ella y con Jesús, en este nuevo Getsemaní de los últimos tiempos, para orar y hacer penitencia en reparación de las tantas ofensas que se les ha hecho. »

+ Carlo María Vigano
Arzobispo titular de Ulpiana, 
Nuncio Apostólico – 19 de diciembre de 2019

Viganò: 
“Hemos sido envenenados 
por un falso magisterio 
durante más de seis años”


Día tras día, Francisco sigue desmantelando la Sede de Pedro, escribe el 19 de diciembre en una declaración el arzobispo denunciante Carlo Maria Viganó.
Él acusa a Francisco de usar su autoridad “no para confesar, sino para negar; no para confirmar, sino para desviar; no para unir, sino para dividir; no para construir, sino para demoler”.
“Hemos sido envenenados por un falso magisterio durante más de seis años”.
Viganò observa que Francisco humilla a la autoridad suprema de la Iglesia con “simulaciones y mentiras” y con “gestos descarados de ostentosa espontaneidad”, a través de los cuales se exalta a sí mismo en una continua auto celebración narcisista”.
Los recientes ataques de Francisco a la Inmaculada Concepción son para Viganó un golpe al corazón del dogma mariano: “Atacar a la Madre es levantarse contra el Hijo”.
Francisco abandona la celebración de la Asunción y, a diferencia de sus predecesores, evita rezar el Rosario con los fieles, observa Viganò.
Él conoce planes para introducir una “gota” amazónica en la oración eucarística del Novus Ordo, en lugar del Espíritu Santo. Este es para él un paso hacia un Novissimus Ordo panteísta e idolátrico.
Viganò describe a la Iglesia como “sin vida, cubierta de metástasis, devastada”.

“La llegada del Anticristo es inevitable”.


Pero ésta no es una respuesta católica, y mucho menos la que debería dar un obispo, es decir, un sucesor de los Apóstoles. Los católicos saben, por la Sagrada Escritura y la Tradición, que se está librando una batalla de época, con dos bandos: el de Dios y el de Satanás.

Saben también que la victoria pertenece a Dios y a la Inmaculada, la Mujer coronada de estrellas del Apocalipsis, que aplastará la cabeza de la antigua Serpiente. Frente a un verdadero golpe de Estado mundial, en el que una élite esclaviza del Diablo impone su propia agenda, todo católico sabe reconocer la matriz infernal de lo que ocurre bajo el pretexto de la emergencia pandémica: reconoce la ideología de la muerte, el odio a la vida, la aversión a lo sagrado, la complacencia por el caos y la violencia. Quienes no son católicos -o siguen a los prelados y al propio Bergoglio adaptándose a la narrativa de la pandemia y de las vacunas- ciertamente tienen más dificultades para entender el significado de estos acontecimientos, y no pueden comprender cómo el hombre puede querer la muerte de sus semejantes; cómo es posible que la autoridad civil -y religiosa- se haya dejado corromper y comprar traicionando a su propio pueblo; cómo los médicos pueden matar a los pacientes sin tratarlos, o suministrándoles tratamientos inadecuados, o recomendando un suero experimental que en condiciones normales nunca habría sido aprobado; cómo los magistrados no intervienen para detener la dictadura que se está instaurando en todas partes, en medio de la violación más escandalosa de los derechos fundamentales.

Como dije en mi mensaje a los ciudadanos de Suiza, no es la libertad lo que debemos pedir hoy, o mejor dicho: esa libertad que debemos reivindicar no es ni la licencia ni la arbitrariedad para hacer lo que queramos, sino -según la definición de León XIII en la Encíclica Libertas præstantissimum– la libertad de actuar dentro de los límites del Bien que hoy se impide.

¿Es libertad matar a un hijo en el vientre materno? ¿Es libertad reconocer derechos al vicio y al pecado, y burlarse o condenar la virtud y las buenas acciones? ¿Es libertad reclamar el poder que sólo Dios tiene, para decidir cuándo vivir y cuándo morir? ¿Es libertad reclamar el matrimonio entre personas del mismo sexo, de adoptar niños, de comprarlos a madres pagadas como madres de cría por “subrogación”? ¿Es libertad utilizar a los pobres y desheredados del mundo para destruir el tejido social de Occidente o para abaratar el costo de la mano de obra, cuando es precisamente el Occidente apóstata y anticristiano el que causa la pobreza y explota los recursos de los países subdesarrollados?

Los católicos, y sobre todo los laicos, tenemos la oportunidad de hacer comprender a quienes no tienen la gracia de la verdadera Fe y de la plena comunión con la Iglesia de Cristo, que todo lo que sucede -precisamente por su naturaleza evidentemente anticristiana- forma parte de esas “últimas cosas” – τα ἔσχατα– de las que habla la Sagrada Escritura, de la batalla de los hijos de la Luz contra los hijos de las tinieblas. Y en ese punto los que son honestos, los que son buenos y quieren el Bien -los que el Evangelio llama “hombres de buena voluntad”- comprenderán que sólo hay una Religión considerada enemiga de la élite: la Religión Católica Apostólica Romana; y que ya no es posible permanecer neutral, o creer que se puede salir adelante sin elegir de qué lado se está.

La Gracia de Dios tocará sus corazones, y con los ojos del alma comprenderán que sólo hay un bando al que pueden pertenecer, y sólo la Cruz de Cristo bajo la cual podrán combatir al enemigo común. Y esta elección de bandos será bendecida y recompensada por Dios.

¿Qué rol juega la religión en (1) el golpe, (2) la solución, o (3) en ambos?

Esta es también una pregunta muy compleja. En primer lugar, hay que distinguir entre “religión” en sentido general y “religión” en el sentido de “religión católica”. Ciertamente, el Covid ha adoptado connotaciones religiosas para conseguir una mayor aceptación entre la población. He aquí, pues, los sumos sacerdotes de la pandemia, los predicadores de las vacunas, las conversiones de los infieles, las excomuniones para los nuevos herejes, la hoguera social para los no-vaxers, la salvación que da el haberse inoculado el suero génico.

Pero sabemos muy bien que Satanás es el mono de Dios, y también con el Covid ha demostrado inequívocamente que se puso de su lado. En segundo lugar, si hablamos de la Iglesia católica, hay que recordar que la Jerarquía sufre una especie de trastorno bipolar desde hace sesenta años: por un lado tenemos la doctrina, la moral, la liturgia, la disciplina que desde hace dos mil años es lo que precisamente hace católica a la Iglesia; por otro lado tenemos a Bergoglio y a los obispos modernistas que predican otra doctrina y otra moral, que celebran otra liturgia, que utilizan su autoridad no para custodiar la Fe y proteger el rebaño del Señor, sino para sembrar el error, la herejía, el cisma.

Los fieles también son conscientes de esta división, y en su mayoría no quieren ni han querido nunca que la Iglesia se convierta primero en una especie de secta protestante, y después en una ONG filantrópica o, peor aún, en la sierva del Nuevo Orden Mundial. Por la gracia de Dios, todavía hay muchos sacerdotes y algunos obispos que siguen siendo católicos, que creen plenamente en lo que Nuestro Señor nos ha enseñado, que celebran la Misa tradicional. Y que -casualmente- también son conscientes de la dictadura sanitaria, del plan del Gran Reinicio, de los proyectos del Nuevo Orden Mundial. Y así como hay un Estado profundo en el Estado, también hay una Iglesia profunda en la Iglesia. La iglesia profunda ha hecho suya la ideología globalista, tal vez con la esperanza de poder formar parte de esa Religión de la Humanidad que la masonería quisiera instaurar. Una religión humana, o más bien satánica, en la que se permiten los ídolos y los demonios, pero de la que está vetado Nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y único Salvador.

La Iglesia bergogliana propaga las vacunas y siembra el pánico por la pandemia

Por eso la Iglesia bergogliana es ecuménica, inclusiva, resistente, ecológica. Por eso propaga las vacunas y siembra el pánico por la pandemia. Por eso calla frente a las violaciones de los derechos humanos, a la profanación de las iglesias, a la secularización de las naciones, a la anulación de la identidad católica y de las tradiciones cristianas de la sociedad. El Estado profundo quiere destruir la soberanía nacional, la economía, las empresas, la justicia, la educación, la salud y todo el tejido social: con ello, los gobernantes traicionan a su pueblo y mantienen el poder mediante la instauración de una dictadura. Del mismo modo, la Iglesia profunda quiere destruir la Iglesia de Cristo, dejándola como una cáscara humanitaria, pero privándola de su alma, es decir, de su Señor y Dios. En ambos casos podemos reconocer la obra del Diablo, quien odia a Dios como Creador de todas las perfecciones del mundo y al mismo tiempo como Redentor y Salvador de la humanidad mediante el Sacrificio de su Hijo divino en la Cruz.

En consecuencia, respondiendo a su pregunta: la Iglesia bergogliana ciertamente jugó un rol decisivo en la planificación de este golpe de Estado, al aprobar y enseñar culpablemente errores teológicos y filosóficos como base sobre la que pudieron proliferar la psico pandemia, el ecologismo neomalthusiano, el Gran Reseteo y la Agenda2030, junto con la teoría de género, la aprobación del movimiento LGBT y los llamados “matrimonios” homosexuales. Desde el Concilio Vaticano II hasta hoy esta Iglesia profunda ha conseguido hacer digerir a los fieles una nueva religión, haciéndoles creer que siguen siendo católicos. La Iglesia profunda también juega también un rol en el desarrollo del golpe de Estado global, porque aceptó y ratificó la narrativa de la pandemia, cerró durante meses las iglesias y prohibió los servicios, promulgó una Nota equívoca sabiendo que sería interpretada como la autorización de la Iglesia a las vacunas.

Raros prelados no vendidos al sistema

Bergoglio ha llegado a decir que el suero génico es un deber moral, de hecho, un acto de caridad, y ha llegado a imponerlo a los empleados del Vaticano. Pero la Iglesia profunda no será parte de la solución, habiendo sido parte del problema. Serán los buenos pastores, los raros prelados no vendidos al sistema, y los sacerdotes y religiosos que están en contacto diario con la realidad y ven los daños físicos, psicológicos, morales y espirituales causados por esta conspiración criminal, funcional para el control total de los ciudadanos y el exterminio de una parte de ellos.

Será la Iglesia católica, cuando haga resonar con fuerza la voz de Cristo, la que abra los ojos de la humanidad y le haga comprender que la única forma de salir de este círculo infernal es que los hombres vuelvan a Dios, respeten su santa Ley, practiquen la virtud y abandonen el pecado. Cuando todos juntos de rodillas pidamos a Dios que se apiade de nosotros, pecadores, sólo entonces intervendrá y vencerá a sus enemigos. Entre ellos estarán los que hoy están perfectamente alineados con la agenda globalista.

¿Cómo cree que serán los próximos 12 meses si (1) la gente se defiende y lucha por la libertad, o (2) si la gente no se defiende ni lucha por la libertad?

Obviamente, no puedo hacer ninguna predicción, aunque espero que el desarrollo cada vez más rápido de los acontecimientos y la evidencia del golpe de Estado en curso dejen claro que es deber de todos oponerse con valor y determinación a la instauración del Nuevo Orden Mundial. Pero repito: que nadie se haga la ilusión de que la cuestión se limita a una lucha por la libertad. Si debemos combatir, nuestra batalla debe ser por el regreso de Cristo Rey y de María Reina, en obediencia a la Ley de Dios.

Ya hemos abusado demasiado de la libertad, convirtiéndola en un fetiche que legitimaba las peores aberraciones: ahora es el momento de elegir entre ser “no ya siervos, sino amigos” de Nuestro Señor o esclavos de Satanás. La idea de una Alianza Antiglobalista, que uniría y daría un programa de acción a todos los que no están dispuestos a someterse a la dictadura sanitaria o ecológica, podría representar una oportunidad: se podrían indicar principios generales válidos para todas las realidades locales, que luego cada movimiento compartiría, adaptándolos a las situaciones específicas. Espero que haya dirigentes políticos, intelectuales, representantes de las instituciones, de la magistratura, de las fuerzas armadas, médicos, periodistas, profesores y personas comunes que quieran hacer suyo mi Llamamiento y convertirse en sus promotores. También porque, como ya he declarado, desde el momento que el ataque es global la oposición debe ser también global.

Pero si dejamos que esto ocurra, si nos encerramos en nuestras pequeñas realidades, fingiendo que no vemos la amenaza que se cierne sobre todos nosotros, si seguimos pecando y ofendiendo al Señor, nos haremos cómplices de los conspiradores y los traidores, y ciertamente no mereceremos la misericordia de Dios, ni saldremos de este infierno en la tierra. Piénsenlo bien: ésta puede ser la última oportunidad.

ATENTOS A LOS NUEVOS DATOS
GALERÓN SOBRE ESTOS TIEMPOS APOCALÍPTICOS
¡CIERREN TODO! POR DAMIÁN GALERÓN. 
 ¡CENSURADO! ¡YA EN DAILYMOTION!


Ha surgido una curiosa teoría conspirativa que sugiere que las celebridades vistas luciendo un ojo izquierdo negro son parte de los Illuminati. Es decir, de una sociedad secreta basada en la que surgió en la época de la Ilustración -que supuestamente fue responsable de la Revolución Francesa-. Actualmente, sería una organización que disputa los hilos del poder en el mundo.
Elizabeth Hurley, Boy George y Robert Downey Jr. están entre los que han sido fotografiados con hematomas en el área de los ojos en los últimos años. Además, figuran el ex presidente estadounidense George W. Bush, junto con el papa Francisco, el príncipe Felipe y el príncipe Andrés.
Según algunos teóricos de la conspiración, el ojo izquierdo negro es parte de un culto o ritual de iniciación de alto nivel "Illuminati". Durante el mismo, se dice que el prometido se ve obligado a "comer dolor" en una búsqueda para volverse más poderoso.
La autora y presentadora del programa de radio por Internet, Sherry Shriner, quien escribió el libro “Entrevista con el diablo”, en la que afirmaba conversar con Lucifer, ha hablado del vínculo entre estos ojos negros y la “reventa de almas”.
Según Shriner, los líderes del Gobierno, las personas en la televisión con sus propios espectáculos y cientos de artistas populares han vendido sus almas a Satanás.
“La extraña recurrencia de hematomas faciales en políticos y animadores Illuminati ha resultado en la especulación de que sus almas han sido reemplazadas en un ritual satánico llamado ‘reventa de almas’", dijo Shriner, quien murió a principios de este año, según la información publicada en el Daily Mail.
De acuerdo a ella, con distintos tipos de rituales, a las personas poderosas se le remueve el alma humana y el cuerpo es tomado por una entidad demoníaca. En tanto, las celebridades han presentado varias explicaciones sobre cómo obtuvieron sus ojos negros a lo largo de los años.

BERGOGLIO, SACERDOTES Y OBISPOS COVIDIANOS 
DEBEN RESPONDER A DIOS


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