A veces, un acto de bondad
es todo lo que se necesita para cambiar
tu vida entera ...
馃彥
Una noche tormentosa, hace muchos a帽os, un hombre mayor y su esposa entraron en la recepci贸n de un peque帽o hotel en Filadelfia intentando ponerse a resguardo de la copiosa lluvia.
El matrimonio se acerc贸 al mostrador del hotel y pregunt贸:
—¿Tendr铆an ustedes una habitaci贸n libre?
El empleado, un hombre atento con una c谩lida sonrisa, les respondi贸:
—¡Imposible! En estos momentos hay tres convenciones simult谩neas en Filadelfia. Todas las habitaciones de nuestro hotel y de los otros de la ciudad est谩n reservadas.
El matrimonio se angusti贸, pues era dif铆cil que a esa hora y con ese tiempo horroroso fuesen a conseguir un lugar donde pasar la noche. Pero el empleado les dijo:
—Miren… No puedo dejarlos marchar con esta lluvia. Si ustedes aceptan la incomodidad, puedo ofrecerles mi propia habitaci贸n. Yo me arreglar茅 en un sill贸n de la oficina y as铆 podr茅 estar m谩s atento a todo lo que suceda durante la noche.
El matrimonio rechaz贸 la propuesta, pero el empleado insisti贸 de buena gana y al final terminaron por ocupar su habitaci贸n.
A la ma帽ana siguiente, al pagar la factura el hombre pidi贸 hablar con 茅l y le dijo:
—Usted es el tipo de gerente que yo tendr铆a en mi propio hotel. Quiz谩s alg煤n d铆a construya un hotel para devolverle el favor que nos ha hecho.
El conserje tom贸 la frase como un cumplido y se despidieron amistosamente.
Pasaron dos a帽os y el empleado recibi贸 una carta de aquel hombre, donde le recordaba la an茅cdota de aquella noche lluviosa. Dentro del sobre hab铆a un pasaje de ida y vuelta a Nueva York con la petici贸n expresa de que lo visitase.
Con cierta curiosidad el empleado no desaprovech贸 esta oportunidad de conocer gratis Nueva York y acudi贸 a la cita. En esta ocasi贸n el hombre mayor lo llev贸 a la esquina de la Quinta Avenida y la calle 34 y se帽al贸 con el dedo un imponente edificio de piedra rojiza y le dijo:
—脡ste es el hotel que he construido para usted. El empleado mir贸 impresionado y dijo:
—¿Es una broma, verdad?
—Puedo asegurarle que no —le contest贸 con una sonrisa c贸mplice el hombre mayor.
Y as铆 fue como William Waldorf Astor construy贸 el Waldorf Astoria original y contrat贸 a su primer gerente de nombre George C. Obviamente George C. no imagin贸 que su vida iba a cambiar para siempre cuando hizo el favor de atender al viejo Waldorf Astor en aquella noche tormentosa.
Hotel Waldorf-Astoria (New York) con historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por Comunicarnos, por Compartir:
Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresi贸n.
La Comunicaci贸n m谩s alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.
Gracias amig@ de la palabra amiga.
"Nos co-municanos, luego, co-existimos".
Juan Carlos (Yanka)