miércoles, 5 de octubre de 2016

PATOCRACIA: LOS PSICÓPATAS, DUEÑOS DEL PODER






Patocracia: 
los psicópatas, dueños del poder 


La batalla interna en el PSOE, a cuchilladas, y la defensa numantina de Pedro Sánchez son la más clara y evidente prueba de que España está en manos de psicópatas. El espectáculo de la lucha por el poder en el seno del PSOE es indigno y reflejo de que la clase política española ha perdido la decencia, la ética y cualquier relación con la democracia, la cordura y los valores. Ante el panorama desolador, la única reacción lógica del ciudadano debe ser borrarlos del mapa y sustituir a los dementes e indecentes por gente honrada y situada en otra dimensión, en el servicio, en el respeto a la ley, en la Justicia, en la defensa de la ciudadanía, en el honor y en el amor a la patria. 

España se sorprende ante la ambición desmedida de Pedro Sánchez y la lucha cainita desatada dentro del PSOE, como también se espanta ante el demencial nivel de corrupción y abuso que existe en toda la política. Los españoles tampoco entienden o asimilan las altas dosis de egoísmo, torpeza, arrogancia, abuso y maldad que despliegan los políticos. Sin embargo, todo eso es lógico si se tiene presente que el poder está plagado de psicopatas y que en la vida política esos enfermos son muy numerosos. 

Hay millones de enfermos mentales esparcidos por el mundo y muchos de ellos, ocultos detrás de una "máscara de cordura", dominan el mundo ocupando altos cargos en la política, la empresa y profesiones de alta influencia. La patocracia se ha apoderado de muchos estados y está dominando el mundo. Casi todas las injusticias y brutalidades de este mundo, incomprensibles para muchos ciudadanos, se explican fácilmente cuando se asume que unos locos han tomado el poder. Los psicópatas existen en todas partes y la mayoría de las luchas por un mundo mejor y por una sociedad más justa y auténtica no son otra cosa que la lucha entre seres normales y psicópatas que quieren destruir a los "normales" e imponerles su dominio patológico. 

Las acciones de la patocracia afectan a la sociedad entera. Comienzan su conquista del poder controlando líderes e infiltrando cada pueblo, negocio e institución. La estructura social patológica cubre el país entero, gradualmente, creando una “nueva clase” dentro de aquella nación. Esta clase privilegiada se siente permanentemente amenazada por los “otros”, es decir, por la mayoría de las personas normales. Hay miles de enfermos mentales, casi todos inteligentes y buenos oradores, que están dominando la política mundial y las grandes finanzas. Son tipos sin piedad con su cerebro alterado, capaces de fascinar y de embaucar, pero claramente alineados con el mal. La Historia demuestra de lo que son capaces: guerras, millones de muertes, exterminios, campos de concentración, opresión, injusticia y un largo etcétera de maldades. 

La meta de los patócratas es la absoluta dominación del gobierno de un país y, posteriormente, del mundo entero. Su estrategia es sutil e inteligente. El dominio no sería visible ni permanente, puesto que grandes sectores de la sociedad se volverían desafectos por tal gobierno, y encontraría un camino para derribarlo. Su dominio se ejerce de otro modo, ocupando carteras ministeriales esenciales, colocando al frente del gobierno a un psicópata difícil de detectar y reclutanto a esclavos con capacidad intelectual y habilidades suficientes, permeables a ser influidos y mandados por los locos. Bajo tales condiciones, ningún área de la vida social puede desarrollarse normalmente, ya sea en economía, cultura, ciencia, tecnología, administración, etc. 

La Patocracia, progresivamente, 
lo paraliza todo. 

Patocracia: 

los psicópatas, dueños del poder 


En el libro "Ponerología Políitica", de Andreu M. Lobaczewsky, ofrece una atemorizante explicación para tiempos periódicos de locura brutal en la historia del mundo. Es una luz para exponer científicamente un tipo particular de personalidad dentro de las poblaciones - un tipo que, si se deja solo, va a infestar las posiciones de poder, empujando a las personalidades normales hasta que dominen la estructura de poder.
Se sostiene la tesis de que al menos el 6 por ciento de la población mundial es psicópata y hay también un 12 por ciento de personas sometidas y colonizadas, al servicio de los locos. 
Lobaczewski definió la gobernabilidad por una patocracia como una enfermedad macro-social, algo poco saludable y brutalmente letal si no se trata. 
Desde una posición de dominio total, los psicópatas agresivamente y brutalmente protegen el poder que han adquirido. En el caso del gobierno, esto significa tomar medidas para erradicar cualquier oposición percibida a su control y autoridad.

Debido a que los verdaderos psicópatas están emocionalmente muertos, y funcionan libres de empatía (ver el libro del Dr. Robert Hare Sin conciencia, el inquietante mundo de los psicópatas), la tarea de limpiar la casa para evitar que la pérdida de control pueda evolucionar rápidamente hacia los 20 millones o más muertos en el Holocausto Ruso, los 60 millones o más que murieron en el Holocausto chino, o en los campos de exterminio del Holocausto judío.
Aunque no en la misma escala, los recientes asesinatos en masa, como la masacre de Waco Texas, los atentados de Oklahoma City o la falsa bandera de terror-asesinatos del 9-11 deben sonar las alarmas de advertencia. Los psicópatas están en marcha.




Por último, hay otro grupo que se adapta y que soporta los comportamientos y la tiranía patológica a cambio de sobrevivir y prosperar. La gran mayoría de la población, en todo caso más del 70 por ciento, forma la sociedad de personas normales, donde se producen los procesos de resistencia y oposición a la tiranía de los dementes. 


Los psicópatas parecen seres superiores, inteligentes y suelen ser bastante interesantes, incluso excitantes. Algunos desprenden una energía cautivadora que mantiene a sus oyentes al borde de sus asientos. Muchos psicópatas “se ganan la vida” usando sus encantos, engaños y manipulaciones para ganar la confianza de sus víctimas. La mayoría están en profesiones de cuellos blancos, donde la gente espera que sus miembros sean personas en quienes confiar por sus credenciales sociales o profesionales. Abogados, doctores, maestros, políticos, psiquiatras y psicólogos generalmente no tienen que ganarse nuestra confianza, que se les otorga espontáneamente por el cargo que ocupan. 
Les encantan las altas esferas y son muy buenos impostores. Ellos no vacilan en falsificar curricula y credenciales para atraer prestigio y poder. Escogen profesiones en las cuales las capacidades requeridas son fáciles de falsificar, le jerga es fácil de aprender y que los credenciales sean poco probables de ser examinados a fondo. Los psicópatas encuentran fácil hacerse pasar por líderes políticos, consultores, expertos financieros, directores espirituales, consejeros, profesores y psicólogos. 

Se ganan la vida y prosperan logrando que la gente haga cosas para ellos; que obtengan dinero para ellos, prestigio y poder. Su capacidad de fascinar y embaucar es enorme y la utilizan para formar células que van creciendo y que interconectan con otras también dominadas por psicópatas, creando así una red eficaz de influencia y poder. Siempre son conscientes de ser diferentes y dividen el mundo entre "nosotros" y "ellos". 
Su nulo “sentido de honor” los hace engañar y destruir al mundo que es diferente. Para lograrlo, utilizan su encanto y su falta de escrúpulos, que les permite prometer sin cumplir, desprestigiar al contrario y engañar. Incluso utilizan el miedo y el terror para alcanzar sus metas. La dicotomía entre su mundo y el de los otros es permanente y creciente y no desaparece jamás, ni siquiera cuando han alcanzado altos puestos de poder y dominio sobre la sociedad entera. 





Su sueño es configurar el mundo a su medida, un mundo en el cual su simple y radical manera de comportarse (mentir, engañar, destruir, usar a otros, etc.) no comporte castigo y en el que ellos tendrían asegurada su poder, prosperidad y seguridad. Para lograr su meta son capaces de todo, hasta de matar, aunque buscarían siempre la forma de hacerlo sin tener que sufrir las consecuencias del crimen. 
Las grandes locuras, matanzas e injusticias son obra de los locos en el poder y de su maquiavélica capacidad para manipular y engañar sin escrúpulos para ensanchar su poder. Las matanzas de Stalin, los desastres provocados por Hítler, las brutalidades del comunismo, la guerra de Irak y la gran falsedad de las armas de destrucción masiva, algunos acontecimientos de rebeldía dirigida como la Primavera Árabe y numerosos atentados masivos, como el de las torres gemelas de Nueva York, el de los trenes de Atocha, en Madrid, los recientes de Francia y otros muchos tienen el inconfundible sello de los locos en el poder. 
El gran sueño de los psicópatas con poder es crear un gobierno mundial único, controlado por ellos, que imponga el orden con mano de hierro y elimine la democracia, a la que odian. La odian tanto que la han degradado y desvirtuado en casi todos los países, eliminando controles al poder, suavizando las leyes, expulsando al ciudadano de las decisiones y logrando que los partidos políticos que ellos controlan se apoderen del Estado y desde allí ejerzan una dictadura camuflada, tan inmoral como eficaz. 



Aunque odian que les presionen y exijan hacer lo que no quieren hacer, son expertos en maquillaje y en disimular el mal que les invade y en convencerse a sí mismos y a otros que no son la gente despiadada que realmente son. Pueden comportarse con civismo aparente y hasta parecer piadosos, pero cuando creen que son inmunes a ser detectados, harán cualquier cosa que deseen. En una sociedad donde el mal no es estudiado ni entendido, ellos suben fácilmente “a la cima”. 

La Patocracia sobrevive y se fortalece porque se siente permanentemente amenazada por la sociedad de personas normales, aunque lo real es lo contrario: son ellos los que amenazan y agreden el mundo normal. La reacción a la "amenaza" de los seres normales es la que lleva a muchos gobernantes a considerar al "pueblo" como su verdadero enemigo. Por eso arman más a la policía que al ejercito y por esa razón someten a los medios de comunicación para que les ayuden a "controlar" y debilitar a los "normales". Para los psicópatas gobernantes, mantenerse en la cima es cuestión de supervivencia y el único gran reto de sus vidas. 



Patocracia 

y la deformación de la Realidad
Una patocracia puede tomar muchas formas y puede insinuarse de forma encubierta como una ideología o un sistema aparentemente justos. De esta manera, puede enmascararse bajo el disfraz de una democracia o teocracia, o bien en forma de regímenes más opresivos.
El sistema patócrata, basado en las reglas del comportamiento psicopático, es manipulador por naturaleza. Continuamente somos bombardeados con todo tipo de desinformación que somete la libertad de pensamiento de los seres humanos, reduce la capacidad de discernir la verdad de la mentira, y guía a la civilización hacia la decadencia. 

Cada vez más personas, cada día que pasa, confían menos en los medios oficiales, ya que, como ha podido comprobarse en multitud de ocasiones, sirve a los designios de los que Detentan el Poder. Mucha gente se ha dado cuenta de ello. Este hecho provoca que muchas personas den la espalda y demonicen por completo a los medios oficiales, y buscan - sobretodo en internet- fuentes alternativas con las que poder informarse de lo que ocurre en el mundo, fuera de los hilos que manejan el Poder. 

Actualmente, tenemos ante nosotros dos frentes informativos: el oficial y el llamado alternativo o periodismo de contrainformación pero que, si los analizamos de raíz, su razón de ser es muy similar y en muchas ocasiones comparten el mismo origen. Pero antes de hablar de ello, es necesario que hagamos un viaje en el tiempo, ya que sólo de esta manera podremos ver y comprender los mecanismos que utilizan los que Detentan el Poder para engañar y manipular a la humanidad. 

El Timo de la distracción 

En 1931 Aldous Huxley publicó Un Mundo Feliz, en el cual escribió:

Los viejos dictadores cayeron porque nunca fueron capaces de suministrar a sus súbditos la suficiente cantidad de pan, circo, milagros y misterios. Tampoco poseían un sistema de manipulación mental suficientemente efectivo. 

Bajo el yugo de un dictador científico, la educación realmente funciona, con el resultado de que la mayoría de los hombres y mujeres aprenden a amar a su estado de servidumbre y nunca sueñan siquiera con una revolución [y si sueñan con ella, la dictadura científica creará una falsa rebeldía con la que poder seguir controlando a la población]. No parece haber razón alguna para que una dictadura eminentemente científica pueda ser erradicada.

Aldous Huxley también supo establecer una pronta relación entre los efectos experimentados por los afectos al uso de drogas psicodélicas y las experiencias del Misticismo Oriental, y eso sirvió como detonante para lanzar la gran moda de los buscadores de los más altos estados de conciencia. Timothy Leary y Richard Alpert (también conocido como Baba Ram Dass) hicieron su aparición, con sus experimentos en base a LSD y otros modos de estimulación mental, auténticos portabanderas en el desfile de los que coreaban "sintonízate y deslígate". 


Las mezclas del Zen, yoga, meditación y drogas, junto con artilugios tecnológicos de todo tipo, garantizaban una auténtica aventura en el mundo de la conciencia. El único problema era que, en medio de todos estos clímax emocionales y aventuras mentales, sintonizaciones y desligamientos, éxtasis y encuentros, muchas personas encontraron cosas que quizás aun no estaban preparadas para encontrar. Se derribaron barreras que guardaban el acceso hacia planos de la conciencia invisibles y aterradores.

Estos ejemplos, aunque puedan parecer a primera vista pequeños detalles sin importancia - aunque hemos de tener en cuenta que"el Diablo está en los detalles"-, nos indican que también en los países considerados anti imperialistas se procede de forma contradictoria y patocrática. Y nos hacen ver que muchos medios de cotrainformación esconden la suciedad bajo la alfombra, de forma deliberada. 

Al igual que ocurrió con el movimiento hippie y la Nueva Era, ahora existen medios "alternativos" que de forma consciente o inconsciente, tergiversan, manipulan, omiten detalles importantes sobre la realidad de los hechos, haciendo creer a la gente que se encuentra frente a frente con la Verdad, y nada más lejos de ello. Una operación más de Guerra Psicológica. 

No importa capitalismo o socialismo, imperialismo o anti imperialismo. El asunto esencial de la civilización humana es la patocracia. Los patócratas proporcionan el pan y el circo necesarios para encubrir sus auténticos objetivos, escondiendo a la población la triste realidad de lo que ocurre en el mundo. Como dijo Gurdjieff, "la civilización moderna está basada en la violencia, la esclavitud y las frases bellas. Pero todas las frases bellas sobre la civilización y el progreso no son más que palabras."

Características

1. supresión del individualismo y la creatividad.
2. empobrecimiento de los valores artísticos.
3. empobrecimiento de los valores morales; una estructura social basada en el interés propio y el ventajismo (n. del t. "upmanship"), en lugar del altruismo.
4. ideología fanática; frecuentemente una forma corrupta de una ideología viable y válida se convierte en un 'troyano', pervertido a su forma patológica, con poco parecido a la substancia del original. 
5. intolerancia y sospecha de cualquiera que sea diferente, o que no esté de acuerdo con el estado.
6. control centralizado.
7. corrupción generalizada.
8. actividades secretas en el seno del gobierno, pero vigilancia de la población general. (En contraste, una sociedad sana tendría procesos de gobierno transparentes, y respeto por la privacidad del ciudadano individual).
9. gobierno paranoide y reaccionario.
10. legislación excesiva, arbitrara, injusta e inflexible; el poder de la toma de decisiones es reducido/eliminado de la vida cotidiana de los ciudadanos.
11. una actitud de hipocresía y desprecio, demostrada por las acciones de la clase dirigente, hacia los ideales que dicen seguir, y hacia los ciudadanos que dicen representar.
12. medios de comunicación controlados, dominados por la propaganda.
13. desigualdad extrema entre los más ricos y los más pobres.
14. uso endémico del razonamiento psicológico corrupto, tal como la paramoralidad, pensamiento conversivo y doble discurso.
15. gobierno por la fuerza y/o por el miedo al uso de la fuerza.
16. la gente es considerada como un 'recurso' para ser explotado (de donde procede la expresión "recursos humanos"), en lugar de individuos con valor humano intrínseco.
17. la vida espiritual se restringe a esquemas inflexibles y adoctrinadores. Cualquiera que intente ir más allá de esos límites es considerado hereje o loco, y por tanto, peligroso.
18. las divisiones arbitrarias entre la población (clase, etnia, credo) son inflamadas para convertirse en conflicto mutuo.
19. supresión de la libertad de expresión - debate público, manifestación, protesta.
20. violación de los derechos humanos básicos, por ejemplo: restricción o denegación de necesidades vitales básicas como el alimento, el agua, el abrigo; detención sin cargos; tortura y abuso; trabajo esclavo".

PSICOPATOCRACIA

YA LO DECÍAN EN LA PELÍCULA "EL LADRÓN DE BAGDAG": 
MANIPULACIÓN POR MEDIO DEL MIEDO Y LA TIRANÍA


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