Queremos construir en Venezuela
una república liberal democrática
“Sí, nos hemos declarado impacientes. Es lo que hemos llamado la ética de la urgencia”. La afirmación la hizo con ocasión del bautizo del libro “Se trata de la libertad”, un compendio de ensayos cortos de varios autores, entre ellos, el economista y columnista Carlos Blanco, y cuyo prólogo corrió a cargo de Machado. El evento se realizó ayer en horas de la mañana en la sede Cedice.
Machado señaló que con ese libro el partido Vente asumía el compromiso de convertirse en una organización que, simultáneamente, promovía el debate, la reflexión de las ideas, y en paralelo iba construyendo una formidable organización de ciudadanos, que divulgue y comparte estas ideas en el accionario cotidiano; para, desde luego, crear los mecanismos a través de los cuales la nueva dirigencia, que surge con estas convicciones, pueda servir a su país desde todos los niveles en servicio público.
“Vente es el partido de la libertad y yo quisiera reflexionar sobre tres dimensiones, en ese sentido; en primer lugar, porque no es casual el momento en que Vente nace, pues Vente nace en dictadura y fogueado en estas luchas por los ideales que compartimos”.
Resaltó que nosotros hemos vivido dos épocas; una en democracia, contando con el trienio de la década de 1940, además de los 40 años de la República civil y la otra en la cual no la hemos podido ejercer plenamente, pero que la costra que nos ha venido saliendo, para enfrentar la agresión de la tiranía, se ha nutrido, tanto de la experiencia y el testimonio de aquellos que forjaron nuestra instituciones democráticas; como aquéllos que dieron su vida frente a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y durante estos 17 años.
Se mostró convencida de que cuando la historia haga un balance, habrá una cruda realidad de esta gran ocasión perdida en lo económico y con ello en lo institucional; pero aseguró que el balance de lo aprendido y de lo ganado en la lucha ciudadana será superior.
“Yo quiero que no pase un solo día que no pensemos en esos miles de estudiantes, jóvenes, periodistas, sindicalistas, presos, perseguidos, intentados callar, mas no silenciados. Pensar en la cantidad de muchachos que hoy se gradúan en los liceos y universidades y quienes se plantean el ejercicio de la política, creando nuevos partidos o incorporándose a nuevas organizaciones”.
Agregó que había que pensar en los periodistas, que ejercen hoy lo que ella califica como un trabajo heroico ante la amenaza, el soborno, la censura y que en convenios cerrados se han inventado miles de otras formas de organizarse, para dar a conocer las aspiraciones, la verdad y los sueños del liderazgo emergente; que había que pensar, por otra parte, en los emprendedores, en los productores, en los comerciantes e industriales, despojados muchos de ellos, pero que continuaban en pie de lucha, sobreviviendo, y en especial, las madres venezolanas.
Le hizo un reconocimiento muy especial a la iglesia católica, en ese sentido, pues a su juicio en estos años ha demostrado una gran lucidez y un gran coraje, a pesar de la manipulación y el chantaje de no permitirle incursionar en la política; limitándose sólo a actividades caritativas, ha llamado a las cosas por su nombre: ha hablado de un régimen totalitario y bajo el cual todos los ciudadanos estamos obligados a desenmascarar y a actuar en conjunto.
Allí incluyó a los militares y de quienes dijo que habían sido objeto de la agresión más sistemática y cruel de un régimen, que entendió que había que destruir una fuerza armada profesional e institucional, mientras entregaba la soberanía cobardemente a un régimen extranjero y que los integrantes de la FAN allí están resistiendo; pues, a su juicio, en ese sector hay todavía una reserva moral; lo que se demostró el pasado 6 de diciembre, cuando de su seno emergió una presión, para dejar muy claro que ellos no tolerarían un desconocimiento de la voluntad expresada por los ciudadanos.
“Tampoco puedo dejar de reconocer el papel de la mujer venezolana; porque desde el primer día las mujeres entendimos, cuál era el propósito de este sistema hace 17 años y era destruir la esencia de la democracia y la libertad, que es la familia; donde se crea el ciudadano con deberes y derechos. Fue la mujer la primera que salió a las calles a defender nuestros derechos”.
Reiteró que Vente había nacido en dictadura; de modo que siempre había apelado a la naturaleza existencial de esta lucha, en una Venezuela que necesita referentes éticos; que hay que entender, por lo demás, que se trata de una lucha por los principios y que por eso había que considerar a Vente como el partido de la libertad y el cual cree hoy más que nunca que esos valores, que sembraron los padres fundadores de la democracia: libertad, igualdad, seguridad, propiedad están, absolutamente, vigentes y que son los que, a su modo de ver, movilizan a toda la sociedad.
“A nosotros no nos hablen de libertad como una noción abstracta”, afirmó Machado y pasó a referirse a algunas situaciones, que ha vivido en sus giras por el país, y donde el tema que más aborda es el de la libertad: libertad de emprendimiento, libertad de divertirse y salir a la calle sin ningún temor; libertad de expresar las ideas y de escoger el canal de televisión que la persona quiera, sin que se imponga un pensamiento único”.
Aseguró que hoy Venezuela se encuentra con una fortaleza y una conciencia de esta lucha que, en su opinión, contiene toda la energía y todos los recursos, para avanzar en la ruta que está muy clara a esta hora, y que hay algunos que se preguntan que cómo vamos o hacia dónde vamos, pero que en el corazón de nuestro país está muy claro que es lo que hay que hacer hoy y cómo se procede.
En ese sentido, dijo que lo primero que había que hacer era salir del régimen de Maduro, sin demora; ya que esa es la voluntad del pueblo, como se demostró el pasado 6 de diciembre y que además estaba muy claro que no hay forma de desalojar este régimen, sino es avanzando con una serie de variables y de procesos, uno de los cuales se puso en práctica el pasado 6 de diciembre.
Por eso Machado no descartó la vía institucional, aun cuando mencionó el hecho de que el propio régimen tiene un desconocimiento pleno y absoluto de la misma en las prácticas constitucionales y que, en segundo lugar, había que llevar a cabo una decidida e implacable presión ciudadana, hasta lograr que Maduro y su entorno dejen el poder.
Se refirió al hecho de que se han venido estableciendo formas de organización social a ese respecto, y recordó el caso de un pleno de ciudadanos, que se llevó a cabo en San Cristóbal, donde concurrieron productores, profesionales, conductores y hasta amas de casa y allí llegaron a la conclusión de que había que articularse entre todos los sectores sociales; y comentó que en un recorrido que hicieron por el territorio tachirense se dieron cuenta de que la categoría de la libertad de Venezuela “en el pueblo gocho está intacta” en la conciencia del venezolano.
“Obviamente el desalojo de este régimen, apegado a la Constitución, nos lleva a un proceso de transición sin precedentes en la historia, no sólo venezolana, sino también de este hemisferio. Porque vivimos una crisis humanitaria y yo diría aún más hoy una crisis de seguridad ciudadana con implicaciones terribles”.
Reconoció que ese proceso de transición no iba a dejar de tener sus enemigos, tanto de dentro, como de fuera, y que por eso había que tener cuidado, de modo que, en lugar de transición, dicho proceso se transforme en una transacción; en la cual se aparenta solventar el drama que vivimos eliminando una u otra figura incómoda, pero preservando el poder algunos grupos y mafias.
“Finalmente, esta ruta nos debe llevar a la creación institucional, sobre todo, con la convicción y la fuerza ciudadana moral de instaurar de una vez por todas la República liberal democrática. Es por eso que yo hoy me declaro absolutamente impaciente. Es algo por lo cual han tratado de descalificarnos. El tiempo para el cambio no se mide en este instante en horas, sino en vidas humanas cada día que pasa. Son venezolanos que mueren de hambre y de mengua. Por lo tanto, sí, nos hemos declarado impacientes. Es lo que hemos llamado la ética de la urgencia”.
Agregó que ella no justificaba el hecho de seguir esperando, mientras Venezuela se destruye aún más, para que Venezuela obtenga una lección histórica, de modo que no pueda revivir este modelo; lo consideró Machado éticamente inconcebible y que por esa razón, asimismo, se declaraba intolerante; ya que, a su modo de ver, esta lucha es existencial.
Pintó la situación de hambruna generalizada por la que atraviesa la población venezolana a consecuencia de la escasez y el alto costo de la vida; por la falta de medicinas; por el deterioro de los servicios públicos, sobre todo, de la salud, lo que propicia el cierre de centros asistenciales, y a su vez el éxodo de los profesionales de la medicina hacia el extranjero.
“Yo me declaro, además, absolutamente confiada en el pueblo de Venezuela. Porque a pesar de enfrentar hoy en día un régimen militarista y perverso no nos han podido quebrar moralmente. (…) La libertad se sustenta en la confianza en el ser humano; en el individuo, hoy representada por la sociedad venezolana; que se comprometió en enfrentar y derrotar esta dictadura, apuntalada en nuestra vivencia y legado histórico, para que nuestras generaciones seamos los que, realmente, logremos instaurar en el corto plazo la República liberal democrática”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por Comunicarnos, por Compartir:
Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresión.
La Comunicación más alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.
Gracias amig@ de la palabra amiga.
"Nos co-municanos, luego, co-existimos".
Juan Carlos (Yanka)