ETERNIDAD PRESENTE

I
...Pero en una abstracción poética,
instantánea,
hoy intento mostraros en el drama sacro,
nada más que la representación trágica
del Tiempo

II
Jesus, en el medio, es el Presente,
lo que, metafísicamente
y en el vaso del verbo vulgar y divino,
se denomina el Eterno Presente.
El que en mi conciencia vive.
El ahora inmutable
El que vive en todo aquel que me escucha,
El que dejamos viviendo siempre que morimos
El que se inscribe en la eternidad
El que siempre variando se presenta
en el Pan y en el Vino, invariables en el ahora.
La representación de lo Divino
hecho Tiempo

III
A la izquierda,
en la figura de aquel hombre impuro
que no creyera en Cristo
yace el Pasado
El antes. El que fué
Es lo muerto,
y solo vivirá en el reflejo de aquello que es.
Sigue viviendo,
su corpórea muerte,
por su accidental vecindad con el presente,
con el Dios y nada más.

IV
A la derecha,
sonrié el otro hombre,
El que creyó en la inmortalidad de Jesuscristo.
Es el futuro.
El después que seguirá al ahora que se extingue.
Existe en tanto le es posible identificarse
con el eterno Presente
Se salvará con éste
Esta aún muerto
pero ya se nutre con su sangre y su ánima.
Y vivirá en la escencia
del instante que le antecede
y lo engendrá, y lo enhebra en el ahora
pues crece en la inmortalidad de lo instantáneo
y se amolda a lo divino del Eterno Presente.
Para salvarse en Él, siempre,
ya se inclina a Él desde su sombra.

V
Mirad bien, la representación trágica del Tiempo.
Mirad bien, lo que se hace eterno en el Ahora.
Transcurrir en ti mismo,
coexistir en ti mismo, esas tres figuras,
que se ven en toda la crucifixión de Jesuscristo.

EMILIO ORIBE