LA FATIGA DE
LA CONCIENCIA
La expresión "la fatiga de la conciencia" no es un término que Carl Jung acuñara directamente; sin embargo, se alinea con su pensamiento sobre la dificultad de la individuación y el reconocimiento de la propia sombra y complejidad interior, un proceso que requiere esfuerzo y puede ser doloroso, llevando a veces a una resistencia o "fatiga" frente a la confrontación con el inconsciente y las partes oscuras de uno mismo.
Explicación de la relación con la teoría junguiana:
Dificultad del despertar psíquico:
Jung sostenía que el proceso de despertar la conciencia y alcanzar la individuación no es fácil ni gratuito. Implica enfrentarse a la propia "oscuridad", es decir, a los aspectos reprimidos o desconocidos de la personalidad.
Resistencia al cambio:
La gente tiende a evitar este proceso, ya que implica dolor y confrontación con uno mismo, según una cita atribuida a Jung. Esta resistencia puede manifestarse como un cansancio o una dificultad para mantener el enfoque en la introspección y la integración de los elementos conscientes e inconscientes.
El inconsciente como fuente de lo desconocido:
Jung amplió la idea del inconsciente más allá de las represiones infantiles, considerándolo como un vasto depósito de lo que no ha sido elaborado simbólica o conceptualmente, lo cual incluye el inconsciente colectivo y los arquetipos.
Por lo tanto, aunque no sea una frase literal de Jung, "la fatiga de la conciencia" puede interpretarse como un estado de agotamiento o desánimo que surge de la resistencia al arduo trabajo psicológico de conocerse a uno mismo en profundidad y de confrontar los aspectos más difíciles de la propia psique, elementos centrales en la psicología analítica de Jung.
Tenemos un cerebro colectivo, anatómicamente, y funcionalmente, de cuya psicología colectiva nos desenganchamos parcialmente mediante un proceso de individuación. Contrariamente a Freud, Jung decía que en el inconsciente de la persona no solo existen represiones de origen infantil, sino que es más amplio, ocupando todo aquello que no accede a la consciencia para ser elaborado a nivel simbólico y procesado conceptualmente, etc.El inconsciente colectivo puede entenderse desde la ontogenia colectiva, a nivel simbólico, los habitantes de pueblos primitivos tienen una psique más compartida, menos diferenciada entre ellos, de modo parecido a la psique del bebé altamente compartida al no haberse individualizado, que implica separarse de los procesos compartidos a medida que la persona se desarrolla.
A nivel psicopatológico, los problemas ocurren cuando la persona se individualiza de su psique colectiva, y ambas entran en conflicto, debiendo la persona reprimir dado que la razón es consciente de su persona y de lo colectivo. La búsqueda de prestigio individual es verse como verdad colectiva, disminuyendo la discrepancia entre la persona y lo colectivo. Jung llama persona al recorte de la psique colectiva. Sin embargo, la persona es una máscara que finge individualidad, pero que busca amoldarse a la psique colectiva.
INCONSCIENTE INDIVIDUAL Y PERSONA
El concepto de persona de Jung hace referencia al sistema de relaciones entre la consciencia individual y la sociedad. Nuestra persona lo que representamos hacia otros, una máscara que precisamente encubre lo que somos, pero la persona no es lo que verdaderamente somos. Detrás de ella comienza nuestra "vida privada", una parte de la cual somos conscientes de ella. No obstante, hay personas que no tienen una gran habilidad metacognitiva e introspectiva, cuya consciencia se sobreidentifica con su persona. Es decir, creen que el repertorio que han desarrollado de cara a la sociedad es su ser, sin sospechar el mundo interno, y lo no consciente. Esto debe ser mayor mientras mayor sea la sobreidentificación con el pensamiento, algo generalizado en nuestras sociedades.
Las representaciones para la vida en sociedad, nos permite desenvolvernos en el mundo, sin embargo producen reacciones compensatorias e inversas del contenido inconsciente. Si viviéramos en una isla desierta, no habríamos desarrollado persona, porque no hay elementos externos con quienes desarrollar convenciones simbólicas, morales, de lenguaje, etc. Muchos cambios de personalidad se basan en la pérdida de la individualidad, habla Jung de la escisión de la personalidad y la esquizofrenia producida por la atracción de una imagen colectiva, "pueden producir una inflación de tan alto grado que hace que la personalidad se desintegre". Si el inconsciente penetra la consciencia dominándola, se produce la psicosis.
Cuando se derrumba el mundo simbólico consciente (cuando las cosas del mundo real van mal), a menudo las personas se sienten a la deriva. Las personas caen en el inconsciente colectivo con el derrumbe de lo que estaba bajo control consciente. Aparecen contenidos inconscientes, que pueden ser creídos, pueden dominar, o pueden ser reprimidos, y con ello reprimida la libido. Comienza lo paranoide, la elación excéntrica, o el intento de restauración de la persona en una regresión, la persona empequeñecida. La sobreidentificación con la psique colectiva implica inflación de la verdad colectiva que aún no había sido descubierta por el individuo, junto con una renovación vital y aumento de libido.
Esta visión de Jung equivale al aspecto visible en consulta de que personas que pasan por estresores fuertes o cuando existe una percepción de pérdida de control de la vida, comienzan a tener ideas peculiares con gran elación e identificación en torno a las mismas. "La enajenación de sí en lo colectivo responde a un ideal social". Deber y/o virtud. Incluso las neurosis obsesivas tienen un trasfondo de rituales y ceremonias purificadoras que intentan con un escrupuloso orden luchar contra los peligros que acechan.
La psique colectiva "agobia entonces con su peso a la personalidad y la desvaloriza", entonces "sofocando la vivencia de sí, sea exagerando inconscientemente la acentuación del yo en la forma de una voluntad de poderío patológica".

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Juan Carlos (Yanka)