El grupo Brotes de Olivo
dio ‘Gracias’
por sus cincuenta años
de trayectoria musical
en un concierto único
El grupo Brotes de Olivo de música católica quiere agradecer con este concierto, con el que se retira de los escenarios, todo lo vivido en estos cincuenta años, una actuación además de carácter solidario, ya que la recaudación se destina a la Casa Paco Girón, a la Casa Hogar Oasis y a Aspacehu.
La primera vez que el grupo cantó como Brotes de Olivo fue el 3 de junio de 1971 en la Ciudad Deportiva, donde ofreció un concierto a beneficio de Cáritas y de la Ciudad de los Niños.
Son miles los conciertos que Brotes de Olivo han dado en estos cincuenta años, una larga trayectoria recogida en veintisiete discos de estudio –dos de ellos dobles y uno triple–, a los que se unen cientos de canciones que no llegaron nunca a grabarse.
Los asistentes disfrutan en este concierto con las canciones más representativas del mítico grupo en su versión sinfónica en su despedida de los escenarios.
Los hermanos fruto del matrimonio onubense formado por Vicente Morales y Rosa Escala, componentes del emblemático grupo onubense de música católica, ofrecieron un concierto en el Gran Teatro de Huelva, la tarde de ayer, 13 de diciembre, acompañado por la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, dirigida por Francisco Andrés de la Poza, en los que fueron interpretados las canciones más representativas de su trayectoria musical. Los arreglos musicales han realizados por el profesor de guitarra y jefe de estudios del Conservatorio Profesional ‘Javier Perianes’ de Huelva, José Raúl Llanes Membrillo.
Un público entregado acompañó a los hermanos Morales Escala coreando canciones tan emblemáticas como Punta de Lanza, Aleluya de la Tierra o En mi debilidad. Tras varios meses de ensayo, ofrecieron un recital único en el que agradecieron a Dios y a las personas e instituciones que les han acompañado a lo largo de estos cincuenta años, todo lo vivido. Además, el concierto fue seguido por las redes sociales del grupo (@brotesdeolivo), alcanzando una amplia audiencia, incluso en países como México, Perú o Venezuela.
El concierto, además, ha tenido un fin benéfico, pues la recaudación irá destinada a la Casa Paco Girón, a la Casa Hogar Oasis y a ASPACEHU, y ha podido ponerse en marcha gracias al patrocinio del Ayuntamiento de Huelva, Puerto de Huelva, Fundación Cajasol y Fundación Caja Rural del Sur, y la colaboración de la Diputación Provincial de Huelva, el Gran Teatro, Deventos y dBSound.
QUIÉNES SOMOS
Somos 13 hermanos hijos de Vicente y Rosi: Ali, Juan, Marisol, Judith, Emilio, Jesús, Francisco Javier, Rosa Ester, Pablo, Vicente, Amor, Daniel y Miriam.
Esta historia arranca de una pareja de jóvenes inquietos, Rosa Escala y Vicente Morales, a los que además les gusta la música, que deciden unirse y quieren que Dios sea alguien importante en sus vidas.
Comenzaron a descubrir en lo cotidiano, en conversaciones y problemática, carencias y ausencias, protagonismo e inhibición, una llamada de atención que les provocaba interiormente una pregunta: ¿qué quieres de nosotros, Señor? ...Y comenzaron a nacer hijos - hasta 13 - que desde muy pequeños se unían al grupo que - año 1971 - comenzó a conocerse por Brotes de Olivo.
En estos años hemos pasado por distintas fases.
Al principio fuimos niños que disfrutábamos con la música, y, aunque inconscientes, éramos transmisores de mensajes y alegrías para muchos.
Fuimos creciendo y tomando distintos caminos según la elección de cada uno, aunque aún el peso de la historia manifestaría una alta presencia de miembros. Al surgir la tierra de Pueblo de Dios se vertieron muchas energías de la familia en su edificación, y esto interrumpió, al menos hacia fuera, la actividad musical. Pero la experiencia era tan fértil que el mensaje en canción continuaba fluyendo y la demanda de muchos hizo que de nuevo se cantara; eso sí, ya con menos miembros "en cartera", porque había problemas a la hora de compaginar la misión evangelizando con la misión cotidiana y personal/familiar.
Y aunque a los 20 años se suscitó el hecho de abandonar la canción, pudimos llegar a reconocer, al revisarnos, que esos habían sido años de una gran riqueza: porque nos habían mantenido unidos y porque había trascendido a mucha gente por encima de nuestras debilidades y pobrezas.
En los 25 sentimos que las dificultades no sólo no nos quitaban las ganas de seguir, sino que nos las reafirmaban, aunque ya algunos que formaban parte de la comunidad fueron los que seguían proclamando el Reino pendiente.
Ante el nuevo milenio las nuevas expectativas - nuevas canciones, nuevos autores, más gratuidad...- generan también nuevas esperanzas que toman soportes nuevos - internet, cd´s, mp3 - y no se riñen con un estilo pobre y austero alternativo a tanto medio tecnológico.
Y a los 30 advertimos cómo ese evangelio proclamado y que ha llegado a tantos lugares sigue dando fruto abundante y sigue revolucionando la vida de muchos, que ni tan siquiera llegaron a vernos.
30 años de camino y de canción, encuentros, convivencias, vida en comunidad, siguen delatando lo mucho que siente y espera el hombre total de toda la tierra; lo mucho que tenemos que convertirnos los cristianos cada día para reafirmar nuestra vocación de ser alimento; lo mucho que aún queda por transformar hábitos de vida y pensamiento; por acrecentar hábitos del corazón sea cual sea el lugar donde vivamos.
La familia de la sangre y los escenarios fueron el primer soporte del Mensaje en esta historia. No dejaba de ser llamativo y de tener gancho incluso estético. Pero al cabo de los años, a pesar de que a los conciertos salimos un mínimo de hermanos, hemos constatado con gozo, y liberados de la responsabilidad de la historia, que el Mensaje está siempre por encima del mensajero. Y que por su enorme riqueza nos mantiene en búsqueda tras del rastro de Dios.
UNA SOLA FAMILIA
Sal 128
Hoy nuestro mundo olvida valores,
los pierden los niños, también los mayores.
Las luces se apagan, lo oscuro se impone,
la gente va ciega con grandes temores…
¡es la ausencia de Dios!
Falta fe, falta paz y esperanza,
los pasos que damos ningún fin alcanzan.
Cantamos canciones que la vida no canta,
se forjan proyectos, fieles a ordenanzas…
¡sin que nazcan de Dios!
Tengamos confianza y esperanza en Él
a través del hombre y de la mujer,
y rescataremos la vida para toda la humanidad.
Y así mostraremos que confiamos en Dios,
buscando ser familia sin diferencias,
siendo juntos Enmanuel, Dios vivo en la tierra.
El valor Dios Padre se fue perdiendo,
hice Padre mío al de todos, al nuestro.
Al hacerlo así, su proyecto maté,
todas las mentes enloquecieron…
¡se hizo imposible creer!
Hay que rescatar el plan de Dios Padre
dando la vida a su proyecto.
Sintamos juntos la acción del Espíritu,
(el Hijo reveló el Padrenuestro…)
¡o haremos una farsa de Dios!
DIOS DE LA TIERRA
Ap 21,3
Cuántas tragedias padece el mundo,
cuántas demandas a Dios hacemos,
y cuántas veces Él no contesta:
parece sordo, guarda silencio.
Da la impresión de que no le importa
tanto dolor, hambre y sufrimiento,
y surge una luz que nos recuerda
lo que ya nos dijo en otros tiempos…
“Cuando en verdad seáis uno,
en la tierra me verá mi pueblo.
porque juntos-conmigo sois yo,
Enmanuel, el mismo Dios del cielo.
Y de todo eso que me piden,
dádselo vosotros, de lo vuestro.
Yo, desde los cielos, no haré milagros:
vosotros, Dios de la tierra, hacedlos.”
Cuanto menos afines seamos,
con más motivo hemos de hacerlo.
Y al buscar lo bueno que hay en todos,
Dios mucho más nos saldrá al encuentro
para hablarnos del Dios de la tierra,
y por qué razones no lo vemos.
Nos dirá que por cerrar los ojos
del alma que nos hace ir ciegos.
Sólo buscando con los distintos
en el Dios Uno nos fundiremos,
y si somos miembro libre y fiel,
con más sed ser cuerpo ansiaremos.
Y hallaremos al Dios de la tierra
fruto de la oración en silencio
y todos verán en los tejados
lo mucho rezado en lo secreto.
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LA TIERRA
Mt 6,13 - Mt 19,14
Padre nuestro, Padre de todos,
no eres nuestro sino eres de todos.
Padre de la vida, Padre del amor,
por eso, los niños, contigo son Dios.
Padre nuestro que estás en la tierra.
Todos te vemos y creemos en ti
cuando juntos somos como un solo niño.
Santificamos tu nombre porque así somos tú
y así vivimos tu Reino en nosotros.
¿Cómo vamos a hablar de tu Reino en la tierra
si no lo sentimos dentro de nosotros?
Tu voluntad la hacemos cuando todas las niñas y todos los niños,
los chinos, los indios, los chiapanecos,
los esquimales, los ucranianos, los pigmeos…
los sentimos a todos en nuestro corazón.
El pan que cada día nos regalas, te lo agradecemos de verdad
cuando nosotros vivimos para que lo tengan todos los niños,
porque igual que tú nos lo das a nosotros,
nosotros se lo damos a ellos.
Así todos entienden eso de que tú eres un Dios bueno,
que nos perdonas todas las cosas que no hacemos como tú quieres…
No permitas que olvidemos estas cosas,
y recuérdanos que las tenemos que vivir siempre aquí en la tierra,
igual que cuando estemos contigo en el cielo. Amén.
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Juan Carlos (Yanka)