La influencia de los abuelos
(Padres de Padres)
Los abuelos tenemos una tarea clave: influir de forma positiva e ineludible en nuestros nietos.
Somos abuelos. Queremos hacer de abuelos. Nos gustaría influir en nuestros nietos los valores que creemos, pero nos damos cuenta de lo poco equipados y preparados que estamos para ser abuelos intencionales. Una de las razones es que hemos dejado que la cultura que nos rodea, nos haya desviado de nuestro enfoque y de nuestro objetivo. Los mensajes que hoy recibimos de nuestro entorno, nos dicen que las prioridades de ser abuelos son animar, dar apoyo y ser amigos de nuestros nietos. También de ser los canguros baratos y, encima, a plena dedicación.
Posiblemente, los abuelos no nos vemos como “influencers” espirituales claves, ni vemos la importancia de prepararnos y de ser abuelos cristianos intencionales. Para influir de este modo, tenemos que entender nuestro propio papel, cómo gestionar las diferentes personalidades de nuestros nietos y, concretamente, cómo utilizar bien el tiempo con ellos para transmitirles nuestro legado.
Amar y apoyar a nuestros nietos es fácil, pero influir en sus vidas es todo un reto. Necesitamos ser sabios en esta etapa de la vida y que, seguramente, implicará tener sensatez para vivirla, reflexionar para ver cómo debemos actuar y cómo orar para saber por dónde debemos ir. La sabiduría que hemos ido acumulando a lo largo de los años es la que debemos pasar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Es cuando un abuelo puede decir: “Permíteme que te diga dónde me he equivocado o qué me hubiera gustado haber hecho de otra manera”. Las pequeñas orejas se abren y se animan a escuchar, se hacen preguntas y la verdad se incorpora a sus vidas. Como abuelos, tenemos una posición única y privilegiada de influencia en nuestras familias. Solo caminamos a un paso detrás del papel de autoridad y respeto de los padres de nuestros nietos, lo que nos hace un paso más cerca para que nos hagan preguntas con toda seguridad y un paso más lejos para influir en sus vidas.
Una primera acción sencilla, podría ser contarles nuestra historia de vida y de fe. En nuestro país, se estima que hay más de 5 millones de personas de entre 60-75 años. Si consideramos una media de 2 nietos por abuelo (como mínimo), tendríamos una influencia sobre 10 millones de nietos de todas las edades. Esto sería suficiente para cambiar completamente la próxima generación. No podemos desperdiciar esta tremenda oportunidad. Las personas de esta edad tenemos tiempo, experiencia, bastante buena salud (si el Covid nos deja) y algunos recursos, pero quizás no tenemos la visión por esta etapa de nuestra vida, como tampoco la tienen por nosotros nuestros dirigentes, tanto civiles como religiosos. Parece una etapa olvidada para seguir siendo efectivos e “influencers”, pero nosotros podemos revitalizar a nuestras familias y a nuestras comunidades. Es cierto que hay muy pocos recursos y plataformas que se dirijan a ayudar a este sector de la sociedad. Esta es la razón de ser de SPA -Solo para Abuelos: volver a encender la pasión por la tarea estimulante de ser abuelos intencionales.
Hagamos nuestras las palabras de Moisés: »…Estate atento y trata bien de no olvidar nunca los hechos que tus ojos han contemplado. Que durante toda la vida no se te borren de la memoria: hazles conocer a tus hijos y a los hijos de tus hijos”.
¡Los abuelos, sí importamos!
Orientador Familiar.
Máster Educación Familiar.
Nacido en Barcelona,
casado, tiene 3 hijos y 6 nietos.
UN LEGADO PARA LA ETERNIDAD
"Ser abuel@, es mucho más de lo que habitualmente solemos hacer. Es ser un fiel trasmisor de la poderosa obra de Dios a través del tiempo, de tal manera que cada generación posterior pueda vivir una vida con un alto grado de sentido y propósito aumentando así en cada nueva generación de creyentes, su presencia y amor, preservando la fe en el viaje.
Queridos abuelos y abuelas, este es el mejor tiempo de nuestra vida. ¡Hemos acumulado puntos!
En nuestras manos está la decisión de detener la decadencia generacional y llevar a nuestra descendencia a un lugar donde podamos construir la gloria de Dios allanando el camino de los que vendrán después de que ya nos hayamos ido.
Si vivimos pensando solo en nosotros, contribuiremos a que muchos no logren alcanzar su destino". Esther Hadasa
"PARA EDUCAR A UN NIÑO HACEN FALTAN TAMBIÉN A LOS ABUELOS"
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Juan Carlos (Yanka)