(La ilusión de las masas
y el producto de la demagogia)
No hay nada más tópico, que más repitan todos los ignorantes de la política y de su historia, que la frase que reza: "la democracia es la tiranía de la mayoría".
Es una frase que no hay una sola persona que se crea algo, que se crea que sabe algo de política, aunque sea poco, que no la repita ante los demás para el elogio de su vanidad, para su propia pedancia. Cada idiota que hay en España, que es donde particularmente abundan, sin haber estudiado nada, pero teniendo la capacidad para citar como un papagayo las frases ajenas, repite esto ante el público que, siempre e indefectiblemente, asiente con la cabeza, haciendo el gesto propio del que cree que escucha algo inteligente o importante.
Sin embargo absolutamente todas las tiranías que en la Historia ha habido, lo han hecho bajo la forma ausente de la democracia representativa, ante la inexistencia de la separación de los poderes y de la representación política. Por eso, como sucede hoy en este Estado de partidos que hay actualmente en España, no había régimen que fuese más propiamente una tiranía de la mayoría que el de Franco, el de Hitler o el de Mussolini. O el de Stalin o el de Mao. La mayor tiranía de la mayoría es la de una dictadura. Y ahora mismo, la de una oligarquía de partidos en el Estado.
La idea de la democracia directa, banderín de engaño para la presentación de los caudillos por aclamación popular, ha sido tradicionalmente la fuente de los mayores espantos, bajo la ilusión de las utopías que siempre en la política han procurado los mas grandes infiernos. El reclamo para toda estafa política ha sido tradicionalmente avalada por la palabra "democracia". Democracia que todo demagogo tiene por verdadera cuando impide la representación política y se ejerce de forma directa, es decir, bajo la idea de la democracia social y popular; la nacional y socialista.
La tiranía de las masas, la del tumulto y la muchedumbre, la de los fieles seguidores de todos los demagogos que siempre habrá y ha habido, ha elevado, bajo el estandarte de la unidad y la reconciliación nacional, a todos los tiranos. Y de ahí procede ese tópico, que siempre se usa mal y desconociendo además a los más importantes autores. Es por lo que personas amantes de las citas a destiempo, de las frases rimbombantes que casi nunca expresan nada, la utilizan. Toda persona que se cree inteligente porque repite eso, lo usa siempre en el discurso de su demagogia para parecer que se comporta sin ideología pero con un elevado sentido común.
Los padres de la Constitución norteamericana, la de EEUU, tuvieron el acierto de realizar, precisamente huyendo de la tiranía de la mayoría, huyendo de la monarquía y del parlamentarismo que tanta desgracia les había causado, la democracia representativa. Siguiendo el camino contrario al europeo, todo él iluminado por las ideas poéticas de Jean Jacques Rousseau y adoptando sin embargo el marcado por el artículo XVI de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la revolución francesa.
Lo prodigioso de aquella circunstancia, producida tras la conquista de la libertad política colectiva, fue más bien la capacidad de todo un pueblo para reconocer entre ellos a los más sabios, a los más experimentados en la política para que fuesen capaces de producir la primera Constitución de una República Constitucional en toda la Historia de la humanidad. Hombres doctos y sabios que, amando la propia Libertad sobre todas las cosas, reconociéndose todos sometidos a ella, quisieron evitar la tiranía de un parlamento, de un gobierno civil concebido por Locke, que paradójicamente les negaba su condición de ciudadanos.
No ha habido por lo tanto nada en la historia que pueda ser denominado con mayor propiedad como "tiranía de las mayorías" que todas las dictaduras. Porque como Thomas Jefferson decía, es la cualidad común de todos los tiranos, de todos los conductores, de todos los educadores de masas como Robespierre, el arrogarse la voluntad del pueblo para, con el apoyo de una parte mayoritaria, someter a la otra.
Por eso es algo tan intolerable y tan característico de todos los imbéciles en la política, el repetir siempre esa frase que no significa nada y que además es falsa. No hay peor tiranía que la de cualquier gobierno que puede regir sin control de su poder, es decir, cuando no hay separación de los poderes. Y esto es precisamente lo que procura la mayoría en España cuando acuden a votar: el regimiento tiránico de cualquier facción estatal sin control ninguno de su poder. Son todos pobres imbéciles poniendo la pistola en las manos de su verdugo. Son todos dementes ignorantes de la libertad y desconocedores de la democracia, que elevan a dictadores seducidos por la idea siempre nefasta de la concordia.
Por eso cuando escuchen hablar de fraternidad, de concordia o de reconciliación en la política, no lo duden ni un segundo ¡SALGAN HUYENDO DE ALLÍ!
¿Qué es el fraude?
- Elecciones aseguradas.
¿Qué son las elecciones aseguradas?
- Felicidad de la democracia.
¿Qué es la democracia?
- El reinado de los mercaderes por medio del lucro, soborno y fraude.
¿Qué es un partido?
- Es la liga de los que quieren vivir sin trabajar, comer sin producir, ocupar empleos sin estar preparados y gozar honores sin merecerlos (LA CASTA FEUDAL).
¿Qué es el sufragio universal?
- La manivela del hacer opinar al pueblo de lo que no entiende para no darle mano en lo que no entiende.
¿Qué es el liberalismo¿
- El enemigo de Dios y el amigo interesado del pueblo.
¿Qué es el Estado?
- La burocracia erigida en dios.
¿Qué es la defensa de las instituciones liberales?
- Un judío detrás.
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