EL LABERINTO
DEL GÉNERO
SEXO, IDENTIDAD Y FEMINISMO
En las últimas décadas, un conjunto de factores vinculados inicialmente al fenómeno de la transexualidad y posteriormente al auge de las teorías "queer" en el ámbito de la filosofía y las ciencias sociales, están poniendo seriamente en cuestión tanto la realidad del dimorfismo sexual (el hecho de que nuestra identidad sexual sea parte de la realidad biológica) cuanto las formas institucional y jurídicamente admitidas de figurar públicamente como "hombres" o "mujeres". En esa deriva la posibilidad de modificar la mención del sexo en el Registro Civil mediante la mera declaración de voluntad del individuo abre un escenario de consecuencias difíciles de exagerar y ha puesto en guardia a un relevante sector del feminismo activista y académico que alerta, directamente, "contra el borrado de las mujeres". Impecablemente documentado e investigado, el presente libro examina las consecuencias de la demanda de "autoidentificación de género" en ámbitos como la paridad en las listas electorales, el trato que debamos dispensar a las personas trans mediante el uso de los nombres propios y pronombres, la maternidad de los hombres trans y el tratamiento farmacológico y quirúrgico de los menores que sufren incongruencia de género.
INTRODUCCIÓN
RADIOGRAFÍA DE UNA EXPERIENCIA
ACADÉMICA (TRANS)FORMATIVA
A comienzos del verano de 2019, coincidiendo con la publicación de mi libro "Lo sexual es político (y jurídico)" en esta misma editorial, fui cordialmente invitado a participar en el seminario internacional que anualmente organiza el grupo de investigación «Barcelona Institute of Analytic Philosophy», formado por las Universidades de Barcelona y Pompeu Fabra, encuentro que se celebraría los días 18 y 19 de diciembre de ese mismo año, y en el que bajo el título «Gender», un conjunto de profesores de universidades diversas (Oxford, Universidad de Barcelona, UAM, UPF, Queens University en Belfast) abordaría los problemas filosóficos, políticos y jurídicos de la identidad sexual y de género.
"Lo sexual es político (y jurídico)" lleva el conocido lema feminista de "lo personal es político" hacia lo más íntimo de nuestra existencia: las relaciones sexuales y nuestra identificación como hombres o mujeres (u otra cosa, o nada), y sus consecuencias institucionales y políticas. Pablo de Lora ofrece un conjunto de reflexiones y análisis sobre el sexo y el género alejadas "de la pancarta, el pespunte de twitter, el chiringuito académico-institucional, la trinchera y la escolástica autorreferencial y abstrusa". Busca, más bien, introducir claridad y objetividad en muchas confusiones y desvaríos normativos a los que ha conducido el llamado "feminismo hegemónico", y lo hace reivindicando las ideas que conforman la tradición liberal: el individualismo moral, que sitúa al individuo como "unidad de medida y de imputación moral" , la reticencia a que el poder público intervenga en la vida privada de los individuos por razones perfeccionistas y la adopción de un punto de vista imparcial para evaluar racionalmente nuestras normas y prácticas sobre los aspectos más personales de la vida privada.
Los días previos a mi intervención presagiaban que mi presencia podía ser acogida con hostilidad. Por lo que pude saber, mis respuestas a una entrevista en el periódico El Mundo1, relativa al libro al que me he referido, me hacían a los ojos de algunos un «señoro machista» (sic). Además, el título anunciado de mi ponencia2 era considerado una provocación, una falta de delicadeza para las personas trans, y, además, inducía a pensar que yo, siendo una persona «cis»3 -conforme con la consignación de identidad sexual que se me hizo al nacer-, me proponía explicar las experiencias de quienes son «trans». Todo sumado motivó la solicitud formal de mi desconvocatoria por parte de un estudiante trans de la UPF a la Unidad de Igualdad y que se le incluyera a él como ponente en mi lugar, cosa a la que los organizadores del seminario, con buen tino a mi juicio, no accedieron.
Aunque no quisiera en este punto anticipar el contenido de lo que está por venir en este libro, sí vale la pena consignar desde ya que la denuncia de ser ilegítima mi invitación al no ser trans tiene un aire paradójico porque muestra a las claras que, al menos para algunas personas trans, la identidad de género en mi caso sí puede prescindir de manera absoluta del modo en el que yo mismo me identifique: soy considerado conforme con mi género, imagino, dado mi aspecto morfológico, mi nombre, mi expresión o presentación social y las cosas que se presume que pienso. Parafraseando el dicho popular, por mucho que «me vista de seda, señoro cis me quedo». Y el hecho es que yo también me rebelo, lo he hecho siempre, frente a buena parte de lo que se supone que me corresponde hacer, decir o pensar dada mi azarosa identidad biológica. Lo mismo que desde el tiempo de la primera vindicación feminista han hecho las mujeres con toda justicia. De otra parte, mi pretensión no era hablar de la experiencia vital de las personas trans, sino más bien de las repercusiones institucionales y jurídicas que conlleva la identidad de género, en particular si dicha identidad es consignada por la mera «autoidentificación». Para ello es obvio que no hay que ser trans, de la misma manera que, en los congresos de Oftalmología, sobre la invidencia causada por la degeneración macular no hablan los ciegos, sino los oftalmólogos.
Me hubiera gustado compartir mis cuitas filosóficas en el mismo ambiente de serena reflexión académica que presidió las ponencias de todos los intervinientes que me precedieron, a quie nes escuché con mucho interés y de quienes aprendí un buen número de cosas interesantes (académicos que, en muchos casos, pudieron esgrimir sus discrepancias profundas con buena parte de las reivindicaciones de la comunidad LGTBI y plantear tesis heterodoxas, polémicas e inquietantes sin que planeara sombra de «transfobia» alguna). Desgraciadamente no fue posible porque en el momento en el que me disponía a arrancar mi presentación -cuyo contenido no era conocido, pues yo, como el resto de los ponentes, no habíamos circulado ni siquiera un resumen de la misma- un grupo de personas, entre las que se incluía una de las ponentes, profesora en la Universidad de Barcelona y que había intervenido el día antes, comenzó a distribuir pasquines insultantes4 pidiendo mi expulsión y tomando inmediatamente el estrado con la pretensión de que, como representantes genuinos de la comunidad trans, se les diera voz. Los organizadores accedieron a escuchar al que parecía líder de la protesta, pero a continuación otra persona del grupo tomó la palabra en lo que ya se iba consolidando como un «acto paralelo».
De hecho, los que habían venido asistiendo al seminario fueron invitados a abandonar la sala para escuchar a quienes de forma legítima sí pueden hablar sobre la identidad de género de las personas trans. Las protestas de los organizadores y de los que querían escucharme subían de tono y sus invitaciones a que se sentaran y atendieran a mi presentación con respeto y que luego plantearan sus críticas impactaban contra un muro de intolerancia. En ese momento -bastantes minutos después de la hora a la que yo tenía que hablar- el seminario había tornado en un ridículo auto de fe y mi libertad académica -la posibilidad de hablar y discutir, si no en las habermasianas «condiciones ideales de diálogo», sí al menos en circunstancias razonables- había sido truncada.
Lo que sigue a continuación es una extensión de lo que entonces quise y no pude expresar, el fruto de haber reflexionado durante algo más de un año sobre un conjunto de rompecabezas filosóficos, políticos y jurídicos a los que nos convoca el contemporáneo fenómeno de la «identidad de género».
Durante la investigación y escritura de este libro he recibido la impagable ayuda de Begoña Malina, Geraldine Palavecino, Javier López y Marian Ahumada, quienes me proporcionaron valiosas sugerencias, comentarios e información diversa y útil. A todos ellos quiero expresar mi agradecimiento profundo.
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2 «What is it Like to be a Trans?», o «¿Cómo es ser un trans?)), era un guiño evidente para un público con bagaje filosófico al problema que aborda Thomas Nagel en su artículo ya clásico «What is it Like to be a Bat?» o «¿Cómo es ser un murciélago?)). Dicho muy resumidamente, en dicho trabajo Nagel defiende la imposibilidad de reducir a procesos pura mente físicos, objetivables, las experiencias subjetivas, especialmente cuando nos proponemos hacerlo con seres radicalmente diferentes a no sotros como los murciélagos.
3 Con ese sufijo se alude a quienes están conformes con su sexo consig nado al nacer. La acuñación de este término se atribuye a la bióloga trans Julia Serrano.
4 El texto rezaba:«Fora Pablo de Lora de la Universitat, fora masclistes de la Universitat)) («Fuera Pablo de Lora de la Universidad, fuera machistas de la Universidad»).
VER+:
Transactivistas empapelan la Facultad de Políticas con carteles contra Pablo de Lora, autor de El laberinto del género: "Tenéis regalo bajo el coche".
El pasado jueves, la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid amaneció repleta de carteles con amenazas de muerte a los profesores que cuestionan el movimiento queer. "Tenéis regalo bajo el coche", rezaba uno de los mensajes dirigidos, entre otros, a Pablo de Lora, autor de El laberinto del género. La acción fue reivindicada en redes sociales por la asociación universitaria TransMariBiBollo RQTR (Erre Que Te Erre), que reclamaba a la Complutense que retirase de sus bibliotecas tanto el mencionado libro como Nadie nace en un cuerpo equivocado, firmado por José Errasti y Marino Pérez Álvarez.
"El alcance de lo transfóbico es hoy prácticamente todo", ha denunciado en Es la Mañana de Federico Pablo de Lora, quien lamenta la persecución de todo aquel que, amparándose en la ciencia, pone en tela de juicio los postulados del movimiento queer. De hecho, tal y como él mismo ha relatado, no es la primera vez que se convierte en el blanco de sus ataques: ya en 2019, los transactivistas consiguieron que la Universidad Pompeu i Fabra cancelase su participación en un seminario internacional sobre la cuestión del género.
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