jueves, 31 de enero de 2019

馃帗 ¿PARA QU脡 QUEREMOS LEYES Y REGLAS, SI NO TENEMOS LA VOLUNTAD NECESARIA PARA PRACTICARLAS?

¿Para qu茅 queremos leyes y reglas, 
si no tenemos la voluntad necesaria 
para practicarlas?

“Es tan homicida el ojo que mira hacia otro lado como el que apunta con la mirilla del fusil; es tan culpable la mano que echa la persiana para no enterarse de lo que ocurre afuera como la que aprieta el gatillo”.  W. Szpilman. (El pianista de Varsovia)
Primer d铆a de clase, el profesor de “Introducci贸n al Derecho” entr贸 en la habitaci贸n y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:

– ¿Cu谩l es su nombre?
– Mi nombre es Nelson, se帽or.
– ¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca m谩s! – Grit贸 el maestro desagradable.
Nelson estaba desconcertado. Cuando volvi贸 en s铆, se levant贸 r谩pidamente recogi贸 sus cosas y sali贸 de la habitaci贸n.

Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habl贸.
– ¡Muy bien! – Vamos a empezar.
– ¿Para qu茅 sirven las las leyes? Pregunt贸 el maestro – los estudiantes segu铆an asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:
– Para tener un orden en nuestra sociedad.
– ¡No! – Respondi贸 el profesor.
– Para cumplirlas.
– ¡No!
– Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.
– ¡No!
– ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta?
– Para que se haga justicia – una muchacha habl贸 con timidez.
– ¡Por fin! Es decir, por la justicia.
Y ahora, ¿qu茅 es la justicia?

Todos empezaron a molestarse por la actitud tan asquerosa del profesor.
Sin embargo, continuaron respondiendo:
– A fin de salvaguardar los derechos humanos …
– Bien, ¿qu茅 m谩s? – Pregunt贸 el maestro.
– Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien …
– Ok, no est谩 mal, pero respondan a esta pregunta:
“Actu茅 correctamente al expulsar a Nelson del aula?”
Todos estaban en silencio, nadie respondi贸.
– Quiero una respuesta por unanimidad!
– ¡No! – Todos contestaron con una sola voz.
– Se podr铆a decir que he cometido una injusticia?
– ¡S铆!
– ¿Y por qu茅 nadie hizo nada al respecto? ¿Para qu茅 queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligaci贸n de hablar cuando es testigo de una injusticia. Todos. No vuelvan a estar en silencio, ¡nunca m谩s! Vayan a buscar a Nelson – dijo. Despu茅s de todo, 茅l es el maestro, yo soy un estudiante de otro a帽o universitario.

Primera lecci贸n: Cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad, y la dignidad no puede ser negociada.

UNA PEQUE脩A LECCI脫N

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