jueves, 14 de febrero de 2008

FÁBULA DE LOS CIERVOS Y LA SOCIEDAD

Éranse una vez dos ciervos pobres, muy pobres.
Sobrevivían, el uno de la limosna y el otro de la chatarra.
Habían descubierto la amistad.
Un día encontraron a otro ciervo pobre y solitario
y le invitaron a unirse a ellos.
Habían descubierto la fraternidad.
Y así se fueron sumando otro y otro y otro,
cada uno con su variopinta ocupación.
Habían descubierto la solidaridad.
.
Un día celebraron una fiesta con sus pobres medios.
Habían descubierto la alegría.
Hacían planes, casi siempre utópicos pero habían descubierto la ilusión.
Iban donde querían, sin horarios ni jefes, parándose a disfrutar del sol
y de las estrellas cuando les parecía.
Habían descubierto la libertad.
Dormían casi todos al raso,
algunos en un ciervoalbergue y pocos,
los más afortunados, en una ciervopensión.
Cada día la tristeza de la soledad les iba abandonando
y les invadía una paz que les llenaba de gozo.
Habían descubierto la felicidad.
.
¿Por qué -se preguntaron- ahora que tenemos este saco lleno de valores preciosos no vamos a ofrecérselos a la sociedad?
Parece que les faltan algunos, o todos.
Así lo hicieron, pero la sociedad les humilló, les despreció, les insultó y les expulsó.
Ellos, felices, volvieron a pasar la noche a sus ciervobancos del parque y sus ciervocajeros automáticos.
A la mañana siguiente encontraron que la sociedad estaba arrasada y destrozada por el egoísmo, la envidia, la avaricia y el materialismo.
La Bolsa de valores económicos se había desplomado y la bolsa de valores morales había pedido asilo en algún limbo remoto. Entonces la sociedad acudió a exigir a los ciervos sus preciosos valores. Y los ciervos les cantaron:


“Moraleja:
Si no sabes cómo salir y la vida te hace añicos,
nuestro consejo has de oir:
hazte pobre y serás rico.”

El autor es un hombre anónimo que hasta dicen que llegó a ser alguien en la vida y que fatalmente concluiría siendo otra víctima de ella.
Escritor y poeta de la calle, como humilde transeúnte conoció de su crudeza, y por eso sabe mejor que nadie de lo que habla.


4 comentarios:

  1. Querido Juan Carlos, muy bonito!!

    Me gustó encontrar que la palabra dharma se compone de dos partecillas:
    la primera es dhar: poseer.
    Esta asociación, aún casual, me encantó. La comparto contigo despues de haber leido este post y hasta cualquier momento!
    Pasión

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  2. al empezar este comentario iba a escribir "maravilloso texto el que publicaste", pero..no es solo eso. Es inquietante y hasta "desagradable" para la logica del mundo. Como el mismo Jesús: tan "desagradable" que quisieron deshacerse de él por defender a los sin voz.

    Me llegó harto el ultimo parrafo sobre el autor.
    ¿será que tengo q cambiar de vida?

    Gracias Yanka por el bello texto, un abrazo desde Chile y estamos comunicandonos.

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  3. Gracias Ben, a mí me pareció lo mismo cuando lo encontré...
    Gracias
    Y gracias compartidor por tus palabras...

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Gracias por Comunicarnos, por Compartir:

Gracias a ello, nos enriquecemos desde la pluralidad y desde la diversidad de puntos de vista dentro del respeto a la libre y peculiar forma de expresión.

La Comunicación más alta posee la gracia de despertar en otro lo que es y contribuir a que se reconozca.

Gracias amig@ de la palabra amiga.

"Nos co-municanos, luego, co-existimos".

Juan Carlos (Yanka)