EL Rincón de Yanka: septiembre 2013

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CALENDARIO CUARESMAL 2024

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lunes, 30 de septiembre de 2013

LA VERSIÓN BROWNING (LA CULTURA NO ES MÁS QUE UNA EXPRESIÓN DE LO MEJOR QUE HAY EN LA SOCIEDAD)

“La gran tragedia del mundo 
es que no cultiva la memoria, 
y por tanto olvida a los maestros”.   

Martin Heidegger



El título, algo críptico, hace referencia a la versión que el poeta inglés Robert Browning hizo del Agamenón de Esquilo, tragedia perteneciente al ciclo de Troya. La cinta se basa, a su vez, en una obra de teatro de Terence Rattigan que el propio dramaturgo convirtió en guion cinematográfico. La alusión al teatro griego clásico no es, desde luego, gratuita, ya que se establece un claro paralelismo entre la tragedia de Esquilo y la historia del profesor Crocker‑Harris, a quien los alumnos apodan “The Crock (la olla)” o “el Himmler de quinto curso”.



Ahora bien, incluso alguien como Croker‑Harris es capaz de despertar la simpatía de un alumno, Taplow (Brian Smith), que, con su exigua asignación, le regala un ejemplar del Agamenón en versión rítmica de Browning; y no solo eso, sino que le dedica este hermoso epigrama: “Dios en la distancia mira con benevolencia a un gentil maestro”. Este pequeño gesto desmantela la coraza que Crocker‑Harris se ha ido construyendo durante años.


Hay, al cabo, una valiosa lección en esta película sobre la enseñanza: si un profesor ha llegado al extremo al que ha llegado Crocker‑Harris y es consciente de su distancia y su frialdad con respecto a los alumnos, eso quiere decir que es el mejor momento para abandonar la docencia y comenzar de nuevo, “antes que el tiempo muera en nuestros brazos”, como rezaba el verso final de la Epístola moral a Fabio.

Quizá lo que más sorprende del film es su defensa apasionada del latín y el griego en la enseñanza. La hace de un modo inteligente, mostrando la satisfacción que supone comunicar, en uno de cada cien casos, una sabiduría y un gozo por la belleza que hasta entonces se disfrutaban en solitario. La satisfacción es mayor si se consigue con un muchacho que tiene pensado estudiar ciencias el próximo curso. El paralelismo entre la infidelidad que sufren el protagonista del "Agamenón" de Eurípides y el profesor no es sólo un recurso más o menos hábil. Es una demostración del alcance universal de la obra del dramaturgo griego. 

No se critica el valor de las ciencias experimentales, o la popularidad del deporte –hay un profesor jugador de criquet que es el ídolo de los alumnos–. Se trata de recordar algo que hasta hace poco nadie ponía en tela de juicio: que sin humanidades no hay civilización que merezca ese nombre.




"El estudio de los clásicos, en mi opinión, es la base de nuestra cultura. Y la cultura no es más que una expresión de lo mejor que hay en la sociedad: La filosofía, un gobierno honrado, la justicia, el arte, el idioma, compasión, alma, humanidad. Nuestra herencia clásica ya no se valora lo suficiente. 

Cómo ayudaremos a moldear a seres humanos civilizados si ya no creemos en la civilización".



VER+:



sábado, 28 de septiembre de 2013

PELÍCULA "INCONDICIONAL" UNCONDITIONAL


"SÓLO EN LOS MOMENTOS MÁS OSCUROS DE LA VIDA, ES CUANDO LA LUZ PUEDE BRILLAR CON MAYOR FUERZA"






El guión está basado en la vida de Joe Bradford –más conocido como “Papá Joe”– que realizó una generosa labor asistencial con niños desfavorecidos de un barrio de Nashville. Con este mismo propósito, fundó en 2005, junto a su mujer Denise, la ONG Elijah's Heart (Corazón de Elías).


Amor incondicional


Esta película basada en hechos reales, nos muestra a una mujer (
Samantha) que vive una vida de cuentos: ella está felizmente casada, vive en un rancho en el que guarda a su querido caballo...cuando de repente su esposo Billy muere en un acto de violencia sin sentido, Sam pierde su fe y su voluntad de vivir.
Pero tras un encuentro con Joe, el más antiguo de sus amigos, comienza a darse cuenta de que las circunstancias de la vida no importa, el amor de Dios ha querido siempre llegar a su vida. Basada en hechos reales.

“Nunca estás sólo”, le dice la abuela al pequeño Joe Bradford cuando se encuentra hospitalizado y comprueba que su padre le ha abandonado. Y esta frase podría ser un buen resumen de la tesis de película: nadie está sólo, porque Dios siempre cuida de los suyos, directamente o a través de las personas que pone a su lado.


Dios te Ama ENTRAÑABLEMENTE como su hijo, como Padre-Materno-Misericordioso, PERSONAL, INCONDICIONAL, INICIAL Y ETERNAMENTE INFINITAMENTE FIEL...










viernes, 27 de septiembre de 2013

LOS HIJOS DEL SOL Y DEL VIENTO: LOS DINEH (NAVAJOS)


   Window Rock.  Nombre navajo: Tségháhoodzání (Roca perforada) 
   Nombre ceremonial: Alníi’gi Ni ”(Centro de la Tierra). Situado en Arizona



Los españoles utilizaron el término “Apachu de Nabajo”, en la década de 1620 para referirse a las personas que habitaban la región del valle de Chama, al este del río San Juan. Para 1640, ya utilizaban el término “Navajo”, que probablemente signifique “campo de cultivo en cauce seco”.

Ubicación: Arizona, Utah, Nuevo Méjico y California (EEUU ) Población: 219,198 (1990 USA Census Bureau) Lengua: Na-Dene.

Los navajo se llaman a sí mismos “dineh”, el pueblo. La palabra navajo proviene de un vocablo tewa “navahuu”, que significa campo de cultivo en cauce seco.


Las ceremonias de los navajo, como las de los apaches se celebran cuando son necesarias para recuperar la salud y asegurar la bendición y existencia. En el universo de los navajo había dos tipos de seres: los de la tierra (humanos), y los sagrados (seres sobrenaturales, sagrados, poderosos y misteriosos).


Creían que el universo funcionaba en virtud de ciertas reglas que todos debían respetar. Si las observaban estarían seguros en un mundo armonioso, cuando estas reglas se rompían se originaban las enfermedades o el daño, y se celebraban las ceremonias para pedir a los seres sagrados que restituyeran el equilibrio.


Dentro de estas complicadas ceremonias se hacían pinturas y se recitaban oraciones. Existían más de 800 formas de pinturas de arena, relacionada cada una de ellas con un canto y ceremonia determinada. Se dibujaban dentro de los hogans, centro de la vida familiar.


Los seres sagrados principales eran los “yei”, representados generalmente rodeados de un arcoiris. Los yei aparecían entre la gente al octavo día del Cántico llamado Camino de la noche (yeibichai), como instrucción para los niños en los misterios del mundo de los espíritus. Al final de la representación se quitaban las máscaras como señal de la conexión del mundo humano y espiritual.


La leyenda del navajo nos cuenta que tuvieron que pasar por tres mundos antes de emerger en el actual, y los espíritus pusieron cuatro montañas sagradas para definir el territorio navajo. Después el “hombre primero” creó el mundo. Asimismo, la “mujer Araña” enseñó a las mujeres a tejer como modo de vida, y todas las representaciones artísticas de este pueblo tienen un fondo metafísico.

Así, en una cesta típica ritual el fondo redondo simboliza el mundo actual (4º mundo), el área circundante representa la tierra, seguidamente las cuatro montañas sagradas y el cielo, con las nubes y la oscuridad. Los diseños triangulares externos, representan a los espíritus y el borde superior de la cesta, la relación con el mundo.


LA LEYENDA DINEH DE ANTÍLOPE INTRÉPIDO

Algunas noches, los navajos se reúnen en torno al fuego. Son noches para contar las propias experiencias, para festejar nacimientos, casamientos, ó cualquier otro hecho que merezca ser celebrado. Pero en esas noches, los miembros más ancianos aprovechan para relatar las historias de sus antepasados, historias que se encargan de memorizar los jóvenes y que pasan de generación en generación. De este modo es como ha llegado hasta nuestros días la historia que hoy os relato.



Cuentan que hace mucho tiempo, tanto que se pierde en la noche de los tiempos la época en que ocurrieron los hecho que relataré a continuación, un hombre vivía feliz. Se había casado hace muy poco tiempo, con lo que su matrimonio era reciente, pero a la vez muy próspero, y pronto conocería la dicha de recibir el inmenso don de un hijo. La fama precedía al hombre del que trata la historia. Sus cualidades más destacadas eran la valentía y el honor. Por eso quizás el Consejo de Ancianos lo eligió a él como jefe de la tribu, al joven "Antílope Intrépido", pues es así como se llamaba.


Era un gran jefe. Gobernaba la tribu con justicia, y en sus órdenes predominaba la ecuanimidad: no había ni elegidos que disfrutaran del máximo beneplácito ni desgraciados que tuvieran que soportar la dura carga del trabajo más pesado: todos eran medidos con el mismo rasero. La felicidad, la paz y la armonía reinaban en la tribu.

Cuentan que una mañana, la esposa de Antílope no despertó de su sueño. En principio, parecía que sólo estaba un poco cansada, por lo que el jefe no se alertó. La dejó dormir un poco más. Algo más tarde, se acercó de nuevo a su lado, e intentó despertarla. Sus intentos fueron baldíos. Por mucho que lo intentaba, su mujer no despertaba.

Alarmado, fue a buscar al chamán de la tribu. Éste la estuvo observando y reconociendo durante algún tiempo, y al final concluyó que la esposa del jefe había tomado un tipo de planta venenosa muy extraña, que la había hecho caer en un sueño eterno. Rápidamente, Antílope le preguntó por el remedio, por un antídoto. A este respecto, el chamán no conocía ningún remedio. "Es una planta muy extraña la que comió tu mujer", dijo, "no tengo conocimiento de ningún remedio que la haga despertar de sus tinieblas". 

El jefe de la tribu estaba desconsolado. No se podía resignar a que su esposa siguiera dormida por el resto de sus días. Tenía que hacer algo, pero no sabía qué. Como última solución, se dirigió al más anciano de la tribu, que en principio, le seguía diciendo lo mismo que el chamán. Pero Antílope continuaba preguntándole por otra vía de solucionar el problema. La respuesta seguía siendo la misma: no hay sanación posible. Casi con lágrimas en los ojos, el jefe se disponía a salir del tipi del anciano, cuando éste dijo: "Sin embargo ...". Rápidamente, Antílope se volvió y le preguntó a qué se refería. El anciano siguió contando:

-Hay una leyenda muy antigua que habla de un hechicero. Ese hechicero vive en una gruta muy escondida, cerca de un gran río, y cuentan que cultiva una planta milagrosa, que es antídoto para todos los venenos. Pero cuentan también que aún no le ha dado la planta a nadie, puesto que a su juicio, los pocos que consiguen llegar a su escondite no son merecedores de los inmensos poderes de su cultivo". 

La expresión del jefe había cambiado, y siguió preguntando al anciano sobre aquel recóndito lugar. Y el anciano continuó:

-No puedo darte más detalles sobre la situación de la cueva porque nadie sabe con seguridad dónde está. Sólo te diré que se encuentra en los alrededores del gran río que hay hacia donde se pone el sol. Pero ten mucho cuidado. El camino es mucho más peligroso de lo que pudieras imaginar.

Pero Antílope no pensaba ya nada más que en encontrar a ese hechicero y su maravillosa planta. Salió de la tienda del anciano y se dirigió directamente al Oeste, ni siquiera cogió nada para el viaje.

Anduvo durante dos días y dos noches. El cansancio era terrible en su cara, pero había algo en su interior que no podía detener a sus pies, un pensamiento en su esposa. Por fin, al amanecer de la segunda noche, encontró el gran río del que le habó el anciano. Quería seguir, pero su cuerpo no podía más. Se desplomó en el suelo, y quedó inconsciente unas horas. Cuando al fin despertó, apenas se podía tener en pie. Tenía una pequeña brecha abierta en la frente, y no comía desde hacía dos días. Casi sin ser consciente de lo que hacía, improvisó una caña de pescar y pudo recoger algunos peces que le permitieron seguir con vida.

Al terminar el almuerzo, siguió río arriba buscando la cueva a la que se refería el anciano. Cuando apenas llevaba unos kilómetros andados, apareció detrás de él un oso, que pretendía hacer del jefe su comida. Aunque el cansancio apenas le permitió gritar, Antílope sabía que tenía que correr más rápido que nunca. A pesar de que corría tanto como podía, el oso cada vez estaba más cerca de él. Muy pronto, después de un recodo del río, vió su posible salvación: una enorme caída de agua que venía a finalizar justo a sus pies. Sólo tendría que escalar esa montaña y el oso no podría seguirle. Era lo único que podía salvarle, puesto que el oso estaba ya tan cerca que casi sentía su respiración.

Cuando por fin alcanzó la pared vertical de la cascada, trepó 2 ó 3 metros, lo justo para poder escapar de las garras del temible oso. Pero ahora se le planteaba otro temible reto: ¿Podría escalar esa pared? Era muy larga, y al ser vertical, aún hacía más difícil la escalada. Aún viendo lo que le esperaba, Antílope no se desanimó. De este modo, comenzó su escalada a la cima de la catarata.

Casi a la vez, un águila comenzó a describir círculos en su vuelo alrededor de la caída de agua. Antílope intuía que se iba a lanzar sobre él, puesto que más que un hombre, tenía el aspecto de un cadáver viviente. Pero tenía que urdir una treta, un plan para sobrevivir. Un poco más arriba vio un pequeño matorral que había crecido gracias al agua que salpicaba la catarata.

Siguió escalando hacia el matorral. Mientras tanto, los círculos del águila eran ya una simple excusa, porque tenía la vista clavada en el jefe. De pronto, detuvo su vuelo y se lanzó en picado hacia la posición en que se encontraba Antílope. Éste ya estaba tocando el matorral, y con otro esfuerzo estuvo a su altura. El vuelo majestuoso y rápido del águila era un espectáculo grandioso, y se acercaba rauda al encuentro de Antílope. Éste la esperaba preparado, con el matorral doblado hacia la derecha. Cuando el pico del águila ya casi rozaba su brazo, soltó el matorral, que impactó fuertemente sobre la cabeza del águila, y la empujó con fuerza hacia una roca, contra la que chocó, y que la hizo caer al suelo, sin conocimiento.

Antílope había solventado otro grave peligro. Sin duda había tenido suerte de encontrarse el matorral, pero también acertó con la precisión de soltarlo justo en el momento en que se acercaba a él el águila. Siguió con la escalada, que se hacía ya muy pesada. Alguna vez cedió la roca que estaba bajo su pie, pero la seguridad con que sus manos estaban asidas a la pared le hicieron mantenerse en la roca y no caer al vacío.

Después de muchos esfuerzos, llegó al final de su escalada. Lo que vio allí era maravilloso: un vergel lleno de flores hermosísimas, árboles y la entrada a una cueva cubierta por una cortina de agua. En otras circunstancias, Antílope no hubiera reparado en que detrás de esa fina capa de agua que caía hubiera una cueva, pero de algún modo, una voz le decía en su interior: "Hay una cueva detrás del agua".

Entró y encontró al hechicero al que se refería el anciano en la tribu. Casi no sabía qué decir. Al final, pensó en su esposa, dormida para siempre, y dijo: "Necesito la planta que cultivas". El hechicero contestó: 

-Muchos han venido a buscarla, pero nadie la ha merecido aún. ¿Por qué crees que tú la vas a recibir?. 

Antílope contestó: 

-No la quiero para mí, sino para mi esposa, que ha caído en la desgracia de un sueño eterno del que sólo puedo hacerla despertar con ayuda de tu planta". 

El hechicero siguió hablando:

-Nada tiene secretos para mí, ni el ayer, ni el mañana, ... Sé todo lo que has sufrido en tu camino hacia mí, y sé también que los dioses se pusieron de tu parte: te proporcionaron la rapidez del guepardo para huir del oso, que te perseguía; luego, te dieron la fuerza del propio oso para escalar la catarata; más tarde, te dotaron con la astucia del coyote para vencer al águila; y al final, te concedieron la vista del águila para llegar a mi cueva. Los dioses, sin duda, están contigo, pero ¿no crees que sería mejor que te diera la planta a ti, que estás casi muerto después de tu dura odisea?. 

-No – dijo Antílope – sólo quiero que mi esposa se reponga de su terrible enfermedad. Ella necesita tu planta mucho más que yo.

El hechicero continuó: 

-En ese caso, yo necesito algo a cambio de los milagrosos poderes de mi cultivo. 

Antílope le contestó: 

-No he traído nada conmigo, pero si de verdad quieres algo que sea verdaderamente preciado por mí, quédate con mi corazón, al que tanto admiran los dioses que me hicieron llegar aquí, los mismos que mandaron enfermar a mi esposa. Sólo quiero que a ella le retorne la salud, aunque yo no pueda estar con ella en ese momento. 

Entonces, el hechicero le replicó:

-Antílope Intrépido, jefe de tu tribu, hasta ahora, sólo tú te has hecho merecedor de mis poderes. Posees un corazón puro y sincero. Te acompañaré hasta tus tierras y curaré a tu fiel esposa. Juntos viviréis muchos nuevos amaneceres, juntos y junto a toda vuestra próspera descendencia.

Cuentan que el hechicero condujo al jefe a su tribu por una senda secreta que sólo él conocía, y que sólo dando a oler la planta milagrosa a la mujer de Antílope, ésta despertó de su profundo sueño, a la vez que el mágico hechicero desaparecía por el horizonte


VER+: 


jueves, 26 de septiembre de 2013

A ABRIR CAMINO ME LLAMAS










A ABRIR CAMINO 

ME LLAMAS



No hay caminos en mi vida, Señor;
apenas senderos
que hoy abro y mañana desaparecen.
Yo estoy en la edad de los caminos:
caminos cruzados, caminos paralelos.
Yo vivo en encrucijada
y mi brújula, Señor,
no marca el norte.
Yo corro cansado hacia la meta
y el polvo del camino
se me agarra a cada paso,
como la oscuridad a la noche.
Yo voy a galope caminando,
y a tientas busco un rastro,
y sigo unas pisadas. Y me digo:
¿Dónde me lleva el camino?
¿Eres quien ha extendido
a lo largo de mi vida un camino?
¿Cuál es el mío?
Si Tú me lo has dado,
me pertenece.
¿Dónde me lleva?
Si Tú lo has trazado,
quiero saber la meta.
¿Voy solo? ¿Camino en grupo?
Tengo miedo que mi cantimplora
y mi mochila se queden vacías
y a mi lado nadie comparta conmigo.
Señor, Tú sales al paso en mi camino
para marcar mi rumbo.


Es tu voz, hecha llamada,
quien me indica, palmo a palmo,
mi ruta por el llano
o la montaña escarpada.
Es tu voz, hecha llamada,
quien me arranca de mi siesta,
de mi vida fácil y segura,
de los míos y de lo mío.
Es tu voz, hecha llamada,
quien me lanza a ser apoyo,
y servicio, y comprensión, y alegría,
y ayuda... de los otros.
Es tu voz, hecha llamada,
quien me arranca de mí,
y me hace grupo.
Señor, yo busco tu camino (sólo uno),
y me fío de tu Palabra.
Dame fuerza, tesón a cada paso
para caminar contigo.
Dame un grupo de amigos decididos,
prontos a la marcha.
Llevaremos nuestra tienda
te llevaremos con nosotros,
y serás cada día,
quien oriente nuestra marcha.
Yo busco ahora un camino, Señor.
Tú, que eres Camino,
da luz verde a mi vida
pues a abrir camino Tú me llamas.


DESCONOZCO AUTORÍA



"TE DESPERTARÉ"  DE PASTORA SOLER


miércoles, 25 de septiembre de 2013

PROGRESISTAS Y CONSERVADORES NO CONSTRUYEN IGLESIA


“Ser de izquierdas es, como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral.  José Ortega y Gasset


“Conservador y progresista son más bien categorías “ideologistas”.
Conservador en lo que hay que conservar y progresar en lo que hay que progresar”. Yanka




He escuchado a muchos teólogos y me han parecido muy soberbios y muy racionalistas. Además van de intelectuales. Son muy teóricos y muy egoístas. Hablan de cosas que no han experimentado ni vivenciado. Creen pensando y no sentipensando a Dios.

Son los nuevos escribas. Jesús no escogió a ningún escriba o teólogo como discípulo.

No viven la GRATUIDAD. Que El Señor les quebrante (es una bendición)...

“…Por mi parte, no me considero ni conservador ni progresista extremado. Me gustaría pensar que soy lo que fue el Papa Juan, un progresista con profundo respeto y afecto a la tradición; dicho de otro modo, un progresista que quiere conservar una continuidad muy clara y señalada con el pasado, y sin hacer compromisos tontos e idealistas con el presente, pero estar completamente abierto al mundo moderno a la vez que conservar la posición claramente definida como tradicionalmente católica”.

“Conjeturas de un espectador culpable”, 289.

“…Los progresistas extremados me parecen, en lo que puedo juzgar dentro de la extremada pobreza en mi información, apresurados, irresponsables, y, en muchos sentidos, frívolos en sus entusiasmos exagerados y confusos. También me parecen a veces fanáticamente incoherentes, pero no percibo en ellos la heladora malicia y la bajeza que se nota en algunas expresiones de los conservadores extremos.
Lo que más me inquieta es el hecho de que los progresistas, aunque quizá mayoría, no parecen tener la dureza terca y concertada de los conservadores.

“Conjeturas de un espectador culpable”, 289-290.

“La negativa de los progresistas extremados a prestar atención a ninguna enseñanza tradicional que les diera una base común para la discusión racional con los conservadores es también escandalosa, sin duda: sobre todo cuando va unido a un arrogante triunfalismo propio y cuando no hace más que ridiculizar a toda oposición. Eso no sólo es necio, sino que parece mostrar una seria falta de ese amor a que frecuentemente apelan para justificar su actuación. Aunque gritan continuamente sobre “apertura”, uno les encuentra herméticamente cerrados a sus compañeros de catolicismo y al propio pasado de la Iglesia, y tiene alguna validez la acusación conservadora de que esos progresistas extremados a menudo están más abiertos al marxismo, al positivismo o al existencialismo que a lo que se reconoce generalmente como verdad católica.

Se ha observado con acierto que conservadores y progresistas de la Iglesia están tan preocupados con la victoria total, los unos sobre los otros, que cada vez se cierran más unos a otros. Si así es, uno se pregunta sobre el valor y la significación de la trompeteada “apertura” a los no católicos. Un ecumenismo que no empiece con la caridad dentro de la propia Iglesia sigue siendo discutible”.

martes, 24 de septiembre de 2013

CUANDO MUERE UN POETA (DEDICADO A ÁLVARO MUTIS JARAMILLO)


"La poesía no puede morirse nunca; 

se acabará el mundo, 
morirá el último hombre 
y seguirá existiendo”. 


Álvaro Mutis




CUANDO MUERE UN POETA



Cuando se muere un poeta,
las letras se quedan viudas,
y la inspiración se esconde , llorando, tras de la luna;
y la musa queda sola, huérfana y taciturna
porque los versos no fluyen, su voz ha quedado muda.

Las palabras van saltando, como bola que rebota,
No encuentran la rima dulce, cadencia ni entonación,
El poeta va a la tumba, con su mente inerte y fría,
Y se quedan sollozando, las estrofas que paría.

También la naturaleza se entristece con su ausencia,
Por que no huele el perfume, de poesía con esencia,
Y el amor, ¡que digo yo! Ese si lo extrañará,
Porque el poeta era, el padre de frases lindas y bellas,
Con las que él se paseaba, en balcones de princesas.

Se quedarán las tardes con su ligera brisa,
Esperando que la noche descubra el velo de luna,
Con el que el bardo arropaba su puño y su fina pluma,
Para cantarle a la dama, enamorada y coqueta,
Que soñaba con su amado a la luz de las estrellas.

Eso deja una cadena en esta vida lobrega,
Porque son más los que sufren la partida de un poeta;
Desde un niño que en su cuna, ya esta aprendiendo a hablar,
Se ensalza con la dulzura de un bardo y su versar.


Copyright "©" Derechos Reservados 2012
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita

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CUANDO MUERE UN POETA


Cuando muere un poeta, muere el canto a la vida,
Como él pues ninguno, vio las cosas sentidas.
Cuando muere un poeta, se duerme una esperanza,
se acalla una palabra, se pierde una luz blanca,
una luz que se apaga.

Un poeta que muere resucita en la brisa,
en la estrella que alumbra la senda del artista.
Un poeta es el grito silencioso y profundo
que invade los abismos del alma de este mundo,
del alma de este mundo.

No hay adiós al poeta, pues su vida se palpa,
en la flor con fragancia y en el ave que canta.
no habrá adiós al poeta mientras haya palabra,
y unas cuartillas locas, dentro de nuestras almas,
dentro de nuestras almas.



ROSA SCAPINI
FLORENTÍN GIMÉNEZ



CUANDO MUERE UN POETA


Cuando muere un poeta
calla la vida,
se entristece el alma,
el mundo suspira.
...Cuando muere un poeta,
hay un silencio profundo,
no hay cruz ni corona,
ni un llanto, ni un gemido.
...Cuando muere un poeta
hay calma en el cielo...
Cuando muere un poeta
no hay un adiós
ni un hasta luego...
Cuando muere un poeta
hay paz en el alma...
esperando el momento
de su encuentro con Dios...


Paz en su tumba, y piedad para nuestras lágrimas, 
hermanas y hermanos poetas.

Raúl Gálvez Cuéllar



VER+:



¿POR QUÉ SEPTIEMBRE ES EL MES DE LA BIBLIA?




¿POR QUÉ SEPTIEMBRE 
ES EL MES DE LA BIBLIA?




Tanto evangélicos como católicos han establecido el mes de Septiembre como mes de la Biblia cada uno con sus razones:

Para los católicos es el mes de la Biblia porque el 30 de septiembre es el día de San Jerónimo, el hombre que dedicó su vida al estudio y a la traducción de la Biblia al latín. Naciò en Dalmacia, cerca del año 340 y murió en Belén el 30 de septiembre de 420. San Jerónimo tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín.La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada laVulgata (de vulgata editio, 'edición para el pueblo'), ha sido hasta la promulgación de la Neovulgata en 1979, el texto bíblico oficial de la Iglesia católica romana.

Nuestro hermanos evangélicos, celebran el mes de la Biblia porque el 26 de septiembre de 1569 se terminó de imprimir la primera Biblia traducida al español por Casiodoro de Reina llamada "Biblia del Oso". Se llamaba así porque la tapa de esta Biblia tenía un oso comiendo miel desde un panal. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera, dio origen a la famosa versión "Reina Valera".


VER+:

HIMNO SANTA BIBLIA Y PLAN PARA LEERLA EN UN AÑO



lunes, 23 de septiembre de 2013

CÓMO TRATAR A LA GENTE E INTEGRARLA EN LA COMUNIDAD: ACOGIDA ECLESIAL: ÁGAPE


El Papa Francisco indicó que “en el camino, muchas veces difícil, no estamos solos, somos tantos, somos un pueblo, y la mirada de la Virgen, nos ayuda a mirarnos entre nosotros de modo fraterno”.


“¡Mirémonos de un modo más fraterno! María nos enseña a tener esa mirada que busca acoger, acompañar, proteger. ¡Aprendamos a mirarnos, los unos a los otros, bajo la mirada materna de María! Hay personas que instintivamente no tenemos en cuenta, y que sin embargo tienen más necesidad: Los más abandonados, los enfermos, aquellos que no tienen de qué vivir, aquellos que no conocen a Jesús, los jóvenes que están en dificultad, que no tienen trabajo”.




Cómo tratar a la gente 
e integrarla en la comunidad



1 - La acogida es algo central. Con ella mostramos nuestra caridad y diaconía. La acogida incluye tener capacidad de escucha, mostrar gratuidad y ofrecernos con disponibilidad. Sin esto, no somos acogedores.


2- La escucha de las demandas de los fieles. "Unos vienen pidiendo sacramentos, exequias, etc… Otros sólo quieren la catequesis de los niños. Otros tienen cierta religiosidad: quieren bendecir objetos. Otros quieren ayudas materiales. Otros sólo necesitan hablar con alguien. Hay que ver cómo evangelizar cada una de esas demandas. A menudo en las parroquias sólo creamos actividades para los muy habituales, no proponemos nada a estas personas que vienen buscando otras cosas". 

3- Atender el itinerario de la persona. "Implica personalizar las relaciones, saber que cada uno está en una etapa o en un camino distinto . Hay métodos que dan resultado, cosas ya probadas. Por ejemplo, los Cursos Alpha, con una comida y testimonios y lenguaje accesible, no recitando el Catecismo. Son 8 ó 10 sesiones. También funcionan las células de evangelización parroquial: pequeñas células en casas, abiertas a gente que no iría a la iglesia pero que son invitadas a esta reunión semanal en la casa. Tenemos una parroquia con decenas de células. Se pueden crear también círculos bíblicos, comunidades y movimientos de pequeña fraternidad, etc… No basta con decir: “¿quiere ser cristiano?, pues vaya a misa”. Está bien ir a misa pero mucha gente no hará eso por sí sola.

4- Los círculos de compromiso. Hay que reconocer los cuatro tipos de trato que alguien tiene con la iglesia.

-el parroquiano ordinario y practicante
-el de temporada: va si no llueve, son intermitentes
-los de misas, bautizos y comuniones
-los que no tienen ningún contacto con la iglesia.

Y hay que desarrollar formas de llegar a todos ellos y aumentar su fe, formación y compromiso.

5 - Acoger los dones, carismas y capacidades de cada fiel. "El pastor debe ayudar a cada uno a desplegar sus carismas para que crezcan en fe y se vayan integrando en la comunidad. Al recién llegado o alejado hay que inscribirlo en una pequeña comunidad o grupo adecuado para él con un camino de iniciación cristiana que le de un autentico encuentro con Cristo. Es una estructura pequeña personalizadora, que permite lo espontáneo, como es, por ejemplo, la oración en un grupo pequeño". Un cura no puede acompañar personalmente a 300 personas, no puede ser director espiritual cercano y disponible para todos. Basta con un acompañamiento por alguien con sentido común y algo de formación, cosas muy básicas pero en acompañamiento personalizado. 

6 - Formación continua: para clero, laicos, feligreses...

7 -Participación: "hagamos cosas juntos, movamos a la gente, que no sea pasiva, receptora, que usen sus capacidades".

8 -Momentos para proclamar la fe y el Credo; explícitamente. "Sí, lo hacemos en la Eucaristía dominical, pero hay que expresarlo en más momentos. En Toulon hemos bajado la edad de confirmación: antes era con 15 años; ahora con 10 o 11. Pedimos que sea la comunidad la que establezca momentos para profesar su fe ante todos, en voz alta: durante una peregrinación en Lourdes, por ejemplo. Hacemos que proclamen el Credo en público, como en la Vigilia Pascual, ante los hermanos".


Dominique Rey también respondió 
algunas preguntas de los asistentes.

Sobre evangelizar a inmigrantes y musulmanes

"Tenemos comunidades cristianas evangelizadoras de Brasil, Chile, Colombia, etc… nos ayudan a evangelizar a los inmigrantes de esos países en nuestra diócesis. También tenemos unos pocos musulmanes conversos. Y un seminarista que viene del protestantismo. En Toulon, el 15% de los habitantes ya son musulmanes. Nuestro método con ellos es: caridad y coherencia de vida, y proponer la inteligencia de la Fe, proponer la razón y la sabiduría. Hay musulmanes que impresionados por la caridad reflexionan sobre el cristianismo y entonces ven su razonabilidad. Tengo una comunidad que trabaja la presencia directa entre musulmanes. Es arduo, no tenemos decenas de conversiones. Pero ya pasan cosas: cada año tenemos 8 o 10 musulmanes que se convierten. Y bautismos en clandestinidad, en secreto, por miedo a la persecución familiar.

Sobre la adoración evangelizadora 

"La experiencia demuestra que donde hay adoración permanente se genera evangelización. Hay que buscar la fórmula pastoral para ello: que se rece en la adoración por la evangelización de la parroquia, por el apostolado. Los mismo adoradores generan fecundidad misionera. Están, por ejemplo, los Misioneros de la Santísima Eucaristía, que el padre Justo, entre Francia y España, promueve".

Sobre "el puerta a puerta" eficaz: ¡rezando!

"A veces yo mismo salgo a la calle, a evangelizar. O voy puerta a puerta. Pero todo empieza antes, ¡con la oración personal y con la conversión permanente! Eso crea el estado de ánimo que hace que los cristianos sean creíbles y audibles".

Sobre los cristianos en la política

"El cristiano por definición debe estar comprometido con la política en el sentido noble del término. El gobierno de la urbe debe buscar la solidaridad, la subsidiariedad, la defensa de la vida y dignidad humana desde la concepción hasta la muerte. En Toulon hemos lanzado un observatorio sociopolítico para forma la conciencia de los cristianos. Intentamosdar voz a la Iglesia en los medios de comunicación, ahora contra el matrimonio homosexual y la entrega de niños a parejas del mismo sexo. El compromiso político es fundamental en este momento histórico en que se cuestionan cosas básicas". 

Sobre las zonas rurales y los cristianos muy dispersos

"En nuestra diócesis tenemos pueblecitos al norte de 300 habitantes y menos, y además son socialistas, radicales. Son parroquias demasiado pequeñas, el cura solo no puede. Hay que unir allí a los cristianos en torno a monasterios y comunidades. En un clima de desertificación, una comunidad de vida y oración, de tipo monástico o similar, puede dar aliento a los cristianos. Los curas diocesanos nos dicen que para ellos es fundamental poder alimentarse también ellos en este terreno pastoral tan ingrato y árido. Si la parroquia es muy pequeña, creamos también “polos misionales”, un trabajo colectivo donde los curas trabajen y reflexionen juntos". 

Sobre el papel de los nuevos movimientos y comunidades

"Tenemos unas 50 comunidades nuevas en Toulon, algunas más monásticas, otras carismáticas, otras de espiritualidades más clásicas. Y todas ayudan muchísimo a revitalizar la diócesis. Cada año ordenamos a 8 o 10 sacerdotes y la mitad son de alguna de esas comunidades. Antes de acogerlas hay que verificar la autenticidad del carisma, ayudarles a madurar, a integrarse en un territorio concreto, que no estén solos sin conectarse los demás. Los carismas no se yuxtaponen, no han de estar sin contacto: no, al contrario, deben tratarse y colaborar. Si una comunidad solo ayuda a sus miembros es que eso no es eclesial, es que no están al servicio del evangelio. En el seminario todos aprenden a respetarse, conociéndose. Así, han de funcionar como una sinfonía".


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Nuevos movimientos, grupos pequeños, itinerarios de acogida, mucha escucha, salir a la calle, una conversión pastoral completa... así es una diócesis de Nueva Evangelización.





domingo, 22 de septiembre de 2013

LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN HA SIDO MANIPULADA Y FALSIFICADA. NO ES IDEOLOGÍA. ES PROFECÍA DESDE EL EVANGELIO


"La teología es una reflexión sobre la fe y la fe lo que tiene que hacer es movilizar a las personas para cambiar".
Gustavo Gutiérrez Merino



"La teología de la liberación cumple + de 40 años". 
Entrevista a Gustavo Gutiérrez 


– ¿Cuándo comienza a asumir, como punto de partida de la teología, la realidad de la violencia y de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe?

– Comencé a trabajar en marzo del 64'. Hubo una reunión convocada por Iván Illich. Lo conocí cuando estaba todavía en Puerto Rico en el año '60. Fue Iván quien citó a una reunión muy informal en Petrópolis para que dijéramos cómo veíamos el trabajo de la teología en América Latina.

– ¿Y cuál fue su aporte?

– Hablé de teología como una reflexión sobre la pastoral y sobre la vida cristiana. Eso que formulé más tarde como reflexión crítica sobre la praxis a la luz de la fe.

– ¿Lo primero que surge es el establecimiento de un método que parte de la vida real para iluminarla a la luz de la Palabra y abrir caminos concretos de liberación?

– Así es. Yo me pasé prácticamente todos mis estudios de teología sumamente preocupado en la cuestión del método. De ahí la frase: "nuestra metodología es nuestra espiritualidad".

– El tema de la cercanía a los pobres no es nuevo, pero sí la indagación en las causas de la pobreza y la lucha contra la pobreza como parte de la identidad cristiana. ¿Cuándo comienza esta transición?

– Me invitaron a hablar sobre la pobreza en Montreal en 1967. Quería tomar distancia de Voillaume, el autor de En el corazón de las masas, porque él evitaba cualquier perspectiva demasiado social en torno a la pobreza; pero la verdad es que no se puede evitar el hecho social. Hablé de tres nociones bíblicas sobre la pobreza: primero la pobreza real o material, vista siempre como un mal. La segunda es la pobreza espiritual, como sinónimo de infancia espiritual. La pobreza espiritual es poner mi vida en las manos de Dios. El desprendimiento de los bienes es consecuencia de la pobreza espiritual. Y la tercera dimensión es la solidaridad con los pobres contra la pobreza. Voillaume hablaba de que había que ser pobre. Sí, muy bien, ¿pero para qué? ¿Qué sentido tiene? No es únicamente para santificarme yo. Había que plantearse lo que significa para el otro.

– ¿Algún otro elemento importante de esta arquitectónica inicial?

– Una preocupación: ¿cómo anunciar el Evangelio hoy? La teología se hace para anunciar el Evangelio, al servicio de la Iglesia, de la comunidad. Hay muchas facultades que piensan en la teología como una metafísica religiosa, no como anuncio histórico de liberación.

– ¿Cuándo comienza a llamarse “teología de la liberación” a este nuevo modo de pensar la fe desde la perspectiva del pobre y del excluido?

– El 22 de julio de 1968 en Chimbote, Perú. Me pidieron hablar de "teología del desarrollo" y me negué. Les dije que hablaría de teología de la liberación, que era más pertinente a nuestro contexto. Otra cosa que estaba de moda era la "teología de la revolución", de la cual también tomé distancia. El peligro de la misma era que pretendía cristianizar un hecho político.


– A diferencia de otros, usted nunca estuvo de acuerdo con partidos o grupos como la Democracia Cristiana ni con Cristianos por el Socialismo, aunque acentuaba la dimensión política de la fe. ¿Por qué?

– Nunca me gustó que se usara lo cristiano como adjetivo. Lo cristiano es un sustantivo. Siempre dije: "Soy cristiano por Cristo, no por el socialismo." Que como cristiano alguien haga una opción por el socialismo es otra cosa, pero no puedo deducir el socialismo por el camino de la Biblia. De la Biblia deduzco la opción por la justicia, la opción por el pobre. La gente cuando no entiende esto dice: "Oye, pero tú niegas la política, estás del lado contrario." Yo respondo que también creo en la autonomía de lo social y lo político.

– ¿Cuándo comienza la idea de formar el libro que se convertirá en el texto fundacional de la teología latinoamericana contemporánea: Teología de la liberación. Perspectivas ?

– En realidad no pensé escribir un libro propiamente. Uno trabaja en los temas que le interesan y poco a poco va saliendo. Al comienzo de 1969, poco después de Medellín, una comisión ecuménica sobre temas de desarrollo me invitó a Ginebra. Entonces retrabajé la ponencia que había dado en Chimbote y así lo seguí ampliando.

– ¿Tuvo oferta de alguna editorial concreta?

– No, pero pasó Miguel d'Escoto, de Maryknoll, que acababa de fundar Orbis Books. Vio el libro y me dijo: "Lo publico." Fue el primer libro publicado por esta editorial. Lo hizo traducir y lo publicó en 1973, y ha sido el libro más vendido de esa editorial. Luego pasa el editor de Sígueme, de España, y lo mismo. Otro que se interesó fue Gibellini. La edición italiana es incluso anterior a la española. Ya está traducido como a diez o doce lenguas, también al vietnamés y al japonés.

– ¿Cuál es la oposición principal que recibe el libro?

– Yo diría que más que al libro, era ya a la Teología de la Liberación. Ya mucha gente estaba escribiendo. Se criticaba el enfoque marxista del análisis de la realidad, pero yo no me sentía aludido. Ahora bien, la oposición más fuerte que hemos tenido no ha sido dentro de la Iglesia, sino en algunos componentes de la sociedad civil, en los poderes fácticos, económicos, militares, políticos.

– La discusión abierta es signo de una teología que le dice algo al hombre y a la mujer de hoy, que genera diálogo crítico no sólo al interior de la Iglesia sino con la sociedad.

– Buena parte de las reacciones vienen de la acogida que tuvo. Si me hubiera quedado en un ambiente de intelectuales no hubiera tenido ese impacto. Hubo una acogida de la base, incluso con expresiones que a mí nunca me han convencido, pero que nacen de la buena voluntad, que dicen: "Yo soy de la Teología de la Liberación." Pero la Teología de la Liberación no era ni es un club en el que uno se inscribe, ni un partido. Se cantaban miembros y luego decían lo que querían y no siempre correspondía con lo que uno pensaba. Son cosas inevitables.

– Pero también hay una necesidad de encontrar fallas a una teología que provenía del sur.

– Un periodista estadounidense me preguntó: "¿Qué piensa la Teología de la Liberación de este problema mundial?" Le dije: "Usted cree que esto es un partido político y que yo soy el Secretario General. Pues no." También le dije: "A que usted no le pregunta a Metz (Juan Bautista): ¿qué piensa la teología política europea de este problema mundial? A él no, pero a esta teología sí. Claro, porque aquello sí es teología. Metz es alemán." Algunos reaccionaban de este modo porque piensan que algo venido de América Latina debe tener fallas grandes. Tienen que encontrarlas a como dé lugar. Si es latinoamericano tiene que haber alguna posición rara. Quieren cosificar una teología.

– Si uno se deja llevar sólo por lo que está escrito en la prensa, tal parece que usted ha sido condenado por la Iglesia. Y no es cierto.

– Es curioso. En mi caso nunca hubo condena, ni siquiera hubo un proceso; sí hubo un llamado diálogo, preguntas que siempre estuve dispuesto a contestar.

–¿Le parece válido este tipo de diálogo?

– Siempre he creído que la teología se hace al interior de la Iglesia. En la Iglesia hay carismas distintos. A uno que escribe teología le pueden preguntar que dé razón de su fe, así como damos razón de nuestra esperanza. A ese nivel de preguntas no hay que ofenderse.

– ¿Cuánto duró el diálogo?

– Comenzó en 1983 y concluyó de varias maneras, pero con papel oficial hace cinco años. Durante mucho tiempo todo estuvo en silencio. No hubo nada conmigo.

– ¿Qué dice el texto oficial?

– La expresión es que todo concluyó satisfactoriamente.

– ¿Tuvo varios encuentros cara a cara con el cardenal Joseph Ratzinger?

– Sí, para gran parte de ellos no fui convocado, sino que yo mismo tomé la iniciativa. Ratzinger es un hombre inteligente, educado y, dentro de su propia mentalidad, ha evolucionado, ha entendido muchas cosas. En una ocasión, en Roma, me dijo que había leído mi libro sobre Job. Yo mismo le enviaba mis libros. Siempre he creído que la distancia crea fantasmas. Me dijo que le había gustado y que los teólogos del sur teníamos poesía, que la teología europea era más fría...

– Su modo de proceder ha sido siempre poco conflictivo, enormemente dialógico y carente de dramatismo. Algunos creen que corresponde a su personalidad, pero creo que hay aquí algo profundamente eclesial.

– Exacto. Todo viene de que el mundo que más dice a mi vida no es el mundo intelectual. No es la defensa de mis ideas porque son mis ideas. Me interesa la vida de la Iglesia, el anuncio del Evangelio y la vida de las conferencias episcopales.

– La teología carga la huella de su tiempo. Estamos claramente entrando a otro tiempo en el que no se siente la misma urgencia y se abren otras rutas a la fe.

– Hasta los cuarenta años nunca hablé de la Teología de la Liberación y creo que era un cristiano de verdad. Así que seré cristiano después de la Teología de la Liberación. Cuando me hablan de que ya murió la Teología de la Liberación yo digo: "Pues mira, a mí no me invitaron al entierro y creo que tenía algún derecho." Luego les digo: "Pues fíjate, creo que un día sí va a morir." Entiendo por morir el hecho de que no tenga la misma urgencia que antes. Eso me parece normal, fue un aporte a la Iglesia en un determinado momento.

– Creo que se cuida bien de no convertir a la teología en un ídolo, en una ideología a la defensiva.

– No hay que hacer de una teología una nueva religión. Es la tendencia de la sociedad civil. Algunos piensan que la Teología de la Liberación es una especie de cristianismo distinto, el mío. Y hasta lo dicen elogiosamente, no por criticar. No creen en el cristianismo, pero sí en la Teología de la Liberación. Pues lo siento, lo importante es el cristianismo, no la Teología de la Liberación; ésta sólo se entiende al interior del cristianismo.

– ¿No cree que antes se hablaba de pluralismo teológico, pero era en realidad un pluralismo limitado, es decir, dentro de una mentalidad casi exclusivamente europea?

– Sí, y todavía en la academia teológica se habla de nosotros como teología contextual, un pensar que mantiene una estrecha relación con la realidad. Cuando me dicen esto, yo les digo para molestar: "Ay, usted tiene una idea muy mala de la teología europea. Me está diciendo que no son contextuales. Me está diciendo que es una teología que no tiene relación con la realidad. Una teología en el aire. Yo no creo eso."

– ¿Ha tenido que luchar contra cierta pretensión de superioridad?

– Muchísimo. Llamar contextual a una y no contextual a la otra es un ejemplo. Todo pensar corresponde a un contexto. Más que un rechazo a la Teología de la Liberación, es una comunicación con un punto menor, como si fuéramos algo subalterno. Ha habido muchas cosas por el estilo. Se aceptaban las ideas, pero se criticaba la Teología de la Liberación. ¿Qué es eso?

– Estábamos acostumbrados a que la teología sólo dialogara con la filosofía y no con las ciencias sociales. Es una novedad que costó aceptar al principio.

– Curioso, porque hoy las ciencias sociales están de lleno dentro de la teología. Esa crítica a la Teología de la Liberación ya prescribió. Y todo esto ocurre a pesar de que nunca dijimos que las ciencias sociales reemplazaban a la filosofía en la teología, sino que ampliábamos el abanico de luces y disciplinas humanas para trabajar el misterio cristiano.

– Además toda teología verdaderamente creadora genera resistencias. Es la prueba de fuego de su valía.

– Evidente. Mira la reacción ante el diálogo de Teilhard de Chardin con las ciencias naturales. Y el ejemplo clásico de Santo Tomás de Aquino. Hablo de un gigante frente a esta teología tan enana como la Teología de la Liberación. Tuvo resistencias enormes, fue condenado por la Universidad de París y tomó siglos que se le reconociera. Él incorporó una filosofía que provenía de un pagano, la repensó, la retomó, la mezcló.

– ¿Cree que estamos ya en un nuevo y mejor momento?

– La cosa más dura y polémica ha quedado atrás. Debe quedar para los historiadores. Y es muy bueno decir que ya pasó. Si algo ha muerto realmente es esta polémica. Yo creo que ya es tiempo de bajar el tono.

– Hay un texto en el que usted se mueve reflexivamente hacia el contexto actual de la globalización y de la postmodernidad (postmarxismo) y hacia los retos que plantea a la teología. Me refiero al ensayo ¿Dónde dormirán los pobres? Allí comienza a hacer una crítica a la tentación de hacer de la teología misma un ídolo.

– Cuando de alguna cosa que no sea Dios hago un absoluto, caigo en la idolatría. He oído decir: "Teología de la Liberación o nada." Nunca he dicho: "Si usted quiere comprender a Cristo lea la Teología de la Liberación." Ahora, si alguien me pregunta si creo que leyendo sobre Teología de la Liberación va a comprender algo importante del cristianismo, pues sí. Es provocador decirlo, pero también la justicia puede convertirse en un ídolo. He visto cómo los pobres son maltratados por personas que se creen mucho más claras políticamente que ellos. Yo estoy muy marcado por una cosa de Pascal que leí a los quince años: "El abuso de la verdad es peor que la mentira." Uno puede tener la verdad y abusar de ella. La persona es siempre más importante.

– Su reflexión más reciente ha advertido también sobre la tentación de hacer del pobre mismo un ídolo…

– Eso viene del romanticismo de algunos. Hay gente que me dice: "Todo lo he aprendido del pobre, el pobre es tan bueno." A veces, bromeando les digo: "Usted cree que todos los pobres son buenos y generosos, pues yo no les aconsejo que vayan a mi barrio a las dos de la mañana porque se quedarán como cuando nacieron, sólo que más viejitos." Es una manera de hacer entender que la opción no se hace porque el pobre sea bueno, sino porque Dios es bueno. Si el pobre no es bueno, pues también. Mucha gente se decepcionó del compromiso porque creían que el pobre era bueno. Si hubiesen entrado porque Dios es bueno, todavía estarían comprometidos.

– De hecho, en un artículo suyo titulado "San Juan de la Cruz en América Latina" deja apuntado que lo que podría ayudarnos a evitar este camino idolátrico (que aunque habla de liberación no libera) sería abrirnos a la dimensión más mística de la fe.

– Si algo tiene la mística es la capacidad de ayudarnos a depurar la noción de Dios. Si vemos el dibujo de San Juan de la Cruz, hay un momento, a partir de la mitad de la falda del monte, en el que dice que a partir de ahí no hay camino. Eso es la mística. Un caminar hacia el Señor. Seguir haciendo de Él, conforme avanza nuestra vida, nuestro único absoluto. Sin esta dimensión mística no hay verdadero compromiso con los pobres. Ahora bien, hay que cambiar la noción de mística. No es como se dice por ahí: salir de este mundo. No se trata de transmitir un mensaje, sino de "transmitir lo contemplado". A esto hay que añadir la intuición de Nadal: ser "contemplativos en la acción"..

– Lo que a veces se anuncia como mística, incluso en importantes teólogos o estudiosos, todavía tiene excesivas reminiscencias neoplatónicas negadoras del cuerpo de la historia..

– La mística no es un desinteresarse de este mundo. Todavía hay gente que encuentra muy místico a alguien que no pisa tierra. Si no le importa el pobre no estoy seguro de que se trate de una experiencia mística. Es interesante que una mística, Teresita de Lisieux, sea patrona de las misiones.

– Progresivamente usted ha ido insistiendo en la poesía como el mejor lenguaje para hablar de Dios.

– La poesía es el mejor lenguaje del amor. Y Dios es amor. El mejor lenguaje para hablar de Dios es la poesía. Un lenguaje profundo que ve el mundo y ve la relación con el otro desde una dimensión y una hondura que el concepto no ofrece. Aunque no escribamos poesía, la teología misma debe ser siempre una carta de amor a Dios, a la Iglesia y al pueblo que servimos. 


 Cuadernos opción por los pobres (Chile), 
Octubre 2008


"La teología de la liberación cumple 40 años". 

Entrevista a Gustavo Gutiérrez 



ALGUNOS TEÓLOGOS HAN 
MANIPULADO Y FALSIFICADO 
LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN




Clodovis Boff, hermano de Leonardo Boff, ha criticado la instrumentalización de la fe por la política o ideología (en concreto, por el marxismo), y ha enojado a viejos colegas al sugerir que habría sido mejor tomar en serio la crítica de Ratzinger.



En una entrevista telefónica con la revista brasileña Folha, Fray Clodovis dijo que Benedicto XVI había defendido lo esencial del proyecto de la teología de la liberación. Benedicto XVI defendió el compromiso con los pobres y nunca aceptó la manipulación marxista de la fe católica.

“En la práctica –prosigue Clodovis- la Iglesia no expulsa a nadie. Solo indica que alguien se excluyó del cuerpo de los fieles porque inició a practicar una fe diversa”.

E indicó que mientras el jesuita español Jon Sobrino dijo que la teología nacía del pobre, Roma respondió que “Nace de la fe en Cristo”.

Clodovis Boff, en la entrevista, cuenta que se volvió crítico hacia la Teología de la Liberación, cuando vio que la misma ponía la fe en Cristo en segundo plano. Pensaba, dijo, que “con el tiempo las cosas se iban a arreglar”, pero no fue así.

El hermano de Boff critica también la admiración de los progresistas por el teólogo alemán Karl Rahner que concibió la teoría del “cristiano anónimo”, según la cual cualquier persona que lucha por la justicia ya es un cristiano. “Y los teólogos de la liberación cultivaban la misma admiración ingenua”, dijo.

Porque el “cristianismo anónimo” constituía “una óptima disculpa para dejar de lado a Cristo y la oración, los sacramentos y la misión, y dedicarse a la transformación de las estructuras sociales”.

Me contaba una misionera seglar que después de hablar a unos campesinos en Guatemala defendiendo sus derechos, quiso coger y acariciar a un niñito que estaba en los brazos de su madre, pero ésta no se lo permitió. Le llegó al alma este desaire. A los pocos días en una eucaristía la mujer, arrepentida, vino de lejos a darle la paz. Le preguntó la misionera: ¿Por qué no me dejaste el niño? Porque me pareció que aunque nos defendías no nos querías.



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