LA CORUÑA, CIUDAD DE LA MAR
Las galerías de La Coruña son balcones cerrados con carpintería de madera pintada de blanco y con una gran superficie de vidrio que funcionan como miraderos y que son características de las viviendas de la avenida de la Marina de La Coruña.
Las galerías son, en verdad, las fachadas posteriores de las casas. Datan del siglo XIX y tienen su origen en la aparición del mercado de vidrio plano y cortado, fabricado inicialmente en la Granja de San Ildefonso (Segovia). Llegaron primero a Ferrol para acristalar las popas de los galeones a mediados del siglo XVIII y se aprovecharon para cerrar las viviendas de Ferrol, Pontedeume, Betanzos y La Coruña. El propósito era el de permitir que entrase la luz del sol en el interior de las viviendas evitando la lluvia. También existen balcones de hierro de forja y de fundición.
En La Coruña aparecieron en el barrio de la Pescadería y estaban condicionadas por la actividad pesquera, ya que los soportales, que miraban para el mar, eran, de hecho, la parte posterior de las viviendas y todas tienen su entrada por la calle Riego de Agua o por la plaza de María Pita. Los soportales se utilizaban para guardar los botes y realizar diversas faenas relacionadas con las redes, la saladura y la venta del pescado (el mar llegaba a ellas). La calle Riego de Agua fue remodelada en 1869, y la solución de las galerías fue adoptada unánimemente con el tiempo, de manera que se pueden encontrar tendencias historicistas, racionalistas, vanguardistas, neoclásicas y, fundamentalmente, modernistas.
Curiosamente, en 1875 el arquitecto municipal elaboró un informe negativo en el que acusaba de ridículo el exceso de cristal y afirmaba que las fachadas perdían belleza y sorprendían desagradablemente a los visitantes.
Curiosamente, en 1875 el arquitecto municipal elaboró un informe negativo en el que acusaba de ridículo el exceso de cristal y afirmaba que las fachadas perdían belleza y sorprendían desagradablemente a los visitantes.
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Juan Carlos (Yanka)