A la distancia y al silencio
Una palabra se olvida…
Palabra cuando es vacía,
sin consistencia para ser comensal,
jamás la invitaremos a entrar.
Una lágrima se va…
Esa lágrima nos deja dolor,
por el daño que nos han hecho,
momentos envueltos de amargura
y soledad ataviada.
Un beso se borra…
Cuando la desdicha de que alguien
maliciosamente nos quiso ocasionar,
esa amargura real...
Cuando el amor se nos va...
Por ese beso traicionero,
la tristeza en uno queda atrapada
por la carcelera soledad,
al visitarnos lo irreal.
Una palabra se olvida…
Cuando sale engalanada de vanidad…
Endiosándose por encima de los demás.
Al no salir del corazón,
todo su encanto lo pierde por la maldad…
Perdiendo su pureza de una flor real,
humilde belleza sin par,
los recuerdos arraigados
a nuestra mente,
jamás nos lo quitaran,
los buenos, los vestimos de buena amistad.
A aunque estemos distantes,
por la lejanía física,
si hay amor verdadero de una buen amistad;
jamás se olvidarán….
Arraigados quedaran.
La amistad resiste al tiempo,
si es verdadera, luchará
contra huracanes y tsunamis.
A la distancia y al silencio…
Amigo, ¿sabes por qué?
Porque esa amistad verdadera,
perdurará ese amor sin compromiso carnal ni social,
porque ¡ya estás en nuestro corazón!
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